Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Romeo y Ceniciento - MarshallxGumball por Ana Diaz

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic lo hice pero con los personajes de vocaloid, pero lo cambie ya que no sabia del Yaoi hasta hace dos años :3, ahora quiero que deleiten sus ojos en esta historia de MarshallxGumball basada en la historia de Romeo y Cenicienta :3 Disfruten!!

Todos los padres quieren que sus hijos triunfen en la vida. Están dispuestos a todo por hacer que sus hijos vivan una vida plena pero a veces comenten demasiados errores, a veces le arruinan la infancia y la adolescencia a su propio hijo.

 

Mis padres no son una excepción. Desde que soy pequeño me han quitado todo lo que podría ser divertido, siempre han querido que me concentre únicamente en el estudio… en nada más. Cuando era pequeño no podía ir a los cumpleaños de mis amigos para no perder tiempo, y ahora, a mis 16 años no puedo estar en una relación y mucho menos encontrarme con chicas.

 

Nunca sentí amor de verdad, así que no sé qué se siente amar a alguien o estar enamorado de una persona. Sinceramente, no puedo decir que a mis padres los amo pues me han quitado todo.

 

En mi colegio soy el de las mejores notas, el más responsable. E incluso soy el Delegado de mi curso. Todo lo que pasa en el curso corre a través de mí, las notas, concursos y demás cosas. Mi responsabilidad y mi deber es fijar que todos los alumnos sean ejemplares, nadie puede hacerse el bobo. Por así decir.

 

Sinceramente me molesta ser el Delegado, tal vez tenga que estar orgulloso de mi puesto pero me siento muy presionado. Como si fuera un trabajo demasiado exigente, y lo es, cualquier error de la clase es culpa mía. Y el que recibe el castigo soy yo.

 

A veces pienso que mi vida es demasiado aburrida. Que voy a vivir así hasta que pueda independizarme. Esa idea me enoja, enserio. No quiero ser así lo que queda de mi adolescencia; mi infancia ya fue arrebatada, no quiero eso de mi adolescencia. Quiero enamorarme, quiero llorar por amor, quiero reír…

 

-¿Hijo?

-¿Si mamá?

-Vamos. No puedes llegar tarde a clases. Busca tu bolso y vamos, tu padre nos está esperando con el auto.

-Sí, voy.

 

Ah…. Bueno, es hora del colegio.

 

Al llegar al colegio me despedí de mis padres. Entré en el salón y me quedé sentada viendo hacia la ventana esperando hasta que todos los alumnos entraran.

 

-¡Gumball!

-Hola Finn…

-Me estaba preguntando… el sábado no tengo nada que hacer y bueno, ¿Quieres ir a jugar video juegos conmigo?

-Me encantaría Finn, enserio. Pero no puedo… tengo que estudiar.

-Te la pasas estudiando. No puedes hacer eso todo los días ¿Cuándo te vas a divertir?

-No lo sé, pero espero que sea pronto. Ya no soporto más.

-Okey… cuando puedas divertirte me llamas ¿Eh?

-Sí, lo haré.

 

Finn era un gran amigo. Aunque no podía salir con el, en el colegio pasábamos unos muy buenos momentos. A veces me molesta no poder hacer nada con el; siento que en cualquier momento lo voy a perder pero no puedo hacer nada. Le llego a discutir a mis padres… quiero ver que hace el cinto por mí.

 

-¡ Gumball Avader!

-¿Si Director?

-Necesito que venga conmigo…

-Bueno…

 

No hice nada malo, todos lo saben. Me debe llamar por otra cosa ¿Algo salió mal? ¿Sus lentes desaparecieron… otra vez?

 

-¿Conoce a Marshall Lee Avader?

-Claro. Un alumno de mi clase. Tenemos el mismo apellido; pero no somos familia.

-Sí, ese. Bueno. Ha estado faltando a clase y necesito que lo traigas de vuelta. No quiero que el colegio quede en malos ojos ¿Me entiendes?

-Lo entiendo, haré lo que pueda. ¿Pero qué pasará si no resulta?

-Eso es lo más importante.

-¿Eh?

-Si no lo logras, perderás el cargo de Delegado del curso.

 

Oh no… no puedo perder mi puesto, mis padres me matarían. Me tratarán peor que ahora. Tal vez ni me dejen salir al colegio y me pongan una institutriz.

 

-Tranquilo señor, lo haré

-Confío en ti. Ahora ve a buscarlo.

-Claro…

 

¿Cómo se supone que lo voy a encontrar? Bueno, si no está en clase significa que debe estar por el patio. Será el primer lugar en donde revisaré, si no lo encuentro me fijaré dentro del colegio.

 

He dado vueltas por todos lados, y no lo he encontrado. ¿Habrá sido raptado? No, no creo. Tengo que seguir buscando…

 

Veo a una persona sentada bajo un árbol ¿Será él? Debe ser. Es el único alumno que no está en clase, veré si es él…

 

-Disculpa… ¿Marshall Avader?

-¿Pasa algo?

