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525,600 Minutos por loridebartoni

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Notas del fanfic:

Este fanfic es altamente personal. Por un tiempo he sido una fanática de los musicales y este fanfic está hecho con aquellas canciones que creo pueden describir a la pareja que he elegido (de la cual tambien soy super fanatica) pero nunca me atreví a escribirla. 

Si pueden adivinar la canción de la cual está basada, porfavor escuchenla mientran leen. Si no, les diré al final de cada capitulo que canción era ;)

Este fanfic no es un songfic pero está altamente inspirado en los dialogos y lyrics de la canción. 

Notas del capitulo:

Trowa tiene que escapar de su vida, desesperado busca en alguien que le brinde algo más. 

Cuando terminó la guerra se encontraba perdido, al escuchar el concepto de paz sonaba foráneo a su lengua nativa y entró en un momento de pánico y ansiedad que no había sentido ni durante las más difíciles batallas. ¿Cuál era su propósito ahora? ¿Qué debía hacer? Su Gundam se había ido como una herramienta más que ya no necesitaba pero se había convertido más que eso; era una extensión de su ser, de su personalidad, de su motivo para vivir.

Perdido en una simple explosión, claro que no era el único. Los demás pilotos seguro sentían algo similar pero dudaba que alguno tuviera un miedo hacia la paz. Todos parecían tener planes al terminar y si no los tenían se los estaban ofreciendo en bandeja de plata. Une lo había buscado fuertemente desde que se selló el tratado de paz hace algunas semanas, insistiendo día tras día hora tras hora para que se uniera junto con Wufei y Heero en el equipo preventivo.

Prestaciones, dos días de descanso a la semana, salario base, festivos, oportunidad de crecimiento, diferentes áreas de trabajo administrativo o activo justo en la acción, seguro médico. ¡¿Seguro médico?! ¡¿Plan dental?! Se sentía altamente ofendido, no creía que le habían ofrecido tales cosas cuando estaba a punto de autodetonarse Ni de niño peleando al frente de batalla se encontraba pensando si esto iba a cubrir sus frenos.

Estaba harto, enojado, sensible si lo ponía de tal manera y para variar debía acompañar a Quatre en la fiesta de año nuevo que daría en una semana. ¿Qué se iba a poner?

Vaya, hay una primera vez para todo. Nunca se había cuestionado que ropa usar.

Continuaba trabajando con Catherine en el circo pero no sabía si seguir haciendo el mismo acto de siempre y cuidar de sus gatos lo iban a satisfacer y por cuanto tiempo. No estaba acostumbrado a estar más de unos cuántos meses en un solo lugar y claro que el circo tenía caravanas y rutas pero... sus acciones eran las de siempre.

Blanca, una de las leonas había estado sensible también y no podía evitar sonreírle cuando se acercaba con su comida y esta le rugía. Claro que con su actitud ya comenzaba a afectar a sus animales también.

“perdón” murmuró bajo, “no deberían de sentirse así por mi culpa”

Los leones machos se acercaron y Trowa sabía que estaba en un riesgo mentalmente hablando. Siempre lo calmaban pero ahora ni él estaba seguro en estos tiempos de paz. Tal vez era mejor alejarse por un tiempo y acostumbrarse.

La semana pasó rápido y Quatre llegó un día antes al circo para sorprenderle. No muy grato en su opinión pero no podía ser grosero al ver aquella sonrisa cuando bajó del elegante auto. Nunca pensó sentir algo cercando al odio al ver ese auto.

Suspiró y se acercó a Quatre.

“¡Trowa!” gritó Quatre feliz acercándose a abrazarle incómodamente. “te ves bien ¿Cómo ha estado Catherine?”

“Bien” respondió, “ha estado bien”

Quatre asintió feliz y caminó hacia los tráileres, “Avise a Catherine que ya venía dijo que haría una cena especial por la ocasión, te hubiera dicho algo a ti pero no has contestado ningún mensaje mío”

Trowa analizó a Quatre detenidamente mientras lo escuchaba, su voz se encontraba feliz a pesar de que lo que dijo era algo condescendiente. No quería sentir ninguna obligación al responderle sus correos pues no quería dicha visita.

