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Esto es un secuestro. por Naruko Uzumaki de Uchiha

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Notas del fanfic:

Hola este es mi primer one-shot referente a Kuroko no basuke de Tadatoshi Fujimaki. Solo quiero decir que este pequeño relato cuando una amiga me enseño como le encantaba esta pareja. La pareja es Aomine Daiki y Kise Ryota. En  lo particular  desde que vi a los personajes juntos se me hicieron una pareja muy linda, algo explosiva, pero a la vez muy hermosa.


Pues aquí comienza mi loca aventura con este primer one-shot referente a esta pareja.

Notas del capitulo:

HOLA CHICOS Y CHICAS.

Espero que les guste este one-shot, espero que les guste mucho. Este one-shot esta deciado a una amiga que me ayudado mucho y espero que le guste. PARA TU STARFUGAZ

Pero no solo es para ella, si no que lo comparto con todos ustedes, con todo mi cariño.

Me gusto mucho hacerlo...

Referente al fic:"ME CONVERTI EN UN GATO" lo actulizare en esta semana nwn y esperen...Abra una nueva historia... Muchas gracias por leer.

DISFRUTEN Y LEEAN!!!

Aomine Daiki aparte de ser jugador profesional de su deporte favorito y ser uno de los tenientes jóvenes a su edad, ya estaba casado muy felizmente con un lindo doncel que ya había conocido desde su equipo de basquetbol desde secundaria y ser su rival por largo tiempo, eso no quito que ambos corazones latieran al mismo tiempo al verse a los ojos, al sentirse cerca, al estar tanto tiempo juntos, el amor no pudo pasar de la nada…Así que después de mucho tiempo, decidieron decirse mutuamente que sí, así que Daiki estaba casado con su bello esposo Kise Ryouta.

Kise después de aquel partido que le destrozo el tobillo no pudo volver a jugar completo el deporte que amaba, pero después muchos tratamientos y una cirugía y su moreno siempre estuvo apoyándolo, el doncel no se dio por vencido y así decidió convertirse en modelo profesional, para que en un momento más adelante pudiera ser piloto.

Cuando Daiki le propuso a Ryouta que se casara con él, el doncel se puso muy feliz, pero su boda fue una recepción sencilla ya que ninguno de los dos les gustaría tener algo tan grande. Además los dos estuvieron de acuerdo y tuvieron una luna de miel a las islas de Pascua, algo raro para los dos pero que disfrutaron bastante.

Pero ya había pasado dos años de eso…Y ambos eran absorbidos por el trabajo, además su amado Kise trabaja mucho para una de las revistas más importantes del país y lo mandaban a viajar mucho, así que…No habían pasado mucho tiempo juntos, aunque el también con nuevos casos lo dejaban agotado.  Cuando estaban juntos aprovechaban todo el tiempo, para ir de compras, ir al cine…Pasar el tiempo con todo el amor que se podía.

El departamento que tenían era de dos pisos, la primera planta tenía una sala de estar, junto con  un buen equipo para escuchar música y ver la televisión, la cocina y un comedor donde comían y preparaban las cosas juntos, un pequeño balcón donde tenían plantas. La segunda planta tenía 3 cuartos, y uno de ellos es donde convivía la pareja, una bella habitación donde había una ventana donde el sol los saludaba todos los días, una enorme cama que tenía el gusto de ambos, una lámpara con su respectivo mueble, un enorme ropero para el rubio y uno más pequeño para el varón de la casa… Pero este sentía que su joven matrimonio se estaba distanciando por culpa de sus trabajos, además su amado Kise cada vez más tenía propuestas indecorosas por parte de algunos modelos varones que posaban junto con su esposo, confiaba en su rubio, pero no en esos tipos, pero no quería causarle problemas a su rubio.

