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Perdido entre tinieblas por chibi kitsune chan1

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Título: Perdido entre tinieblas

Autora: Chibi kitsune chan

Pareja: SetoXJoey

 

Advertencia: este fic contiene shonen ai, OCC y es una historia en su mayoría de Seto y Joey por lo que los demás personajes aún no se si aparecerán (espero que eso no sea inconveniente para que lean).

Todos los personajes de Yugi oh pertenecen a Takahashi Kazuki

 

 

 

 

Capítulo 1

 

Una vez más se dio por vencido, no iba a poder trabajar ese día tampoco, estaba demasiado desconcentrado. Guardó sus proyectos y apagó la computadora. Salió de la oficina y se dirigió a su secretaria.

 

- me voy, dile a Reiku que se encargue-

 

- sí señor Kaiba-

 

Lo miró entre preocupada y triste. Después levantó el auricular y marcó unos números.

 

- diga- se escuchó desde el otro lado del teléfono

 

- señor Kitaiga, el señor Kaiba...-

 

- ya sé fue?-

 

- sí señor, acaba de salir-

 

Se escuchó un suspiro.

 

- está bien, no te preocupes, yo me encargo- Reiku Kitaiga colgó el teléfono y se quedó observando la pantalla de su ordenador.

 

- al parecer hoy tampoco pudo trabajar, desde hace tiempo que está así...y yo que creí que el Seto Kaiba de antes no volvería, pero me equivoqué. Desde ese día...- pensó

 

Apagó la computadora y recogió el proyecto que se supone él y Seto presentarían en tan solo cinco minutos.

 

- bueno, al menos esto es nuevo, el Kaiba de antes jamás dejaría de asistir a una junta, yo que le insistía que no trabajara tanto, lástima que haya tenido que ser de esta manera-

 

Con varias carpetas y algunos discos en las manos, salió de su oficina para encaminarse a la sala de juntas.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

El auto del Ceo había llegado por fin a su mansión, después de una parada obligatoria que hacía todos los días antes de llegar, desde que había hecho esa promesa.

 

Las rejas se abrieron y tres autos negros se adentraron.

 

Cuando finalmente llegaron a la puerta de su mansión, Kaiba esperó que los hombres de seguridad que venían en el auto de adelante y el de atrás, inspeccionaran los alrededores.

 

Se llevó una mano a los ojos y los talló con cansancio, ya estaba harto, desde que habían intentado matarlo en su propia casa había tenido que redoblar la seguridad, lo mismo había tenido que hacer con Mokuba, era mejor no arriesgarse, pero ahora se sentía vigilado a cada momento.

 

La puerta de su auto fue abierta por el chofer, indicándole que todo estaba bien y que era seguro que bajara.

 

Sin decir una sola palabra, bajó del auto y entró a su mansión. Cerró la puerta tras de sí. Se encontró con lo de siempre, un silencio sepulcral, un silencio que se había hecho doloroso desde aquél día.

 

Dejó su portafolios en el estudio y se encaminó despacio hacia las escaleras. Al llegar al pie de ellas se detuvo y miró hacia arriba tristemente, como si pensara si era buena idea subir o no.

 

Algo áspero y húmedo en su mano lo sobresaltó y bajó la mirada buscando la causa.

 

Un Golden retriever lamía su mano cariñosamente al mismo tiempo que movía la cola mostrando su felicidad por la llegada de su dueño.

 

Por primera vez en todo el día, Seto esbozó una ligera sonrisa y se agachó para acariciar al animalito.

 

- hermano! Llegaste!- Mokuba venía saliendo de la sala detrás del perro.

 

Estaba ahí haciendo un trabajo para su escuela con el perro recostado a sus pies, cuando de repente lo vio salir disparado hacia la entrada.

 

- solo puede correr así, sin que lo llamen, por una razón- pensó el niño dejando su trabajo - mi hermano ha llegado temprano...otra vez...-

 

Caminó despacio saliendo de la sala, en otras circunstancias hubiera saltado a recibir a su hermano...en otras circunstancias.

 

Mokuba encontró a Seto acariciando al perro con una apenas visible sonrisa, eso lo alegró un poco.

 

- Mokuba, creí que estabas en tu habitación-

 

- no hermano, estaba en la sala haciendo un trabajo para la escuela-

 

- ah...y...necesitas ayuda?- le preguntó el castaño, distraído mirando hacia el segundo piso tristemente otra vez.

 

Mokuba notó esa mirada y suspiró.

 

- no hermano, todo está bien, ya casi lo termino, además, Jimbo me está ayudando, ¿verdad Jimbo?- se dirigió al animalito, quien al instante se acercó a Mokuba y empezó a mover la cola.

 

- lo ves? Todo está bien... mejor ve a verlo-

 

Seto volvió a mirar a su hermano agradecido. Le revolvió el cabello cariñosamente y sin decir palabra subió las escaleras.

 

Mokuba lo vio perderse en el pasillo. Le acarició la cabeza a Jimbo.

 

- pobre de mi...mis hermanos- se corrigió

 

-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Kaiba caminó por el largo pasillo hasta la última habitación. Se paró frente a la puerta y tras unos segundos, entró.

 

Encontró a una mujer de edad madura y de rostro amable vestida de blanco recogiendo unos platos sucios que estaban sobre una pequeña mesa. La mujer se percató de su presencia y lo saludó con una reverencia.

 

- buenas tardes señor Kaiba-

 

- buenas tardes Janice, dónde está Joey?-

 

- en el balcón, señor-

 

Kaiba dirigió su vista al fondo de la habitación, donde había una puerta corrediza de cristal que daba a un pequeño balcón, desde donde se podía observar, justo en la parte trasera de la mansión, un hermoso cerezo, el más grande y más hermoso de todo el jardín.

