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Los ocultos que renacen del olvido por SERGIO220

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Notas del capitulo:

La canción del capítulo en la que me inspire (Ni idea de cómo y porque) pero aquí está: Canción.

Si ven la imagen podria parecerse a lo que vio Thesan en el capítulo anterior la luz que creaba Osiris cuando estaba reviviendo en un dios

Sin mas demora el capitulo 1 -Lo golpean- Digo 2 :D

**Osiris**

 

El sonido de una alarma me despertó atrayéndome de vuelta a la realidad desde lo más profundo de mis sueños… Bien se podría decir que una vida llena de responsabilidades no es lo que yo me esperaba a fin de cuentas, la sensación de las pieles cómodamente amoldadas a mi cuerpo, el sonido de las aves cantando alegremente haciendo el presagio de un día ameno y agradable, junto con el inconfundible olor del café recién hecho daban una sensaciones de confort de la cual no me querría despertar hasta no pasadas las horas de la tarde.

 

Sabiendo que no podía retrasar más el despertarme, desperezándome estire todo mi cuerpo sobre la amplia cama, abrí el ojo derecho tratándome de acostumbrar a la luz y esperando encontrar mi mesa de noche para ver el reloj que puntualmente me marcaria las 6 en punt, fue como un balde de agua fría que me desconcertó por completo el sentir unas palpitaciones constantes pero acompasadas y el sonido de una respiración animal debajo de donde me encontraba.

 

-Mmm… ¿Qué?- Mi voz semi adormilada cambio de postura a una un poco mas despierta, este no es mi cuarto, tampoco es que bebiera mucho anoche como para despertar en el lecho ajeno, desperezándome estire mi cuerpo y frotándome un ojo trate de ver todo para darme una idea de donde me encontraba.

 

Las paredes blancas de un  mármol inmaculado me saludaron con total vehemencia junto una imponente habitación que se erguía orgulloso luego de mi “reparador” sueño, a la lejanía una gran jaula dorada contenía a varias docenas de aves exóticas, estas ajenas a mi cantaban con una belleza singular esperando impacientemente al momento de ser liberadas, había tanto armaduras como armas de combate desperdigadas por el suelo ya sean un tanto arcaicas hasta algunas armas de fuego acomodadas pulcramente en unas vitrinas, la mayoría ya habían visto sus mejores años por lo que no era de esperarse que estuvieran carcomidas y oxidadas por el tiempo.

 

Lo que antes confundí con mis sabanas ahora un manto peludo muy suave descansando sobre lo que parecía ser un piso lustroso de madera fina, una bestia que se veía como un felino de tamaño considerablemente grande descansaba acompasadamente debajo de mi lo cual hizo alarmarme (si se puede mas),  sencillamente podríamos confundirlo con una pantera  si descartamos la expresión juguetonamente tierna que tenia plasmada en su semi-sueño además de que tenia ciertas diferencias a los “Gatos” convencionales: como las patas que en sus ancestros fueron ágilmente musculosas ahora se veían menos fuertes y mas esbeltas, los ojos grises llenos de sabiduría, las orejas caídas a la cual la derecha la faltaba un pedazo y el pulcramente pelaje negro indicio de un  cuidado constante.

 

Muchos ventanales estaban abiertos a lo largo de las paredes, sin excepción reflejaban la luz solar que se colaba gustosa de bañar a todo lo que se encontrara en su camino, en la lejanía del horizonte mostraba un bosque intensamente verde y un cielo de color celeste que daban un ambiente completamente singular, ninguna a la cual hubiera sido expectante antes. Afortunadamente no era intensa, lo que indicaba que eran horas tempranas de la mañana (Probablemente las 9 am) pensé, eso explicaría por qué estaba dormido pero no el por qué ni como.

