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¿Ron te engaña?... ¡¿Con Malfoy?! por mestefaniab

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Notas del capitulo:

¿Para qué te peinas, si en esta foto no salís? (frase célebre de mi padre, cuando me quería decir que no me meta en conversaciones de “adultos”)

 

 

 

 

 

________ Flashback, cinco años atrás (segunda parte) ________

 

 

Decir que la revisión fue más que profesional... Es quedarse corto.
Las preguntas que le hizo el medimago al auror, fueron acompañadas por un semblante calmo, serio y ameno. Hubo un momento, en el que Ron no supo si sentirse mareado o maravillado por las acciones del rubio. Vale aclarar, que el pelirrojo no tuvo tiempo de sentir incomodidad ante el tacto del galeno.
Fue de hecho una sorpresa, descubrirse a sí mismo totalmente rendido ante las esbeltas y níveas manos de Draco Malfoy...
Mientras nuestro auror pelirrojo favorito se debatía entre responder las preguntas que le hacían y tratar de no sentirse abrumado ante lo que calificó como "una sonrisa de propaganda de pasta de dientes", tocaron a la puerta del consultorio.

 

 

_ Adelante.

_ Disculpe doctor, perdone que lo interrumpa, pero traigo conmigo el grupo de residentes de primer año del profesor Palou.
_ Aguarde un segundo que lo consulte con mi paciente, por favor.

 

 

La jovencita, fue reconocida por el pelirrojo como la secretaria de la mesa de entradas del hospital.

 

 

_ Weasley, esto no ocurre con frecuencia. Lamentablemente, el profesor a cargo de este grupo de residentes, faltó el día de hoy. Estos chicos deben hacer la rotación del día, pero no deseo que sea en contra de tu voluntad. Si lo prefieres, les puedo pedir que esperen al próximo paciente. O si gustas, puedes cambiarte antes de que ingresen. Sólo te harán algunas preguntas, una vez que yo presente tu caso. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué prefieres?
_ La verdad es que no me molesta para nada. Yo también soy docente y comprendo la necesidad de las prácticas. Aunque... sí, preferiría sacarme esta estúpida bata. Es incómoda.
_ Excelente, será como tú digas. Muchas gracias por tu colaboración.

 

 

Ron, no podía creer que el petulante que conoció en la escuela, tuviera la precaución de valorar su opinión e intimidad. Fue tal la delicadeza y seriedad en el tono de voz del medimago, que le fue imposible negarse. Y mucho menos dejar de sonreír como idiota, en lo que le tomó volver a vestirse.
Minutos después, un grupo de seis jovencitos, ataviados con pulcras túnicas celestes, ingresó al consultorio.
El auror, se percató de inmediato de la mirada embelesada que le dedicaban al rubio. Tuvo que resistir la tentación de poner los ojos en blanco, ante "la jauría de chiquillos hormonados". En el fondo, él comprendía la situación. La voz de Malfoy era seria y profesional, incluso amena de escuchar, pero (por sobre todo) era extremadamente seductora.

 

 

_ Buenos días, futuros colegas. Permítanme presentarles, al señor Ronald Weasley.

 

 

El saludo, llegó fuerte y claro. Casi idéntico, al que recibía de sus cadetes en la academia. Un breve movimiento de su cabeza, fue toda la contestación que dio el pelirrojo.

 

 

_El señor, se encuentra por un chequeo de rutina. El código es 3CA. Eso quiere decir, que el informe será archivado para la secretaría de recursos humanos del tercer departamento. Esto se debe, a un ascenso de categoría. El tercer departamento del ministerio, corresponde a defensa y justicia. Esto incluye, no sólo a la academia de aurores, sino también al personal administrativo correspondiente y...

 

 

 

Mientras Draco hablaba, el auror casi podía escuchar los gemidos mentales de aquellos jóvenes. Era gracioso, lo admitía. Incluso contuvo con dificultad las ganas de carcajearse, cuando se percató que el rubio ni cuenta se daba de cómo lo estaban mirando.

 

 

_ Señor Weasley, haga el favor de contestar la primera hoja del cuestionario, mientras respondo las dudas de los residentes.

