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El caballero de la armadura oxidada. por rainbowcrow

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Notas del capitulo:

En este fic hay una fuerte insinuación de Thorki, no hay momento pomposos raros ni sexo salvaje. Sorry <3

 

Gevallen no tiene nada que aportar

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bueno, sí, si hay algún error que te haga sangrar los ojos, perdón de antemano.

Imagina por un momento.
 
 
La sala está vacía, es blanca, parece pura, inocente, fresca y linda. Lo único que altera la hermosa sala es una silla y un ¿Hombre? Adolescente, más bien. Él está sentado, mirando solo una de las paredes. Nosotros, ustedes, ellos ¡Cualquiera! No ve nada interesante o raro, el adolescente, está llorando.
 
Él no quiere estar ahí, porque le duele ver como resalta todos los días, que todo es blanco y él está mal, él quiere ser blanco, pero no puede, siempre que intenta levantarse se siente mal, mareado, dolido y cansado, extiende su mano, huele la cal y pretende tocarla, pero no está de más decir que aún así no funciona. Gruñe, llora, grita, pierde el control, patalea y lucha porque él podia vivir así, porque en su cabeza existe el recuerdo de cuando esas paredes no existían, a veces cierra los ojos y sueña que su vida nunca fue así. 
 
Pero eso es tú imaginación, la realidad es distinta.
 
Él, ahora duda hasta su nombre, duda de cualquier cosa, no sabe qué es la seguridad, desde que nació hasta ahora vivió siempre con aquel pensamiento de que a su alrededor cualquier cosa podía ser una ilusión, a veces pensaba demasiado y creía que hasta él mismo era el fruto de una mente aburrida y poderosa, pero era tan perturbador que se deshacía de ese pensamiento por temor a que fuera real. 
 
Para comprender aquel pensamiento había que remontarse a cuando no era más que un niño. Un día, exactamente no sabe cuando ¿Cómo poder recordarlo? Él se sentía extraño, por aquel entonces no supo palabra para describir sus sentimientos pero estaba seguro de que era una enfermedad, pues le hacía sentirse dolorido, es por eso que, asustado, recurrió a lo más lógico que puede pensar un niño: La ayuda de mamá. Porque él era inocente, porque él pensaba que su mamá era heroína y ella sabía todo. Él formuló su pregunta, sin dejar de observar a la rubia, ella sonrió y comenzó a relatar una historia, no se dejó detalle, le contó incluso lo tabú para un niño, ella quería que la pequeña cabeza de su hijo se quedara con la anécdota, era linda, empezaba en con "Érase una vez", y terminaba con un "Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado", a él le gustó escuchar aquellas frases ¡A todo niño le gustaba! Porque hacía ver que su historia era importante y estaba relatada en libros, pero su leyenda no aparecía en ningún libro, obvio que no, era una historia que pasaba de boca en boca, y como todo el mundo sabe, las historias orales nunca se asemejan a la realidad. Lo suya, fue una de esas historias. Pero por aquel entonces era un niño, repito, y él no se iba a parar a pensar que quizás su madre era una mentirosa, porque su madre es una heroína y su madre lo sabe todo, así que su larga historia le sació. 
 
 
Después de unos años, siendo denominado joven hormonado, la enfermedad le volvió a golpear, él tuvo síntomas desde que entro en la edad del pavo, el dolor no era tan duro, pero era cansino porque todo los días lo sentía, estaba avergonzado por sentirse así, él decía ser fuerte ¡Y enfermaba! Eso fue como un chiste pesado para él, así pues, ocultó su malestar hasta que un día, en soledad con su padre, que era un héroe y lo sabía todo, se animó desde su timidez y orgullo a preguntar. "Papá... ¿Yo de dónde vengo?" Y la respuesta no puedo ser más explicita, si su madre fue bruta la primera vez, su padre lo fue aún más, varias veces le hizo sonrojar, fruncir el ceño, gruñir o reír, pero tras eso el dolor no se fue, es más, la enfermedad le recorrió las venas y pasó de estar en su estómago a alcanzar cada centímetro de él, porque sí, la historia comenzó con un "Érase una vez" y finalizó con un "Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado", pero lo que se contó entre aquellas dos divertidas frases no tenía sentido. Frunció el ceño y soltó su más oscuro pensamiento tras la historia "Mamá es una mentirosa".
Era lo único lógico, porque él era un prepuber que sólo intentaba mantener orgulloso a sus padres y que la palabra "teta" le hacía una gracia extrema. 
 
Con un odio profundo hacia su madre, a quien decidió no volver a hablar, por haberle mentido durante tantos años, vivió creyente a las plabras de su padre, pero la enfermedad no se quiso ir. De pequeño, cuando se sentía ignorado simplemente lloraba y mamá corría a acunarle, en su adolescencia, si se sentía ignorado se tragaba su rabia y si lloraba era sólo para él mismo, porque frente a él debía ser el hermano menor que le imitaba, los hermanos menores siempre imitan a los mayores, al menos desde fuera se veía así, dentro de su pequeña mente, dentro de aquella armadura reluciente se escondía una voz que reclamaba ser mejor que él, porque él era perfecto, él era el favorito de todos "Mierda, incluso es el tuyo", porque sentía como si él fuera de arriba y él de abajo. No podía llamar a eso amor, porque el amor, según le digeron, no duele de esa manera, el amor no es una enfermedad. 
 