 

-Ehhh…- Es lo unico que pude articular en ese momento

Inmutable de mi presencia el gato miraba tranquilamente mis movimientos con los ojos entrecerrados, haciendo caso omiso a mi instinto de conservación quise tratar de acercarme a lo que sería su cara, lo tome firmemente mirándolo a los ojos y…

 

Lo acaricie lentamente…

 

 ¿Qué querían que hiciera? El me incitaba a hacerlo, a leguas se nota que es una bola de ternura andante, era lindo pero daba algo de miedo. Este, con una expresión felina siguió observando mi escena con total curiosidad y con un bostezo perezoso abrió su hocico bestial dejando a la vista unos filosos y brillantes dientes dignos de un gran depredador (De seguro come una gran cantidad de carne por día) pensé para mis adentros. Pasaron unos minutos en los que nadie hizo gran cosa, el por estar dormitando y yo por el curiosidad a los desconocido, trate de ver cada detalle de semejante espécimen y respire hondo cerrando los ojos por un momento.

 

Bien… –Contando hasta diez en mi mente repetía los intervalos con la idea de tomar una postura más seria- No es lo que alguien se espera en un martes por la mañana… Pero viéndote no estoy para nada inconforme- Sonreí tontamente y él me devolvió la mirada curioso. 

 

Lo que parecía ser “el” enarco una ceja silenciosamente a modo de respuesta, claramente no lo vi porque estaba más ocupado mirando con fascinación su anatomía ¡Caray! Nunca había visto semejante animal, bueno si pero nunca uno que llegara mínimamente a medir más de 5 metros de longitud, ni en mis mejores años de “casería” he visto semejante bestia

 

-¿Que Eres?, Y lo más importante ¿Dónde estoy y que hago aquí?- Pregunte a la nada ya que prácticamente era tonto pedirle respuestas a un animal, pero si antes estaba sorprendido ahora mi boca se había desencajado al verlo, esto… Sobrepasaba mis expectativas.

 

-Creo que ya deberías saberlo, Osiris- Su voz gutural y gruesa resonó en toda la estancia haciéndome sentir los vellos de punta, ciertamente esa criatura no era tonta. Su presencia era algo difícil de ignorar.

 

El que calla otorga así que tentado a ser bromista  y disipar en parte mi temor le dije:-... ¿No podrías haber dicho alguna otra frase menos cliché señor gato?, hasta en las películas de comedia tienen mejores guiones para sus actores- Al principio me miro como si estuviera asombrado de mis palabras, luego hizo algo parecido a un bufo y volvió a su semblante pasivo.

 

-Mi nombre es Kon, El dios animal… Y no, no soy ningún “Señor gato” para que lo sepas, no deberías hablarle así a tu instructor por favor-aclamo ahora algo irritado, haciendo vibrar las paredes al hablar-eso una profunda falta de respeto proviniendo de un estúpido principiante.

 

-¿Principiante?, ¿Acaso no es una broma  mas de Thesan y sus amigos?- Mi duda no se hizo acallar haciéndolo suspirar, ahora más divertido que nada lo abrace del cuello apegándome más a quien parecer se llamaba Kon solo para seguir molestándolo, esto era divertido además de cómodo, no me molestaría el acostumbrarme a dormir así si me lo preguntaran.

 

-Pensaba que tu… “Amante” te habría contado de esto antes–Negué con la cabeza silenciosamente

 

Se levanto en sus cuatro patas ¿Nervioso? Haciéndome a un lado bruscamente- Escucha atentamente… Como veo que no voy a conseguir nada en mi forma original cambiare de aspecto a algo más respetable para ti, sino solo me harás perder la paciencia y terminare por comerte.

 

-…- Aleje de mi mente esa escena tan grotesca así que solo asentí encogiéndome de hombros- Lo que tu digas.

 

-Bien- gracias a que la estancia donde estábamos era inmensamente grande, se alejo caminando unos metros girándose al final hacia mi dirección, respiro hondo y respirando acompasadamente comenzó a brillar, abrí los ojos inmensamente por la sorpresa viendo ese espectáculo de luces parecidas a las luciérnagas.

 

**Kon**

 

Ciertamente este cachorro es tan tonto que ni siquiera se ha dado cuenta que es un dios, (Y de los más poderosos) pensé resignado, claramente el dios de la vida nunca le habría contado nada de nuestra existencia, lo entendía y hasta lo valoraba pero eso no me dejaba más opción que empezar desde lo básico de los más básico.