Por otro lado el rubio estaba preocupado por la misma situación, pero últimamente había visto a su moreno algo distante con el, además se iba muy temprano y regresaba casi a las 3 de la mañana… Algo estaba pasando, quería saber que… También extrañaba esas noches de pasión que tenían…Eran tan increíbles, que no era posible no querer una más. Pero en ese momento en la cabeza del doncel solo pasaba lo peor del caso, que su moreno lo estuviera engañando… Que estuviera saliendo con alguien.

Kise: *viendo al espejo*…No, no puede ser eso, Aominecchi es temperamental, pero no, él no es así. Bueno pueda que yo tenga la culpa… No lo se

Kuruko: Kise en 15 minutos sales a la sesión de fotos *viendo a su amigo* ¿Qué pasa?

Kise: *viendo a su representante*Kurukocchi…Me siento preocupado, siento que Aominecchi me engaña.

Kuruko: Aomine será muy imbécil, pero no te aria algo así, ¿Por qué piensas eso?

Kise: Creo que se enojó conmigo por algo que me dio pena hacer…

Flash Back.

La pareja estaba muy cómoda en su departamento, solo fueron a la parte de las canchas de su edificio practicando uno contra uno como era algo típico y atlético entre ellos. Eso si cuando estaban cerca uno del otro, pues se robaban uno que otro beso.

Kise; *recibiendo una nalgada de su esposo y tirando el balón* ¡DAIKY!

Aomine: ¿Qué?, soy tu esposo, tengo esos privilegios *tomando el balón*

Kise: Eres un tramposo *robándole un beso y el balón*

Aomine: Tramposo… *yendo tras el balón* Oye, te tengo una propuesta cariño

Kise: Escucho *viendo esa mirada azulina*

Aomine: Si gano este encuentro, cumplirás una de mis fantasías… *riendo socarronamente*

Kise: Y si gano, nos vamos de vacaciones una semana… ¿Pero qué fantasía? *viéndolo seductoramente*

Aomine: Que te disfraces de gatito de cuero para mi…

Kise en ese momento se puso rojo, tan rojo que parecía que fuera estallar como olla a punto de ebullición, que tan solo por esa frase, el moreno logro arrebatarle el balón y encestar, pero el rubio solo seguía con la cara roja. Solo el moreno lo miro dando un gran suspiro, sabía que su rubio podía ser un seductor de primera, pero cuando hablaban de fantasías sexuales era muy penoso y muy vergonzoso para ese tipo de cosas. Cuando le había dicho que simularan un juego de esa índole, lo trataron, pero el rubio casi se desmaya de la vergüenza.

No iba a obligar a su doncel hacer algo que no quería, pero el también quería cambiar la rutina… No es que no le gustaba la intimidad sexual con su pareja, pero creía que era necesario salir de lo ordinario debes en cuando. Solo tomo de vuelta el balón y tomo la mano de su doncel.

Aomine: Bueno te toca hacer la comida

Kise:…Aominecchi, yo...

Aomine: *viéndolo con el ceño fruncido* ya te dije que no te obligare a nada que tu no quieras hacer, asi que deja de preocuparte.

Fin de Flash Back.

Kuruko: ¿Por qué no sedes tú una vez? *viéndolo* Puede que les ayude a ambos y pueden experimentar algo nuevo, no le veo lo malo.

Kise: *Con el rostro rojo* ¿y si me veo ridículo?

Kuruko: No creo que te veas ridículo para Aomine, te vera violable, pero no ridículo *diciendo neutral*…No pierdes nada en hacerlo

Kise: Creo…Que no sería mala idea probar,  que si nos ayude…Y así me quite la idea de que me este engañado.

Al otro lado de la ciudad.

El oficial Aomine estaba terminando de hacer el papeleo de los casos que lo habían tenido casi todo el mes ocupado y sin dormir. Además el también extrañaba como loco a su amado esposo, pero si quería hacer el plan que tenía en mente, tenía que tener todo listo y preparado y dejar todo en su lugar para poder cometer su crimen perfecto.  Tomo su taza de café y escucho su celular sonar.

Aomine: Esperaba tu llamada… ¿Tienes todo listo?

