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La puerta es el amor por MrVanDeKamp2

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Notas del fanfic:

Bien, estoy de regreso y trabajando para poder llenar las complacencias que se me había pedido, y como honestamente, a mi me gusta poner a Aioros como el tipo genial que es, un seme relajado, aquí va mi primer experimento con él como estelar de uno de mis fanfics.

Espero que lo disfruten y no tengan miedo de hacerme saber lo que piensan, que al contrario, yo encantado de saber sus opiniones.

Dedicado a mi princesa Athair espero que te guste mi cielo, al fin me animo a escribir con una pareja poco tradicional.

Los personajes no me pertenecen, ni las canciones de Disney.

Son utilizados con meros fines de entretenimiento

Se conocieron en la fiesta de cumpleaños que había organizado Aioria para Jabu.

Era el primo pequeño y por lo tanto el más consentido, tanto de Aioria como de Aioros, aunque el último estaba algo fuera del ambiente del universitario y del preparatoriano, accedió a que la fiesta fuera en casa: el 4349 de Wisteria Lane.

La lista de invitados iba desde compañeros de Aioria así como compañeros del menor de los tres Onassis; así que Aioros se preparaba para la tormenta que sería en el vecindario, aunque gracias a Dios era fin de semana largo y muchos vecinos habían salido.

 

El moreno mayor llegó pasadas las nueve de la noche, cuando la fiesta estaba en todo su apogeo, bajó de su Aston convertible en un traje gris, camisa blanca, corbata argenta y derbis cafés.

El plan sería salir a correr hasta que pasara el desastre: pero luego recordó que no es muy seguro correr hasta las tres o cuatro de la madrugada.

 

Saludó a su hermano a lo lejos, cuando el menor encabezaba una conga que cruzaba del comedor a la cocina. El primo menor llegó amable a saludarlo con una cerveza en mano.

 

-¿Veo que no podré zafarme de esta verdad?

-Nop, pero ya sabes, tu eres nuestra roca.

Se sonrieron en complicidad para que luego se les uniera Aioria palmeando sus espaldas.

-¿No hay tragos para mí?

-Lo que no hay, son tragos para la pandilla de rubios – interrumpió Milo llegando a saludar a Aioros.

-Corre a llevar algo o estaremos en problemas – intervino Jabu apresurándose a servir bebidas.

 

Aioros miró hacia donde estaba la pandilla, ya sospechaba desde hace un rato que esos tres andaban en algo; Shaka visitaba mucho a Aioria, Milo se aplicaba en literatura con ayuda de Camus, y probablemente Jabu ya había hecho alguna movida con Hyoga, el hermano menor de Shaka pero ¿Y el cuarto pelirrojo de espaldas?

 

-Ven – lo tomó Aioria por los hombros – vamos a que conozcas gente que no use un traje o sea tu secretaria.

-Pero – no pudo poner resistencia.

Llegaron con el grupo, Jabu y Camus ya estaban ahí.

-Hola chicos ¿La están pasando bien? – el menor de los griegos le entregó una copa a Shaka.

-¡Genial! – respondió Mime y se quedó pausado después de ver a Aioros.

La reacción del arquero fue la misma.

- Wow – fue la única expresión de Aioros al ver al chico escandinavo.

 

El chiquillo parecía hecho de nieve, su piel era blanca y tersa; esforzándose mucho podía notarse un leve rocío de pecas sobre los pómulos y la nariz, pero si disimulaban con su rubor natural, sus ojos eran como dos amatistas claras pulidas y el cabello rubio fresa despedía un maravilloso olor a frambuesas.

 

-Ehm – carraspeó un poco el mayor de los griegos – Soy Aioros Onassis, no teníamos el placer de conocernos.

-Mime Solberg – le extendió su fina mano – soy el chico nuevo en la cuadra.

-¡Cierto! – estrechó la mano que le era ofrecida - Acabas de mudarte a la casa de Reneé al final de la calle.

-Si – sonrió Mime – el mismo.

-Siento mucho no haberme presentado en cuanto tu y tus padres se mudaron pero…

-Siempre tiene mucho trabajo – intervino Jabu.

