Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Travesuras del Destino por ItouMiyu

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno como dije, entre una semana y un poquito mas iba a actualizar... Aca les dejo el 2do cap~

Gracias a los que leyeron el primero >w<! 

Espero les guste este cap a pesar de que hice sufrir al pobre de Alan xDU

Bueno sin mas que decir, les dejo leer =w=

Llego a mi habitación cerrando la puerta detrás de mí bruscamente, camino hasta mi cama dejando mi bolso en el piso sin mediar la fuerza en que lo tire, estaba enojado y solo quería que el día se acabara. Me tiro sobre mi cama boca abajo abrazando la almohada. Día de mierda que desde un principio no había sido bueno.

Horas atrás…

Ahí estaba, parado como una estatua tocando mis labios y viendo el pasillo por el que se fue aquel joven castaño que hace no más 5 minutos me había besado. Al momento del beso una pequeño corriente de electricidad paso por todo mi cuerpo, no sé si era debido a la sorpresa o mi cuerpo me estaba traicionando, y lo que más quería era que fuera lo primero.

 -Alan-

No… no podía ser lo segundo, recién conocía a ese sujeto y no creo que mi cuerpo le haya gustado eso… ¿Verdad?

-¡Alan!-

Además… ¿Por qué mierda me había besado?

-¡¡Alan!!- Un grito y unos movimientos bruscos en mi cuerpo me sacaron de mis pensamientos.

-¿Eh?- Voltee a ver quién era la persona que me llamaba y movía de esa forma -¿Sarah? ¿Qué pasa?- Aquella chica de cabellos rojos llegándole a la cintura, de ojos marrones y de cuerpo pequeño mi miraba atentamente.

-Eso mismo te pregunto a ti- Su voz y su rostro mostraban preocupación –Tengo rato llamándote y no reaccionabas ¿Paso algo?-

Inmediatamente recordé esos ojos dorados y esa sonrisa, sentí mi cuerpo arder –No… no pasó nada- Mentí intentando calmar mi cuerpo y procurando no mirarla a los ojos.

-¿Estás seguro?-

-Sí, tranquila no pasa nada- Sonreí intentando que creyera mi mentira, con ella siempre me costaba mentir, sabía lo que pensaba con tan solo verme a los ojos

-De acuerdo- Suspiro y luego formo una pequeña sonrisa nerviosa en sus labios –Necesito tu ayuda, eres el único que puede hacerlo… Por favor-

-¿Qué es lo que necesitas de mí?- Muy pocas veces me pedía ayuda, y cuando lo hacía… no resulta ser nada bueno, por lo menos para mí.

-Bueno… como sabrás soy parte del comité que organiza los eventos para el próximo festival, a mí me tocó la parte de la música- Se detuvo unos segundos –Alan… necesito que suplantes a uno de los cantantes- Se veía nerviosa, sus manos temblaban y su respiración era agitada.

-Lo siento, pero no lo hare- Di media vuelta para irme dando unos pasos hacia adelante.

-¡Por favor Alan!- Su voz me detuvo -Si hubiera otra forma de solucionarlo no te estaría pidiendo ayuda… Te lo pido-

-Sabes bien que no quiero volver a cantar- Intente hablar lo más calmado que podía pero no era posible, estaba molesto. La verdad es que odiaba la idea de tener que volver a cantar.

–Lo siento… pero en serio no hay otra forma, solo quedan unos días y me hace falta un cantante- Me gire hacia ella y vi como tenia la cabeza agachada, suspire y levantó la cara y me miro con eso hermosos ojos que estaban llenándose de pequeñas lágrimas –Créeme que si existiera otra forma de solucionar el problema no te estaría pidiendo este favor-

La mire por unos momentos, volví a suspirar y lleve mi mano izquierda hasta mi cabeza y despeine mis cabellos en un rápido movimiento –De acuerdo- Sus ojos se iluminaron pero se notaba que estaba confundida –Solo porque me lo pides tú- Acaricie su cabeza y me regalo una sonrisa melancólica.

-Gracias… en serio gracias- Me abrazo mientras sollozaba un poco en mi pecho, intente calmarla con suaves caricias en su cabeza y espalda.

-Ya deja de llorar... Si mi hermano se entera que lloraste y que fui el causante de ello me dejara tirado en el patio de la universidad sin extremidades- Una pequeña risa se escuchó, se separó un poco de mi pero aun así seguíamos abrazados.

