Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hombre por Hacchiko

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hi, sweeties♥


Esta es la segunda parte de Andrógino♥. Si no tienes idea de qué rayos es Andrógino (ya sabes, una persona cuyo género es difícil de distinguir debido a que posee características tanto femeninas como masculinas), entonces detente, haz clic en el zelda y léelo, por favor. Cuando lo termines, puedes regresar y enterarte del resto sin dudas o confusiones.


A quienes sí saben y sí leyeron el fanfic anterior, bienvenidos, nenes. Espero les guste mucho esta nueva continuación que ruego porque no quede tan extensa. Ahora sí, el yaoi será evidente y flotará en el aire como las maripositas de campo. Sin más que decir, me despido.


Besos y abrazos psicológicos,


Att. Hacchi♥!

Hombre

¡Hacchiko♥!

Capítulo 1: Diferente

 

 

 

Veintisiete. Veintiocho. Veintinueve. Treinta. Treinta y uno. Treinta y dos.

 

 

-Ya volví.

 

 

Min Ho, distraído, regresó su atención a su acompañante por unos segundos, después vio al cielo, volviendo a contar las estrellas. Llevaba ciento treinta y dos. No era que estuviera aburrido, sino melancólico. ¿Cuántas veces había imaginado contar las estrellas con Tae Min a su lado? Bajó su vista con tristeza. Casi tres meses habían pasado y sus amigos se negaban a darle su número telefónico, dirección o correo. No le permitían comunicarse directamente con él, sin embargo, si le actualizaban de vez en cuando. Bueno, algo era algo. Parpadeó, imaginando de nuevo que quien estaba acostado en la silla a su costado era Taem, aunque era muy fantasioso. En su lugar, estaba Amber. Ella y Min Ho habían sido invitados de un programa  y ahora descansaban en el hotel, acostados en dos sillas playeras en el balcón de la habitación de Amber.

 

 

Amber era una grandiosa amiga y lo más importante, ayudaba a distraerle, aunque habría sido más divertido si Jong estuviera ahí. Esos dos parecían gemelos y eran muy divertidos juntos. El problema era que últimamente Jong Hyun pasaba demasiado tiempo con Key, y éste seguía odiándolo.

 

 

Al parecer, Tae les platicó sobre su... ¿relación? Bueno, de eso. Y Min Ho, a pesar de que nunca contó su versión ni dio explicaciones, fue tachado por los tres. Ahora, Ki Bum aprovechaba toda oportunidad para molestarlo. Lo curioso era que tanto Onew como Jong Hyun se mostraban impasibles: no lo apoyaban pero tampoco lo odiaban. Jong era el que se encargaba de alejar y calmar a Ki Bum cuando éste entraba en cólera. Onew, en cambio, lo trataba como si no pasara nada.

 

 

El grupo jamás había estado tan dividido. Jong y Key parecía que estaban pegados desde los intestinos, ninguno se separaba por mucho tiempo y parecían demasiado felices. Quién sabe porqué. Onew... Bueno, él tenía muchas ojeras, no descansaba, sonreía poco y siempre estaba ausente. Siempre que Min Ho hablaba con él, llegaba un momento en el que necesitaba chasquearle los dedos porque simplemente ya no lo estaba escuchando. Min Ho se estaba preocupando por su amigo, mas éste no quiso decirle ni una palabra diferente al eterno "estoy bien".

 

 

Todavía recordaba cuando, dos días después de que Tae Min se fuera, Lee Joon de MBLAQ llegó a casa y pidió ver a Onew Hyung. ¿Cómo era que Onew conocía a Lee Joon de MBLAQ, cuyo grupo llevaba al menos tres años desaparecidos por un descanso? Jong Hyun se desmayó cuando reconoció al artista, y Key... Bueno, él no mostró tanta sorpresa. Como sea, el cantante vestido en ropas muy ciudadanas y fuera de su concepto, llevaba un muñeco de zorro hecho con felpa. No obstante, sus disculpas fueron rechazadas. Onew se negó a darle una mirada y le reclamó que a él no le gustaban los zorros, sino los pingüinos. La única excusa que el cantante le daba era que se trataba del "zorrito I'm sorry", lo cual era una pésima defensa.