X: No soy tu imbécil, pero si ya está todo listo, solo necesito que tengas las maletas listas en tu auto, para que se haga el plan.

Aomine: ¿En dónde te veo?

X: En el bar de siempre, ya que yo también necesito irme ya.

Solo se escuchó como colgaban del otro lado de la línea, el moreno tomo el papeleo, paso a dejarlo, se despido de sus compañeros y fue corriendo a su departamento hacer maletas, ya que no estaría por un tiempo, así que era buena idea sacar la ropa. Solo las puso en el auto y se puso en marcha a su nuevo destino.

Estaciono el auto en el lugar de siempre y entro al bar, ya con ropa más casual, pero oscura, ya que era necesario para el plan, solo se acercó a la barra y vio a su amigo, rival…Un pelirrojo que estaba tomando un coctel que tenía unos ojeras de tamaño colosal y se veía tan cansado como él.

Aomine: Bakagami *dándole un golpe en la espalda*

Kagami: Ahomine… Qué bueno que llegas, ¿tomas algo?

Aomine: Ahora no,  solo vine por mi pedido…No tardo en cometer mi crimen perfecto *sonriendo*

Kagami: *Dándole un pequeño paquete y un sobre* Este el tuyo…Yo tampoco tardo en irme, Kuruko solo quiere que llegue lo más pronto posible.

Aomine: Tetsu te trae corto tigre *burlándose*

Kagami: Pero, ¿no te acaba de salir sangre?...Kise parece que te dejo en abstinencia de por vida…

Aomine: Mejor cállate cerillo *diciendo molesto*

Kagami: Jajajajaja, alguien tiene mucha tensión sexual encima, mejor vete, ya no tardan en salir y si llego tarde mi peli-azul me colgara.

Solo los dos se miraron y se rieron divertidos, salieron del bar y cada quien se fue para su destino. El día de hoy Aomine iba a recoger a Kise a la agencia de modelaje, ya que terminaba algo tarde la sesión de fotos, entonces el moreno empezó a mandarle mensajes por celular a su rubio.

Kise escucho su celular y vio que era un mensaje de su esposo, entonces decidió abrirlo para ver de qué se trataba.

SMS DAIKYCHI

¿Ya sales amor?

El rubio solo sonrió y respondió positivamente, pero se le hizo extraño que su marido le enviara otro mensaje, pero le pareció interesante el texto que le mando… ¿Qué si quería jugar con él?... ¿Por qué no?, además cuando  decía ese tipo de cosas, siempre pasaba algo interesante, así que, solo le dijo que aceptaba el juego.  Solo respiro profundo y vio cómo su amigo y representante terminaba de guardar algunas cosas para ya irse.

Kise: ¿Ya te vas Kurokocchi? *viendo con duda*

Kuruko: Si, Kagami ya llego por mí… ¿Y Aomine ya llego por ti?

Kise: Si…Pero le dije que esperara 10 minutos, ya que tengo que guardar algunas cosas.

Después de que se fue Kuruko, este Kise fue corriendo a uno de los cajones que tenía para sus cosas…Y con todo el valor del mundo tomo una lencería para doncel que le habían dado, supuso que era buena idea, ya que…Esa semana se supone que iban estar de vacaciones los dos, así que porque no cumplir una de las fantasías de su moreno. Guardo la ropa y se metió en uno de los elevadores para bajar, traía puesto uno de sus abrigos negros y se dispuso a salir, solo sintió su celular vibrar y miro que era un mensaje, su marido le decía que lo viera en el callejón de adelante. No le tomo mucha atención, pensó que de seguro no había encontrado lugar para estacionarse, entonces solo el rubio empezó a caminar hacia el callejón, pero solo sintió un escalofrió en su espalda, siguió caminando y cuando quedo delante del callejón solo sintió como lo jalaban por detrás para meterlo en la oscuridad, el rubio estaba espantado, pero se le quito el susto cuando reconoció la voz de quien le cubría la boca con una mano y con la otra inmovilizaba su cuerpo.

