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~ No me olvides ~ por Sabaku No Lola

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Notas del fanfic:

Disclaimer: ‘Canción de Hielo y Fuego’ no me pertenece, son obra de George R.R. Martin. Esto es sin fines de lucro y con el único deseo de colaborar con el fandom.

Esto es un Theon x Jon / Robb x Jon.

 

 

- No me olvides -

 

 

Se lo estaba cobrando y lo sabía.

Con cada embestida sabía que estaba haciendo mal, la culpa lo golpeaba una y otra vez.

Pero no pudo evitarlo, no pudo contenerse. No podía parar.

Se detuvo unos segundos, dejando que el interior del bastardo lo contuviera. Era caliente, húmedo y apretado, mucho mejor de lo que jamás había sido una mujer. Había estado con tantas chicas entre las sábanas que no podía recordar sus nombres, pero jamás se había sentido así de complacido. Las mujeres le gustaban cuando eran jóvenes, doncellas de ser posible, disfrutaba robándoles su virtud. También debían ser esbeltas y mostrar un ápice de inteligencia, Theon no soportaba a las niñas estúpidas que andaban diciendo ‘mi señor, mi señor’ cada vez que movía las manos. El bastardo cumplía con todo aquello, solo que no era una mujer.

Lo tomo del pelo con fuerza y le obligo a subir la mirada, quería verle el rostro. El chico estaba apretando los labios en un intento de contener la ira, pero en sus ojos se dibujaban el miedo y el dolor. Su rostro estaba sonrojado y sudoroso, y unas débiles lágrimas amenazaban con brotar de sus ojos. El heredero de las Islas del Hierro lo tuvo así unos momentos para ver si las lágrimas caían, pero no sucedió.

Y teniéndolo así, con la mirada fija en él, volvió a empujar en su interior.

-Ah- Salió un leve quejido de su garganta mientras buscaba por todos los medios desviar la mirada hacia cualquier parte. Buscando por milésima vez algo que le ayudara a defenderse.

-Ríndete, y gime para mí- Susurró contra su oído derecho mientras volvía con un lento vaivén.

-De-Déjame- Intento reprimir los jadeos sin éxito. Ambos sabían que solo eran provocados por el dolor y no por algún tipo de placer que el bastardo estuviera sintiendo -Por favor- No quería llorar, pero estaba perdiendo las fuerzas.

El Greyjoy no le contesto, solo siguió enterrándose en su interior una y otra vez, concentrándose en el placer. Empezó a pasear sus manos por la cadera del chico, delgada y dura, fruto de los entrenamientos que llevaban a cabo con Ser Rodrik. Su pecho carecía de busto, aunque eso no fue problema para él, ya que Nieve tenía una muy buena trabajada retaguardia, de la cual ya se había encargado antes de inspeccionar. Siguió ascendiendo con sus manos por los hombros desnudos, al agarrarlo de allí comprobó de primera mano que Jon era más pequeño que su hermano Robb, y no porque allá estado antes de la misma manera con Robb, si no que habían entrenado cuerpo a cuerpo y conocía la contextura física del Stark.

Al pensar en Robb un ligero escalofrío le recorrió la columna, ¿Cómo reaccionaría al enterarse de lo que había hecho? No estaría nada feliz, de eso estaba seguro. Robb quería a Theon como un hermano, se habían criado juntos y habían compartido la carne y el hidromiel, pero Jon era su hermano de verdad,  también estaba el hecho de que algunas veces lo trataba de una manera ¿Cariñosa? Sacudió un poco su cabeza para alejar esos pensamientos.

<Tal espectáculo ante mí…> Pensó al ver al chico bajo su cuerpo con los labios entreabiertos y jadeando tratando de recuperar el aire.

-Por favor, The-Theon- Las embestidas y la agitación provocada no le dejaban tejer hilos de frases coherentes –Lo siento, lo siento- Y las lágrimas comenzaron a descender de sus ojos.

Theon acercó su rostro al del chico y con la lengua limpió el rastro de llanto, <Salado, como el océano> Pensó, y un recuerdo de cuando nadaba en las orillas de Pyke con Asha llego a él.

Las manos del bastardo presionaban contra su torso con fuerza, como si aún tratara de alejarlo lo más posible de él. Theon recordaba las miradas gélidas y desafiantes que el bastardo le dirigió a lo largo de los años, cuando volvía a verlo allí, debajo de él y con el rostro en lágrimas no podía sentirse más complacido.