 

 

¿Qué pudo haber hecho alguien de tanta fama y admiración para que Onew pudiera enojarse con él? Jin Ki era un ángel prácticamente. A todos agradaba y con todos congeniaba, jamás le conoció un solo enemigo porque él era demasiado amable con los demás.

 

 

Ese día, Onew salió una vez de su habitación y fue para decirle al cantante que se retirara. Él, sin más remedio, aceptó, dejando al juguete en su puerta. Para la noche, cuando Min Ho fue a su habitación no vio al zorrito en la puerta, sino en la cama del líder.

 

 

-¿Quieres?

 

 

Choi volvió a la realidad ante la voz de su amiga, volviendo hacia ella para ver la bolsa de frituras. Sin muchas ganas, tomó unas cuantas, giró al cielo y continuó en silencio.

 

 

-Son muchas. -comentó ella.

 

 

-Llevo apenas ciento treinta y dos.

 

 

-Aigoo, ¿tanto me tardé? -cuestionó entre risas contagiando al mayor.

 

 

-Me estaba quedando dormido. -continuó él, ganándose un manotazo.

 

 

-Aissh, Choi Min Ho. Si no fuera porque eres amigo de Jong Hyun Oppa, Key Oppa, Onew Oppa, Sulli y todas las personas de la empresa que conozco, no te toleraría.

 

 

Su sonrisa disminuyó. Sulli era otra de las personas a las que había decepcionado. Era extraño porque Min Ho podía estar con ella, pero no por mucho, pues la culpa era enorme. Sulli, en cambio, parecía como si no hubiera pasado nada entre ellos. Sus sonrisas eternas y su alegría incansable daban a entender que nunca le han rechazado sentimentalmente. O como si no le importara. Como sea, Min Ho, en ese aspecto, se sentía un poco aliviado.

 

 

-Ella pregunta mucho por ti.

 

 

Y ese comentario no ayudaba.

 

 

-¿En serio? -fingió sorpresa, no era como si ella supiera lo que había pasado entre ellos. No había visto a Sulli en toda la semana, por lo que era natural en ella preguntar con sus cercanos sobre él.

 

 

-Claro. -respondió como si él fuera demasiado tonto.- Es más, -sus ojos se pusieron de rendija al momento que ella se acercó con una mano cubriendo el costado de su boca.- Todos saben que le gustas mucho.

 

 

Min Ho abrió más sus ojos a pesar de que esa noticia era vieja. Quién sabe si Sulli seguía con sentimientos hacia él, pero lo suyo nunca funcionó. Nunca tuvo una química verdadera. Cualquier sentimiento era unilateral, pues Min Ho tenía el corazón secuestrado por alguien más.

 

 

-No creo que funcione.

 

 

-¿Por qué no lo intentas? -cuestionó ella.

 

 

-Porque solo sería ilusionarla con algo que no es posible. -afirmó rotundo, dejándola con la boca abierta. Tras unos segundos, Choi suspiró.- Lo siento, me iré a dormir.

 

 

Dicho y hecho, no permitió que ella respondiera y salió a su habitación.

 

 

 

 

 

Kim Ki Bum era feliz. Muy, muy, muy feliz, a excepción de los momentos en los que Min Ho se atravesaba en su camino. En esos instantes se ponía muy, muy, muy enojado. No iba a perdonarle que le hubiera hecho tanto daño a Minnie, menos aún porque él, ilusamente, había creído que esos dos eran la pareja ideal. Qué gran equivocación, pero bueno. Key suspiró, alejando las malas vibras.

 

 

Seguían sin darse su primer beso como pareja. Ki Bum creía que el destino estaba jugando con ellos. Justo cuando había un momento romántico, algo pasaba y los interrumpía. Era demasiada mala suerte, y Ki Bum ansiaba besar a su pareja, aunque bueno, ese no era un buen momento, ya que estaban en un restaurante y a pesar de que la habitación se encontrara vacía a excepción suya, la situación en Corea seguía igual.