 

 

El pelirrojo, entre nervioso y cohibido, se puso a la tarea luego de que una chiquilla le entregara un grupo de papeles. Apenas dos minutos después, había concluido. Por ello, se pudo dar el lujo de ver a este Draco desconocido para él. Este Draco que sonreía con amabilidad y contestaba todas y cada una de las preguntas que le hacían (desde las más estúpidas, hasta de las que ni entendía de qué iban). Este Malfoy profesional, era un profesor paciente. Simplemente, no tenía sentido para el auror. Sentía que estaba en un sueño extraño. Un sueño extremadamente feliz, pero muy extraño al fin.
Sin más preguntas que a los estudiantes se les ocurriese realizar (y en verdad que se esforzaron en ello). El rubio se dignó a tomar las hojas, que el auror había dejado sobre la mesa. Luego de una rápida lectura, el galeno se concentró en su paciente.

 

 

_Señor Weasley, este informe será llenado con los resultados de los análisis que efectuaré... ¿Hay algún inconveniente, en que los jóvenes estén presentes?

 

 

Y en ese momento, Ron, descubrió dos cosas: La primera: Era muy débil ante las miradas suplicantes, de los jóvenes aprendices de medimagia. Y la segunda: Ahora tenía la plena certeza, de que Malfoy jamás haría algo que incomodara a sus pacientes. Por ello, con una sonrisa, estuvo de acuerdo. Sumiso y relajado, dejó que el rubio le apuntara con su varita. Varios hechizos y suspiros después, Ron debió entregar muestras de orina y sangre.

 

 

_ Mientras esperamos los resultados, necesito que me entregue los documentos que indica la hoja número tres.

 

 

En ese momento, la petición del galeno descolocó al auror.

En algún punto de la consulta, algunos chiquillos se animaron a hacerle preguntas personales al pelirrojo. Eso desvió la entrevista de tal forma, que se encontró comentando sobre su próximo enlace.

La intención de los estudiantes, era la de prolongar al máximo posible su permanencia en el consultorio del sexy profesor.

Ron no lo sabía, pero Draco Malfoy era una leyenda entre los habitantes de San Mungo. No sólo era el profesor y medimago, más admirado y respetado. Era también, el "soltero-trofeo" más cotizado.

 

 

_ Eh... No tengo todos los papeles.

_ De acuerdo, ¿mañana podrías traerlos?

_ Bueno, es que... yo perdí mi registro de vacunación.

_ No es problema. De hecho, es también el objetivo de estas revisiones completar los datos médicos faltantes. Dime, ¿cuándo lo perdiste?

_ Fue... Antes de la guerra.

 

 

El medimago no pregunto más. No era necesario. La consulta había dado un giro inesperado. Recompuso rápidamente su facie contrariada y, por respeto a su paciente, no agregó nada más. Sólo esperó a que la práctica siguiera su curso y, con la mayor de las sutilezas, despachó al grupo de residentes (quienes se fueron más que conformes, por haber compartido el mismo aire con el sexy docente).

 

 

_ Weasley, necesito hacerte unas preguntas.

_ ¿Más? ¿Es broma?

_ Cuando ingresaste a la academia, ¿te preguntaron si tenías tu registro médico al día?

_ No, ¿por?

 

 

Y los peores temores de Malfoy, fueron confirmados. Él sabía muy bien, que aquel dato era (tristemente) omitido en los ingresos a la academia de aurores. Tuvo que tragarse las ganas (nuevamente) de enviarle un howler al ministro de magia. Con un suspiro, tomó el valor necesario para dar la “mala noticia”.

 

 

_ Weasley, necesito que comprendas la gravedad de lo que voy a decirte. Existen enfermedades, que sólo nos afectan a los magos y que se presentan asintomáticamente hasta que sus efectos son irreparables. Éstas enfermedades, están presentes en los muggles de modo que son el reservorio natural. Es decir, a los muggles no les afecta pero ellos pueden contagiarnos de diversas formas... Voy a preguntarte algo y necesito que seas sincero. Sé consciente, de que no voy juzgarte. Mucho menos, que atentaré contra el “secreto profesional”... Weasley, ¿tuviste alguna vez relaciones sexuales sin protección?

_ ...Si...

_ ¿Cuántas veces y con cuántas personas?

_ No lo recuerdo bien en realidad... yo... pasó durante la guerra. Verás, yo tuve una pelea con Hermione y con Harry. Me separé un tiempo de ellos, e hice algunas estupideces. Incluso, debo decir que perdí mi virginidad con una pareja de drogadictos a los que no les recuerdo ni el rostro. Incluso consumí de lo que ellos tomaban... Antes de salir con Hermione, fui a una clínica muggle. Dije un par de mentiras, que dudo que me creyeran. Aún así, logré que me hicieran unos estudios. Pero dieron negativo. Eso está bien, ¿no?

