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Aurora boreal por A k i i

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Notas del capitulo:

Hace muchísimo que no publicaba en este sitio, hasta se me habían olvidado algunas cosas. 

Esta es mi nueva cuenta, antes usaba el pseudónimo "Akii Siixth". Aún tengo esa cuenta, pero me voy a abstener de subir algo nuevo allí, la tendré para que me recuerde la vergüenza por no haber terminado mis fics XD. 

Tal vez algún día lo haga, no hay que perder las esperanzas. 

 

Este es un drabble que escribí para Vana en una actividad del grupo Grimoire en facebook, espero les guste :3. 

Manabu ya no podía más… estaba harto. Kazuki llevaba más de una semana hablando sobre los colores que su mamá le había comprado recién. 
El solo escuchar mencionar a esos dichosos colores hacía que todo su enojo recorriera su pequeño cuerpo. Lo que tal vez Manabu no entendía a su corta edad, era que no le molestaba que Kazuki hablara sobre sus colores, sino el hecho de que le prestaba más atención a los colores, objetos inanimados, que a él mismo. Kazuki era su único amigo, con el cual no podía jugar pues en la pasada semana no había salido de su casa por estar haciendo quién sabe qué con sus colores. 
El día en que Manabu ya no pudo más, fue cuando Kazuki descaradamente rechazó la invitación a ir a comer pastel a su casa. Manabu sabía que algo andaba mal, Kazuki nunca rechazaba tal invitación, pues le encantaban los pasteles que su mamá hacía. Estaban afuera de la escuela, las clases habían acabado no hace mucho; pero ya no había nadie allí. 
—¿Por qué no quieres venir? —preguntó Manabu con su vocecita a punto de romperse… de la ira que sentía. 
—Es que tengo algo que hacer —contestó Kazuki apenado—, pero guárdame un poco y te visitaré otro día. —Kazuki dedicó una sonrisa a su amigo.
—¡No! ¡Ya no vayas ni hables nunca más! —gritó Manabu para después salir corriendo. 
—¡Bubu! —llamó Kazuki, pero fue imposible detenerlo—. ¿Por qué estará tan enojado? —Se preguntaba el niño mientras comenzaba a caminar—. Bueno, no importa, hablaré después con él. —Se encogió de hombros y recuperó su buen humor característico. 
Al día siguiente Manabu no so presentó a la escuela, se sentía desanimado, además que su amigo probablemente estaba enojado con él por haberle gritado. Cuando recordaba la forma en que le había hablado su estómago dolía por la vergüenza. 
Era la hora en la que todos probablemente habían salido ya de clases, pero Manabu seguía en su cama, envuelto de pies a cabeza con su manta. No se movió siquiera cuando escuchó que tocaron el timbre… apenas y reaccionó cuando escuchó el sonido de la perta de su cuarto abrirse. 
—Bubu, ¿estás enfermo? —Escuchó la voz de Kazuki a sus espaldas, casi de inmediato se dio la vuelta para verlo. Negó con su cabeza para responder—. Qué bueno, creí que estarías muy enfermo, tú nunca faltas a la escuela —dijo Kazuki sentándose en la cama. Manabu seguía sin decir nada—. ¿Recuerdas los colores que mi mamá me compró? —«Y cómo no hacerlo», pensó Manabu—, se los pedí para poder pintar esto. —Kazuki sacó de mochila una página—. Lo practiqué mucho porque quería que quedara bonito, pero no sé si está bien… es para ti. 
Kazuki tendió la página hacía su amigo, en ella había coloreado un cielo nocturno rodeado por mucho colores. Manabu no entendía por qué su amigo le daba eso. 
—¿Esto es para mí? —preguntó. 
—Sí, tú me dijiste que querías ver una aurora boreal, pero mi mami dice que ir al lugar donde se pueden ver es muy costoso… así que mientras seamos niños, eso es lo único que puedo darte… —hizo una pausa—, ¡pero te prometo que cuando seamos adultos iremos a verlas! Así que no estés triste, por favor. 
Manabu sonrió, luego comenzó a reírse como no lo hacía en días. Qué tonto de él, poniéndose celoso de una caja de colores cuando Kazuki solo estaba pensando en él… aunque de igual forma le hacía muy feliz.
—Sí, vayamos cuando seamos grandes —dijo mientras aún sonreía. 

Notas finales:

Gracias por leer *--*/


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