 

 

Aún así, a ellos les gustaba disfrutar el momento. Estar juntos, para ellos era lo mejor de sus días. Mirarse, sonreír de forma cómplice, tomar sus manos, secretearse al oído o abrazarse. Ki Bum recargó su barbilla en sus manos y éstas sobre sus codos en la mesa, para apreciar con atención a su pareja.

 

 

-¿Qué pasa?

 

 

-Nada. -dijo con una sonrisa antes de aproximar sus dedos al ojo izquierdo del contrario, haciéndolo parpadear tupido.- Tienes una pestaña caída. -comentó al momento de tomarla entre sus yemas para mostrársela.

 

 

-Oh, eso da suerte. -sonrió.- Ven. -Key hizo caso, Jong Hyun tomó su mano y puso su pulgar sobre el suyo con la pestaña entre sus dedos.- Aprieta con fuerza. -Ki Bum asintió.- Ahora pide un deseo, pero no me lo digas. -Key volvió a asentir mientras Jong cerraba sus ojos.

 

 

¿Qué debería pedir? Jong Hyun, luego de unos segundos, abrió sus ojos y esperó a Key.

 

 

-¿Listo? -asintió la diva.- Bien, ahora separa tu dedo. Quien se quede con la pestaña se le cumplirá su deseo.

 

 

Ambos separaron sus pulgares buscando la dichosa pestaña, cuando Jong festejó mostrando su yema: ahí estaba. Key hizo un puchero.

 

 

-Aish, de todas maneras, es ridículo. ¿Cómo se supone que podría cumplirse un deseo con eso? -Jong rió.

 

 

-¿Qué pediste? -las comisuras de los labios de Key se elevaron.

 

 

-La mejor fiesta de cumpleaños del universo. Imagínate. -dijo poniendo su mano frente a él como si señalara una pantalla.- Un crucero enorme llega con humo para generar expectativa y el público gritando por mí, "¡Key, Key, Key!" -cantó fingiendo las alabanzas imaginarias.- Fuegos artificiales por todas partes. -subió y bajó sus manos alternadas, imitando el ruido con su boca.- Y de pronto, entro yo. La gente enloquece. -pone la mano frente a su boca para fingir los gritos, generando risas silenciosas en Jong.- Bueno, es una idea. Aún trabajo en eso.

 

 

-Pero falta muy poco para tu cumpleaños.

 

 

-¿Ves? Ya estás captando la indirecta.

 

 

-Aigoo, ¿y quieres que yo la pague?

 

 

-Nah. -hizo un gesto con la mano.- Para eso está mi buen amigo billetudo Min Ho.

 

 

-Pero sigues enojado con él. -repuso levantando una ceja.

 

 

-Pero podría perdonarlo si pagara mi fiesta. Ah, y mínimo tres artistas para el show, por favor. -Jong volvió a reír.

 

 

-Aigoo. Creí que estarías enojado por siempre. -Ki Bum cruzó sus brazos al tiempo que frunció su ceño.

 

 

-A menos de que haga mi fiesta sorpresa, sí.

 

 

-Pero Bummie, no puedes odiarlo toda la vida.

 

 

-Sí, sí puedo. -renegó girando su cara a otra parte.

 

 

-Bummie. -se fijó alrededor, asegurándose de que nadie los oyera y volvió a centrarse en él, acercándose.- Bebé, ¿no recuerdas las condiciones de Taem cuando nos contó de Min Ho?

 

 

-Uno, no decir nada a nadie sobre el tema, dos, no hacer nada contra él. Sí, lo recuerdo, es solo que... -volvió con él suspirando.- Me desespera. No entiendo porqué Minnie no hace nada.

 

 

-No lo sé, pero debes respetar su decisión. -dijo tomando las manos de Key.

 

 

-¿Qué pediste tú?

 

 

-Mucha salud para ustedes.

 

 

-Aish, qué aburrido. ¿Nunca pides nada para ti? -el mayor negó.

 

 

-Con que ustedes estén bien, soy feliz.

 

 

-Tiene que haber otra cosa que quieras hacer. -ambos pensaron por varios segundos hasta que Jong sonrió.