Después de cenar con Catherine y Quatre claramente haciendo la mayoría de la conversación y ocasionalmente intentando incluirlo a él, se retiró cordialmente – o al menos eso pensó – después de que su hermana sacó las tazas de café. Iba a ser una noche larga de la cual no pensaba formar parte.

Llegó a su tráiler y sin encender la luz se recostó en su cama que apenas se consideraba individual. Se quedó ahí un momento, sintiendo el frío de una noche de invierno y pensó. Pensó en cómo es que seguía vivo, su plan básicamente consistió en sobrevivir pero ¿coexistir? Un escalofrío corrió por su nuca cuando nuevamente consideraba la muerte como su única salida, era un pavor que no podía explicar pues ahora en soledad, en la oscuridad... ¿realmente podría coexistir con su pasado, con su realidad, con lo que había hecho durante todos esos años de guerra?

Apretó sus puños y cerró fuerte los ojos, debía ser fuerte pero por quién. ¿Por él? ¿Por Catherine? ¿Por Quatre?

Respiró hondo e intentó controlarse.

Escuchó que tocaban la puerta, seguro era Quatre. Catherine comprendía la señal de cuando no era bienvenida. De mala gana se levantó y abrió la puerta más lento de lo que debía.

“Trowa, ¿Por qué no enciendes la luz?” preguntó Quatre entrando y buscando el interruptor, “Te vendría bien algo de calidez en esta fría noche”

Trowa observó que Quatre traía dos tazas de café, parecía que no podría evitar la pequeña charla que regularmente le acompañaban. “me gusta la oscuridad”

“no digas eso, lo haces sonar tétrico y depresivo” Quatre rio al encender la luz, “mucho mejor”

“le he pedido a Rashid que te entregue un paquete, debió dejarlo por aquí pero sin encender la luz ¿Cómo lo ibas a ver?”

Trowa claro había notado que alguien había estado en su tráiler y mucho más obvio había notado la bolsa colgada que se encontraba cerca del sillón pero había preferido ignorar. Quatre dejó ambas tazas en la mesa y se acercó a la bolsa, descolgándolo abrió el zipper y le enseño a Trowa el gancho que sostenía un traje completo. Pantalón y saco negro con un acabado satinado, una camisa blanca y una corbata negra delgada, no podía negar que el traje era de buena calidad y menos el precio que le habrá costado a Quatre.

“Quatre, no podría-

“tonterías, irás a la fiesta de año nuevo y es lo menos que puedo hacer” dijo Quatre colgando nuevamente el traje y volteándose a verlo detenidamente, “te debo mucho Trowa, te debo mi vida y mi sanidad mental después de... Trowa, ¿me acompañarías a la fiesta de año nuevo?”

“sabes que iremos Quatre”

Quatre tragó fuerte, “me refería a más como... mi cita”

Quatre mordisqueó su labio nervioso y se sonrojó. Sentía su corazón acelerarse por cada segundo que pasaba y Trowa no emitía sonido alguno.

“Trowa... por favor... yo” Quatre dio un paso adelante y alzó sus brazos colocándolos en los hombros del más alto, “yo... te amo”

Quatre se alzó y rosó sus labios contra los de Trowa en un beso. Algo prolongado pero Trowa no mostró ningún interés en regresarle el beso así que Quatre se separó, “tal vez con el tiempo... puedas sentir lo mismo que yo... te amo Trowa, te amo mucho”

Tal vez era curiosidad por la cual Trowa no se había alejado cuando vio sus intenciones, pensó que tal vez eso podría ser su nuevo propósito en los tiempos que llamarían paz pero se encontró igual de ansioso y desesperado pues nada había cambiado dentro de sí. Aún después de escuchar la confesión de Quatre pensó que saldría de una guerra para entrar a otra prisión.

“No pertenecemos Quatre” dijo Trowa, “no pertenezco a tu mundo”

“dame una oportunidad”

Trowa se volteó y se dirigió a abrirle la puerta a Quatre para que se retirara, “te acompañaré en tu cita... pero después de eso, no me debes nada.”

