Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El arte del perdón por Aquarius No Kari

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Culpa y remordimiento

 

POV of Shura:

 

Cierro mis ojos, y te recuerdo. Contraigo mi labio inferior hacia el interior de mi boca con el superior, deslizando mi lengua con sutilidad por la superficie sonrosada, carnosa y suave, añorando tu sabor.

 

¿Cómo poder recuperar tu amor?
¿Cómo sacar la tristeza de mi corazón?
Mi mundo solo gira por ti

 

Han pasado trece años ya desde la última vez en que miré dentro de tus verdes orbes. Y la culpa que atormenta mi sentido, es de la misma intensidad con la que la feroz tormenta arremete sin compasión contra un barco que lleva días de naufragio.

 

¿Cómo sanar este profundo dolor?
Siento correr por mis venas
Tu respiración...

 

Inútil seria el decir que duermo con facilidad; pero la verdad es que cada vez que lo intento, tu imagen se hace presente en mis sueños, reclamando una lealtad y amistad que te debía y que por mi deber traicioné.

 

Estoy tan conectado a ti...
Que hasta en mis sueños te veo.
Sin ti yo me muero

 

Las voces acuden a mi cabeza sin cesar, removiendo lo que trato de ocultar desde tiempos de antaño y que por las noches presente se hace, cobrando el recibo de la factura a una amistad y un sentimiento de mayor profundidad que por mi estupidez no supe apreciar...   

 

-“Las cosas no son como parecen...”- El tono lastimero y desesperado con el que pronunciaste aquellas palabras, la furia que en su momento sentí, no permitió apreciar el vuelco que provocaron de mi corazón

 

-“¡Eres un asqueroso traidor!”- Te grité sin compasión, ni siquiera inmutándome por esa tristeza que a tus pupilas embriagaban. Retrocediste un paso, negándote a atacarme, dejándome notar como tu labio temblaba y como el tono moreno en tu semblante bajaba hasta quedar notablemente pálido   

 

-“¡Shura, tienes que escucharme!... Arles no es...”- Tratabas tu acción de justificar; pero algo en mi no desea escuchar otra palabra más, no de ti

 

-“¡Callate, no quiero oír más disparates!...”- Grito para silenciarte, cerrando sólo un momento los ojos, mirándote luego amenazante. La voz de la razón me dice que termine de una vez y para siempre contigo, aunque mi corazón reclame por lo contrario, dejando que crea en tus palabras. Mi brazo recto apunta hacia el cielo, mientras mis piernas se abren y me preparo para darte una muerte de la que entonces no estaba seguro de arrepentirme, creyendo que era lo más correcto.    

 

-“E-espera...”- Incrédulo musitas, retrocediendo uno o dos pasos, abriendo desmesuradamente los ojos a causa de la impresión; y es que no puedes creer que yo, la persona que antes te juro amarte hasta el último aliento, quiera llevarte a la oscura eternidad

 

-“¡Excalibur!”- Cubierto por un destello dorado, mi brazo cae esquinando lanzándote el fatal ataque que a la muerte en cuestión de instantes te lleva.

 

No logro ver las facciones en tu rostro, ni siquiera estoy seguro de que me importe verlas, sólo siento un nudo en la garganta y un ardor en los ojos que me quema, obligándolos a cerrarse y dejar que de ellos brote lo que en su momento no desee con palabras expresarte.

 

-“¡AIOROS!”- Clamo tu nombre en medio de mi penumbra

 

Despierto horrorizado una vez más, con las emociones recién removidas en mi interior. Mi cuerpo inevitablemente se encuentra cubierto en toxinas líquidas, y mi rostro es empañado por algo más que sudor: por lágrimas que provienen desde el más recóndito lugar de mi corazón y que surgen de las cavidades de mis ojos.

 

¿Por qué no te escuché?

 

¿Por qué me negué a creer en tus palabras aquella noche?

 

Mis piernas se contraen hasta mi pecho.