 

 

-Siempre he querido ir en bicicleta por la playa con mi pareja. -comentó y luego agregó.- Pero no sé andar en bicicleta, así que me llevaría en una bicicleta doble. -Ki Bum rió escandaloso.

 

 

-¿Es en serio? -asintió el de menor estatura.- Omo, qué raro eres.

 

 

-Ni siquiera tengo bicicleta.

 

 

-Aigoo. -comentó enternecido.- Yo te enseño. -propuso con una sonrisa.

 

 

-¿Es en serio o solo vas a reírte de mí?

 

 

-Un poco de cada una. -prometió sonriente antes de reírse otra vez.

 

 

 

 

 

Jin Ki estaba en casa revisando su teléfono. Min Ho estaba en una grabación y los otros dos se fueron a quien sabe dónde, dejándolo solo. Ya tenía planeado el resto de la velada: buscar comida en el refrigerador y comer en el cuarto mientras usaba la computadora. Alguna novela vería. Quién sabe. No le entendía mucho a las redes sociales, por lo que tenía solo dos cuentas en dos sitios diferentes, ambas igual de abandonadas.

 

 

Siendo un líder de un grupo novato, era uno de tipo suave, que aunque se aseguraba de que todo estuviera en orden y cuidaba a sus polluelos, tenía sus momentos de rudeza. Sin embargo, en esta ocasión no supo qué cara poner cuando al abrir la puerta por el insistente timbre que no dejaba de sonar, se encontró frente a frente con la misma persona que llevaba evitando desde semanas antes: Lee Joon. Y para colmo, con pollo. Alzó su vida extrañada hacia el pelinegro.

 

 

-¿Puedo pasar?

 

 

Quiso cerrarle la puerta en la cara, no obstante, sería un desperdicio de pollo. (Y para colmo, frito). Finalmente asintió, pues de cualquier manera tenía hambre. Joon, sin demora, entró y se sentó en la mesa. Cinco minutos después, Jin Ki devoraba las piezas con emoción y hambre, mientras Joon solo observaba. Al percatarse, Onew, con la boca llena, le dirigió una mirada.

 

 

-¿No vas a comer? -cuestionó con los cachetes inflados por tanta comida en ellos. Joon negó.

 

 

-Lo compré para ti. Disfrútalo. -Onew, entrecerrando sus ojos de rendija, le dio una pierna grande de pollo con el característico vaporcito de "recién hecho". Las tripas de Joon resonaron ante su acción y volteó a otra parte con pena.

 

 

-Yah, tienes hambre. Come. -ordenó a lo que el otro aceptó a regañadientes.

 

 

-Se supone que yo soy mayor. -murmuró berrinchudo. Era más alto, más fuerte y aún así, el otro le estaba obligando a comer.

 

 

-¿Qué quieres? -preguntó después de acabarse una tercera pieza y limpiarse a punto de tomar la cuarta.

 

 

-Quiero hablar contigo. -respondió mientras Onew se llenaba la boca de comida.

 

 

-¿De qué? -exclamó con frustración y su ceño fruncido.- ¡Ya hemos hablado suficiente, incluso te pagué los diez wons que te debía! ¿Qué más quieres?

 

 

-He estado pensando, y me debes mucho más que diez wons. -Onew mantuvo su vista fija en él.

 

 

-¿Me estás chantajeando?

 

 

-¡No! ¡Por supuesto que no! -contestó al instante, sintiéndose un poco ofendido.- Pero me debes más que dinero.

 

 

-Ah, ¿sí? -dio otra mordida.- ¿Qué te debo?

 

 

-Mi tiempo. -Onew alzó una ceja, y a Joon le tembló la voz.- El tiempo que he estado contigo, las veces que he suspirado por ti, las horas que llevo pensando en ti, los besos que alguna vez le di a una foto tuya, el control de mi corazón cuando se acelera porque tú estás cerca... -miró sus manos temblorosas, y con más vergüenza, prosiguió.- Me debes mi corazón y no me puedo ir sin él.