Aomine: *lamiéndole el oído su presa* Tranquilo, si gritas…Te ira peor, además tu aceptaste el juego.

Kise; *hablando entre cortado*… Aominecchi, me has dado un gran espanto… ¿Qué haces?

Aomine: *vendándole los ojos y tapándole la boca a gran velocidad* Esto es un secuestro y no pediré rescate *amarrándole las manos*

Ahora quien estaba en shock era el rubio, ahora no sabía en que se había metido, sabía que cuando su moreno quería algo lo lograba, pero decirle que era un secuestro…Y que había aceptado el juego, era otra cosa. Pero no sentía miedo, más bien sentía curiosidad, más cuando sintió como lo metió a la parte atrás del auto y empezó el movimiento del mismo.

En la mente del doncel había muchas dudas, ¿A dónde iban?, ¿Por qué tanto misterio? Bueno aceptaba el misterio porque era un juego, un juego donde él era la victima que secuestraban y su captor le había dicho que no pediría rescate y eso le agrado más, pero de pronto sintió como le daba a oler un pañuelo haciendo que sintiera un gran sueño.

El varón solo vio cómo su víctima se quedaba dormida profundamente por la droga que le había aplicado, así su rubio no se molestaría tanto al ver a donde iría y ver cómo quedaría.

Después de 2 horas de viaje, llegaron a una cabaña cerca de la costa. El moreno había planeado esa escapada con su esposo, pero si le decía, sabía que podía poner mil peros, ahora estaba ahí por su propia voluntad y mejor dormido y dispuesto todo para él, así que no podría escapar de las garras de la pantera.

La cabaña era bonita, tenía dos plantas, en la planta baja estaba la cocina, la sala y una pequeña baranda donde había unas sillas y una mesa con sombrilla, muy lindamente decorado, mientras que en la planta de arriba había 3 cuartos,  el moreno ya había preparado especialmente, ya que en la última semana también había llegado tarde a su casa, para preparar esa cabaña con todo lo necesario.

La recamara del matrimonio estaba compuesta por una cama enorme, con almohadas con funda color vinos y sabanas del mismo color, pero el edredón era negro con detalles vinos haciendo bellas flores, tenía unas suaves luces, junto con un cargado olor a rosas y un bello ventanal que empezaba a querer asomarse la noche con esa luna color plata. El moreno solo poso a su doncel en la cama, con mucho cuidado, solo desatándole los pies y los ojos, pero las manos se las dejo sujetas. Decido dejarlo despertar cuando el doncel necesitaba, mientras el se iba a poner listo para la noche.

Ya había pasado una hora desde la llegada a la cabaña y solo los ojos color dorado empezaron abrirse con algo de pereza, pero recordó que su esposo lo había “secuestrado”, entonces se dio cuenta que no tenia el amarre de los pies, de la boca mucho menos y tampoco el de los ojos, pero si sus manos seguían atadas, solo suspiro y se sentó como pudo y fue cuando vio entrar a su moreno con un pantalón casual de color negro que le hacía resaltar muy bien sus piernas y su trasero y una camisa de color azul rey que dejaba ver parte de su buen formado pecho. El doncel al verlo así, de esa manera tan seductora, solo se sonrojo al instante… Su marido en tanto tiempo nunca perdió el toque de sensualidad varonil.

Aomine: Veo que por fin despiertas *viendo al doncel con mirada sínica*

Kise:¿Dónde estamos Aominecchi? *viéndolo con reto*

Aomine: ¿Desde cuándo el secuestrador tiene que decirle a su víctima donde esta? *Subiéndose a la cama y acorralando al doncel debajo de su cuerpo*

Kise: *sonrojado*…Desde que el secuestrado es tu esposo…

Aomine: *diciéndole al oído*…Hoy no eres mi esposo, hoy eres mi felino *lamiéndole el oído y manoseándolo descaradamente*

Kise: *Suspirando y jadeando por las acaricias del varón* ¿Felino?... ¿De dónde si no tengo orejas?