 

Ahora eh quedado sentado en mi propio lecho, con las manos cubriendo las mejillas y los ojos en un arrebato de tratar de borrar lo que atormenta mi sentido y que se ah convertido, incluso después de morir, en mi propia condena. Y sé que sollozo cual niño asustado; sin embargo, de igual forma estoy consiente de que mis sentimientos por ti no se encuentran dentro de una caja de duro acero que pueda tenerlos custodiados y hacerme inmune al reflejo que me provocan, teniendo como resultado esta fatídica noche, donde lastimosamente desesperado lloro.

 

Y este corazón que te robaste cuando te marchaste,
Te marchaste con mis besos,
Con mis besos y mis sueños.

 

Y es que no basta con que yo me sienta más que arrepentido. No. Eso es tan poco apetecible para ti que te niegas a verme o dirigirme algún gesto ahora que estás vivo.

 

Porque es aún más imposible de creer que hace tan solo unas semanas, nuestros cuerpos carecían de función interna como el latir del corazón o el bombardeo de sangre hasta cada rincón de nuestro cuerpo.

 

Y este corazón esta latiendo cada vez más lento
Y estoy sintiendo en mis adentros
Como el fuego no se apagó
No se apagó...

 

Hoy sé que puedo estirar la palma de mi mano abierta, delante de mí, en medio de la oscuridad, y distinguir la silueta puntiaguda de cada uno de mis dedos. O el hecho de regresar mi extremidad hacia el semblante y deslizar las yemas mis dedos por las curvas que forman mis pómulos, logrando no solo sentir mi piel, si no de igual forma percibir lo mojada que se encuentra la superficie a causa de mis perladas lágrimas. Y es que no es lo mismo a permanecer como un alma vagando en el mundo de los muertos.  

 

¿Cómo calmar esta profunda obsesión?
¿Cómo le explico a mi alma que se terminó?

 

Bien dicen que el recordar es volver a vivir. En mi caso, lamentablemente no. Si añoro tu compañía, vuelve el sentimiento, o quizá necesidad, de sentirme culpable. Si trato de olvidar que aún existe algo entre nosotros, una opresión acude a mi pecho haciéndome notar que aún te extraño.

 

Me estoy volviendo loco por ti
Y hasta en mis sueños te veo
Sin ti yo me muero

 

Sé que es difícil de entender, aún con mayor dificultad el explicarlo; sólo quiero que sepas lo mucho que me duele aquél incidente entre nosotros y lo muy arrepentido que me encuentro.

 

Con mayor razón si tus desdenes son a mí únicamente dedicados, y no a Saga, quien considero como único culpable de esta ‘riña’ entre nosotros.

 

Y este corazón que te robaste cuando te marchaste,
Te marchaste con mis besos,
Con mis besos y mis sueños.

 

Tú eras mi ídolo. La inspiración con la que todos mis actos realizaba y la persona por la cual llegaba a mi máximo nivel, siempre siendo mí meta... Incluso hasta ese día...

 

Aún es de noche. La penumbra reina en el espacio de mi habitación, así como en el exterior. Me asomo por la ventana, que cerrada tras cortinas me muestra un crepúsculo lleno de matices azules y violetas, mezclándose con naranja. Un nuevo amanecer.

 

El paisaje con el que mis ojos se embelezan, hace que mi cerebro recurra a cuestionarse el por que si el sol logra vencer a la majestuosa luna, y hacerla sucumbir junto con la oscuridad, gracias a su inmenso brillo, ¿Por qué entre nosotros no puede haber la misma claridad de sentimientos?    

 

Y este corazón esta latiendo cada vez más lento
Y estoy sintiendo en mis adentros
Como el fuego no se apagó

 

 

Ya que para desgracia tuya, apenas ayer noté un brillo peculiar en tu mirada cuando mis ojos se encontraron -por casual error- con los tuyos, haciéndome percibir algo en lo que aún no había reparado, el hecho de que a pesar del tiempo transcurrido entre nosotros, la llama del amor no pasa por su ausencia dentro de ninguno de los dos

 

¿Será que me atreveré a dirigirte la palabra y arreglar las cosas con una disculpa aún no dada?

 

Esa es una llave que estoy dispuesto a usar, con tal de abrir la puerta de tu corazón...

 

 

Extras: Canción de RBD, Este corazón

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).