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La bella y la bestia por Yaoi lovers

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Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de Yana Toboso, utilizados en esta historia con la única finalidad de entretener a quien la lea.

Notas del capitulo:

Mi resúmen es un asco y agradezco de antemano a quienes llegaron hasta aquí a pesar de eso.


Es mi primer songfic y la tengo escrita desde hace tiempo pero a penas me animo a compartirla.


Es una de mis parejas favoritas y fue de las primeras que shippee (además de la primera que leí un fic) y le tengo mucho cariño así que nada, espero sea de su agrado.

A pesar de su corta edad ese chico rubio había pasado ya por muchas tragedias, realmente intentaba no demostrarlo pero en el fondo era tan frágil como una rosa al punto en que el roce más mínimo podía derrumbarlo y su belleza era tal que incluso sufrió abuso por parte de aquel que años después le heredaría su apellido.


Su inestable personalidad, las desgracias que había vivido en su infancia, la falta de amor y autoestima aunados a la gran soledad que sentía, después de perder a la única persona que le importaba, y su desdicha lo llevaron a cometer el peor error de su vida: involucrarse con él...


Literalmente era una bestia, una de esas a la que los humanos tanto temían y buscaban refugio de ellas, esas que se encargaban de devorar almas y alimentarse del sufrimiento de la misma; aquellas a las que a cambio de un favor tenías que entregarles lo único que tienes.


Se conocieron por casualidad y el pequeño Alois, tan necesitado de afecto y atención, pensó que ese trato lo liberaría de la oscuridad tan profunda en su corazón, que podría obtener aquello que más anhelaba y que nunca más tendría necesidad de sufrir.


-¿En verdad seré lo único que te importe?-cuestionó con cierto temor a la voz que escuchaba a través de las hojas de los árboles sin poder determinar quien la emitía.


-Únicamente seré fiel a ti-respondió de esa manera que encandila a cualquiera, haciendo que incluso la mentira más evidente resulte creíble-No habrá a quien yo obedezca más que a ti y tu palabra será lo único valido para mí. Sólo tienes que aceptar mis condiciones y cerrar el trato. Con eso, todo aquello que anheles lo pondré ante ti...


Su ingenuidad e inocencia, a pesar de todo lo que ha vivido, y su deseo casi egoísta de ser feliz a cualquier costo lo hicieron caer en las artimañas de la bestia y sin darse cuenta, al cerrar el trato con la marca en su lengua, se había encadenado a ese demonio.


Todo marchaba bien o eso parecía, la criatura deseaba cada vez más que el momento en que pudiera consumir esa alma, llena de sentimientos oscuros y que con su compañía y guía guardaba cada vez más rencor, llegara pronto y acabara de una vez por todas con ese trato, desde su punto de vista, absurdo.


Pero el tiempo pasa y su deseo iba en aumento al grado de recurrir a la búsqueda de nuevas almas encontrándose con una que superaba sus expectativas; sin embargo el pequeño no lo notaba pues estaba cegado por el amor que sentía hacia él pero no era tonto, lo primero que notó fue la diferencia que tenía en el trato hacia él, comenzaba a dudar de la fidelidad que siempre le había jurado y sospechaba por todo el tiempo que ahora pasaba solo y antes compartía con su mayordomo.


La peor parte llegó cuando intentó enfrentarlo, ya que para encubrir lo que había hecho a espaldas de su amo lo llenó de besos y caricias que lo hicieron delirar de placer y lo obligaron a otorgarle el perdón.


-Claude ¿Tú me amas?-le preguntó aún recostado sobre la cama con nada más que una sábana cubriéndolo mientras lo veía terminar de arreglar sus ropas.


-Alteza, amo todo de usted...-se acercó hasta la cama y se sentó a su lado tomando su mano con delicadeza para hacerlo caer en su trampa-Amo su alma que desborda pasión-besó delicadamente su mano y volvió a alejarse con la certeza de que había logrado su objetivo.


El de los ojos azules sonrió ampliamente , olvidando por completo aquello que lo había llevado a ese punto y es que otorgarle el perdón con cada caricia era su debilidad pero en el fondo sabía que lo que pasa una vez siempre sucede una vez más.


Pasada la emoción del momento y en completa soledad, el rubio permanecía recostado en la cama intentando analizar su actuar pues sabía de sobra que el contrato no lo estaba llevando a nada. Necesitaba salir de aquello, poner un fin a todo y ser más fuerte que la bestia que lo sometía y manipulaba a su antojo.


-Hay demasiadas cicatrices y no puedo con ellas-se decía mirando hacia el jardín frente a su ventana con cierta nostalgia al recordar pasajes no muy agradables de su infancia-No hay manera de ocultar lo que llevo dentro, ni siquiera me quedan lágrimas para llorar y el peso de los años me doblan la edad... Claude, sólo dime que nada ha pasado y todo sigue igual, si me lo dices olvidaré el tema por completo y otra vez seremos felices de nuevo-giró sobre la cama y sin levantarse abrazó sus rodillas.