-Gilbert no le haría daño a su querido hermano menor-

-¿Ah no?- La mire y luego sonreí –Por ti hasta es capaz de dejarme sin poder tener descendencia- Dije aquello un poco bromista pero a su vez sentí miedo. Mi hermano no le importaba nada si se trataba de su prometida, aquel que la lastimara o hiciera daño sufriría su terrible ira.

Una dulce melodía se escuchó en aquel pasillo, Sarah estaba riendo –Esta bien, lo entiendo… Tengo a un lobo vestido de cordero como prometido- Se alejó de mis brazos y seco las lágrimas que aún estaban en su rostros –Ehm… Alan… sobre lo de cantar-

-Tranquila, solo dime que es lo que tengo que aprenderme y cantare en el festi…- Abrí mis ojos de sobremanera, Sarah me observo y tomo mis manos entrelazándolas con las suyas.

-Por eso necesito tu ayuda, solo tenemos 4 días para el festival que será el Lunes-

No podía estar más alterado, en solo 4 días tendría que volver a cantar, debía aprenderme una canción que ni siquiera sé de qué trataba, sentí mi cuerpo perder fuerza y todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas. Me sostuve de la pared mientras intentaba calmar aquellas sensaciones.

-¿Estás bien? ¿Estás seguro que quieres hacerlo?-

-Ya te dije que lo haría- La mire a los ojos, los cual reflejaban dolor y tristeza –No te pongas así, no te preocupes- Acaricie una de sus mejillas dulcemente –Voy a cantar el Lunes… Así que dame la canción-

 

Luego de que Sarah me presentara algunos de los integrantes del grupo con el que debía cantar y entregarme las partituras de la canción se fue a terminar de hacer unas cosas que no entendí bien a que se refería. Estaba sentado en uno de los escalones que tenía el escenario, me doy cuenta que alguien se sienta al lado mío pero preferí ignorarlo y seguir leyendo la letra de la canción.

-No pensé que nos volviéramos a ver- Aquella voz era un poco familiar, de reojo mire a mi costado y pude apreciar que unos cabellos rojos caían por los hombros de la chica. Levante mi mirada para poder verla bien, aquella joven me sonreía dulcemente –Veo que tampoco pensaste en ello-

-Eh… no, no lo había pensado- Volví a mirar las hojas en mis manos –Gracias por atenderme ayer-

-No tienes por qué hacerlo, es mi trabajo- Un silencio se apodero de nosotros – ¿Vas a cantar con nosotros el lunes?-

Alce mi mirada hacia el frente, veía a las personas acomodar algunas cosas, cargando cajas con materiales, los demás miembros de la banda afinando sus instrumentos, todo aquello me causaba nostalgia y traía a mi mente recuerdos que no quería que estuvieran ahí –Me pidieron que les ayudara-

-Muchas gracias, la verdad es que todo se volvió complicado. Nuestro cantante tuvo un accidente y a pesar de que no es nada grave no puede estar en el escenario con nosotros el lunes- Voltee a verla.

-¿Quién escribió esta letra?- Se sorprendió un poco con la pregunta pero rápido volvió a estar relajada.

-La compusimos entre todos- Acomodo uno de sus cabellos que le llegaba a la cara -¿No es de tu agrado?- Aquella pregunta fue un golpe directo a mi ser, la verdad es que precisamente las palabras escritas no me ayudaban nada en calmar el dolor en mi pecho. Cada vez que la leía una presión se apoderaba de mí y dolía.

-Para serte sincero… no- Suspire y me incline hacia adelante poniendo mis brazos sobre mis piernas –Pero no te preocupes, no es que sea una mala canción ni nada de ello, en realidad es muy buena… solo que- Sentía su mirada fija en mí gire mi rostro para verla.

-¿Solo que qué?-

-Me hace recordar cosas del pasado- Quedamos en silencio unos pocos segundos, suspire y me levante de aquellas escaleras, miro mi reloj y volteo a verla extendiéndole una mano para ayudarla a pararse –Lo siento, pero tengo que irme ya. Sarah ya me dijo los horarios en los que ensayan- Tomo mi mano y ahora se encontraba frente a mí, mirándome a los ojos –Mañana nos vemos… Cuídate… Ehm… disculpa, no se me tu nombre- Dije un tanto apenado.

-Elena- Volvió a sonreírme y correspondí a su gesto -Nos vemos… y gracias por ayudarnos Alan- Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla –Y perdón por hacerte cantar una canción que te ponga triste- Se fue hacia donde estaban sus demás compañeros de la banda, mire las hojas que se encontraban en mis manos y suspire para así empezar a salir de aquel lugar.