 

 

-En ese caso, te he dado más que diez wons. –respondió con un puchero por el exceso de pollo en su boca, al tiempo que bajaba la pieza.- Te he dado mucho de mi tiempo estando contigo y pensando en ti, te he dado mi confianza, mi honestidad, los mensajes que te he mandado, las horas conversando, el internet y la luz que he usado para comunicarme contigo, las ilusiones que tuve al pensar en cómo eras, la desilusión al descubrir que no eres ni la mitad de lo que dijiste, la vergüenza que sentí al ver que me mentiste, el miedo que tuve por mis dongsaengs, las noches sin dormir por buscar una solución a una sasaeng que pudiste detener desde un inicio...

 

 

Suspiró.

 

 

-¿Quieres que continúe? –cuestionó observando sus brillantes ojos. Joon, al escuchar su larga lista, se puso de rodillas, no obstante, Onew lo tomó de los codos hincándose también.- No vale la pena que hagas esto porque no te perdonaré. –el pelinegro mordió sus labios parpadeando tupido.

 

 

-Por favor.

 

 

Jin Ki dudó antes de buscar sus ojos de nuevo. Joon estaba temblando. Joon era muy sensible, y Onew sabía perfectamente lo difícil que era para él hacer esto, sin embargo, aún había algo que no le hacía sentirse bien. Pero, ¿para qué permitir que se rebajara tanto si ni él mismo estaba seguro de poder perdonarlo?

 

 

-Lo siento.

 

 

Cerró sus ojos con fuerza, cubriendo su rostro con ambas manos. Estaba cansado de pedirle perdón, estaba cansado de sentirse mal, estaba harto de ser rechazado, de haberlo hecho pasar por tanto, no obstante, no creía soportar más. ¿Qué hacer si él no quería dar su perdón? Jin Ki, sintiéndose afectado por la triste imagen, acercó sus manos para consolarlo, sin embargo, él lo apartó poniéndose de pie.

 

 

-No volveré a disculparme. –notificó mientras aspiraba por la nariz.

 

 

-No espero que lo hagas.

 

 

-Tampoco volveré. –Jin Ki asintió distraído, viendo el suelo.

 

 

-De acuerdo.

 

 

¿En serio? Joon alzó sus cejas ante su fría respuesta. “¿De acuerdo?” Parpadeó limpiando sus mejillas. Si a él no le importaba, a él menos.

 

 

-Bien. Me voy primero. –avisó dando media vuelta sin notar que Onew había levantado su cara con preocupación.

 

 

Porque esta despedida era distinta a las demás. Esta no parecía tener ese probable “regresaré”, ni ese mensaje discreto de esperanza. Esta parecía ser, más bien, una tarjeta de adiós. Al cerrarse la puerta, Jin Ki solo miró el pollo frío, percatándose de que el hambre se había ido con él.

 

 

 

 

 

Min Ho era callado. Bastante. Ahora no hacía intentos notables por bromear con sus amigos. A veces intentaba animar a Onew, pero él terminaba más triste. Era una imagen bastante deprimente, sobre todo porque se suponía que Onew era el alegre. Ahora, sin su intachable alegría, ¿qué sería de ellos?

 

 

Min Ho, tras comer, se dirigió a su habitación y sacó una caja de debajo de su cama. Era la misma que iba a obsequiarle a Tae Min por su cumpleaños. En ella estaba una pulsera sencilla de cuerdas teniendo “MH-TM” escrito en mayúsculas con cada letra en una piedra, y un pececito de piedra al inicio y al final de las letras. Suspiró. Quizá demasiado sencillo. Él quería darle algo a Taem para que lo recordara y que tuviera significado para ambos. Si bien, el animal favorito de Min Ho no era el pez, el acuario le traía memorias preciadas. Más aún, porque el protagonista de esos momentos era Tae Min.

 

 

Melancólico, sacó unas fotografías de la misma caja. Eran aquellas que se habían tomado en su primer día juntos, cuando hicieron helado casero juntos, vieron películas y jugaron. Un día de conocerse, y habían congeniado tan bien. Sonrisas, muecas y caras graciosas eran las tomas que habían hecho. Cansado, llevó su mano a sus ojos. Era tarde y necesitaba descansar para la nueva canción que estaban ensayando. Dio un último vistazo a las fotos y con cuidado las guardó en la caja antes de meterlos abajo.