 

Sin más demoro respire hondo, me senté en dos patas y comencé a recitar el juramento milenario que me acompañaba en mi existencia:

 

-“Cuando la naturaleza sea exterminada, ahí estaré para poder dar mi último aliento en busca de su resurrección”

 

Este iba a ser un día largo…

 

**Osiris**

 

Primero fue una, luego 100, después fueron un millón y poco a poco lo que comenzó con pequeñas esferas de luz parecidas a esporas provenientes de los ventanales y por ende del bosque invadir el cuerpo de lo que en su momento me dijo que se llamaba Kon, fueron cubriendo sus patas, el lomo y hasta la cabeza sin ningún espacio libre de esas haciéndolo brillar por completo, hasta ese momento fue que maulló por primera vez provocando una reacción en cadena, las esferas llenas de vitalidad y esperanza fueron explotando silenciosa pero rápidamente haciéndolo desaparecer.

 

Sorprendido di un paso atrás y cubriendo mis ojos levemente vi fascinado como su forma se hacía polvo dando inicio a una reconstitución completa.

 

Las aves callaron expectantes de cada movimiento, su instinto les decía que estaban en peligro pero una fuerza prominente los calmaba y les confería una tranquilidad extraña, ninguna hizo algún sonidos, solo miraron embelesados como el principiante en esos momentos.

 

Poco a poco, del polvo que aun flotaba en el aire, salió lentamente una forma humanoide, esta caminaba en dirección a Osiris tranquilamente. Mientras el polvo se disipaba o se lo llevaba el viento, el contoneo de su figura dejo al peliblanco sin respiración alguna.

 

Lo que antes era un gato ahora era un hombre completamente hecho y derecho con todo el sentido de la palabra, tampoco es que fuera como en la ficción donde saldría un adonis o con toda la ironía del mundo (y de otros) “Un dios griego”, para nada. Si Osiris se diera cuenta de los pensamientos de Kon nunca se imaginaria que la belleza era un concepto muy distinto para él. El hombre quedo al descubierto y se vio por primera vez su desnudez, no tenía nada que envidiarle a los demás dioses en fuerza y estatura, el superaba los 2 metros haciéndolo ver imponente, su figura esbelta pero musculosa aun en esta forma era ágil y con gracia producto de sus muchos años en los distintos paramos que los ambientes podrían brindarle, la piel morena que en su momento fue un pelaje negro ahora completamente llena de cicatrices era testigo de las mil y un guerras por el destino de varias civilizaciones, su rostro de gestos rudos podría confundirse con el de cualquier otro guerrero mas, a excepción de sus ojos… Grises e inexpresivos por el momento miraban fijamente al otro como sospesando muchos pensamientos y posibilidades, estos eran los ojos de un estratega nato.

 

Al contrario del otro, Osiris tenía ciertas singularidades que siempre lo destacaban en una multitud, por mas grande que fuera, se podría considerar  menudo y esbelto, el nunca había entrenado en combates o en índoles donde se requería el físico constantemente, el al contrario de Kon era albino por lo que no era de esperarse que tuviera el cabello blanco y unos ojos ardientes llenos de pasión e inteligencia, tuvieran un par de iris tan rojos como la sangre derramada de sus ancestros, lo único que le llamo la atención por el momento fue que ambos tenían la piel morena parecida a la leche con chocolate… Y que el usaba ropa.

 

-Estás desnudo- Fue lo primero que dijo el de ojos rojos desviando la mirada hacia otro punto muerto de la habitación, no era pudoroso ni nada, solamente no era algo moral ver a alguien como vino al mundo.

 

-Obviamente- Respondió con tranquilidad ignorando la indirecta, ahora su voz era más humana pero no dejaba de ser grave y retumbante.

 

-¿No… Podrías ponerte algo?- Comento ligeramente incomodo siendo ahora más directo.

 

-Yo no le veo el problema… De hecho deberías acostumbrarte a la anatomía de las demás seres vivos. Claro, a menos que tengas ciertos fetiches con ver “cosas que no debes”- Respondió… ¿Bromeando?

 

-¡N-No es eso!, por favor solo ponte algo, es incomodo ver cómo te paseas de un lado a otro sin tapujos… Por favor- Ahora el otro hablo resignado señalando su entrepierna y el pelinegro sonrió divertido.