“no es un favor”

“Lo es para mí, después del viernes Quatre... no pidas nada de mí”

Quatre asintió y salió de ahí, algo triste por no obtener una confesión de Trowa pero feliz de que aun así haya accedido. Determinado se dirigió a su hotel pensando que aún podía hacerlo cambiar de parecer.

El viernes llegó más rápido de lo que Trowa quería. Desanimado no tuvo más remedio que tomar el traje que le había obsequiado Quatre y juntos se dirigieron al baile. Catherine había traído consigo su propia cita así que no podría zafarse de Quatre tan fácilmente pues todo iba en pares. Las fotos, la entrada, los arreglos y hasta las tarjetas tenían los nombres juntos ¿en qué momento Quatre lo había planeado todo?

Al entrar se encontró con personas desconocidas pero muchos lo observaban como si le conocieran la más mínima acción que había hecho en su vida y era claro que lo desaprobaban. Pero una vez que Quatre se acercaba a él – más de lo que él quería – y tomaba su brazo, esas miradas se desviaban o eran cambiadas por hipócritas sonrisas. Su hermana se había dirigido hacia otra mesa mientras que él y Quatre se acercaban a la mesa asignada por su tarjeta. Acercándose, reconoció a los demás pilotos.

Heero se encontraba parado cerca a la mesa con Relena frente a él. Cruzaron miradas y asintieron en señal de saludo, Wufei se levantó de la mesa y se acercó a saludarle mientras que Duo se quedaba sentado a su lado y apenas lo volteó a ver. “Barton, Winner”

“Buenas noches Wufei, espero no hayamos llegado modestamente tarde” comentó Quatre, “Trowa tuvo pequeños problemas al elegir que usar”

Trowa frunció el ceño pero se quedó callado. Solo era por hoy, se repetía en la cabeza. “Pues te ves muy bien Barton, que bueno que hayan llegado”

Trowa asintió y se sentó frente a Duo mientras que Quatre tomaba el asiento a su lado. “Duo, ¿Cómo has estado? No había sabido nada de ti, ¿seguro te han llegado mis mensajes?”

Trowa observó a Duo, no habían convivido mucho durante la primera guerra y fue hasta el incidente con Marimeia que habían hablado un poco más pero fuera de eso, no sabía si el piloto 02 aún le guardaba rencor por su trabajo de inflitración. “bien, tu sabes cómo han estado las cosas para L-2 hay mucho trabajo de recontrucción por allá”

 Quatre asintió y volteó a ver a Trowa. “Trowa, ¿me podrías traer algo de beber? Sin alcohol ya lo sabes”

Trowa asintió y se levantó de la mesa.

“Parece que se han llegado a conocer bastante bien” comentó Wufei al ver la interacción entre ambos.

Quatre sonrió, “Trowa ha sido muy abierto al respecto”

Duo siguió con la mirada a Trowa, sus hombros estaban tensos y sus ojos fijos sin emoción. Qué extraño, hasta juraba que durante la guerra lo había visto más calmado que en estos momentos con Quatre pegado a él como un imán. Se levantó murmurando una disculpa y lo siguió hasta la mesa de las bebidas.

“¿Cuánto te costó el traje?” preguntó Duo acercándose a Trowa por detrás.

“un día de tortura, eso me costó”

Duo sonrió, “Quatre te obligó, ¿eh?”

Trowa lo volteó a ver curiosos, “¿Cómo lo sabes?”

“Bueno, definitivamente no es por la felicidad que irradias a su lado” dijo Duo riendo un poco, “y porque lamentablemente he leído sus correos sobre cómo ha armado el valor para invitarte a salir”

Trowa tomó un vaso en sus manos y miró el resto de las opciones en la mesa.

“Los tragos más fuertes son aquellos” le dijo Duo apuntando, “seguro ocuparás más de uno”

Trowa asintió tomando una bebida y ofreciéndola hacia Duo.

Duo tomó el vaso, “gracias”

“¿Cuál es tu propósito de año nuevo?” preguntó Duo bebiendo un poco de su trago, “han dado esas tediosas tarjetas para responder y colgarlas después, si me lo preguntas es todo un bodrio”

“no lo sé”

Duo aceptó la respuesta de Trowa y alzó su vaso en señal de un pequeño brindis “Para el camino”

“para el camino” respondió Trowa alzando su vaso y bebió de un golpe sintiendo el fuerte alcohol arder por su garganta. Dejaron los vasos vacíos y Duo agarró dos nuevos vasos dirigiéndose a la mesa de regreso. Heero ahora sentado junto con Wufei y Quatre mientras hacían la mayoría de la plática.