_ No, Weasley. Debiste haber venido aquí. Eres un mago, después de todo...

_ ¡Pero no entiendo! ¡Jamás escuché de ese tipo de enfermedades!

_Tranquilo, te haré unos estudios y completaré tu registro médico, en caso de que den negativo.

_ Y... ¿Tan grave es?

_ No nos apresuremos. Primero, veamos qué nos dicen los análisis. Verás, hay enfermedades que no pueden detectarse sin magia. Muchas, que sólo nos afectan a nosotros. La mayoría no presenta síntomas, y se contagian a través de fluidos corporales. Es por eso que se creó el registro de vacunación y enfermedades mágicas. No sólo es un documento mágico, sino que además debería ser algo muy importante para nosotros y no sólo un papel que se exige en los primeros años de la escuela.

_ ¿Eso quiere decir, que podría haber contagiado a Hermione de algo grave?

_ Si, lo siento...

 

 

Los siguientes veinte minutos, a Ron le significaron la opresión en el pecho más punzante de toda su vida. Esa incertidumbre se vió opacada sólo un poco, por las palabras calmadas e informativas del facultativo. Draco Malfoy, sufrió en carne propia de una situación similar. Fue de hecho el que esa experiencia marcara su carrera, la razón por la cual que no pudo evitar “bajar la guardia” ante el auror. No es profesional empatizar con el paciente, pero al medimago le fue imposible no hacerlo.

Cuando los resultados estuvieron en las manos del galeno, el alma del pelirrojo cayó definitivamente al suelo.

Ron estaba enfermo, tenía un virus que si bien no producía ningún malestar, era contagioso. Y para peor, aquel ente tenía la nefasta consecuencia de generar esterilidad con el tiempo. El hombre quería gritar, más sólo alcanzó a llorar de impotencia al sentirse culpable por haber dañado al ser que más amaba en el mundo. Malfoy, en contra de todo pronóstico, abrazó a su paciente. Le informó, que no había certeza de que la castaña estuviese efectivamente enferma. Aquel virus, tenía un nivel de contagio muy bajo. Era una variante mágica del virus del papiloma humano y para ingresar al organismo e infectar, el mismo debía tener las defensas muy bajas. Algo muy factible, teniendo en cuenta que en el momento en el cual Ron se contagió (era sólo un adolescente, que estaba en medio de una guerra)

Lo imperativo para el auror en aquel momento, era comenzar con el tratamiento. La relación con Hermione, así como la posibilidad de tener hijos a futuro, estaba en juego...

 

 

________ Sábado, 12:30 hs ________

 

 

Si Harry James Potter Evans tenía algo a lo que hacer "mea culpa" en su vida, era al hecho de haber descuidado de sus amistades (entiéndase por personas distintas a Hermione y a Ron)... Su trabajo no sólo era estresante, si no que además le demandaba mucho de su tiempo. Por ello (y a pesar de la hora) decidió que debía hacer una visita social “de imprevisto”. Principalmente porque era muy necesario, pensar un buen “plan de acción”. Y como el “estratega” del trío dorado, era el problema... Digamos que se necesitaba de “segundas opiniones”, urgentemente.

Las lechuzas de Neville, Luna y Ginny, confirmaron su asistencia en el elegante (y reservado) bar: El trébol azul. Aquel lugar, tenía un valor casi cabalístico para nuestro héroe. Las mejores ideas (en medio de investigaciones criminales), se le ocurrieron allí. Era su secreto, su refugio y su cable a tierra.

Como se encontraba en el Londres muggle, sabía que tardarían un poco en llegar. Eso le dio el tiempo suficiente a Hermione, para tranquilizarse y tratar de convencerse de que Harry haría que todo volviera a la normalidad. Ella, sólo se limitó en confiar en su amigo al verse sobrepasada por todo.

Por otro lado. Nuestro héroe, usó ese tiempo para hacer una rápida investigación sobre la vida personal de su ex némesis escolar. Como el pasado del rubio estaba “manchado”, había cientos de informes sobre él. Sin embargo, todos decían lo mismo: Luego de la guerra, el heredero de la dinastía Malfoy, no podía calificarse como algo inferior a un “perfecto ciudadano”. La vena paranoica de auror le gritaba que eso en sí, era sospechoso. Pero a los fines “románticos” de esta cruzada, no había nada de información relevante y eso era absolutamente frustrante.