Las embestidas solo dudaron unos momentos más, en los cuales aprovecho para morder el cuello níveo con fiereza. Esperaba que le quedara una gran marca para que lo recordara. Se vino en el interior del bastardo, como no podía ser de otra manera, lo que le sorprendió a él mismo fue que al final, se acercó a sus labios y los selló con demanda y necesidad.

<Después de lo anterior, esto no es nada> Reflexionó mientras introducía la lengua en la boca de Nieve, el cual quedó inmóvil contra la cama.

 

 

…*…*…*…*…

 

 

-¿Qué estás haciendo acá?- Pregunto ella, reclamante y gélida.

-¿Qué te importa? Vete- Espeto furioso, odiaba a esa chiquilla.

-No molestes a Jon, o lo lamentarás- Y lo amenazo con una piedra del tamaño de su mano.

Theon se echó a reír con ganas, se levantó a revolver el pelo de la niña y escapó como alma que lleva el diablo entre risas, <Si supieras…> pensó, y se perdió por las escaleras.

-Maldito- Mascullo Arya, furiosa. A ella, el pupilo de su padre la caía tan bien como las amigas taradas de Sansa. Levanto la vista y habitaciones mas al fondo estaba el cuarto de Jon, se preguntó si aún seguiría durmiendo ya que no lo vio salir.

 

 

…*…*…*…*…

 

 

Al abrir los ojos y ver las ventanas cerradas de su cuarto supuso que todo fue un horrible sueño. Y se sentía profundamente feliz de despertar. Sin embargo, al incorporarse todo su cuerpo rugió por permanecer entre las sabanas. Se hecho hacia atrás y recordó, el dolor latente en su cuello y entre los muslos era difícil de ignorar. Al mirar su torso veía las marcas que había recibido la noche anterior, los recuerdos abofeteaban con fuerza.

No debió abrirle la puerta, sabía que algo andaba mal, pero jamás imagino que terminara de aquella manera. Robb siempre le decía que Theon era de confianza y como un hermano, eso había puesto a Nieve celoso, ya que él era el hermano de Robb de verdad.

Un sentimiento de repulsión y dolor se le instaló en el pecho y fue corriendo hacia las duchas tratando de ignorar el dolor entre sus muslos. Con la caída del agua sobre su cuerpo, sintió que un líquido viscoso y tibio manaba de su interior y caía lentamente por el interior de sus piernas, le entraron ganas de vomitar.

Antes solo lo despreciaba, ahora el sentimiento era odio puro. Empezó a golpear las paredes con lo primero que encontró y unos momentos más tarde Robb y Arya lo llamaban a gritos.

-¡Jon abre! ¡Jon!- Lo llamaban sus hermanos mientras golpeaban la puerta de la ducha, al parecer habían abierto la de su habitación.

-Estoy bien, váyanse- Espetaba, no entendía porque ese molestaba con ellos si solo querían ayudarlo, saber cómo estaba… No, ellos no tenían que saber nada.

Él antes había meditado la posibilidad de irse al Muro con su tío Benjen Stark y formar parte de la Guardia de la Noche. Ahora si mataba al Greyjoy, de todas formas iría allí, solo que un poco antes de lo que había planeado.

-Jon, soy Robb, ábreme- El tono era el de Robb el Señor, como debería ser el del heredero de Invernalia y futuro Guardián del Norte.

Jon observo en un vidrio partido su mala suerte, su rostro caliente y las marcas en su cuerpo, Robb lo notaría con solo verlo. Se cubrió con unas toallas y abrió la puerta.

-¿Quién…?- Pregunto con ira desbordada al cabo unos momentos de permanecer allí y solo contemplarlo. Su medio hermano no había dicho nada, solo desviaba la mirada tratando de ocultar la prominente marca de su cuello. Marca que Robb noto en cuanto cerró la puerta.

No había que ser muy inteligente para notarlo, solo bastaba con verlo. Robb nunca había visto así a su hermano, tan vulnerable. Y los nombres y caras de todas las personas que tenían acceso al Castillo de Invernalia empezaron a pasar como una película en su cabeza, iba descartando y apartando personas tratando de reducir a un mínimo la lista de nombres. Solo quería al responsable, para cortarle la cabeza y clavarla en una pica en la entrada del Castillo.

