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Finalmente… por Mikeas

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Notas del capitulo:

Nunca escribi un fic de navidad, espero que este les guste.

Los títulos de los capitulos es todo lo que les deseo para estas fiestas.

El ultimo capitulo de este fic lo voy a subir el 24 o el 25.

Las parejas son 1x2 3x4 5x2

 

 

Finalmente…

 

Capítulo 1: Esperanza.

 

Los cabellos marrones se pegaban sobre su espalda morena, finamente acariciada por el sol, mientras las delicadas gotas hacían carrera por sus hombros y sus brazos fuertes, empujándose para de alguna forma llegar a ese pecho ancho.

 

Las tetillas marrones y erectas resultaban absolutamente encantadoras ante los ojos de aquel quien escondido escudriñaba nuevamente aquel cuerpo.

 

Una pequeña toalla blanca ocultaba apenas el sexo de aquel hombre, las piernas fuertes aun mojadas arrancaban suspiros ahogados…demasiado para ser verdad??

 

Se mordió el labio con fuerza, no podía evitar desear acariciar aquella espalda, aquella piel morena que se había apoderado de la suya desde el primer instante y aun en ese momento, el solo hecho de rozarla le parecía un absoluto pecado.

 

Duo Maxwell se inclino un poco mas, entre la puerta apenas abierta observaba fijamente al objeto de sus deseos. Las sombras que causaban los árboles a través de la ventana, parecían desear torturar al trenzado, que dependía de la escasa luz de luna para escudriñar aun más el cuerpo del soldado perfecto.

 

Sus orbes violetas se clavaban en aquella figura que desde el principio le había arrancado el sueño y ahora, finalmente, podía tenerlo cerca… Solo unos metros lo separaban de Heero, solo unos metros que parecían interminables cuando sus piernas temblaban como ahora, porque de solo sentir aquella presencia fría, se embelezaba como un tonto niño.

 

-que estas haciendo Maxwell?- se escucho la voz inconfundible de Wufei, quien sabiendo lo que en realidad pasaba, simplemente se dedicaba a complicarle la vida al trenzado.
No es que no lo quisiese, es que simplemente esa era la única forma de sacar su frustración al ver que aquel chico de belleza casi divina, no le correspondía.

 

Las orbes violetas se abrieron mas de lo normal, y observando a Wufei, se levanto rápidamente- es que..- Se esforzaba por pensar algo que pudiese ser creíble pero por alguna razón, no encontraba nada- perdí una cosa y… la estoy buscando.

 

Los ojos negros de Wufei se afilaron entorno a los de Duo, que solo podía bajar la cabeza mientras sentía como sus mejillas comenzaban a arder.

 

-no sabes mentir- sabia que Duo no le correspondía, pero deseaba que fuese feliz y sabia que siempre estaría ahí para el.

 

-no es eso Wu!-dijo con un poco de desesperación. Verse descubierto por Wufei…que cosa peor podría pasarle? Estaba seguro que el chino lo burlaría por años si era necesario…

 

-los hombres honorables no mienten-dijo sin mas y dándose vuelta para bajar por las escaleras, dejo escapar un suspiro. Lo amaba tanto…

 

La puerta de la habitación se abrió repentinamente, sus sentidos se alertaron y por un instante deseo desaparecer…

 

-hn… - los ojos cobaltos se plantaban sobre los del shinigami.

 

-Heero-dijo con total obviedad, la sonrisa tonta estaba plantada en su rostro pálido.

 

-es tarde, deberías estar cambiado en vez de hacer escándalos en el pasillo-Heero se acomodo un poco los cabellos húmedos con las manos, revolviéndolos como siempre.

 

Duo se percato entonces que era ya tarde y que seguramente en unos momentos llegarían Trowa y Quatre con las compras.
Había organizado una sena de navidad , deseaba una vez en su vida festejar algo… Siempre había sido pobre y había vivido en la calle. Nunca había tenido un arbolito navideño ni un regalo para el…

 

Heero se extraño al no escuchar la voz de Duo, quien siempre se la pasaba hablando…y en vez de aquella voz, se encontró con unos ojos soñadores y a la vez tristes.
Aquellas orbes violetas enmarcadas por esas tupidas pestañas, se perdían bajo los cabellos chocolate que caían sobre la frente del trenzado.