El primero en arribar, fue Neville. El desconcierto fue mayúsculo, Hermione tenía los ojos rojos y el profesor de herbología temió lo peor.

Las brujas llegaron minutos después, y Harry comenzó a hablar...

Cuando el moreno terminó su improvisado discurso, fueron necesarios más de diez minutos para que los recién llegados, procesaran aquella información.

La primera en reaccionar, fue Luna. Ella recordó una situación particular, en la que creyó haber visto a Malfoy y a Ron juntos en el bosque prohibido. Básicamente, lo atribuyó a una ilusión producto de la indigestión de unos torposoplos que anidaban en su túnica especial (esa que sólo usaba para visitar a los hijos de Aragog). Luego se sumó Neville, quien afirmó su extrañeza cuando en una ocasión, Ron le demostró tener un amplio conocimiento sobre ingredientes para pócimas curativas (los cuales él mismo proveía a San Mungo). Todos eran conscientes del desagrado y desconocimiento del pelirrojo sobre la materia. Es de hecho "vox populi", que Ron pasó dicha asignatura sólo gracias a la ayuda de Hermione. Para colmo, Ginny también tenía algo que aportar. La pelirroja había tenido hace poco una extrañísima conversación con su hermano, en la que le dejó muy en claro que conocía bastante de moda, protocolo y etiqueta.

Esto, obviamente, impactó a todos. Ron parecía que se había convertido en una caja de sorpresas para todos sus allegados... y un completo extraño para su mujer.

 

 

________ Wizengamot, lunes 9:45 hs ________

 

 

Pansy Parkinson, no lo podía creer... Ni en sus más locos sueños, se imaginó estar en esta situación.

 

 

¿Podía el mundo mágico, tener un ministro más idiota?

No sólo soy su secretaria personal. Soy “la cabeza” detrás de cada una de sus exitosas campañas de reelección.

¡Por merlín!

¡Debería verme como su mano derecha... y la izquierda también!

¡Todos mis logros le benefician a él y a nadie más!

¡MALDITO INFELIZ!”

 

 

La bruja, tenía la costumbre de escuchar mediante micrófonos de origen muggle, todo lo que sucedía en la oficina del ministro. Sabía que era un delito (y no sólo porque se trataba de elementos no-mágicos), pero en más de una oportunidad su tarea de espionaje le significó un logro electoral a su jefe. De esa manera, ella fácilmente podía identificar a cualquier “elemento” no confiable para el ministro. Si la descubrían, el ministro no podía refutarle nada, ya que era el mayor beneficiado. Es por ello, que cuando la morena escuchó al ministro hablar sobre su sucesor. Pansy, ilusamente pensó que había llegado la hora de la recompensa. Estaba capacitada, y ella en verdad se lo merecía...

Parkinson recibió un golpe muy duro, uno con sabor a traición, cuando la nombrada no resultó ser ella. Para peor, la elegida era Hermione Granger. Su compañera de trabajo, que no sólo se vestía forma por demás incorrecta. Si no que además, era una simple "sangre sucia". Y una con ideas “neo liberales” al mejor estilo muggle... Un verdadero "horror" para la morena.

Sin embargo, y a pesar de que lo más lógico sería que la bruja tomara represalias en contra de su jefe. La hermosa bruja, decidió que ella misma se encargaría en demostrarle al ministro, que la castaña no calificaba para el puesto.

 

 

Aquí, no hay lugar para las dos...

Aquí no debería haber lugar, ni siquiera para tu mal gusto.

La próxima ministro, ¡SOY YO!”

Notas finales:

¡¡¡Muchas gracias por leer!!! Si les gusto ¡genial! Si no, díganme en que debo mejorar.


Otra cosita más:


Si buscas publicar esta historia en otro medio y/o idioma, cuentas con mi total aprobación. Hablaría bien de ti, si me mencionas como la autora original de este fic.


Pero si decides hacerla tuya, y modificar cualquier parte... Me halagarías muchísimo, porque eso quiere decir que fui tu musa por un instante. En ese caso, puedes aclararlo o no. Pero me encantaría saberlo y que me informes al respecto. Quiero leerte, comentarte y agradecértelo con un review.


 


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