-Eh… hola, soy Gumball… soy tu compañero de clases…

-Ah… si… mi “Hermano” ¿Verdad?

 -Eso creo

-Bueno caramelo ¿Qué te trae por aquí?

-Quería que vuelvas a clase…

-¿Para qué? No me sirve de nada

-Te servirá mucho. Para cuando te quieras casar, cuando quieras tener una familia. Así los puedes mantener

-¿Para qué querría yo una esposa e hijos?

-¿Nunca te has enamorado?

 -No

-Yo tampoco…

-¿Quieres tomar asiento?

-¿Puedo?

 -Claro, ven.

 

Tengo que hacerlo volver… de no ser así perderé todo por lo que he dado mi vida.

 

-¿Por qué no vas a clases Marshall?

-Ya te lo dije… no me sirve para nada.

-Tal vez no te sirva de nada pero un poco de estudio no te mataría ¿No crees?

-¿Por qué quieres que vuelva?

-Soy el Delegado del curso. Te tengo que hacer volver, de no ser así me sacarán el puesto y mis padres me matarán. No quiero que eso pase, lo he dado todo para poder estar en ese puesto y no dejaré que un chico que no quiere estudiar me lo quite

-¿Es eso?

-Sí eso.

-Lo haré, iré a clases.

-¿Enserio? ¡Muchas gracias Marshall!

-No hay que agradecer. Después de todo… eres mi hermano.

 

Ambos nos levantamos y volvimos a clase.

Me siento en verdad feliz. No creí que lo lograría, parecía una persona algo fría pero igual ¡Lo logré! Me siento tan bien…

 

-Oye Gumball…

-¿Si?

 -Eres lindo

-Eh… yo…

 

¿Qué se suponía que le conteste?

 

-No tienes que responder, solo te lo quería decir… bueno… entro a clases.

 

Len entró a clases y yo pasé después. Cuando entramos todas las miradas estaban sobre nosotros y no nos dejaron de seguir hasta que tomamos asiento.

 

Las clases siguieron como de costumbre. No podía evitarlo, mi mirada se desviaba para poder ver Marshall y cuando eso pasaba él también me estaba mirando. No sé qué es lo que me pasaba pero… quería estar con Marshall, de alguna manera.

 

El timbre del receso sonó. Todos los alumnos salieron como locos del salón (Como siempre XD). Yo me quedé ordenando mi cuaderno, no quería perder ningún apunte para los exámenes.

 

-¿No sales?

-Oh… hola Marshall…

-Hola Gumball… ¿No sales al receso?

-Sí, ya salgo. Estaba ordenando unas cosas.

-No lo hagas, pierdes tiempo. Ven, vamos.

-Pero ¿Y si pierdo los apuntes?

-¿Y si no? Dale, no quiero que te preocupes demasiado. Vamos a divertirnos…

-¡Okey!

 

Estuvimos juntos todo el día. Marshall en verdad parecía ser una buena persona, creo que me gusta… no sé. Tal vez crea que me gusta porque es la primera vez que estoy con un chico todo el dia pero no lo sé. Sinceramente siento eso…

 

-¿Gumball?

-¿Pasa algo?

-Me gustas

-¿¡Qué!?

-Eso… me gustas…

¿Eh? ¿P-pero tal de repente? Y-yo…

-No te hagas drama, soy capaz de esperar.

-¿Por qué te gusto? Digo… si ni siquiera nos conocemos…

-Tal vez no nos conocemos pero siento que si te conozco. De algún lugar, de algo…

-¿Enserio…?

-Sí. Entonces… ¿Te gusto?

-Yo… creo… si, si me gustas.

-¡Genial! ¿Salimos?

-Ese es el problema. Mis padres no me dejan ni acercarme a una chica. Por eso nunca me enamoré, y si les caigo con uno ahora; además uno bien problemático y que sea hombre. Estoy en la perdición.

-Oh… pero ¿Nos podemos ver el colegio?

-Claro

 

Seguimos hablando hasta que me vinieron a buscar.

Tengo una alegría inmensa en mi corazón. Nunca antes me había sentido de esta manera. Esto es algo nuevo para mí…

 

-¿Quién es ese chico con el que estabas hablando Gumball?

-Un compañero de clases. Me estaba pidiendo ayuda para una prueba.

-¿Se la diste?

-Claro que sí. Soy el Delegado del curso, mi trabajo es que todos sean correctos.

-Perfecto hijo, me enorgulleces

-Gracias papá…

 

No le podía decir nada. Si le llego a decir algo seguro que matará a Marshall, no de una forma literaria.

 

Los días iban pasando. Con Marshall teníamos una gran relación. Creo que todo saldría bien.

Un día que no me fueron a buscar mis padres él me acompañó hasta mi casa, yo sabía que sería un peligro pero no me importaba.

 

-¿Esta es tu casa?

-Sí, es esta…

-Ah… ¿Cuál es tu habitación?

-Mi habitación da para el patio. Es la única con balcón, es fácil de ubicar ¿Por qué?

