Un día, un suicida encontró a un asesino, y este asesino se enamoró, y el suicida correspondió. Su amor era tanto que el suicida moriría por él, y el asesino… mataría por él.
Y tú… ¿matarías o morirías por alguien?
***
-Lo miraba, lo miraba de lejos, lo miraba desde las sombras, no podía acercarme a él, no… simplemente no. Me atraparían. Ya no quiero estar en la cárcel, no quiero volver ahí. Ese infierno frío y solitario… No… El manicomio…NO- Minho pensaba mientras se rascaba ansiosamente su brazo lastimado, las heridas que tenía en éste no alcanzaba a cicatrizar porque Minho no dejaba de rascarse, se rascaba cuando sentía miedo, cuando se sentía triste, cuando sentía ansias, cuando se sentía mal, pero honestamente, él nunca se sentía bien.
Veía a su amado, al amor de su vida, no lo conocía, no sabía su nombre, jamás había cruzado una sola palabra con él pero sabía que era el amor de su vida, lo amaba, y lo amaba en verdad, como a nadie, como nunca jamás alguien había amado a nadie, él era su mundo… él era su todo.
Quién lo diría... el asesino más repugnante y sanguinario de toda Asia estaba completamente embobado por un chico tan problemático como Taemin, un chico tan roto y con serios problemas con él mismo, era increíble y hasta daba lástima.
Taemin, miraba la televisión, las noticias amarillistas que pasaban los cadáveres de las personas desolladas y destripadas sin siquiera un poco de censura.
La mayoría de las personas dentro de ese restaurante veían esas noticias entre murmullos y quejas.
Taemin las veía inexpresivo, las veía sin tan siquiera modificar un poco su semblante, como si se encontrara viendo a la nada, como si no quisiera nada y realmente no quería nada, bueno, quizá quería algo.
Morir, morir y dejar de ver los demonios que atormentaban todas las noches, irse de este horrible, asqueroso y putrefacto mundo.
¿Enamorarse? ¿Para qué? ¿Para volver a sufrir lo mismo que sufrió cuando se enamoró por primera vez? ¿Para volver a intentar matarse? No, en definitiva no.
-El asesino más sanguinario y cruel de Asia ha aterrorizado las calles de Seul, apodado Ressik, deja un saldo de 6 víctimas en tan sólo una noche- Taemin sentía algo en su corazón cada vez que escuchaba sobre ese asesino, pareciera que de algún modo se imaginaba su rostro...
-Ressik...-murmuró Taemin... En seguida miró al reloj, eran casi las 12:30 de la nochee, se puso de pie, dejó el dinero de la cuenta y la propina en la mesa, enseguida salió del restaurante lentamente sin mirar a nadie, sin escuchar nada.
Se puso los audífonos y caminó lentamente hacia algún lugar, no quería llegar a casa... No quería regresar jamás a ese lugar.
Minho, al observar que Taemin caminaba, comenzó a seguirlo a distancia, quería protegerlo y amarlo, pero tenía miedo (sí, hasta los peores asesinos pueden tener miedo).
Taemin por alguna extraña razón se sentía protegido, pero sabía que no debía mirar atrás.
-Mi Taemin...- decía Minho con lágrimas en los ojos... ¿por qué su amor no podía ser como los otros? Acercarsele, decirle lo mucho que lo amaba y empezar con una bonita relación, salir a pasear todos los días, darle besitos, abrazarlo, acompañarlo a todas partes...
El problema de todo esto era "Ressik". El criminal más buscado de Corea... Minho jamás tendría una vida normal.
Los pensamientos de Minho se vieron interrumpidos por una persona que se acercó a Taemin, él se escondió lo más ráido que pudo.
Taemin no notó la presencia de esa persona hasta que el tipo se encontraba al frente de él, apuntándole con un arma.Su semblante no cambió, se quitó los audífonos como si no estuviera pasando nada, pero a la vez se sentía ansioso. Esta era su oportunidad.
-Tu celular y tu cartera- dijo el ladrón pegándole el arma a la frente.
Taemin no movió ni un músculo.
-No tengo- dijo con toda calma.
-¿¡Cómo que no tienes?! Estúpido imbécil hijo de puta, acabo de ver cómo te quitaste los putos audífonos, si te sigues haciendo el graciosito voy a volarte los sesos.
-No me dejaste terminar, idiota.
-¿CÓMO ME DIJISTE?- Minho sabía que este era el momento de aparecer.
-Dije: no tengo... ganas de seguir viviendo. Mátame primero y luego vete con lo demás- Taemin tomo la mano que estaba sosteniendo el arma y se la pegó en la frente lo más que pudo, hasta que conmenzó a lastimarlo.- Vamos, matame, acaba con esto por favor.
El ladrón comenzó a temblar de miedo... ¿por qué este chico actuaba así? Acaso era una trampa.
-¡DISPARAME YAAAA!- Taemin escuchó un estruendo y sintió que su cara se llenaba de sangre.
Finalmente lo que siempre había querido se había cumplido, con lo que siempre había soñado... lo que había estado planeando.