-Hyoga – también se unió Shaka a la (interrupción) plática ¿Por qué no van tu y Jabu a casa a buscar mas hielo?

-Bien – dijo el menor de los rubios tomando a Jabu del brazo – suerte que vivimos cruzando la calle.

 

-Nosotros vayamos a la cocina – le indicó Camus a Shaka – necesitamos más comida aquí.

-Y nosotros por cervezas – Milo tomó del cuello a Aioria con el brazo.

 

Oye, ¿te digo algo un poco loco? r32;r32;

¡La locura me encanta! r32;r32;

 

-Así que el nuevo chico en la cuadra ¿no?

-Si – Mime rió por lo bajo – espero adaptarme pronto. La calle parece muy tranquila y la universidad me gusta bastante.

-¿Estás en la universidad? – Aioros arqueó las cejas.

-Si, ¿Por qué la pregunta?

-Cielos, pensé que estabas con Jabu y Hyoga en la preparatoria.

-No no, pero gracias por el cumplido – se sonrojó levemente.

-Ya veo, ¿así que te han tratado bien estos chicos?

-Si, fueron muy amables, incluso desde el primer día ¿sabes? Suena raro o loco pero me siento como si ya fuera parte de este lugar, aunque apenas lleve tres semanas aquí.

-¿Loco? Al contrario, que bueno que te podamos transmitir ese sentimiento, eres más que bienvenido y digo, bueno dije podamos por que, pues ya sabes, yo también me integro y ¿qué diablos estoy diciendo?

Mime soltó una risilla – gracias de nuevo y claro que te entiendo.

-Bueno es que, disfruto ser amigable y a veces la gente piensa que soy raro.

-¡Lo mismo me pasa a mí! – le sonrió al mayor – Eres lindo – se le escapó sin querer al nórdico.

Se quedaron viendo sonrojados a más no poder y rieron al unísono.

 

Siempre había una puerta cerrada ante mi r32;y de pronto yo te descubro a ti r32;r32;

¡Estaba pensando eso mismo! Porque... r32;Siempre he buscado un lugar para mi.

r32;Tal vez lo digo por la fiesta o esta mancha de aquí. r32;r32;

 

-Es decir, es lindo que, ya sabes, que todos sean tan amigables por aquí, cuando vivíamos en Noruega, la gente es linda…

-Ya lo creo – el sagitariano lo miraba embobado hasta que se dio cuenta de lo que dijo – perdón, sigue.

-Es linda, pero más bien son tratos formales, y aquí no me costó nada conocer gente y hacer amigos.

- Bueno, es lindo conocer gente como tú Mime – sus ojos ultramar se quedaron fijos en las amatistas escandinavas – Gente que aún confía.

 

Junto a ti; tal vez al fin;r32; así te vi… r32;r32;

¡Y hay algo que no es como lo anterior!

¡r32;La puerta es el amor! r32;

 

El flechazo había sido instantáneo, la verdad a Mime no le llamaban la atención los chicos del tipo que beben cerveza y juegan rugby, ese departamento lo cubría Shaka con Aioria. Los rebeldes y fumadores como Milo eran más para el educado Camus, Jabu estaba más en las ligas de Hyoga, los típicos populares de preparatoria, pero Aioros en cambio, era la joya de la corona.

Era alto, bronceado, educado, interesante, divertido y que decir del traje a medida, simplemente era todo lo contrario a los idiotas en la universidad o a los estirados noruegos que lo invitaban a salir en su país.

Los pensamientos de Aioros también invadieron la cabeza del griego; hacía mucho que conocía a un chico así; divertido pero calmo, amable, seguía la moda como todo buen muchacho de su edad pero lo hacía con gracia y dignidad, además era increíblemente hermoso – es más hermoso que Shaka y Hyoga juntos – pensó en voz alta.

-Gracias de nuevo.

-¿Gracias?

-Por el cumplido – rió Mime dando otro trago a su Cosmopolitan.

-Lo dije en voz alta ¿no es así?

-Sip – Mime rió y siguieron sonriéndose.

 

¿Sabes que es raro? ¿Qué? Completos hasta mis... ¡Sándwiches! r32;¡Eso quería decir! r32;r32;

 

Toda la velada se la pasaron riendo y mirándose a los ojos, era ridículo pero Aioros se sentía como si tuviera 16 y Mime fuera su teenage dream. Mime por su parte no podía estar más emocionado de haber conocido a alguien tan fascinante.