“no te he pedido nada de tomar” dijo Heero al ver que Duo regresaba con dos vasos.

“no es para ti” respondió molesto y se sentó a su lado.

“tampoco deberías de beber tanto”

“no es para mí tampoco” dijo Duo dándole el vaso a Trowa expectativo.

Trowa aceptó el  vaso mientras le entregaba su bebida a Quatre. Heero lo miró molesto pero decidió voltear su mirada hacia Relena que se encontraba hablando con un grupo de hombres mayores al parecer inversionistas.

Un par de bebidas más y Trowa no sabía si era el alcohol, la molestia de Quatre aún pegado a su brazo o antagonizar a Heero pero Duo no parecía ser tan malo después de todo. Incluso podía decir que disfrutaba de su compañía, un sonido le interrumpió de sus pensamientos.

“¡Brindis! ¡Brindis!”

Alguien gritó, aún eran las 11 de la noche así que aún faltaba para la media de noche. Relena caminó hacia donde le sostenían un micrófono y dejó su bebida de lado.

“En esta recién obtenida época de paz, quiero agradecer a todos aquellos que se nos han unido en esta nueva batalla por nuestra seguridad. Han sido largos años de esfuerzo comunal por parte de la Tierra y las colonias, no tengo duda que podremos superar cualquier adversidad y dar bienvenida a este siguiente año 197 A.C. Quiero agradecer propiamente a todos los que han colaborado en este evento y por favor disfruten el resto de la velada”

Un aplauso aclamó, “brindemos porque este nuevo año esté lleno de familias reunidas y propósitos cumplidos, ¡salud!”

“¡salud!”

Levantaron sus vasos y brindaron.

“¿Estás bien Trowa?” preguntó Quatre.

Trowa asintió aunque se sentía agobiado por las personas y el discurso de Relena. Se preguntó si podría realmente calcular el precio de su tan llamada paz, de las vidas perdidas, el dinero perdido, las ciudades, los bosques y nuevamente esa sensación de pavor amenazaba.

“Necesito aire fresco” murmuró y se dirigió hacia una de las puertas que daban hacia los jardines. Su cuerpo se sentía tenso mientras caminaba y se alejaba del ruido y las luces de la fiesta. Había gente afuera claro pero debía buscar un sitio más privado. Caminó un poco más y apenas escuchaba la música y la única luz que quedaba era de la luna.

Suspiró fuerte cuando encontró un banco y se sentó.

Pensó en su capitán, pensó en si ya había retribuido su muerte. Si ya había dejado de sentir el sentimiento de culpa que había intentado enterrar durante todos esos años, si sus sacrificios ya habían pagado su deuda con él y por primera vez en mucho tiempo se cuestionó si su capitán lo observaba desde algún lugar lejano... ¿estaría orgulloso de él? ¿De lo que había logrado? Porque sentía que era una rotunda negativa.

De pronto una tarjeta se presentó frente a él y volteó a ver a Duo que ahora se encontraba frente a él. “Debes estar tan concentrado, ni siquiera me escuchaste llegar”

Trowa tomó la tarjeta y la miró. “no tienes que escribir nada si no quieres, yo tiré la mía”

Duo rió un poco y se sentó al lado de Trowa.

“¿Qué harás después de esto?”

“Regresaré a L-2, seguiré trabajando en reconstruir la colonia. Howard tiene un buen equipo y hay fondos, es un buen momento... ¿tu?”

“Debo dejar el circo, ya no es... suficiente”

[Aligera el camino, no lleves nada que pueda ser una carga]

[No pierdas el camino, solo sigue en el camino que elegiste]

Duo asintió comprendiendo y se preguntó si esto es a lo que llamaban un silencio cómodo.

