Me bajo de mi nada cómoda cherokee 95, la cual desde hace unos meses ha sido lo más parecido a un hogar. Camino hasta el gimnasio, tras unas cuantas miradas seductoras, y sobar mi bulto de forma sugerente el encargado me deja colarme, no hago mi rutina, sólo me aseo un poco en las regaderas del establecimiento, tomó prestada una camisa sin que su dueño se enteré y voy decidido a mi destino, genial Gurrumina que es como llamó a mi cherokee se ha quedado seca, sin gasolina no puede llevarme a ningún sitio, debo usar los pies.
Tras una hora de retraso me anunció en la recepción de American Construction, es una suerte, me entrevistarán, podré obtener el puesto de jefe de seguridad.
Alyssa Blanch, dueña y señora de American Construction, me entrevista en persona, -Tyler Cerezo, agradezco tu presencia, pero el positivo a tu examen antidoping me impide darte el puesto que de hecho ya se ocupó- mierda pienso, Alyssa tiene un tonó pausado, demuestra control sobre sí misma y la situación –Pero tengo otra oferta para ti- ha robado mi atención y no es que no la tuviera, irradia seguridad y sensualidad, tiene cierto aura de misterio –Iré directo al grano- me dice mientras me entrega una fotografía, - Él es Patrick Jove, esposó de mi difunto hermano mayor, y heredero del 40 % de las acciones de American Construction y 50% de la fortuna Blanch, lo quiero muerto- no me da tiempo de contestar, me entrega un papel en blanco, -Coloca la cantidad que creas necesaria- tomó el papel, mi gesto de sorpresa no se hace esperar –Y dejemos atrás la doble moral, conozco tus antecedentes penales- me dice con aburrimiento, sonrió a la par de ella.
Tomó el papel, escribo una cantidad y se lo entregó, ella sonríe pero antes de que pueda decir algo tomó el papel y agregó otro cero, -es demasiado-, -Tú ganarás mucho más con la muerte del chico-, me da la mano –Tenemos un trató señor Cerezo-, -La mitad por adelantado, y una casa- aseguró mi futuro inmediato, me entrega un cheque –La casa ni loca, debe desaparecer en cuanto el trabajo este hecho-, -Sólo será hasta cuando me deshaga de él, como líder de una constructora no te será difícil- Abre un cajón de su escritorio, la observo con alerta y me entrega un celular, un cheque y unas llaves.
Estoy dispuesto a irme, -Por cierto señor Cerezo, la próxima vez robé una camisa de su talla- me dice altiva jugando con su cabello.
He seguido un par de días al chico, me voy haciendo una idea de sus horarios, tiene muchos flancos vulnerables.
POV Patrick Jove
Siento una gran tranquilidad la correr por este sitio, una playa corre alrededor de una península, el clima cálido húmedo me parece agradable, aunque no a la mayoría de las personas, puedo perderme en mis pensamientos, desconectarme del mundo y mandar a la mierda a todo.
Un chico moreno se me adelanta, parece interesado en mí, no lleva camisa, piensa que por sus fabulosos pectorales me impresionará está muy equivocado, su amplia espalda sólo es superada por su fantástico trasero, me muerdo levemente el labio, de acuerdo está muy bueno.
Deja de trotar y lo alcanzo rápidamente – ¿Siempre entrenas aquí?- me pregunta con una gran sonrisa, no debería pero estoy sumamente nervioso, -Si- contesto secamente y es que siempre me pasa eso, cuando se me acerca un chico que me gusta simplemente me convierto en un robot monosilábico.
Al no recibir una respuesta más amigable parece haber perdido interés en mí, sigue su camino dejándome únicamente la vista de su fabuloso trasero, me muerdo el labio, mis hormonas se han vuelto locas.
Tras unos minutos perdí al moreno de vista, subo a mi auto, no arranca, intentó otra vez sin éxito, al bajar abro el cofre, no sé nada de mecánica, me intimida el motor, no tengo idea de lo que debo hacer, la mirada que se clava en mi nuca me hace voltear y veo al apuesto muchacho de hace un rato mirándome divertido, se ha puesto una playera de tirantes, que pena.
-¿Estás bien?- me pregunta apretando la boca como tratando de no reírse, -Si, gracias- le sonrió al responder, -déjame ayudarte- me dice, se acerca, mucho, revisa el cofre, pone cara de preocupación –te han cortado la manguera- me dice con tono alarmado, estoy fastidiado, últimamente pareciera que alguien quiere hacerme daño.
- ¿Quieres que te llevé a algún sitio?- me dice con cierta malicia, el tipo me pone pero apenas y lo conozco, acepto su oferta y vamos camino a mi casa, no deja de lanzarme miraditas por el retrovisor, yo respondo sonriendo, a una cuadra de mi casa, me bajo del auto, me extiende un papel –Llámame- el papel tiene escrito Kyle Simons y su número celular, me dirige una nueva sonrisa, y mientras se marcha en mi mente se quedan sus hermosos ojos miel.