Aomine: *mordiéndole un poco el cuello* Eso cierto, por eso… Tendrás un que ponerte esto *enseñándole un paquete*…Recuerda que tu aceptaste el juego, mi rubio, así que…Te desatare y te cambiaras en el baño. Si intentas escapar *sacando unas esposas* Te arrestare por no cumplir tu palabra.

Kise: *Con la cara roja*…Ok, soy doncel de palabra y no quiere que me arreste oficial Daiky *siendo desamarrado por su marido* Así que cumpliré *yendo al baño*

Algo que adoraba Daiky de Ryouta es que cuando los dos querían estar juntos, solo con verse a los ojos, podían decirse todo, sin necesidad de una sola frase. Vio como el rubio tomo el paquete y se metió el baño de la habitación, solo se acostó en medio de la cama extendiendo los brazos en las almohadas para esperar que su felino saliera del baño.

En el baño el doncel se ponía de colores, al ver el atuendo que le había escogido su amado esposo…Para su secuestro. Entonces solo respiro hondo y pensó en las palabras de su amigo peli-azul… ¿Por qué no darse una oportunidad de probar algo nuevo? Así que tomo esos mini shorts de cuero que no dejaba nada a la imaginación y se puso la cola larga de gato, las calcetas negras que le llegaban a la mitad de la pierna, y una playera, tipo chaleco que le dejaban ver sus curvas peligrosas con unas mangas de tela transparentosa, un collar negro con un cascabel azul y para el descaro tenía el nombre de su marido y para rematar unas orejas muy lindas que parecían que encajaban con su cabeza a la perfección. Cuando se vio al espejo se quedó mudo… Lo reconocía, si se veía sexy y se sentían sexy, el problema es que le daba vergüenza verse así ante Daiky, pero… ¿Quería jugar no?, Además… Era algo nuevo y excitante… Y, en verdad quería estar con su marido. ¿Por qué no solo dejarse llevar por el momento?, no estaba con ningún desconocido y…  AL CARAJO CON SU PENA, EL QUERIA ESTAR CON SU MORENO Y LO IBA ESTAR.

Kise: *abriendo la puerta del baño*… Amo…

Cuando el moreno escucho la puerta del baño solo alzo una pestaña con algo de curiosidad pero…Cuando escucho la palabra amo de la boca de su amado, sabía que su rubio ya había aceptado el juego, solo se lamio los labios al ver como salía un bello gatito negro con ojos dorados del baño.

Aomine: Perfecto… *llamándolo con un dedo* Ven acá gatito…

Kise: *Caminando seductoramente*… Amo, quiero un beso.

Solo Aomine trago en seco al ver como su minino rubio se posaba sensualmente entre sus piernas y ponía sus manos en su pecho, no perdió tiempo y tomo esos labios que ya no aguantaba sin probar, haciendo que solo las lenguas danzaran entre ellas, saboreándose mutuamente y acariciaba el hermoso cuerpo a su disposición.

Mientras ambos disfrutaban aquel candente beso, que poco a poco los empezaba a cegar de placer, el rubio solo bajo sus traviesas para encontrarse con la hebilla del cinturón del mayor y empezar a desabrocharlo, para que cuando el cinturón estuvo fuera solo sus suaves manos entraran con contacto con el miembro del moreno. El moreno solo dio un leve gruñido al sentir las manos del rubio en su falo encima de la tela.

Kise: Aominecchi… *jadeando al empezar a estimular el miembro de su pareja*

Aomine: *mordiéndole un labio al doncel* Gatito malo… ¿Quién te dio permiso?

Kise:*regresándole la mordida* Usted tiene la culpa, tiene su gatito sediento y yo quiero leche *empezando abrir la playera del moreno y lamiendo su vientre hasta llegar al pantalón*

Aomine: *Con un leve sonrojo y pasando sus manos por el cabello rubio del doncel* Si quieres leche…Tómala.