 

 

A la mañana siguiente, los cuatro fueron temprano a la empresa, listos para repasar la coreografía recién aprendida de su nueva canción. Camino a su cuarto de ensayos, después de subir el ascensor, se toparon con uno de los conserjes, y éste, extrañado, se detuvo viéndolos y volteando a su espalda como si acabara de ver un fantasma. Ellos, igual de confusos, se detuvieron a escuchar su pregunta.

 

 

-¿No estaban ustedes ensayando? –los chicos se miraron con el ceño fruncido antes de negar hacia el hombre. Él, rascando su cabeza con un dedo, señaló hacia el camino por el que venía.- Acabo de abrirle la habitación a su manager. Estaba seguro de que se trataba de ustedes.

 

 

Los cuatro volvieron a verse con una enorme duda en sus rostros, antes de agradecer al señor y correr a su cuarto de ensayos. ¿Quién pudo haber entrado a su habitación si ya estaba apartada por ellos? Apresuraron el paso sintiendo algo distinto. Alguien estaba ahí que no era ninguno de ellos, alguien quería encontrarse con ellos, alguien quería verlos… ¿Pero quién? Dieron vuelta en el pasillo, avanzaron tres puertas más hasta quedar frente a la suya cuando Onew se detuvo de repente.

 

 

¿Joon?

 

 

Fue su primer pensamiento, después de todo, fue a verlo el día anterior. Onew, en cuanto él se había ido, sintió que algo dentro de él se quebraba. ¿Podría haberse arrepentido y volver a él una vez más? Onew no estaba seguro de querer enfrentarse a esa idea. Miró con temor la manija, indispuesto a girarla. Y sus amigos lo notaron. Key, con cuidado, puso su mano en el hombro del mayor haciendo que éste saltara y girara a verlo.

 

 

-Todo estará bien. Nos mantendremos unidos. –prometió con una suave sonrisa. Él asintió, aún con ansias y volvió, con un poco más de valor hacia la puerta, abriéndola.

 

 

Cualquiera que haya sido su sospecha inicial, ninguna se comparaba a lo que había dentro. Aún no podían creerlo. Una bocina estaba sonando, su presidente, Tae Young y el coreógrafo observaban al bailarín que presumía sus movimientos. En el centro, un joven delgado de cabello corto en forma de hongo, de color castaño claro, se movía al ritmo de la música. Pasos firmes, seguros y con ritmo. ¿Quién era ese? Los chicos fueron acercándose con una mirada llena de sospecha. ¿Quién se creía ese para ir a su cuarto de ensayos?

 

 

Al estar cada vez más próximo su “enemigo” desconocido, fueron reconociéndolo. Aquella silueta. Su forma de moverse. Sus saltos sin igual. Sin embargo, no fue hasta que presumió la Moonwalk cuando supieron quién era. El desconocido de ropa holgada saltó, cruzó sus piernas y volteó con una sonrisa.

 

 

-¡Tae Min!

 

 

Gritaron Onew, Jong Hyun y Key antes de correr hacia él a abrazarlo. ¿Estaban soñando? ¿Cómo era posible? Los tres exclamaban cosas distintas al mismo tiempo, evitando que sus mensajes fueran entendibles. Minnie reía con felicidad disfrutando de sus minutos de fama.

 

 

-¡Aigoo! ¡Creciste! –Tae cubrió su boca con pena por el mensaje de Key mientras Jong Hyun, con su ceño fruncido, comparaba sus estaturas.

 

 

-¡Aissh! ¡No es justo! ¡Ahora seré el más enano!

 

 

-Siempre lo has sido. –repuso Ki Bum logrando que el otro cruzara sus brazos.

 

 

-Pensamos que no volveríamos a verte. –admitió Onew.

 

 

-¡Yo también!

 

 

-Pero, ¿qué haces aquí? –cuestionó la diva al meditar un poco.

 

 

-Bueno, vine a saludarlos. Pensé que me extrañarían mucho.

