Que no era un humano de verdad, que no tenía sentimientos, entonces porque mi corazón latía tan fuerte en mi pecho, porque me sentía destrozado al ver el miedo en aquellos ojos de azul intenso, aun cuando el dolor en mi garganta era insoportable, el dolor de no poder proteger a Yuki era mucho mayor, intenté sonreírle una última vez a mi amado, escribí el secreto de Yuno en mi celular, tenía que jugar mi última carta, tenía que protegerlo de la loca de Yuno y mi vista se tornó carmesí, morí.
Repetía aquella escena una y otra vez, era el único que tenía los recuerdos de todo lo que había sucedido gracias a Deus, y aunque este no era el Yuki de mi mundo tenía que protegerlo sino mi sacrificio hubiera sido en vano, me preguntaba si algún día vería a mi Yuki a aquel que se convirtió en Dios, como fuera había jurado no permitir que el Yuki y la Yuno de este mundo se conocieran.
Había logrado que la Yuno de este mundo ingresará a un grupo distinto al nuestro, el Yuki de aquí era distinto a mi Yuki, este era más alegre y menos cohibido, pronto se hizo amigo de Hinata, Mao y Kousaka, aquí la solitaria era Yuno y a veces cuando caminábamos de regreso a casa Yuki la observaba a la lejanía, en mi mente pasaban los recuerdos de mi muerte, tomaba la mano de Yuki y lo llevaba hasta su casa.
Por esta razón no podía creer lo que estaba viendo, había pasado temprano por Yuki antes de ir a la escuela, lamentablemente me había encontrado con Hinata y Mao quieren me trajeron a rastras a la escuela para no perder la primera clase, yo estaba impaciente pues Yuki no llegaba y ya estábamos a mitad de clase, salí del salón para hablarle por teléfono y lo que vi me dejo helado, Yuki y Yuno se encontraban en una banca y por lo que se veía se encontraban hablando de lo más sonrientes, algo que hace mucho que no había sentido se apoderó de mí, camine hasta donde ellos, tome a Yuki por el brazo, lo levante y lo besé, todo fue tan rápido, mi corazón latió igual de rápido que la última vez, entendí lo que era sentir mariposas en el estómago, -Él es mío Gasai-, Yuki no dijo nada estaba muy sonrojado, aun sosteniéndolo de la mano camine y él detrás de mí con la cabeza baja, y sólo entonces lo comprendí aún amaba a Yuki.
Este había sido el día más difícil de todos, aún sentía en mis labios el sabor de Yuki y él no había comentado nada al respecto, tal vez no le había gustado, tenía la mirada perdida en la ventana, quizá estaba pensando en Yuno, yo estaba muy atemorizado no permitiría que ella le arruinara la vida otra vez, no quería dañar de ninguna forma a Yuno, aquí ella era un chica dulce y amigable pero yo era el único que conocía su verdadera naturaleza aquella capaz de destruir lo que más amaba.
Al terminar las clases Hinata propuso ir al parque a tomar un helado, yo acepté una vez que lo hizo Yuki, el seguía abstraído en sí mismo, me moría de ganas de saber si le había gustado nuestro beso, pero era mayor el miedo de que no fuera así, caminamos todos hacia el parque, Hinata, Mao y Kousaka dejándonos atrás a Yuki y a mí como de hecho ya era costumbre, caminamos sin decir nada por varios minutos, era la primera vez que me sentía incómodo a lado de Yuki, tras dudarlo varios momentos tomé la mano de Yuki con la mía, él entrelazo sus dedos con los míos, no hubo palabras sólo un sonrojo mutuo y yo fui inmensamente feliz.
Ya en el parque Yuki y yo llegamos varios minutos después que los chicos quienes ya nos esperaban con un par de helados de chocolate, el favorito de Yuki, Hinata observo la unión de nuestras manos y nos mostró un sonrojo antes de ocultarnos su rostro.
La tarde trascurrió tranquila, comimos nuestros helados, platicamos y reímos mucho, Kousaka era en verdad muy gracioso, comenzaba a oscurecer y todos decidimos regresar a casa, yo acompañe a Yuki como siempre lo hacía, sólo que esta vez recorrimos el camino de la mano, completamente en silencio pero sintiendo una agradable sensación en mi pecho, al virar en la esquina la vi, Yuno estaba parada frente a la casa de Yuki, en cuanto nos vio salió corriendo de ahí, -Gasai espera- Yuki grito intentando ir detrás de ella, pero yo lo detuve tomándolo más fuerte de la mano, lo jale hacia a mí, y lo abrace tan fuerte como pude, tenía miedo no quería que Yuki sufriera.
-A… Akise kun, estas bien- me dijo Yuki mientras yo secaba una lagrima que no había podido evitar que escapará, era el momento de poner a prueba a Yuki, -Es que Gasai es muy bella y muy agradable y tengo miedo de que te aparte de mi lado-, Yuki se separó ligeramente de mi –Nadie me va a separar de ti porque eres mi mejor amigo Akise kun- , yo sonreí –Los amigos no hacen esto- le dije mientras lo volvía a besar, lentamente, despacio, sin temor, acaricie su mejilla, rodeé su cintura con mi brazo apretándolo contra mi cuerpo, y él me correspondió, movió sus labios por unos segundos, acarició los míos, me lleno de su sabor a cereza, cuando nuestras respiraciones nos exigieron alejarnos lo mire, estaba tan sonrojado, se veía tan adorable, como no proteger a una creatura tan linda pensé, lo abrace más fuerte, -Mañana pasó por ti-, el asintió aún sonrojado antes de literalmente meterse a su casa corriendo.
Yo observe como entraba a su casa siendo recibido por su papá, lleve mis dedos a mis labios, en este o en cualquier mundo estás empeñado a enamorarme de ti Yukiteru Amano.
Al día siguiente tal y como lo prometí pasé a recoger a Yuki, llevaba el uniforme escolar, pero a diferencia mía que vestía pantalón el llevaba un short que mostraba sus lindas piernas, -Deja de intentar seducirme Yukiteru- él me miró confundido sin decir nada, yo no pude hacer otra cosa más que sonreírle, revolví su cabello con mis dedos y bese su frente, el me miraba sonrojado, -Déjame ayudarte con eso- le dije a mi amado mientras tomaba su maletín escolar, -No, no es necesario- me dijo sumamente apenado, yo no le conteste, tan sólo extendí mi mano para que el la tomará, cuando lo hizo caminamos rumbo a la escuela.
Llegamos temprano a la primer clase, nos reunimos con los chicos, platicamos hasta que secamente Kousaka pregunto –Ustedes dos ¿ya son novios?- Yuki y yo nos observabas sonrojados, iba a responder que si Yuki me aceptaba así era, pero en ese momento llegó el profesor y tuvimos que regresar a nuestros lugares, que mala pata, esa había sido una muy buena oportunidad.
-Antes de comenzar con la clase tengo un anuncio que hacerles- dijo el profesor llamando la atención de todos los alumnos, -a partir de hoy tendremos una nueva compañera, denle la bienvenida a Yuno Gasai- todos la saludaron al unísono, yo volteé a ver a Yuki, quien le hacía señas para que se sentará en el lugar que estaba vacío frente a él.
Yo tenía que hacer algo.