Solo el doncel en movimiento rápido saco los pantalones junto con la ropa interior del mayor y acomodándose en medio de sus piernas tomo el falo ya semi erecto de su moreno y empezó a degustar con mucho ritmo y gozo aquel pedazo de carne. Ya Kise estaba invadido por sentimiento de lujuria y excitación por completo, ya había caído completamente en el juego de Daiky, pero él también lo hizo caer en el suyo, solo escuchaba esos gruñidos y gemidos roncos del varón, mientras sentía sus grandes manos en su cabello, para rematar se tomó con esos ojos azules que hacía que se pusiera más nervioso pero tal vez más caliente…Era algo imposible de no sentir al ver esos ojos azules.

Después de que el doncel había empezado una exquisito oral al moreno, este solo podía estar excitado al límite, cuando el doncel volvió a meter ese pedazo de carne en su boca, aquella “leche” que tanto deseaba el gatito y solo veía con ojos de lujuria como su amado bebía como si fuera el mejor vino y se lamia los labios. El varón pudo ver esa imagen tan erótica, su rubio vestido de un sensual gato y ese cuero hacia verle esas curvas y esos atributos tan deliciosos que tenía y que solo eran suyos, pero la cara de su minino y esos ojos llenos de deseo solo desato que la pantera lo jalara con algo de brusquedad para hundirlo en el colchón con tanta pasión que empezó a atacarle el cuello y empezando a estimular los botoncillos rosados por encima de aquel traje de cuero.

Kise: *haciendo la cabeza para atrás* Aominecchi… No me tortures… Se siente tan bien *suspirando al sentir la mordida en su cuello*

Aomine: No, quiero seguir con la tortura mi gatito *posando su enorme mano encima del miembro del rubio*

Kise: ¡Mmmmmmm!, tus manos… Daiky… Hazme tuyo por favor.

Aomine: *Abriendo esa pieza de cuero del torso del rubio y devorando los botoncillos* Siempre eres mío y solo mío Ryouta, te are el amor, hasta que los dos estemos exhaustos.

El mayor mientras torturaba esos ricos pedazos de carne que reaccionaban a su lengua y los jadeos y suspiros se empezaban a transformar en deliciosos gemidos para sus oídos, pasó las manos entre aquellas vibrantes piernas para tocarlas a su antojo, y poner entre sus manos y largos dedos aquel trasero tan bien formado. El doncel solo gemía por aquellas caricias que necesitaba sentir, pero al ver a su pareja disfrutar tanto como el, valía la pena llevar el vestuario de cuero.

Sintió perfectamente como aquellos dientes le quitaban aquel mini short que aprisionaba su miembro más que despierto. Y solo arqueo la espalda al sentir como su varón empezaba a devorar su miembro, mientras estrujaba su trasero, como si quisiera comerlo por completo.

Kise: Daiky, mas por favor… ¡AH! *aferrando a las sabanas*

Aomine: *Raspando sus dientes contra el falo del rubio* Mas… Tendrás mucho más mi minino.

Kise: ¡AAAAAHHHH!, ¡DAIKY!

Aomine solo tenía esa sonrisa  que lo caracterizaba, y empezando esa deliciosa comida su rubio no tardo en llenarlo de su esencia su paladar de manera que esa acción lo tenía excitado. Tomo rápidamente de la mesita de noche esa botellita que hacía mucho no la usaba, ese lubricante de olor y sabor a fresa que ambos les encantaba. Cuando puso la suficiente cantidad entre sus dedos empezó, volteo a gatas a su doncel en cuatro y ahí fue cuando Kise pudo detectar ese olor a fresa… Sabía que vendría ese placer que a ambos encantaba y pudo sentir los dedos de su pareja en su entrada y suspiro para tomar aire y empezar a jadear, aunque sea solo con los dedos sabia como moverlos para hacerlo gemir y sentir todo a flor de piel.

Aomine: *lamiéndole la espalda* ¿Tan ansioso estas que me aprietas así los dedos?