“No creas que no sé lo que le has hecho a Heero” dijo Duo sonriendo, “ha sido divertido”

Trowa asintió, “Él y Quatre son similares”

“Es extraño ¿no? Esperar un año sin guerra, pelear por tanto tiempo por tener alguna posesión que ahora... no quiero tener lo mío, no quiero una casa o padres. Quiero darle eso a alguien más, espero que L-2 pueda lograrlo”

Trowa estuvo de acuerdo claro, como mercenario realmente nunca tuvo muchas cosas y lo que era suyo era arrebatado de manos muertas.

“Vamos” dijo Duo, “Seguro Quatre se preguntará por que tardamos tanto y pensará lo peor”

Trowa sonrió, “tal vez eso no sea tan malo”

Duo vio en aquellos ojos verdes un brillo de diversión que no había visto antes en ninguno de los pilotos y hasta ocasionalmente en él.

Regresaron a la mesa poco antes de que iniciaran los preparativos para las 12 y Quatre inmediatamente comenzó a cuestionar a Trowa sobre su repentina salida. Duo regresó al lado de Heero riendo bajo al ver la preocupación del piloto 04. En pocos minutos, les entregaron sus vasos para el conteo final y medida que avanzaba el último minuto para que marcaran las doce Quatre se acercó a susurrarle a Trowa en el oído, “al marcar las doce es de buena suerte besar a alguien”

“¡10! ¡9! ¡8! ¡7! ¡6! ¡5!”

Duo se acercó a Heero preparándose a besarlo en la mejilla pero inmediatamente Heero lo separó. “ni se te ocurrá”

“¡4!”

“que al cabo ni quería” le dijo Duo.

“¡3! ¡2! ¡1! ¡Feliz año nuevo!”

Gritos de felicidad se escucharon en el salón y los fuegos artificiales alumbraron el cielo desde fuera. Quatre besó a Trowa aunque este se haya separado casi inmediatamente, Heero alzó su vaso y bebió su contenido, Duo enojado se volteó con Wufei y le robó un beso.

“¡Maxwell!”

“necesitarás toda la suerte que puedas, Wufei”

“no tuya, gracias” respondió Wufei pero con una leve sonrisa, “feliz año nuevo, Duo”

Duo sonrió feliz, “feliz año, chicos”

Quatre terminó abrazando a cada uno de los demás pilotos, Wufei y Trowa intercambiaron saludos y Heero. En un momento de distracción, Duo se acercó a Trowa para desearle buen año.

“quisiera disculparme primero” dijo Trowa, “por lo que pasó durante la guerra”

“no soy rencoroso Trowa” respondió, “tampoco tu deberías sostener viejas culpas”

“será difícil”

“si” dijo Duo, “Pero no tienes que hacerlo solo”

Trowa lo miró extrañado, “ven conmigo a L-2, seguro te hará bien trabajar cerca de la maquinaria y te sentirás útil. Me voy el domingo a primera hora”

Trowa lo pensó detenidamente pero no le contesto, “Feliz año, Duo”

“feliz año, Trowa”

Trowa dejó su vaso en la mesa y se retiró de ahí, Quatre llamándolo por detrás pero no volteó, ni tampoco se detuvo cuando cruzó mirada con Catherine. Al salir del salón, arrugó la tarjeta de propósitos y la deshecho en la basura.

[No dejes de caminar porque dejaste los zapatos]

[Porque puede haber momentos donde creas que perdiste la cabeza]

Durante todo el día del sábado, Trowa se quedó pensativo. Dudando si debía ir con Duo o no, claro que era mejor que quedarse en el circo por el momento y no tenía nada que perder. Lo extrañaría, a sus leones, a su hermana, la cuerda floja e incluso el extraño olor de un circo pero ya hace tiempo que no sentía la emoción de irse a algún otro lugar. Quatre lo siguió llamado todo el día pero simplemente no quería hablar con él pues había dejado claro sus sentimientos.

Ya al oscurecer, comenzó a empacar pocas cosas y escribió una pequeña nota para Catherine aunque su mente aún no estuviera decidida pero recordó lo que Heero ya le había dicho hace tiempo ‘sigue tus emociones’ y su corazón le decía que debía salir de ahí o iba a perder la cabeza.