-Curiosidad…

-Bueno. Creo que tengo que irme, o mis padres saldrán

-Gumball…

-¿Si?

 

Me agarró de los hombros y se me comenzó a acercar poco a poco ¿Sería lo que yo creía?

 

-¡¡GUMBALL!!

 

Oh no…

 

-Mamá… papá…

-¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

-Yo…

-Disculpe señora pero…

-¡CIERRA LA BOCA! ¿QUIÉN ERES?

-Mamá, papá. Él es Marshall… mi novio…

-¿Tu qué?

-Mi novio mamá.

-¡Eso…!

-¡NO QUIERO QUE LO VUELVAS A VER!

-No.

-¿Qué?

-No les haré caso. Marshall es mi novio y lo quiero, no lo dejaré.

-Si no lo dejas por decisión propia… ¡Lo harás por obligación!

 

Mi padre se acercó hasta Marshall y le golpeó la cara.

 

-¡¡MARSHALL!!

 

Me acerqué corriendo hasta donde estaba Marshall, estaba herido.

Mis padres me agarraron de los hombros y me llevaron adentro. No interesa cuánto grite o me mueva, no me dejan libre.

 

-¡No! ¡Por favor! ¡¡MARHALL!!

-Gumball… perdón…

-¡Por favor, no! ¡Marshall!

 

Me dejaron encerrado todo el día en mi cuarto. Estoy desbastado ¿Nunca más volveré a ver a Marshall? Me siento horrible…

No solo por lo de Marshall, sino también por lo que hicieron mis padres. ¿Cómo le van a pegar? Además ni me dejaron salir a comer… solo me dejaron comer una manzana. ¿Enserio? ¿Una manzana? Si no me suicido creo que moriré de hambre.

 

-No permitas que este amor se transforme en tragedia como Julieta… ayúdame a escapar de este sufrimiento. Tú eres mi Romeo…

 

¿Qué digo? Como si algún milagro pasara…

Mis padres me sacaron del colegio. ¿Dónde lo voy a ver a Marshall? Se llega a pasar por aquí… creo que morirá.

No me queda ya nada más que hacer. Si en esta vida no puedo ser feliz ¿Lo seré en otra? ¿Cuánto me queda de sufrimiento?

 

-Gumball…

 

Escuché que alguien mencionaba mi nombre desde el balcón. ¿Podrías ser él? No creo, es una locura. Pero podría ser él…

 

-¿Marshall …?

-Si

-¿Qué haces aquí?

-No puedo dejarte Gumball… te dije que te amaba.

 

Comenzó a acercarse lentamente hacia donde estaba yo.

 

-¿Estás bien peinado para ser de noche?

-Ehm… ¿Si?

-¿Por qué?

-Sabía que vendrías…

 

Embozó una pequeña media sonrisa.

 

Antes de que me diera cuenta él estaba encima de mí. Su cuerpo sobre el mío.

 

-Marshall…

-Gumball… te amo…

-Yo también Marshall.

 

Enrollé mis brazos en su cuello y lo atraje más hacia mí hasta que unimos nuestros labios en un beso apasionado, lleno de amor y sentimiento.

 

No me interesa nada más. Solo este preciso momento. No quiero ser el mismo chico buena de antes, quiero una noche de maldad. Quiero, por una noche, ser malo.

 

-¿Gumball…?

-¿Pasa algo?

-No quiero seguir con esto… no todavía.

-¿Q-qué quieres decir?

 

Se separó de mi cuerpo. Se sentó en mi cama, mirándome fijamente.

Yo también me senté. No entendía nada ¿Algo hice mal?

 

-Te amo tanto Gumball que no te podes imaginar. Creo que nunca sentí esto antes pero… tengo miedo de perderte. Y lo único que quiero es que estés a mi lado para siempre. ¿Qué dices?

-Sabes que no te dejaré ¿No?

-No me refiero a eso…

 

De su bolsillo sacó una pequeña cajita negra. Al abrirla pude ver un pequeño anillo con una pequeña gema encima ¿Sería lo que creía?

 

-¿Qué dices?

 

Dios. Ayúdame a responder rápido a esta pregunta. Si no lo hago lo perderé para siempre…

 

-Si…

 

Tomé la pequeña sortija y me la ubico en el dedo.

Quiero, quiero casarme con Marshall. Lo amo locamente. Y aunque seamos menores lo haré, compartiré mi vida con él.

 

-Acepto Marshall…

 

Él me dijo que me esperaría abajo. Que quería salir de ese lugar lo más rápido posible. Para que escapemos juntos…

¿Estaré haciendo lo correcto? ¡No me importa! Amo a este chico y haré lo que sea para permanecer a su lado.

Lo único que dejé fue una manzana y una nota… “Romeo y Ceniciento”

Me siento como Cenicienta. Pero tengo miedo de sentirme así, a Cenicienta por mentirosa se la comió el lobo ¿Me pasará lo mismo?

 

No lo se…

Notas finales:

A mi me gusto como quedo, espero que les haya gustado!! Hasta La Proxima!!! Babaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyy!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).