 

-hn…-llamo su atención recibiendo como respuesta aquella mirada sobre la suya. Si bien estaba enterado que para Duo era importante festejar aquella navidad, sabia que había algo mas en aquellos ojos violetas.
Lo sabía, Duo era su compañero y había aprendido a descubrir mas allá de esas palabras alegres y esas miradas risueñas. Algo le preocupaba…

 

-si, me tengo que ir a cambiar-se acerco a Heero para intentar entrar, pero éste no pareció moverse por lo que sus labios quedaron a la altura del hombro del soldado estoico.
Su respiración se detuvo y su corazón acelerado pareció bailar en su pecho.
Levanto la mirada, aquellos ojos azules se clavaban en los suyos como si quisiesen buscar algo… Conocía a Heero, había aprendido a entender sus silencios mas que sus palabras…

 

Puso sentir el aroma de la colonia que el mismo le había regalado al de ojos cobaltos en su cumpleaños pasado. Los cabellos húmedos acariciaron sus mejillas haciéndole suspirar levemente sobre el cuello de Heero.

 

-puedo pasar?-preguntó débilmente, casi como un ronroneo sobre el oído de aquel hombre.
No podría resistir mucho estar asi, y mucho menos cuando Heero iba vestido de esa forma.

 

El pantalón negro de vestir se aferraba a las caderas de Yuy mientras que una suave y delicada camisa azul oscuro cubría su torso fuerte, marcando muy levemente su pecho firme y la espalda musculosa del soldado.

 

-no- la voz seria y masculina de Heero lo había sorprendido. El tenia que entrar…compartían la habitación!

 

-cómo que no?!-pregunto nervioso y exaltado, mientras observaba aquellos ojos con desconcierto y a la vez, temor.  El rechazo era algo que no podría resistir y era por eso que habia decidido “alejarse” de Heero durante un tiempo, por lo menos hasta que juntase fuerzas para poder soportar su rechazo.

 

-por qué me estas evitando?- Heero era directo , siempre lo había sido.

 

-yo no te estoy evitando, quiero pasar- Duo apoyo su mano sobre el pecho de Heero con claras intenciones de empujarlo, pero cuando sintió el corazón de éste latir de ese modo, simplemente no pudo mas que temblar.

 

-me estas evitando- volvió a decir mientras veía como esa delicada mano apoyada sobre su pecho, temblaba como una hoja. Aquellos finos y largos dedos apenas rozaban la seda de la camisa.

 

-Heero…dejame pasar, por favor-suplico mientras intentaba contener las lagrimas en sus ojos. La desesperación, los nervios y el miedo se habían convertido en los fantasmas que lo torturaban a cada instante que el soldado estoico estaba cerca suyo.

 

-no me gustan los cobardes-dijo antes de tomar el rostro de Duo y levantarlo para poder ver aquellos ojos.

 

-por favor…-Duo temblaba como una hoja, sus rodillas estaban a punto de ceder.

 

En silencio se movió hacia el pasillo, permitiéndole a Duo entrar y tras de si, cerrar la puerta.

 

Con paso firme, Heero bajo las escaleras de madera. El sonido había alertado a Wufei quien sentado en el sofá de la sala, leía aparentemente concentrado.

 

-Yuy- dijo como saludo, aunque en su interior solo deseaba cortar la cabeza de aquel entúpido…

 

-Chang- dijo Heero mientras se sentaba y lo observaba fijamente. Los ojos negros se cruzaron con los cobaltos y por unos minutos estuvieron así. Uno mirando al otro…ninguno se dejaría vencer.

 

-sos despreciable, lo lastimas sabiendo lo que el siente- Wuffei continuaba mirando fijamente los ojos del soldado perfecto.

 

-eso no es tu problema- Heero no se inmuto.

 

-es mi problema cundo empezas a las timar lo que amo, Duo es mi problema- algunos cabellos sueltos acariciaban las mejillas del chino quien solo podía observar el rostro de aquel hombre por quien Duo perdía el sueño.

 

-tu problema es la frustración, no lo que le pase a Duo.- Las palabras habían sido cortantes, y precisas; mas de lo que Wufei esperaba.

