Amnesia. por Scarlet Flower

Capítulo 1:

Abrió sus ojos con lentitud y cansancio, le dolía todo el cuerpo y la cabeza. Observo a su alrededor una vez que se adaptó a la luminosidad del lugar, todo era blanco y puro, el olor a medicamentos y suero lleno sus fosas nasales.

_ “¿Un hospital?”.- Apretó fuertemente los ojos una vez que se incorporó y un mareo le asalto.- “¿Cómo llegue aquí? ¿Qué está pasando?”

Un millón de preguntas inundaron su cabeza, mareándolo y confundiéndolo aún más, hasta que la pregunta más importante de todas le cayó como un balde de agua fría…

_ ¿Quién soy?...- Pregunto al silencio en forma de susurro.

Sus ojos se ampliaron de forma exagerada llenándose de inevitables lagrimas; no recordaba nada, ni quien era, o como llego allí, nada, absolutamente nada.

_ ¡¿Qué está pasando?!- Grito desesperado en un ataque de pánico llamando la atención de una enfermera que justo pasaba por allí.

La señora algo robusta y de baja estatura corrió asustada hacia el pobre chico que no hacía más que gritar y llorar de forma desesperada, al poco tiempo un doctor hizo acto de presencia sedando al muchacho que de inmediato quedo inconsciente.


Las horas comenzaron a pasar y Kurapika volvió a despertar. Encontrándose con los ojos marrones de un hombre de avanzada edad, delgado y alto; el doctor.
Se incorporó lentamente ahora más calmado, pero igualmente de asustado.

_ ¿Se encuentra bien?- Pregunto de forma monótona el anciano mientras encendía una linterna sobre los ojos del chico verificando la reacción de sus pupilas.

_ ¿Q-que está pasando?

_ No estoy seguro. Llegó aquí hace dos semanas.- Dijo con ese tono aburrido que al parecer era parte de su ser.- No sabemos nada de usted, solo que estaba herido.

_ ¿H-herido?

_Si, eran lastimaduras menores, apenas rasguños. Así que no estoy seguro del porqué de su pérdida de memoria.- Suspiro. Lo único que quería ahora era llegar a su casa, embriagarse y dormir.- Usted padece de amnesia. No estoy seguro de la causa, su cerebro no está dañado según los estudios que realizamos.  

_No puede ser.- Susurro llorando.- ¿Nadie ha estado buscándome?

_No. Los siento mucho, pero como anteriormente dije… No sabemos nada de ti. Descansa, es tarde.

Y con eso ultimo dicho, el viejo amargado con la vida se fue, dejándole solo y destrozado.

______________________:3___________________:3_________________

Pasaron dos días, no pudieron averiguar absolutamente nada del rubio, ni su nombre. Kurapika estaba comenzado a desesperase cada vez más.
Ahora se encontraba en la habitación que compartía con una linda chica que padecía de leucemia terminal, estaba en sus últimas. Era una pena realmente porque ella era amable y bella.
Eran las 3:00am, la luz de la luna ingresaba majestuosamente por la ventana de cortinas abiertas. Dormitaba, sus ojos estaban por cerrarse hasta que por fin sucedió, y se entregó a los brazos de Morfeo. No supo cuánto tiempo paso, pero despertó de forma abrupta a causa de los constantes zarandeos que alguien ejercía sobre su cuerpo, luego de despertar completamente se dio cuenta de que se traba de Anna la chica con la que compartía habitación.

_ ¿Anna-san? ¿Qué ocurre?

_D-debes irte…- Respondió ella asustaba, estaba llorando.

_ ¿Ah? ¿Qué ocurre, te encuentras bien?

_No… Oí al doctor hablar con alguien, no estoy segura de quien, pero ellos quieren venderte al bajo mundo…

_ ¿Qué?- Imposible… Comenzó a temblar con la sola idea.

_Dijeron que nadie se daría cuenta, no saben nada de ti, van a venir en poco tiempo, debes marcharte.- Estaba aterrada y lloraba desesperadamente.

No perdió tiempo, se levantó de un salto de aquella cama, no tenía motivos para dudar de Anna, seguiría su consejo. Y sin importarle estar con esa vergonzosa bata de hospital se despidió de ella y se fue.  
Corrió por los pasillos de forma rápida estaba descalzo y el suelo frio, le dolían los pies. Se detuvo de golpe cuando diviso a dos personas a final del pasillo, se ocultó detrás de la pared y escucho atentamente la conversación.