 

Ya estábamos a mitad de la tarde por lo tanto mis clases habían terminado, no tenía nada más que hacer así que decidí terminar de guardar las cosas que utilice en la última clase e irme a casa. Tenía que aprenderme aquella canción hoy mismo ya que mañana era viernes y el sábado y domingo los ensayos serían más cortos. Al terminar me dirigí a la puerta del aula, cuando estaba por abrirla desde el otro lado alguien lo hizo primero y como la puerta se abre hacia adentro del salón me empujó y caí sentado en el piso.

-¿Quién diría que mi suerte aumenta el día de hoy?- Levante mi mirada de golpe… No bastaba con que lo viera temprano ¿También tengo que hacerlo antes de irme? -¿Necesitas ayuda?- Sonrío provocándome escalofríos en todo el cuerpo.

-No- Sin decir nada más me levante y comencé a caminar hacia la puerta pero una mano me agarro por el hombro.

-No deberías de ser tan descortés con alguien que quiere ayudarte y más si esa persona es un profesor- Esa sonría tan grotesca me estaba causando nauseas -¿Qué debería hacer para que dejes de ser tan arisco conmigo?- Me halo hacia él y sentí como su brazo pasaba por mí cintura, intente soltarme pero su fuerza era más que la mía.

-Déjeme ir- Mi voz mostraba enojo, pero lamentablemente miedo y ese idiota lo noto.

-¿Estas asustado verdad?- Su risa empezó a resonar en todo el aula –Lo siento mi querido Alan… pero no vas a estar libre de mí –Sus ojos me miraban fijamente, esos ojos negros me atrapaban en un abismo tan grande que sentía mis piernas doblarse, intenté soltarme de él pero no me lo permitía y haciendo uso de su fuerza junto más nuestros cuerpos y unió nuestros labios en un asqueroso beso.

Al sentir sus labios sobre los míos el miedo se apodero de mí, empecé a temblar como gelatina, su boca se movía libremente intentando abrirse paso para ingresar en la mía, sentí una fuerte mordida en mi labio inferior y por culpa del dolor abrí mis labios y él lo aprovecho para ingresar con su lengua, era asqueroso, simplemente asqueroso y yo no podía reaccionar.

- “No permitas que nadie más te bese, solo eres mío. Recuérdalo bien Alan-

 Mi corazón se aceleró a gran velocidad, aquellas palabras en mi mente me hacían estremecer. Haciendo más fuerza logre separarme de él gracias a que entre tanto forcejeo logre golpearlo en su entre pierna y este cae de rodillas, mientras se intentaba parar me apresure a salir corriendo del aula. Corrí  largo tiempo por pasillos, mis ojos derramaban lágrimas a cada paso que daba ¿Por qué ese recuerdo? ¿Por qué todo hace que recuerde esos días? Salgo al patio de la universidad, mis pies no se detenían y al tener lágrimas en los ojos no podía ver bien.

Pase al lado de un grupo de jóvenes sin importarme el estado en que me encontraba. Llegue hasta un jardín y me detuve frente a una fuente ¡Maldito sea el destino que me trajo hasta acá!

Este lugar era donde muchos momentos de felicidad fueron creados junto a Fred. Mis ojos no dejaban de llorar –Todo esto apesta- mi voz era débil, al igual que mis piernas que se doblaron y caí de rodillas frente aquella fuente -¡Maldición!- Cerré mis ojos y solo podía oír el agua caer, el viento soplar, algunas aves cantando, todo a mi alrededor parecía tener una gran calma y paz, contrario a lo que había en mi interior.

-¿Por qué lloras?- Me exalte y me pare rápido quise salir corriendo de nuevo, no me importaba quien me hablaba no quería que me vieran llorar, pero fue inútil sus manos me tomaron por el brazo impidiendo así que me fuera -¿Vas a responderme o te iras corriendo?-

-No tengo nada que responder- No quise mirarlo, mi vista estaba en verde césped. A pesar de que no hablamos mucho pude reconocer su voz.

-Dime porque lloras- Su agarre en mi brazo se volvió más fuerte.

-No es nada- Fue prácticamente un susurro, no quería hablar mi voz era temblorosa y las lágrimas amenazaban por querer salir de nuevo.

-¡Por Dios Alan! ¡No se llora por nada!- Me halo hacia el haciendo que quedáramos frente a frente, su ojos se abrieron de la impresión pero se compuso rápidamente -¿Me vas a decir que nada te paso cuando tus ojos están rojos y tu labio sangra?- Hablo con notable molestia.