 

-Ahora piensa dos veces antes de llamarme “señor gato”, discípulo- Con un porte orgulloso sonrío mostrando unos dientes afilados, era extraño pero a pesar de lo que aparentaba sus ojos no cambiaban de expresión en todo el momento.

 

El oji gris hizo resonar sus pies descalzos en el eco de la habitación saliendo por una puerta de tamaño considerable dejándome en la soledad por unos momentos. Suspire aliviado y volví a echarle un vistazo a los utensilios y armamentos que se encontraban ahí.

 

Tome con seguridad una lanza y trate de hacer una finta como si la fuera a lanzar, de repente recordé con nostalgia los tiempos en que mi abuelo ya entrado en años me contaba de las veces en las que había luchado con un sinfín de “Monstruos” y sus muchos viajes a lo largo de todo Brasil, fingí que luchaba contra un ser invencible y al final deje la lanza donde se encontraba para no molestar a Kon. Seguí explorando a lo largo de la habitación y me asombraba más y mas conforme pasaba el tiempo, todo lo que guardaba en lo que sería su dormitorio tenía un valor inestimable en los sentimental, dibujos de animales raros. Retratos de gente desconocida y fotos de lugares únicos era lo que me encontraba en uno que otro mueble,  intente ver por  los ventanales tratando de deslumbrar mi posición o algo que delatara la posición del lugar, lastimosamente eran muy altos para mi estatura por lo que me resigne a mirar de nuevo a los pájaros.

 

-Hmmm…-

 

En una pequeña repisa a lado de ellos habían frascos con  frutos, semillas e insectos, tome un poco  de fruta con mis manos y me dispuse a darles de comer, sonreí cuando una especie parecida al ave del paraíso se acerco tímidamente en busca de alimento, abrí con cuidado una pequeña puerta de la jaula esperando que no se saliese ninguno y espere a que agarrase un poco del alimento, este voló con cuidado al piso , y, girando la cabeza como si se decidiera acercar más, tomo un poco de la fruta regresando grácilmente a la rama que se encontraba para poder comérsela gustoso, sonriendo por la forma en que se movía me distraje por un momento sin notar que un par de ojos gatunos me escudriñaban, analizando cada uno de sus movimientos.

 

-Esa ave es la más tímida de la pajarera, me sorprende que se te acerque con tanta facilidad- Comento al final en un susurro mas para el que para mí, yo al contrario salte del susto y di un gritito de lo menos masculino.

 

-¡Por dios! Avisa que llegaste, por poco me orino- El solo rio quedamente a mi respuesta

 

-Tampoco es para tanto pequeño aprendiz- Me miro con escepticismo, ahora que la veía note que en lugar de estar desnudo tenía una toga sencilla hecha de algún material bastante suave color gris, aun así era viejo por lo que tenia uno que otro parche para poder remendarlo, aparte de eso Kon seguía descalzo. –Y si te lo preguntas, no, no tengo más ropa- Dijo con sorna

 

-No te preocupes, tampoco es que me importe mucho que traigas puesto- Respondí pensativo  por un momento en otros asuntos (¿Dónde estará Thesan?) pensé con nostalgia, la última vez que nos vimos fue… ¿En donde fue?... rayos, no lo recuerdo.

 

-¿Entonces no te molesta que este “desnudo”?- Enarco una ceja e hizo amago de acercar su mano al precario botón que sostenía a toda la prenda.

 

-¡NO!... tengo pareja ¿Sabes?- Ahora sonrojado desvié la mirada, claramente este gato gigante solo le gustaba bromear conmigo.

 

-Claro que sí, yo mismo te comente de él hace rato… Podría decirse que son la “Pareja más popular” en las 15 dimensiones, hasta el dios más débil sabe de la relación que tenían un dios resurector de alta categoría y tu, un inmortal.- (Hasta hace poco) pensó Kon.