Las cosas iban de mal en peor: las discusiones se hacían cada vez más frecuentes y el demonio no las soportaba, comenzó a mostrarse insensible y agresivo y el menor estaba más que asustado, principalmente a causa del primer golpe que recibió por parte de la criatura a quien amaba; las lágrimas brotaban de sus ojos al sentir la agresión y sólo pudo caer de rodillas sobre el suelo tocando con ambas manos la parte afectada.


-Cuanto lo lamento, alteza-con fingido arrepentimiento le dije mientras se colocaba a su altura-Me dejé llevar por la furia del momento. Le juro que lo hice accidentalmente y que no volverá a ocurrir-hizo que sus frentes se encontraran mientras lo rodeaba de manera protectora con uno de sus brazos y con la mano que tenía libre apretaba suavemente las del más pequeño buscando el perdón e intentando recuperar su confianza.


Sólo eso bastó para que de nueva cuenta depositara todas sus esperanzas en el azabache, decidió restarle importancia porque no quiere perderlo pero se siente impotente al no poder ponerle un freno y tiene miedo de volver a causar su ira.


Dejar las cosas así no le ayuda pero no sabe que hacer, sabe que fue la primera y probablemente no sea la última vez, es evidente que no quiere más problemas pero no debería seguir permitiéndolo porque su alma aún no le pertenece y sobre él no tiene autoridad pero al dejarlo hacer su voluntad ha invertido los papeles. No puede detenerle, no puede defenderse, no puede hacer más que suplicar que todo termine.


Cada día es más normal que su relación pase del amor al odio, los golpes, peleas y discusiones se convirtieron en algo habitual que el rubio sólo ve como un mal episodio. La bestia no lo quiere pero no dejará que escape sin darle "lo que por derecho le pertenece".


-Sólo quiero que entienda esto, alteza-dijo mirándolo de manera retadora y sosteniendo con fuerza su muñeca para evitar que escapara en una ocasión que el menor intentó deshacer el contrato para librarse del sufrimiento-Usted es mío y de nadie más, si no soy yo quien devore su alma nadie más será capaz de hacerlo-lo lanzó bruscamente provocando que cayera al suelo.


Estaba desesperado y no podía más, su antes fiel y amado mayordomo cada vez se tornaba más irritable y agresivo y cuando quiso ponerle un fin definitivo ya era demasiado tarde: malherido a mitad del bosque y sufriendo terriblemente se encontraba llamando a la criatura, deseando con todas sus fuerzas que, como en su primer encuentro, llegara a salvarlo.


-¡Claude!-gritaba entre sollozos reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban-¡Claude!! Si me salvas ahora... Prometo que pasaré por alto todo lo que ha pasado... No volveré a cuestionar tus decisiones y obedeceré lo que me digas pero, por favor... ¡Sálvame!-atendiendo a sus suplicas el azabache apareció-Claude..-susurró suavemente entre lágrimas y la sangre que brotaba de su herida-Sálvame, Claude... Líbrame del dolor...


-Así será, alteza-se acercó hasta él acariciando su cabello y lo besó dulcemente en los labios-No volverá a sufrir nunca más...-una sonrisa victoriosa y una mirada demoníaca fueron lo último que le dedicó a quien fuera su amo antes de arrebatarle el último suspiro.


Una mueca de dolor fue lo único que pudo apreciarse en el pequeño y débil cuerpo, y no a causa del dolor físico sino del que sintió al verse traicionado y en sus últimos momentos con vida sólo una cosa rondaba su mente...


-Sentí un filo atravesándome de un sólo golpe; cayó mi sufrimiento, mis lamentos y mis suplicas de la manera más brutal que pudo... Ya es tarde para intentar regresar en el tiempo y evitar que las cosas lleguen hasta este punto; no volveré a tener otra oportunidad para arreglar nuestras diferencias y corregir todo lo que hice mal... Si tan sólo hubiera algo que hacer para cambiar lo poco que me diste daría todo porque entiendas un sólo segundo de mi sufrimiento, que comprendas porqué deposité en ti mis esperanzas y todo lo que se suponía me dieras-una última lágrima brotó de sus ojos y rodó por su mejilla-Claude, aunque no lo sepas y tampoco te interese: yo siempre te amaré...-y así fue como la vida se escapó de entre sus manos.


-No quería que esto acabara así pero no me dejó otra alternativa-susurró con su mirada regresando-No había otra solución, alteza...-dio media vuelta y comenzó a caminar sin siquiera mirar una última vez al pequeño cuerpo-Pero ahora su sueño se cumplió y estaremos para siempre juntos-miró su mano extendida en la que sostenía un anillo, cuya gema contenía nada más y nada menos que el alma que tanto deseo; mirándola con una sonrisa triunfal para después guardarla en el bolsillo de su saco.

Notas finales:

Me hubiera encantado que fuera una historia con final feliz pero creo que esta va más acorde con la historia original.

Espero hayan disfrutado leyéndola tanto como yo mientras escribía y muchas gracias a quienes llegaron hasta el final  y sólo por si alguna duda queda lacanción es La bella y la bestia de Porta.

Gracias por leer.


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