-Ya te dije que no es nad…-

-¡Por un demonios! Dime que fue lo que te paso- Su grito me asusto e hizo que empezar a temblar un poco, sus ojo… esos ojos dorados estaba mirándome y penetrándome, me dejaban sin saber que decir - ¿Alguien te hizo algo?-

Negué rápidamente con la cabeza mientras volvía a dirigir mi mirada al piso –Ya te dije que no pasó nada-  ¿Por qué quería saber lo que me pasaba? Recién nos conocíamos ¿Qué necesidad tiene para comportarse así?

-No quieras mentirme, mírame a la cara y dime la verdad- Con su mano libre agarro mi mentón y levanto mi cara -¿Qué paso en realidad?- Una suave pero severa voz fue lo que salió de aquellos labios.

-No… no es… nada- Entrecerró los ojos soltando mi mentón, me soltó del brazo y dio un paso hacia atrás.

-A mí no me engañas, alguien te hizo algo… Y no quieras negarlo porque esa herida en tus labios me lo dice- Suspiro y toco suavemente mis labios con uno de sus dedos -¿Quién te lastimo?-

-¿¡Para qué mierda quieres saber lo que me pasa!? ¿¡Qué te importa lo que me suceda!?- Explote de la peor forma posible, Elliot solo estaba preocupado por mí pero aun así si no quería decirle no debía seguir insistiendo.

-¿Para qué? Ya te lo dije antes, me interesas y eres mío- Quite su mano de mi boca con un movimiento brusco

-¿Pero qué estupideces dices?- “Eres mío” Esas simples palabras me hacían temblar –¡Yo no soy tuyo!- Di unos pasos hacia atrás –Yo tengo dueño- “Al menos antes lo tenía” –Y ese dueño no eres tú-Como pude me fui de aquel lugar, a lo lejos podía escuchar como Elliot me llamaba pero no me detuve, entre más lejos me encontrara de todo era mejor para mí, necesitaba calmarme.

 

Después de varias horas llegue a mi casa, estaba ya más calmado pero aun así no me sentía bien. La noche ya había caído por lo tanto el día estaba llegando a su  fin. Abro la puerta de mi casa y no se escuchaba ningún ruido por lo tanto decidí ir directamente a mi cuarto, a mitad de las escaleras escuche algo en la cocina. Baje y me adentre a ella, de espalda a mi estaba mi padre buscando unas cosas en la alacena. Su cabello era rubio y lo tenía algo corto, su cuerpo grande tanto altura como contextura. Saca un paquete de galletas y se da vuelta, al verme una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

-¿Quieres?- Me extendió el paquete de galletas y negué con la cabeza –Tú te lo pierdes- Dicho aquello tomo en sus manos una y luego de mirarla unos segundos empezó a comerla.

-Pensé que no volverías hasta el lunes- Me senté frente a él.

-Hubo cambios de planes, llegue hace media hora pero no encontré a nadie en la casa, me estaba preocupando-

-Papá… sabes que mamá sale de trabajar a las 8 de la noche y siempre llega unos minutos antes de las 9- Mire mi reloj y suspire- Recién son las 8:14-

-Aun así- Tomo otra galleta e hizo lo mismo que con la primera -¿Tu hermana no debería de haber llegado ya?-

-Estas preocupándote mucho, de vez en cuando llega tarde- Apoye mis brazos sobre la mesa y deje sobre ellos mi cabeza mirando hacia la ventana que daba al frente de la casa.

-¡Ese no es el punto! Es una joven de 17 años, le puede pasar cualquier cosa- Exclamo mi padre quien era sobreprotector con hermana menor.

-Nada va a pasarme, no me tires mala suerte sobre los hombros- Mire de reojo a mi hermana quien acababa de entrar a la cocina –Hola Alan- Me sonrío y se acercó a mí –Me contaron que vas a volver a cantar- Me pare de golpe de la mesa.

-¿Cómo te enteraste?-

-Recuerda quien es la prometida de nuestro hermano- Volvió a sonreír.

-¿Es en serio? ¿Volverás a cantar?- Mi padre se notaba emocionado.

-Solo porque Sarah me lo pidió, no lo hago porque quiera- De nuevo hablando de esta forma, cada vez que se tocaba un tema que tuviera relación con lo que paso hace un año me comportaba de esa forma.

-Alan… ¿Hasta cuándo vas a estar comportándote de esta manera?- Mire a mi padre, a pesar de que estaba hablando tranquilo su mirada reflejaba enojo.