 

-Es cierto… Hablando de eso no contestaste ninguna de mis preguntas- Le dije pensativo,

 

-Claro que si, te dije “Ya deb…”- Kon iba a comentar con escepticismo pero yo lo calle cansado-

 

-Ya se ya se…- El volvió a bufar y yo solo resople- Mira, se que eres mi guía, maestro o algo así tengo entendido -El asintió escuchando atentamente- Pero… Sinceramente no recuerdo gran cosa dese la última vez que me fui a dormir y… No sé si pasó algo malo o bueno como para que este en un lugar así contigo, tu eres un dios y esto es lo que parece ser un mundo del que Thesan nunca me ha hablado casi nada por… Por temor a lo que piense de él, aunque no me lo dijera directamente- Suspire afligido bajando la mirada y cruzándome de brazos.

 

No necesitaba adentrarme mucho en mi mente para pensar en las veces que Thesan desviaba la mirada cambiando de tema cuando yo quería conversar de su procedencia y su mundo, luego terminábamos discutiendo, el lloraba pidiéndome perdón y terminábamos reconciliándonos. Kon no dijo nada por unos momentos en los que solo pensaba afligido lo que estaba sucediéndole ahora a mi conquistador junto con mi pueblo. Luego de eso, sucedió algo inesperado, ahí estamos los dos, en un abrazo de lo más fraternal y… tierno, rayos era extraño sentir el afecto de un desconocido (Y más cuando no tiene mucho que se estaba en una pose mas altanera y arrogante) pero eso no quitaba el hecho de que estaba desorientado en todo lo que pasaba por esos raros momentos de debilidad, pasaron unos cuantos minutos en los que nadie dijo nada hasta que Kon rompió el silencio con lo que comenzaba a ser su acostumbrada calma.

 

-Solo lo diré una vez- Hablo cálidamente mientras yo estaba pegado a su pecho, involuntariamente le correspondí tratando de abarcar su amplio pecho- Conozco a Thesan y para el eres alguien especial, ese estúpido niñato podría pasar horas de ti tan solo contándome lo que hicieron en un par de días, créeme… Lo he vivido –Suspiro sonriente a la nada- Cuando solo te contaba lo necesario era más por miedo a represalias contra ti que nada, su relación no estaba prohibida si te lo preguntas, el problema es lo que le costaría a tu civilización si sabias de eso. El entendía el profundo cariño que le tenías a tu gente así que no podía dejar que la destruyeran por decir algo de más.

 

-¿A qué te refieres?- Pregunte susurrando, me separe de su cálido pecho y note que ahora tenía una sonrisa mucho más extraña que otras de las cuales había mostrado antes.

 

-Bueno…-Dudo en decírmelo también, pero al final prosiguió- En pocas palabras, si él te contaba algo más que tu pueblo no conociese antes de tiempo, los dioses de la guerra y la muerte podrían masacrar tu mundo natal en cuestión de horas por… Orden del emperador –Su voz dejo de ser tranquila hasta que adopto un tono de amargura y desprecio hacia esa persona- Cuando un mundo no está preparado a avanzar de manera benigna, termina haciendo un efecto contrario, separando lo que una vez estuvo unido con muy pocas posibilidades de remendar ese error.

 

-¡Pero… Eso no es cierto!, si es que lo que me fuera a decir Thesan afectaría tanto la vida que conozco, solo sería cuestión de tiempo para que nos volvamos mas fuertes aparte de unidos y por no decir avanzados, es como decir que deberían meter un niño a la cárcel por haberse robado una paleta de una dulcería cuando en realidad hay que corregirlo además de orientarlo hacia lo que se considera correcto, ¡Simplemente es absurdo!- Levante un poco la voz algo indignado por ese tal emperador ¿Cómo alguien con tal poder podía ser tan estúpido? Kon puso un dedo en mis labios acallándome con calma y prosiguió.

 

-Yo también lo entiendo, de hecho, la mayoría de todos nosotros estamos en desacuerdo con sus leyes, a causa de eso el nos dicta con puño de hierro diciendo que es lo mejor para todos –Suspiro dejando de lado el tema- Ahora. Con respecto a lo de antes ¿Quieres saber con exactitud todo lo que me preguntaste antes?- Asentí sin siquiera pensarlo-

 

-Comenzare con el principio, será mejor que te sientes- Me senté en el piso mientras él me secundaba-

 

-De repente, como si lo recitara de memoria lo escucho decir:

 

“Desde el principio de lo conocido, los mundos que han resurgido de las nubes cósmicas han mostrado un profundo respeto a sus divinidades protectoras… Los dioses.

