¡No puedo mirarte más, te detesto tanto que tu sola presencia me enferma! –le grito sin importarme nada ni nadie, ni siquiera el lugar donde se encuentra frente mió, estoy tan arto de él y de sus culpas, ¡tan fastidiado de su cara de arrepentimiento! que con el no me devuelve ni me restituye nada NADA.
Y este vació es tan doloroso, los años perdidos que no volverán, mi hermano sufriendo mi ausencia y el peso de ser tratado como basura por ser hermano del traidor, el amor que se difumino con los años y en el ahora no me pertenece mas… ¿Y quiere que lo perdone así sin mas? ¿O es que no entiende o finge no entender? El no es mi prioridad, no me interesa trato alguno con su persona y sigue queriéndome imponer su presencia, le miro por ultima vez con infinito odio y desprecio antes de soltarle una ultima frase—Por el bien de nosotros y del santuario, no vuelvas a acercarte mas, finge que sigo muerto como desde hace trece años—le suelto con mucha amargura sin poderlo evitar y sigo mi camino hacia mi templo sin querer hablar con nadie, y afortunadamente todos parecen entender.
Hoy como todos los días trate de hablar con el de nuevo, pedirle perdón y por lo menos aligerar mis remordimientos por todas las cosas malas mientras fui el patriarca Arles, pero como todos los días mis intentos fueron un rotundo fracaso, el Aioros amable y censillo de corazón puro y bondadoso ya no existe, ahora por mi causa es un ser frío y amargado que ha optado por recluirse en su templo y no salir de el salvo que sea absolutamente necesaria su presencia ante Atenea o si el patriarca le requiere en alguna misión, ni siquiera Aioria ha logrado sacarle de allí, y es que tampoco ayuda mucho que su hermano y su antiguo novio ahora sean pareja, como que eso me ha complicado las cosas mas de lo necesario, y no logro hallar un modo de llegar al antiguo sagitario amable y censillo de sonrisa franca... ¡ahhh como lo extraño!
--Aioros—susurro ante sus ultimas palabras, duelen, en verdad duelen mucho, y mas porque mi corazón te anhela y llama en cada murmullo de la noche ¿Serviría de algo si supieras lo que en verdad siento por ti? …no, no lo creo, pero este también es mi castigo por los pecados cometidos en el pasado, el no poderte abrazar, el no sentir tu calor, el mirarme en esos ojos y solo ver odio y desprecio hacen que aumente mi dolor… si pudiera…si hubiera… pero el pasado… pasado es.
*Pensamiento de ambos*
Y así un abismo infinito se ha interpuesto entre los dos, tanta historia de por medio que parece imposible el perdón, una paz que a mi alma no llega porque se que le hace falta algo a mi corazón, y mi alma sangra herida aparentemente sin razón.
--Mañana lo intentare de nuevo, no puedo rendirme tan fácilmente—piensa Saga para si
--Mañana lo rechazare de nuevo, algún día se tiene que rendir—piensa Aioros en voz alta—y alguien que lo ha visto todo de lejos se pregunta si algún día el de sagitario admitirá sus verdaderos sentimientos, porque si no es así, a Saga no le queda mas que insistir así el sol deje de brillar y las estrellas se extingan, bueno todo tiene un fin.