Ya en la madrugada tomó su mochila, dejó la nota en su cama y salió. Llegó a la zona de abordaje ‘a primera hora’ pues Duo no le había dicho a qué hora salía el transbordador. Había poca gente así que no pensó que sería difícil encontrarlo, deambuló por las puertas hasta que vio a Howard en una de ellas hablando con un pequeño grupo de personas.

“¡ah Trowa! Duo comentó que venías” le dijo Howard al ver que se acercaba. “Él está viendo los últimos ajustes para el vuelo, insiste en volar la nave”

“¿no vuelan en comercial?”

“no” respondió, “estamos como corporativo, la señorita Relena ha ayudado a los fondos para las contrucciones en L-2 y que sorpresa, hacer todo por la vía legal, ¿no?”

Trowa asintió y miró por las ventanas el transbordador con el logo de “The Sweepers” en la ala trasera.

“Puedes abordar, Duo está en la cabina”

Trowa cruzó la puerta y abordó, dejó su mochila en uno de los compartimentos y nervioso se dirigió a donde se encontraría con Duo. Era una sensación diferente a la ansiedad que ya se conocía y esperó que eso fuese positivo.  

“¡Trowa!” gritó Duo feliz al voltearlo a ver, “sabría qué vendrías”

Trowa le sonrió levemente y se sentó en el asiento del copiloto, “no sabía que ya eran una compañía”

“si... Relena insistió” dijo Duo riendo.

“me alegro por ti”

“Quatre llamó hace poco, al parecer Catherine revisó tu tráiler casi recién de que te fueras. Le habló muy asustada, pensó lo peor de ti”

“no la culpo” dijo Trowa, “le he dado razones”

Duo no quiso presionarle más de lo que debía y aceptó su respuesta. “Quatre dijo que no debiste irte, que siempre puedes regresar con él a L-4”

“Quisiera que comprendiera porque no puedo estar con él”

“¿tu comprendes porque no puedes estar con él?”

“algo” respondió Trowa.

Duo terminó de preparar el transbordador y habló con Howard para los últimos detalles de su partida. Una vez terminado, encendió el motor y se salieron rumbo a L-2. Al salir de la atmosfera, Duo accionó el autopiloto y se levantó de su lugar. “E.T.A. 7 horas, ¿ya desayunaste?”

“no, quería salir de ahí lo antes posible”

Duo sonrió y se dirigió hacia la parte trasera con Trowa siguiéndolo de cerca.

“ven, trajimos donas y café instantáneo” cantó Duo.

Cuando Trowa se encontraba rodeado por el equipo de Duo, se sintió cómodo. Cosa que no había ocurrido en mucho tiempo, la charla era amena y nadie lo obligaba a participar en ella. El café, el azúcar y la crema estaban en una pequeña mesa al lado dentro de unos recipientes de plástico. Nadie le ofreció café, nadie le extendió un vaso y se sintió en paz.

Se levantó, preparó su café a su gusto y se sentó. La conversación fluía y Duo hacia comentarios o chistes contra otros empleados, al parecer era algo así como un jefe.

“¿Tu nombre?” alguien preguntó.

“Trowa”

La persona asintió y se presentó también aunque no le dio importancia a su nombre y descubrió que aquella persona tampoco le dio importancia. Nadie cuestionó sus acciones y al parecer nadie intentaba leerlo más de lo que debían. Cuando dio un sorbo a su café, pensó que era una muy buena taza de café. Se preguntó a sí mismo si debía participar en la conversación y haberlo considerado lo hizo sentir bastante orgulloso de sí mismo.

Giró su vista a una de las ventanillas unas horas después, la tierra aún era visible. El camino había sido un poco largo o así lo sintió, pero fue cómodo. Tuvo mucho tiempo para pensar en su hermana, en si sus acciones habían sido lo mejor y pensó que Duo tenía razón. Las viejas culpas se llevaran siempre pero tal vez un día se despierte y ese sentimiento ya no estará.

[La vía que caminas puede ser larga]

[Puede haber momentos que desearías no haber nacido]

[Y despiertas una mañana para descubrir que tu coraje se ha ido]

[Pero sabes que ese sentimiento solo dura un momento]

Notas finales:

La adivinaron? 

Ease on Down the Road - The Wiz con Michael Jackson. 

Gracias por leer.


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