Kise: *Aferrándose a la cama*… ¡AH!, ya… sácalos y mete tu miembro, te necesito amor…

Aomine: Y yo te necesito a ti mi cielo *sacando sus dedos de golpe*

Solo el doncel volvió a arquearse de manera exquisita para el doncel y de un solo movimiento embistió a su pareja, ambos gimieron al mismo tiempo por aquella acción, el rubio por recibir ese enorme pedazo de virilidad en su estrecha entrada y el varón por entrar en aquel cálido interior y como empezaba a estrujarlo de manera que quisiera aprisionarlo para que se quedara ahí. La pareja se daba mutuamente placer, las embestidas a ninguna parte le gustaba ir lento, tenían que ir a un 100% x 100%. Así que las embestidas eran rudas, pasionales, carnales, que a ambos les encantaba aquel ritmo. Mientras el varón peliazul embestía con ese toque mágico para los dos, el rubio movía las caderas para dar un mejor ritmo aquella escena llena de lujuria, pasión y amor.

En un momento solo el varón saco su miembro para voltear a su doncel y puso sus piernas encima de sus hombros y volvió a empalarle de manera tan lujuriosa que ambos seguían en ese ambiente tan caldeado que ninguno daba tregua. Pero las embestidas, los rasguños por parte del doncel y mordidas al hombro, el sudor, la energía, los hicieron caer en esa zona magistral donde no solo era sexo si no unirse en cuerpo y alma y era el principio de éxtasis para ambas partes.

Kise: ¡Si, Daikycchi, que bien se siente! *gimiendo con fuerza*

Aomine: Eres tan perfecto *gimiendo ronco*

Estaban en apunto del orgasmo cuando el mayor empezó a estimular el miembro del doncel para que los dos terminaran juntos. Jadearon y gimieron juntos y el momento de aquel anhelado encuentro paso, ambos vieron aquellas estrellas y colores cuando llegaron al cielo del placer, derramando sus semillas, Aomine dentro de su pareja y Kise en sus vientres. Los dos estaban jadeando y exhalando ese aire lleno de amor y se veían a los ojos cómplices y llenos de pasión, para después solo darse un beso con tremenda furia y fuego que parecería que  la habitación se incendiaria.

Aomine: *Enterrando sus dedos en las caderas de su pareja* ¿Otra ronda gatito?

Kise: *Enredando sus brazos por el cuello del varón* Apenas nos las preliminares amor… Hace falta que sea toda la noche *besándolo con autoridad*

Aomine: Eso es música para mis oídos…

Y así pasó, no pararon en toda la noche, en verdad es que ambos necesitaban esa noche. Pero no solo hicieron el amor, también después de terminar platicaron un rato y se contaron varias cosas, entre esas cosas el varón le platico del plan del “secuestro” y como lo había planeado, solo el doncel lo abrazo dándole las gracias del crimen, ya que ambos le hacían falta. Después Morfeo los envolvió en brazos y quedaron dormidos.

A la mañana siguiente el sol se asomaba por el ventanal del cuarto y el sol veía como la pareja estaba abrazada y cubierta con las sabanas y poco a poco el varón abrió los ojos y vio a su belleza rubia dormido acurrucado en su pecho y le beso en la frente.

Aomine: *diciendo en susurro* Buenos días mi cielo… ¿Tienes hambre?

Kise: *Mimándose en el pecho del varón sin abrir los ojos* Buenos días mi cielo, si, si tengo hambre *abriendo sus orbes doradas y viendo los ojos azules de su moreno*

Aomine: *besándole la nariz* ¿Quieres dormir un rato  más o desayunamos amor?

Kise: *Sonriéndole* Dormimos un poco más… Y después desayunamos, pero yo te invito el desayuno.

Aomine: *abrazándolo y volviéndose a acostar* No rechazo la propuesta.

Fin.

Notas finales:

GRACIAS POR LEER!!!!

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CON GUSTO LA CONTESTO!!!

MUCHAS GRACUIAS POR LEER!!!! EN VERDAD ESPERO QUE TE GUSTE!!!


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