-Fíjate idiota! - Isabel me empujó y me gritó. Ella ,la más popular de el colegio y... la más hermosa, su cabello, su cabello es liso, largo y castaño, en fin... Les decía, es perfecta, pero... Su carácter es un poco fuerte cada vez que me ve, siento que le estorbo más de lo que ella me pueda demostrar, sin embargo me enamoré de ella así.
Sé que ella no se fijará en mí. Claro! Soy fea, horrible!, lo demuestran los gigantes granos esparcidos en mi rostro, las dos trensitas que me hace mi mamá siempre, si me las hace por muy grande que yo sea, las faldas larguísimas que me hace usar mi papá, dicen que estoy muy chiquita para vestirme con faldas o vestidos cortos, por favor! Tengo 14 años, no soy una niña y tampoco me pondría ropa tan vulgar como la que piensan mis padres que me pondré.
-No escuchaste! Dijo que te fijaras, así que quítate y no estés estorbando -Dijo el novio de Isabel, mi hermosa Isabel, aunque me maltrata... la amo!, sí, la amo, creo que soy una masoquista de lo peor, como sea... Me hice a un lado en el pasillo y los dejé pasar con la cabeza aun baja
-Así me gusta, que seas obediente - Dijo Isabel para después hacer algo que me rompió el corazón. Lo besó, ella sabía perfectamente que me dolió,y lo sabia porque le confesé que estoy enamorada de ella, le confesé mis sentimientos un día no muy lejano y ella los pisoteo- ¿Nos vamos, mi amor? -Le dijo ella a su novio y lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Pensé en que ella nunca
me aceptará por que soy fea y para ella no soy nada.
-¿Que es lo que te pasa? - Escuché detrás de mí una voz que trataba de tranquilizarme - No llores, no me gusta verte llorar - me abrazó por detrás y en ese instante me sentí protegida, con ella siempre me sentiría protegida, sólo con ella, mi mejor amiga, la única a decir verdad- Ya no llores más, dime que hago para verte feliz - me volteó quedando una frente a la otra
-Solo abrázame - me tomó de la cintura abrazándome fuertemente
-Lucía -Levanté mi rostro y la miré- Estoy enamorada de ti -me sorprendió, cómo puede estar enamorada de alguien como yo, yo no me merezco a alguien como ella
-Me estás jugando una broma, verdad? -la aleje de mis brazos
-Lucía, escucha, es verdad lo que te digo, me enamoré de ti
-Cómo es posible?, no me vez? Soy un asco, soy fea! Fea! -agaché la cabeza comenzando a llorar
-No! No digas eso, nunca más lo vuelvas a decir,escuchaste? -me tomó de la mejilla colocando su penetrante mirada en mi- Lucía... te amo -dijo en un susurro y me besó, no fue cualquier beso, es mi primer beso, sus labios son cálidos que me hacen sentir una corriente eléctrica, jamás pensé que un beso se sentiría así, no sé que hacer o cómo corresponderle adecuadamente.
Cuando se alejo tiernamente del beso me miró - olvídate de ella y ámame a mí - Sí, ella sabe que yo amo a Isabel
-Lo siento... no puedo permitir que estés con alguien como yo, A demás yo solo te quiero como amiga. Sabes perfectamente que estoy enamorada de Isabel
-Ya te dije que te amo! Y si te amo te voy a querer cómo seas, yo también tengo defectos, nadie es perfecto, cómo quieres que te demuestre que te amo?
-No tienes que hacer algo para demostrarlo, no lo aceptare, lo siento -salí a pasos rápidos de ahí alejando lo más que pude llegando a el gran patio del instituto.
En mi colegio todos son de clase alta y mi padre es uno de los más poderosos y si le dijera que me hacen bullying todo empeoraría ya que mi padre está perdiendo su dinero. Mañana nos iremos para cerrar trato en china y mi padre recupere su dinero y vuelva con mas millones de los que ya tenia antes de que lo hubiesen estafado. En fin, no se lo pude decir a mi mejor amiga
-Señorita... - se acerca a mi el conserje - ya va a ser la hora de salida y tengo que ordenar este lugar - entendí que debía retirarme para que pudiese limpiar en paz
-Sí, sí, ya entendí que tengo que irme
-Que le vaya bien señorita, tenga buenas tardes - sonrió y yo le devolví la sonrisa, no una alegre, pero no lo noto ya que enseguida volteo a ordenar el lugar
Estuve caminando por uno de los pasillos mientras esperaba a que sonara la campana para indicar la salida.
Se escuchó por fin el timbre de salida y todos comenzaron a salir de los salones de clases, yo también comencé a caminar cuando de pronto sentí un fuerte empujón que me hizo caer al suelo
-No te había dicho que te fijaras IMBÉCIL! - dijo Isabel mirándome fijamente a los ojos con rabia en ellos. Ella tomada de la mano del estúpido de su novio, lo quiere tanto que no se da cuenta de que la engaña con un de las que se dice ser su "amiga". Su novio dirigió su mirada fulminante hacia mi y me sonrió sinicamente, él sabe que estoy enterada de su engaño, disfruta el verme tirada como si se tratase de la basura más repugnante del mundo, lo miro con odio y el solo toma la mano de Isabel llevándosela del lugar, me levanté del frío piso mientras los veía marcharse y caminé hacia la salida.
Aún iba saliendo del colegio cuando vi algo que jamás me hubiese imaginado ver, lo que mis ojos me mostraban era aterrador, como si de mi persona se tratase sentí miedo.
Veía a Isabel apunto de ser atropellada por un enorme camión enfrente de la escuela lo cual causaba que mis compañero fueran espectadores de ese horrible momento.
El estúpido de su novio la dejó ahí tirada no se preocupó por si fuera a morir o no, entonces hice algo que jamás imaginé hacer, me quité la mochila de la espalda tirándola y corriendo lo más rápido posible hacia Isabel, llegué a ella la levanté y la empujé sacándola de la carretera pero yo no pude quitarme y solo sentí el fuerte impacto que el camión le dio a mi cuerpo sacándolo de la carretera haciendo que quedará un poco inconsciente y con el cuerpo muy adolorido y al caer sentí un fuerte golpe en la cabeza haciendome sentir el líquido rojo y caliente caer sobre mis mejillas, Isabel se acercó a mi cuerpo, la vi muy asustada, pero todo se derrumbo más al escuchar la voz de su novio
-Isabel aléjate de este monstruo - tomó la mano de Isabel alejándola de mi - ojalá y te mueras - eso me hizo tener la duda del porque de su odio - te odio - Isabel no hacía nada por defenderme a pesar de haberle salvado la vida y estar desfayesiendo en el suelo.
Escucho las sirenas de la ambulancia y policías, pero mí atención está en Isabel que solo se aleja de mi yéndose con aquél tipo. En ese momento supe que jamás le interesaría y que haría lo imposible por olvidarla.
Algún día me vengare de ustedes dos - susurre para mi antes de quedar inconsciente
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