Solo un nombre llego a su mente en forma de ráfaga, <Theon>.

-Lo que hagas no servirá de nada. Querías entrar y te he dejado. Déjalo así-

-¡Jon! Yo haré que…- Se adelantó unos pasos, furioso.

-Tú provocaras una guerra con las Islas del Hierro. Y será en vano, me iré al Muro con el tío Benjen- No, el honor de la Casa Stark no podía estar en juego, no cuando se estaba acercando la hora.

-Nuestro señor Padre entenderá, debemos ir…-

-No, el Rey llegará en estos días- Caminó como pudo hasta su armario y comenzó a vestirse atropelladamente, tratando de que su piel quedara lo menos posible al descubierto –Padre será Mano, es algo muy probable y no debemos interferir-

Robb contempló las marcas en silencio, respetando su decisión pero maldiciéndola de igual forma. Bajo la mirada pensando en sus propios deseos, reflexionando en lo que sentía, ¿Dolor, odio?... Cuando solo eran unos niños, Robb se dio cuenta que el afecto por Jon era distinto al que sentía por el resto de sus hermanos. Un buen día, en los bosques de lobos, le contó a Theon su gran duda, ya que lo veía como un hermano mayor.

-¿Crees que podríamos casarnos? La Vieja Tata nos contó que los Targaryen si podían casarse entre hermanos- Le había dicho aquella vez, escondido entre unos matorrales para que nadie los escuchase.

-Tú te casaras con una princesa o la hija de un gran Señor- Le dijo el mayor de mala manera.

-¡No quiero casarme con ninguna de esas! ¡Yo quiero a otro!- Saltó en su lugar, dolido.

-¿Otro? Creí que hablabas de Sansa… ¡Acaso…!-

-¿Con quién te vas a casar?- Apareció de la nada entre ellos con varias ramas entre las manos -¡Aja! ¡Los encontré!- Jon comenzó a reír, feliz por ganar el juego.

-Co-Con nadie- Señaló Robb, sonrojado, mientras miraba a su hermanito sonriente.

<Se dio cuenta> Cruzo por la mente del Stark cuando vio de reojo al mayor y este lo miraba con gesto burlón y sorprendido.

-Jon- Dijo mientras se acercaba a él y sacaba de su cuello las vendas que estaban en él.  Percibió como su medio hermano se tensó con el contacto, pero Nieve no se apartó. Tiró las vendas al piso y justo donde estaba la marca roja mordió con fuerza.

-¡Robb!- Exclamo mientras lo empujaba, tratando de apartarlo. Le dolía, sí que le dolía, pero era peor el recuerdo y la sensación de tener una lengua sobre su piel otra vez. Pero no sintió odio ni repulsión, <Porque es Robb, mi hermano> pensó, y cerró los ojos.

Siguió mordiendo y succionando la piel, hasta que se quedó sin aire. Levantó la vista y se encontró con el rostro sonrojado de su hermano, mirándolo con expectación. Se imaginó que el Greyjoy también lo había besado, de manera que se abalanzo sobre sus labios para también borrar todo rastro de él en ellos. Primero de forma rápida, porque no sabía cómo empezar ya que era su primer beso, luego de una forma mucho más pausada, con calma y sin prisa. Jon lo correspondía, lo cual era una buena señal considerando como había reaccionado antes, sin embargo seguía tenso, y algo intimidado. Supuso que no le estaba haciendo recordar cosas precisamente buenas.

La marca que había sido roja, ahora estaba morada. Pero ya no era un recuerdo de Theon, si no de Robb. Eso lo alivió.

-¿Mejor?- Susurró contra los labios del bastardo, ansioso.

-Mejor-

 

 

…*…*…*…*…

 

 

<No me olvides> Susurraba el viento a su paso. Cuando volteaba la vista a Invernalia solo podía pensar en su hermano, en lo último que se habían dicho, en lo que habían compartido.

<No lo haré> Prometió silenciosamente, esperando que sus pensamientos fueran hasta el Castillo.

Los recuerdos con Robb fueron los que entibiaron el corazón de Jon Nieve en su largo y frío camino al Muro. 

 

 

 

Notas finales:

Ojalá les haya gustado. Se agradecen los comentarios y bueno... ¡Larga vida a George R.R. Martin! 

Voy por Choque de Reyes, voy a sufrir, lo sé QnQ 


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