-Muero de hambre, ojalá

Cuatro cabezas los observaban desde la puerta de la cocina.

-Parece que está funcionando – Shaka fue el primero en hablar.

-Al fin ¡ouch! – Jabu fue callado de un zape por parte de Hyoga.

-Vaya, hasta que lo veo feliz, Mime era justo lo que necesitaba – agregó Aioria. 

 

No había encontrado quien pensara como yo; r32;¡Si! ¡Igual que yo! r32;

Estamos sincronizados y algo puede explicarlo: Que así debía pasar

 

La fiesta se terminó, pero no así la charla casual hasta bien entrada la madrugada, Shaka y compañía se habían quedado a ayudar a limpiar a Aioria y a Jabu el desastre.

Aioros acompañó a Mime hasta su casa con la promesa de que volverían a verse dada la invitación de Aioros a Mime a un café cerca del vecindario.

 

r32;Digo adiós al dolor que sentí; ya no hay que sufrirlo, se acabó. r32;

 

De regreso a su casa, Aioros iba pensando en lo que el chiquillo escandinavo le había hecho sentir; era cauto, desde aquella vez que le rompieron el corazón, no había abierto su corazón, alguna que otra salida casual pero nadie había llamado su atención en cinco años; y de pronto se encontró así mismo sonriendo en medio de la calle, pensando en que podría, tal vez, poder ser la oportunidad de su vida.

Llegó a casa y sólo encontró a Jabu; Aioria llevó a Shaka y a Hyoga a casa, una sonrisa cómplice entre ambos fueron las buenas noches; Jabu de verdad se alegraba de que Aioros encontrara a alguien.

 

¡La puerta es el amor!

¡La vida es mucho más por ti!

 

Mime por su parte al cerrar la puerta se quedó de espaldas y pensando en lo bien que se la había pasado y en lo que le hizo sentir el griego; desde el momento en que cruzaron miradas supo que él era el indicado, vio en sus ojos algo que no había visto antes, sobre todo la seguridad que le dio en los momentos en la fiesta; se sonrió a sí mismo y se fue a la cama.

 

Pasó una salida al cine, un café y en la tercera cita, que era un picnic en la orilla de un lago cercano ambos se llevaron una gran sorpresa.

Bajaron del lujoso convertible del griego, con una canasta de picnic en los brazos de Mime y Aioros comenzó a extender la manta en el césped.

Platicaron y tomaron el almuerzo, incluso Mime convenció a Aioros de entrar a caminar al lago, resbalando el pelirrojo y arrastrando al griego con él; el mayor lo tomó en brazos y fueron a la orilla empapados.

La risa de Mime por el incidente contagió a Aioros y pudo ver por fin que eso necesitaba: una risa contagiosa, la alegría del pelirrojo, su vitalidad y sobre todo la felicidad que le había hecho sentir en esas últimas semanas.

Respiró hondo y vio a Mime con seriedad, lo cuál el menor notó y lo preocupó un poco.

 

r32;¿Te digo algo un poco loco? ¿Serías mi esposo? r32;r32;

r32;¿Te digo algo un poco más loco? ¡Si!

 

-Mime, se que es muy repentino y tal vez no escuche la respuesta a la que aspiro, pero ¿Te gustaría ser mi novio?

Mime se sorprendió muchísimo, tanto que sus mejillas se encendieron violentamente, se quedó pasmado por un segundo sin hacer expresión alguna.

Luego una enorme y bella sonrisa apareció en sus mejillas y se lanzó sobre el sagitariano haciendo que cayeran ambos; Aioros se medio incorporó y casi brincó de alegría cuando el noruego le respondió:

- ¡Nada en el mundo me haría más feliz!

 

Y fue así que empapados e ilusionados, se dieron el primero de todos los besos que se darían por el resto de sus vidas.

Notas finales:

Bien, espero que hayan disfrutado la lectura, y como siempre, les pido que me dejen saber lo que piensan con un review que será más que bien recibido.


Un abrazo a todos.


P.


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