 

-pero quien te crees que sos? Solamente podes herir y matar, nunca podrías hacerlo feliz…

 

-y quien dijo que quiero hacerlo?- En cuanto Heero había dicho esas palabras, ya tenia a Wufei tomándolo pro la camisa.

 

-desgraciado…-dijo casi gruñendo

 

-siempre- Heero tomo la mano de Wufei con intención de romperla pero el sonido de la puerta abriéndose, lo hizo soltarlo.
Quatre y Trowa ya habían llegado con las compras…

 

-Wufei, Heero- saludo Quatre con aquella amabilidad que lo caracterizaba, había notado lo cerca que estaba Wufei de Heero y el ambiente estaba como para cortarlo con cuchillo.

 

-Y duo?-pregunto Quatre mientras cargaba las bolsas de las compras.

 

-ya estoy!-dijo mientras bajaba corriendo la escalera de madera. Dos persona en aquella sala se quedaron sin palabras, mas solo Quatre fue a buscar a Duo para saludarlo.
Los cabellos marrones estaban trenzados con cuidado y descansaban sobre uno de los hombros de Duo.

 

El pantalón negro de vestir se entallaba con suavidad sobre sus largas y delgadas piernas, haciéndolo ver aun mas apetecible.
La camisa era simple, de color negro casi transparente dejando notar la delgadez de su torso, resaltando también la palidez y suavidad de su piel.
La cruz plateada resplandecía en su cuello…

 

-te queda genial la ropa!-dijo Quatre acercándose a Duo y besándole la mejilla, le sonrió alegre.

 

-te parece?-pregunto Duo emocionado, y mirando de reojo a Heero, se desilusionó al ver como éste miraba fijamente a Wifei.

 

-claro! – dejando las bolsas en el suelo, el rubiecito hizo que Duo se diera vuelta- si…definitivamente te queda bien-y dándole un golpecito en el trasero, comenzó a reír.

 

Quatre intentaba aligerar un poco el ambiente y de cierto modo, alegrar a Duo. Algo le habia pasado con Heero…estaba seguro.

 

-ay! –dijo Duo con sus ojos bien abiertos y frunciendo el seño, observo a Trowa- tu novio es un pervertido!! Decile que mantenga sus manos quietas en su lugar- el sonrojo habia recorrido sus mejillas pálidas.

 

Trowa se acerco a Quatre y abrazándolo desde atrás, se aferro a su cuerpo. Sabia que Duo y su ángel eran los mejores amigos, pero simplemente sentía celos y no podía dejar de ser posesivo.
-no me responsabilizo de lo que el haga-dijo Trowa en su defensa, y mirando con sus hermosos ojos verdes a Duo, le sonrió.

 

-por que nadie me defiende?-se quejo y poniéndose en pose infantil, suspiro resignado.

 

-no seas escandaloso Maxwell-dijo Wufei acercándose a Duo y tomando las compras que habia hecho Quatre, las llevo a la cocina.

 

Tanto Duo como Quatre miraron con desconcierto a Wufei. El no era de las personas atentas y amables y…simplemente era raro que lleve las compras para que ellos no las carguen.

 

-esta enfermo?-pregunto Duo

 

-hn…-Heero se puso de pie y pasando junto al trenzado, lo miro fijamente, para seguir caminando después.

 

-definitivamente- Quatre sonrió afectadamente y besando la mejilla de Trowa, se soltó del abrazo y entro a la cocina seguido por Duo.

 

Cuando llegaron a la cocina, Wufei ya no estaba ahí, y acercándose a las compras sacaron todas las cosas.

 

-que suerte que cocinamos todo ayer-El trenzado sacaba los paquetes y las bebidas, poniéndolas en la heladera después.

 

-la verdad que si, vos pones la mesa mientras yo pongo la comida en las bandejas?-pregunto Quatre mientras se acercaba a Duo y lo miraba a los ojos fijamente.

 

-mm..si- en sus pensamientos solo estaba Heero, sus palabras, sus labios, su cuerpo…

 

-pasó algo con Heero?- aquellos ojos aqua buscaban respuesta en los violetas de su mejor amigo, su hermano.

 

-no puedo esconderte nada, no?- Duo bajo la vista y sentándose sobre la mesada de la cocina, suspiro resignado.

 

- entre hermanos no hay secretos-dijo Quatre tomando las manos de Duo.