Él, desde dentro, lo acepta, estaba compitiendo, más que para demostrar a papá que era mejor quería demostrarle a él, su hermano mayor, que él existía "¡Hola, estúpido! Mírame, soy yo~ No he cambiado. ¡QUE ME MIRES! Te odio por esto. ¡Deja de correr, deja de beber, deja de jugar, deja de ir en guerra en guerra como si fueras un puto héroe y date cuenta de que aquí estoy yo ¡JUEGA CONMIGO, CONDENADO IMBÉCIL!" Desde dentro todo era perfecto, porque como era su imaginación no había límite, más en su armadura dejaba mostrar lo justo, pretendía dejar claro que él era lo mejor de este mundo, que nadie se le asemejaba, que todos los reinos eran suyos y que su palabra era le única real. Pero, porque siempre hay un pero, cada año que pasaba se obsesionaba más, esas fantasías le estaban controlando, a veces se despertaba y decía "¿Y si lo intento? ¿Se lo digo? ¡No me puede rechazar, obvio! Nada saldrá mal" Pero se quedaba parado, por miedo, probablemente. 
 
Cada gesto lo interpretaba como quería, porque si él hacía x estaba seguro que era por él, si se emborrachaba era porque no podía soportar ocultarle su amor, si se iba con una cualquiera era porque le avergonzaba tener sexo con alguien tan majestuoso como él, si luchaba constantemente, si nunca perdía una guerra, si aún estando en el suelo se iba  a levantar era por él, porque no dejaba de pensar en él. ¿No era obvio que iban a ser la mejor pareja del mundo? Pena, solo era tan claro para él. 
 
Un odio que nunca dejó de ser amor, un amor que nunca dejó de ser una enfermedad, una enfermedad que nunca dejó de ser una simple obsesión. 
 
Ya, pasado su bochornosa pubertad  y llegando casi al fin de la historia, sus sentimientos eran confusos, pues un día decía que se sentía enamorado para al siguiente decir que odiaba a cada ser por ser inferior a él. Era desesperante y difícil de comprender, muchas veces había muerto y revivido, fue desterrado pero volvió, había gastado bromas pesada a compañeros de su padre y jugaba a su antojo con quien quisiera. Eran un monstruo. Molestia para todos, hasta para a quien más quería, pero no se daba cuenta de lo que había creado. Un día, su padre le convocó frentre a su trono, y con una fuerte voz comenzó a relatar un discuro que no le agradó, su madre, quien también daba argumentos, dimitió a aquel cargo, ser su mamá, es más, literalmento dijo que no le quería ver más, pero eso no le dolió, porque su ex-mamá era un mentirosa y una bastarda.
 
"Tú, bestia, no eres mi hijo"
 
¿Dónde está el cuento?
 
"No mientas , papá. Con eso no se juega"
 
"Tú juegas con todo"
 
La conversación no tenía sentido, no podía ser cierto, no podía ser así, él no le podía haber mentido ¡Era el único cuento que le quedaba! No quiso parar, a pesar se sus gritos y súplicas, no lo hizo, continuó, contó la verdadera historia, la que estaba escrita, aquella que contaba una batalla y un bebé que fue adoptado como trofeo.
 
Las piezas no encajaban porque no las vio caer
 
Intentó vivir enfermo pero, al no encontrar cura, le era incómodo y no era lo mismo, es por ello que decidió irse, buscar su lugar, su armadura estaba oxidada pero cumplía su función, se veía horrenda y daba miedo, pero le protegía de la realidad. Él vagó, arrastrando los pies, años perdido, años donde poco a poco iba muriendo. Se rebeló y la guerra estalló. Se encontró con él y, con su pesada, horrenda y oxidada armaruda, batalló, pero sus fuerzas solo eran ilusiones. Acabó bajo él, en su verdadero sitio, la enfermedad se lo iba llevar.
 
"NO, no, no,no, no. ¡No lo hagas! ¡Soy tu hermano! Perdóname, por favor, perdóname"
 
"No dolerá"
 
 
 
 
Él lleva años vagando, con un alma sin color, problablemente no existe.
Él sigue caminando cantando sus ilusiones porque son lo único que le quedan.
Él se llama Loki, hijo de Farbauti y Laufey
Caminante del cielo
Mago de las mentiras
Dios del engaño
Porque él fue engañado.

Notas finales:

Las plabras en curvisa negrita, son palabras en claves, destacables, conversaciones pasadas o pensamientos, sea lo que sea, se nota qué es cada cosa.

 

Para aclarar, puse cal porque aquí las paredes se pintan con cal.

Le edad del pavo aquí es cuando eres un puto pajero con granos -Todos pasamos por esa edad xD- 

No: Hace referencia a la última frase que dice Thor.

Él: Él PERO EN NEGRITA, es Thor. Muy importante que esté en negrita. 

Siempre imitan: Primero, las madre siempre dicen que los niños pequeños imitan 1) su padre o 2) su hermano mayor. Y, aparte y más importante, Loki imita a Thor en el sentido de que, a partir de que se siente engañado por el rubio, el comienza a engañar.


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