-¿Qué importa? Es mi vida- Me pare de donde estaba sentado.

-¡Por todos los cielos Alan! ¡Ya ha pasado un año! Deja de comportarte como un niño-

-Un año… ¿Crees que no lo sé? ¿Crees que no me he dado cuenta que el tiempo sigue pasando y yo cada vez más me encierro en el dolor?- De nuevo estaba alterado, sentía mi sangre hervir y no podía soportar más aquel calor que corría por mis venas. Subí las escaleras lo más rápido que pude sin darle oportunidad a mi padre a decirme algo más.

 

Ya había pasado un rato desde que llegue a mi cuarto y seguía abrazando mí almohada, estaba por quedarme dormido pero recordé algo –La canción- con un pesado suspiro me incorpore y camine hasta mi bolso, saque la hoja y comencé a leerla, a los pocos minutos ya la tarareaba no era complicada así que aprendérmela no sería difícil.

Cansado de tararear aquella melodía me di un baño y me fui a la cama, ya eran más de la media noche, intente buscar el sueño pero no lo lograba debido a que pensamientos del día llegaban a mi mente como si fueran una cinta de película. El beso de Elliot, el favor que me había pedido Sarah, el asqueroso beso de ese profesor que me causaba nauseas, la discusión con Elliot y la de mi padre. Muchas cosas que me alteraban en un solo día.

 

Mi alarma sonó anunciándome que el sol ya había salido, me arreglo y salgo de la casa sin siquiera ver a ningún integrante de mi familia. Cuando llegue a la universidad pude ver a lo lejos al profesor de Mecánicas Electrónicas todo mi cuerpo se estremeció y di un sobresalto cuando una mano se posó en mi hombro

-¡Hey Alan!- Me hablo enérgicamente Isaac -¿Cómo estás?-

-Eh… bien- Volví a dirigir mi mirada hacia donde se encontraba aquel hombre y como si supiera que lo buscaba me miro, a pesar de la distancia pude sentir sus ojos clavándose en mí, un escalofrió paso por mi cuerpo y mi amigo se dio cuenta.

-Dime que nada paso ayer por culpa de ese gordo-

Voltee a mirarlo y sonreí o eso pensé que hacía –Si quieres que te diga eso te lo diré… no pasó nada- Mi amigo abrió los ojos de par en par, luego suspiro y bajo su mirada el suelo.

-Disculpa, por mi egoísmo te deje solo con ese imbécil- Volvió a verme y su rostro se volvió pálido –Esa herida en tu labio…- Lleve mis manos a ese lugar.

-No te preocupes… fue un descuido de mí parte y me mordí- Esquive su mirar –No es nada-

Podía sentir que su mirada estaba fija en mí, sabía que aquello no lo había engañado, Isaac no iba a creer que algo así me pasara –Alan, si te vuelve a lastimar no dudes en decírmelo, que aunque termine siendo expulsado de la universidad ese hombre no volverá a meterse contigo debido a la paliza que le daré-

-Isaac…- Susurre –No es necesario que hagas eso, no me perdonaría que no puedas terminar de estudiar por algo que no te involucra-

-¡Eres mi amigo! ¿Qué más que eso para partirle la cara a ese gordo por hacerte daño?- Sonreí en mis adentros.

-Solo déjalo- comencé a caminar hacia la entrada del edificio, Isaac me seguía a paso lento y así llegamos a nuestro salón y para mi sorpresa en el escritorio del profesor estaba Elliot. Seguí caminando hasta llegar a mi asiento, por suerte Isaac no se dio cuenta de lo nervioso que me había puesto.

Ya cuando estaba por empezar la clase Elliot se levantó de su silla –Bien, seguro no saben quién soy ni que hago acá- Unos murmullos se oían en toda el aula –Soy Elliot Thompson vengo de otra universidad, ayer se hizo mi transferencia y a partir de ahora estaré con ustedes en estas clases. No seré su profesor titular, solo seré el ayudante de su profesor de Mecánicas Electrónicas; Charly Grey- 

Sus ojos se encontraron con los míos y me sentí atrapado en aquellos destellos dorados, la clase comenzó y yo lo menos que hacía era prestar atención a lo que decía. Elliot estaría más cerca de mí de lo que yo hubiera deseado.

Notas finales:

Y eso es todo~ 

Nos veremos en otra semana >w<! 
Cualquier comentario sera bien recibido :3 

PD: No me maten si les parecio cruel lo que le paso a Alan D: (?) x3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).