_ ¿Estás seguro de esto?- Pregunto uno de los hombres a los cual no pudo reconocer entre la oscuridad.

_Completamente… Es muy lindo, podríamos venderlo a un buen precio en el bajo mundo, después de todo nadie está buscándole.

Sus ojos se abrieron de la impresión y callo un sollozo con sus manos. Esa era la voz de su doctor. Escucho los pasos aproximarse y de inmediato ingreso a la primera puerta que vio, esperó un poco y al cerciorar que los dos rufianes se alejaron salió de forma cuidadosa y asustada.
Corrió lo más rápido que pudo, esquivando enfermeras y doctores que hacían doble turno esa noche. Al poco tiempo llego a la salida, abrió las puertas de par en par y siguió corriendo, la noche estaba helada, no sabía a donde se dirigía o donde estaba, solo corría. Ya podía sentir sus pies siendo lastimados por el frio y duro concreto, pero no le importaba solo quería salir de allí. Las lágrimas nublaban su vista así que se tallo los ojos con el antebrazo, pero de inmediato choco con algo o más bien alguien.

_______________________:3____________________________:3____________


Suspiro, hacia frio.

Iba a reunirse con la araña después de bastante tiempo, no estaba seguro de cuando exactamente ¿Un año talvez?  Quién sabe.
 Después de recuperar su nen y haberse quitado la cadena de su corazón no tuvo contacto con ninguno de sus amigos bandidos, hasta ahora. Se dirigía hacia su escondite para preparar lo que sería un gran robo, pero algo interrumpió su calmada caminata, más bien alguien.
Una muchacha rubia que corría de forma desesperada, estaba descalza y solo llevaba una bata de hospital. Pero de inmediato se dio cuenta de que esa muchacha no era nada más ni nada menos que el maldito que había estado buscando.

De forma rápida se posiciono delante de él, pensando que se frenaría al verlo, pero eso no sucedió, al contrario, chocaron abruptamente. Perdió estabilidad por un momento pero no le costó nada reponerse, en cambio el rubio salió despedido hacia atrás cayendo sobre su trasero. Oyó un gemido de dolor escaparse de la boca del menor.

_ No creí encontrarte aquí.- Dijo con un deje de burla y malicia, pero de inmediato su expresión cambio al momento que el chico levando su cabeza para mirarle.

Traía el cabello más largo que antes -casi hasta los hombros- dándole un aire mucho más femenino a su rostro, sus ojos estaban rojos e hinchados por tanto llorar, sus mejillas rojas y empapadas. Una imagen adorable. Por un momento dudo, talvez se equivocó de persona… No. Estaba seguro, era él.

_ ¿Bastardo de la cadena?- Pregunto indeciso. El menor sorbió por la nariz.

_ ¿Q-quién eres?

La pregunta le dejo estático ¿Le estaba jugando una broma? Lo dudaba, el usuario de la cadena jamás haría eso, podría tener la misma apariencia pero tenía algo diferente.

_ ¿Cómo te llamas?- Esta vez el tono fue más brusco asustando un poco a Kurapika que de inmediato comenzó a llorar más alto.

_ ¡¡¡ Y-Yo no-no lo sé!!!

Kuroro abrió los ojos de forma exagerada y su cara cambio a una de espanto. Las pocas personas que estaban allí veían la escena curiosos. El líder de la araña entro en apuro, no sabía cómo hacer para que dejara de llorar.

_C-cálmate. Oye…- Nada. Kurapika estaba histérico.

De un rápido movimiento, similar al que uso con Neon, noqueo al chico. A los ojos de todos parecía que la chica se había desmayado.

Iba a llevarlo al hospital pero de inmediato cambio de parecer, algo le decía que no lo hiciera.

¿Un hotel? No, sería peligroso para él, alguien podría reconocerlo.

¿La casa de alguien más? No, debería de matar al propietario y no tenía ganas de esconder cuerpos.

Suspiro, no le quedaba de otra, lo llevaría al escondite temporal de la araña. Con algo de suerte no matarían al rubio hasta tener la información necesaria.
Tomo al Kuruta entre sus brazos al estilo princesa, y desapareció en un parpadeo.

_ ¿Qué habrá sucedido?- Pregunto a la nada mientras observaba el sereno y fino rostro de su enemigo.

Continuara....