Un fin de semana lluvioso en una gran mansión, el joven emperador Akashi despierta de su bien merecido sueño después de pasar horas pensando en su actual rompimiento con su amiga y vecina Mei Shing.
Todo comenzó hace un mes poco después de perder la Winter Cup. Seijuro volvió a ser el mismo chico de ojos rojos y no tan mandón con sus compañeros tanto de clase como de equipo.
Aunque conserva aquel aire de autoridad y obsoluto en lo que quiere y desea obtener.
Mei Shing había visto el juego y se ofreció a acompañarlo a su casa, no sin antes celebrar su medalla de plata .
Vamos Sei-kun animate y comamos en el lugar que más te gusta - decía la joven muy sonriente y tirando del brazo de su acompañante.
Sin muchas ganas y casi arrastras fue caminando junto a ella al restaurante más lujoso y cercano.
No muy lejos de ahí, más preciso decir en la acera de enfrente, aquellos ojos cual rubí se enfocaron en una cabellera castaña entrando a la librería.
Pequeño chihuahua? murmuró más para si mismo. Un fugaz pensamiento cruzo por su mente, pero asi como llego se fue, entró al establecimiento seguido por Mei quien no dejaba de abrazarlo y colgarse de su brazo
Mei-san sería tan amable de dejar de abrazarme y tomar asiento- Lo dijo de forma educada retirando la silla para darle espacio a sentarse
Sei-kun no hables conmigo tan formal soy tu novia no uno de tus socios- Haciendo un puchero y acomodándose en el lugar. Además nuestros padres ya están planeando nuestra boda - Esto lo dijo con una simpleza que Seijuro tuvo que hacer uso de toda su razón para no contestarle y mucho menos gritarle.
Mei consideró que primero debemos terminar nuestra educación antes de siquiera pensar en el matrimonio - Contestó Akashi sentándose frente a ella y hablándole al camarero para tomar su orden.
La velada paso sin más percances, aunque el emperador en realidad no prestaba atención a su acompañante, el estaba enfocado en la librería pues en todo el tiempo que llevaban cenando no había visto salir a aquel castaño y aún más porque se preocupa por el.
De vuelta en sus respectivas casas la feliz pareja se preparan para su próxima cita o al menos eso pensaba Mei ya que a pesar de sus llamadas y visitas a la mansión Akashi, la respuesta que recibía era siempre la misma
-El joven amo no puede atenderla hoy señorita Shing
Eso se lo dijo el mayordomo principal de la familia
Indignada y con la cara enrojecida salió de ahí no sin antes pedirle un favor
Digale a su joven amo que entendí bien y ya no lo volveré a molestar - Corriendo hacia su casa apuntó de llorar Mei se decía asi misma que merecía alguien mejor que ese enano pelirrojo.
Dentro de la casa aquel mayordomo se dirigió a la habitación de su joven amo, tocando la puerta y esperando autorización para poder abrirla
Adelante Tori, que noticias traes
Tori abriendo la puerta y explicando a detalle lo ocurrido con Mei
A Seijuro esto le hizo gracia y más aún al recibir un mensaje de ella diciéndole lo frío y cruel que es con los sentimientos además de algo que el tomo por palabrería y que muy pronto se haría verdad
Algún día alguien te hará sufrir y cuando eso pase tu mundo perfecto terminara dándote cuenta de la realidad " Tu no sabes amar "