 

Estos seres inmortales, que ascendieron a la omnipotencia gracias a los actos que han cambiado la existencia de millones de seres en su vida mortal, son recompensados por el “Ser” convirtiéndolos en guardianes o verdugos de todo lo conocido y hasta desconocido, ya sea para ayudar a crecer a las civilizaciones o escarmentarlas por los sucesos que fueron responsables.”

 

~*~

 

-Como dije antes..–Comento con la sabiduría que siempre se le denotaba en la mirada-

 

“Cuando una nueva divinidad nace, es por las acciones tan drásticas que hizo en su pasado y que marcaron el curso de una civilización, de un mundo o hasta de un sistema solar. Eso sumado a su esencia, a acciones que no pudo realizar cuando fue un mortal, su voluntad y un sinfín de factores más, dan como resultado a un ente divino”.

 

Te he contado sobre que hay 15 dimensiones -Asentí-

 

“Todos los seres inteligentes y con un alma propia habitan en las 15 partes conocidas de la existencia:”



    1. La dimensión de los que deambulan sin sentido

 

    1. La dimensión dejada de la mano de dios.

 

    1. La dimensión de lo perdido y lo oculto

 

    1. La dimensión del inframundo y el nirvana

 

    1. La dimensión de la luz y la oscuridad.

 

    1. La dimensión de la creación.

 

    1. La dimensión del alma.

 

    1. La dimensión de la sangre.

 

    1. La dimensión de la resurrección.

 

    1. La dimensión limbo.

 

    1. La dimensión de la sabiduría.

 

    1. La dimensión del tiempo.

 

    1. La dimensión del espacio

 

    1. La dimensión vacía.

 

    1. Por último y una de las mas importante. la dimensión divina



 

 

“Todas y cada uno de estos colosos contribuyen a los otros para poder subsistir directa o indirectamente. El deber de los dioses está en poder proteger cada individuo de los muchos peligros que acechan nuestros alrededores.”

 

- Ahora dime, ¿Tienes alguna pista de por qué te estoy diciendo esto?-

 

Asimilando toda esa información me puse a pensar en lo que dijo antes: “En pocas palabras, si él te contaba algo más que tu pueblo no conociese antes de tiempo…”, estuve un tiempo meditando en lo que me decía Kon, el pelinegro callo y espero paciente a que terminara con mi debate mental impasiblemente.

 

-Eso pueden significar dos cosas… –Hable por fin- Una posibilidad es que todo lo que conozco ya no tenga cabida aquí… y otra es que yo ya no pertenezca a la tierra como para saber de esta información tan relevante. –Suspire cansado psicológicamente, ninguna de las dos opciones era fácil de digerir-

 

-Kon solo asintió- Cierto, pero… la diferencia entre una y otra es abismal –Haciendo énfasis en la palabra “Abismal”- ¿No recuerdas nada antes de haber despertado?- Este hombre al parecer quería llegar a algo así que solo negué con la cabeza.

 

Entiendo… sígueme-se levanto y me tendió la mano- Tengo un amigo que quiero presentarte- Tome su mano aceptando su ayuda pero por la fuerza en el agarre termine pegado a su pecho involuntariamente, me separe de él y lo seguí por lo que sería una puerta con varios grabados en su superficie.

 

Y… Pensándolo bien, ¿Por qué desperté exactamente en tu lomo?-Fruncí el ceño-

 

Mientras solo se cerraba la puerta “automáticamente” detrás de nosotros, Kon dijo con una simpleza pasmosa- Fácil, Porque eres cómodo…- Sentencio como si fuera lo más normal del mundo.

 

Yo con una ceja enarcada y con una expresión de “¿En serio?” dije- No me jodas…- y la estancia volvió a su silencio característico

 

 ~*~

 

Mientras tanto una figura se acercaba desde la lejanía del bosque a una gran edificación corriendo rápidamente mientras repetía “El tiene que estar ahí, tiene que estarlo” entre varios susurros incomprensibles.

Notas finales:

Los comentarios son bienvendios :)

-Se le notan las ansias por recibir un comentario- (?)


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