 

- como siempre- murmuró con voz apagada

 

- sí, señor, como siempre- le respondió la mujer amablemente pero se notaba también un poco triste

 

-pero eso es normal, usted lo sabe, si pudiera salir estaría en esa parte del jardín todo el tiempo-

 

- sí, lo sé, es por eso que no sale, eso le haría más daño-

 

La mujer se acercó un poco a Kaiba.

 

- señor, tal vez le haría bien un poco de aire, no es bueno que esté todo el tiempo encerrado-

 

- él no va a salir, y mucho menos a esa parte del jardín- dijo el Ceo comenzando a molestarse

 

- está bien señor-

 

- se comió todo?- preguntó Seto, después de una pausa, viendo como la enfermera terminaba de recoger los platos sucios.

 

- claro, es muy obediente- le dijo -pero en su estado siempre son obedientes- pensó la enfermera, sabiendo que eso pasaba por la cabeza de Kaiba al mismo tiempo.

 

Janice se dirigió a la puerta para salir.

 

- señor, me retiro, vendré mañana..-

 

- no- la interrumpió el Ceo - mañana no es necesario que vengas, estaré aquí todo el día-

 

- como guste- la mujer salió cerrando la puerta despacio.

 

Seto caminó hasta el balcón, pasando junto a una mesita de madera tallada muy elegante.

 

Un pequeño gesto de desilusión se formó en su rostro cuando notó que otra vez, como cada vez que llegaba y pasaba por ahí, faltaba el portarretratos.

 

Llegó afuera y encontró a su amor en la misma posición de todos los días, recargado en el barandal, con la vista fija en el cerezo que sobresalía en el jardín y el portarretratos faltante en la mesita entre las manos, abrazándolo fuertemente.

 

- Joey- lo llamó el castaño una vez que llegó a su lado.

 

No hubo respuesta.

 

- Joey- lo volvió a llamar

 

Nada

 

Seto llevó su mano a una de las bolsas de su gabardina y sacó un chocolate, que le ofreció al rubio.

 

- mira, es uno de los que te gustan...no he olvidado mi promesa, este día toca uno de almendras-

 

Cada día, Seto llegaba con un chocolate de distinto sabor, todos tenían la misma imagen, eran pequeños y de forma rectangular con una envoltura azul, y dos letras rojas al frente: FR, señalando la marca del chocolate, debajo de las letras, se podía leer el relleno o el ingrediente que lo acompañaba.

 

De esa manera, Kaiba cumplía cada día con la promesa que una vez le había hecho a su cachorro. (N/A: siguiendo con la costumbre de llamar “cachorro” a Joey . )

 

Pero a pesar de eso, el rubio parecía no escucharlo, seguía en la misma posición, sin moverse.

 

Al ver esto, el ojiazul siguió hablando.

 

- lo guardaré con los demás para que te lo comas después, está bien?-

 

Sin esperar la respuesta que sabía no llegaría entró en la habitación y de un cajón del armario sacó una pequeña caja con una división en su interior. De un lado metió el chocolate, junto con otros tantos que ya había ahí; en el otro lado colocó el ticket de compra que sacó de su gabardina, también junto a varios tickets más.

 

Una vez hecho esto guardó la caja otra vez y regresó al balcón.

 

Seto observó al rubio por un momento, le acarició el cabello despacio, después pasó su mano por una de sus mejillas suavemente, notando que estaba un poco frío.

 

- será mejor que entremos, está comenzando a hacer frío-

 

Lo tomó del brazo y trató de girarlo para entrar en la habitación, pero Joey puso resistencia y no se movió.

 

- está bien, nos quedaremos un poco más si tú quieres-

 

Seto decidió que era mejor quedarse un rato más, sabía que algunas veces Joey se resistiría a moverse de lugar, y él no quería lastimarlo, después de un rato, el rubio se dejaría llevar sin resistencia, así que le colocó encima su gabardina para que no se enfriara.

 

Al igual que Joey, Seto se giró para contemplar el cerezo.

 

- ojalá que ese momento nunca hubiera ocurrido- soltó de repente el ojiazul

 

- debí ser más cuidadoso, estaba recibiendo amenazas y no les di la importancia suficiente...todo fue mi culpa cachorro, perdóname- Seto se giró hacia donde estaba el rubio, al hacerlo pudo ver la lagrima que se deslizaba silenciosa por su rostro. Pero en su expresión nada, ni un cambio, los ojos color miel estaban tan vacíos como siempre.

 

Kaiba lo abrazó fuertemente.

 

- perdóname Joey, por favor regresa, te necesito!-

 

Seto abrazaba el cuerpo del rubio fuertemente con los ojos cerrados

 

- todo está bien ahora, yo estoy aquí, puedes regresar!-

 

Pero la súplica del ojiazul parecía no ser suficiente, Joey no daba señales de reaccionar.

 

Una vez que Kaiba se calmó se separó un poco de él sin dejar de agarrarlo de los brazos. Le dio un suave beso en los labios y secó la lágrima que había salido de los ojos miel.

 

- está bien cachorro, esperaré el tiempo que sea-

 

Lo tomó del brazo nuevamente, y esta vez, el rubio se dejó conducir dócilmente dentro de la habitación, sin dejar de abrazar ni un instante el portarretratos al que parecía querer aferrarse.

 

 

Continuará...

 

 

N/A:

 

Qué les ha parecido? Lo seguiré publicando si ustedes quieren, así que, qué me dicen?

No se si les haya parecido interesante, pero ustedes saben como son los primeros capítulos la mayoría de las veces, además, la verdad es que lo pensé mucho antes de subir el fic …:P

 

Espero su opinión ok?

 

Ja ne!

 

 

 


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