 

-lo se Quatre…-suspiro nuevamente- no es que haya pasado algo con Heero…es que esta raro conmigo. No se como explicarlo… Es que por momento siento que me corresponde y depues que no. No entiendo nada, te lo juro –Duo se abrazo a Quatre mientras escondía el rostro sobre su pecho.

 

-pero por qué raro? Algo tiene que haber pasado, Duo- El rubio intentaba calmarlo mientras le acariciaba la espalda lentamente.

 

-yo…lo estaba espiando mientras se cambiaba y en eso me sorprende Wu. Cuando se fue, Heero salio y yo le dije que queria pasar, porque como el estaba en  la puerta y yo tenia que cambiarme… Entonces me acerque para que se corriera y le pedi que me deje pasar... Podes creer que me dijo q no?

 

Quatre levanto una ceja. Es que Heero sabia que Duo lo estaba espiado? O es que quería “tentarlo”? De algo estaba seguro, sabía manipular muy bien a su amigo.

 

-yo creo que deberías esperar, a lo mejor estaba de mal humor..no?- no podía decirle a Duo lo que pensaba, prefería esperar un poco a ver como transcurrían los hechos.

 

-te parece?-dijo un poco mas aliviado y sonriéndole a su amigo, se dirigió a poner la mesa.. Qué haría sin Quatre?

 

 

Por otra parte, en el primer piso de la casa, mas precisamente en la habitación de Wufei; el y Trowa hablaban seriamente.

 

-me estas diciendo que realmente…-Trowa parecía sumamente impactado.

 

-El idiota de Yuy lo ama, estoy seguro-dijo Wufei mientras observaba por la ventana, la noche lucia estrellada y ciertamente clara.

 

-no te precipites Wufei, hay que esperar…

 

-yo no voy a interferir en la felicidad de Maxwell, lo amo demasiado como para hacerlo…-dijo con la vista gacha.

 

-no estas seguro, hoy es navidad… no es noche para  pensar estas cosas-dijo el latino parándose y dándole una palmada en la espalda al chino, le sonrió- ahora lo mejor es disfrutar de la sena que Duo y Quatre organizaron, ellos no se merecen caras largas –y diciendo eso, salio del cuarto.

 

 

En la sala, Heero observaba fijamente a Duo mientras ponía con cuidado la mesa. Los platos, copas, cubiertos, servilletas, centros de mesa y demás cosas que habían comprado exclusivamente para la ocasión.

 

-pasa algo?-pregunto el trenzado mientras se levantaba y se encontraba con los ojos de su amor imposible sobre el.

 

-debería?-respondió secamente Heero.

 

Duo simplemente se mordió el labio inferior y desviando la mirada hacia el árbol de navidad, se sorprendió al ver que alguien además de el ya había puesto los regalos.

 

-Quatre! Yo puse los regalos primero!!-se burlo a lo que la cabecita rubia se asomaba desde al cocina y observaba en dirección al árbol.

 

-pero yo no fui- dijo levantando una ceja- de seguro fueron Trowa o Wufei- y sin mas volvió a la cocina.

 

Los ojos violetas observaban de reojo los cobaltos. –antipático- se acomodo el cabello hacia atrás sin mirarlo.

 

-de verdad pensas eso?-Duo se sorprendió al escuchar la respuesta y acercándose a Heero, se sentó en un sillón que estaba frente al de Heero… Siempre solía sentarse en el mismo.

 

-no- el trenzado se mordió el labio inferior. Heero era si debilidad…-pero debería pensarlo- los ojos violetas escapaban de aquella mirada cobalto.

 

-por qué? Porque Chang lo dice?- pregunto fríamente mientras se paraba y se acercaba amenazante a Duo.

 

-pero que tiene que ver Wufei?-pregunto sin comprender, tenía miedo….le tenía miedo.

 

-no se, decimelo vos. – Heero acerco su rostro al de Duo, para mirarlo aun mas de cerca.

 

-Heero…- el trenzado cerro los ojos con fuerza, nuevamente esa sensación en su pecho…

 

 

Fin del capitulo

 

Notas de la autora: Hola a todos, este es un fic por navidad y espero que les guste. Espero muchos reviews eh!!  no va a ser un fic largo.

 

Saludos a todos y feliz navidad!

 

Mikeas

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