 

 

-¡Presumido! –regañó Jong Hyun antes de abrazarle de nuevo.

 

 

-¿Y a dónde irás ahora?

 

 

-Me reuniré con mi grupo.

 

 

-¡¿Qué?! –exclamaron ellos.

 

 

-Sí, audicioné.

 

 

-¿Cuándo? –preguntó Onew.

 

 

-En realidad, le pedí a Soo Man Hyung que me dejara hacer una audición especial para entrar como aprendiz y quedé. Audicioné como bailarín. –los tres, impactados con las noticias, se trabaron intentando hablar, preguntar y  felicitar.

 

 

-¡Es asombroso, Minnie! –exclamó Onew.

 

 

-¡Felicidades, Tae Min! –aplaudió Key.

 

 

-¿Con quién quedaste?

 

 

-Bueno, ya los conocen ustedes. Les toca ensayar aquí ahorita y yo solo los estaba esperando. -Onew y Key abrieron sus bocas impresionados, y Jong Hyun negó.

 

 

-No, Tae Min, te equivocas. A nosotros nos toca ahora este cuarto, no sé a qué grupo estás esperando, pero es nuestro turno y deben respetarlo. –Key le dio un manotazo.

 

 

-No, Hyung. No me equivoqué. –refutó con una sonrisa suave.- Soy parte de SHINee ahora. –Ki Bum no aguantó la emoción y gritó con todas sus fuerzas.

 

 

-Queríamos decirles nosotros, pero Tae Min ya se adelantó. –explicó el presidente con una suave sonrisa.

 

 

-Durante la filmación de su programa, notamos que Tae Min tiene un gran talento para bailar y un enorme potencial para el canto, solo necesita perfeccionarse, practicar y mejorar. –expuso Tae Young a un lado de él.

 

 

-Tuvo un destacado desempeño en sus días de aprendiz y decidimos que ya estaba listo para empezar en una agrupación real.

 

 

-¡Omo! ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Lo vamos a cuidar bien! –prometió Ki Bum antes de gritar agudo y abrazar al más joven, sin embargo, Tae Young notó a Min Ho de pie a unos metros de sus amigos, observando inmóvil como estatua.

 

 

Esto no podía estar pasando. Tae Min estaba ahí. ¿Era real o un sueño? No, debía ser una broma. Tae Min no podía volver. Era extraño porque Min Ho estaba tan feliz, eufórico, tan emocionado por verlo ahí a unos cuantos pasos de él y sin embargo, todo era tan… tenso. ¿Cómo sería su relación ahora? ¿Alguien más lo sabría?

 

 

-Min Ho-ssi, ¿ocurre algo? –todos guardaron silencio para voltear al nombrado, logrando que con la repentina atención reaccionara. Éste, avergonzado negó en silencio.

 

 

-Es que estás muy lejos de Tae Min, pensamos que serías el primero en abrazarlo. –agregó el presidente intercalando su mirada entre el rapero y el grupito. El alto volvió a negar.

 

 

-Solo estoy sorprendido. –contestó observando al nuevo integrante.- Muy sorprendido.

 

 

-Entonces, ¿qué esperas? ¡Ven acá! –exclamó Jong Hyun con singular alegría moviendo a los otros tres hacia Min Ho para encerrarlo en el abrazo, justo en medio y frente a Tae Min, quien brincaba de felicidad al mismo tiempo que Onew, Key y Jong Hyun.

 

 

Y Onew supo esto se pondría interesante.

 

 

 

 

 

Continuará…

 

Notas finales:

Hello, babies♥


Espero les haya gustado, quisiera decir más cosas pero como ando seca de ideas, los dejaré con el siempre opcional (pero que amaré que contesten):


Question Time


*El Question Time es una pequeña sección de preguntas al final de cada capítulo para ayudarte a tener ideas al momento de escribir un comentario y que no dejes un “conti, plis”. No es obligatorio, pero me encantaría conocer tus opiniones.


 


• Parte favorita. (*Puedes mencionar más de una).


• ¿Qué opinan del estado actual de Min Ho?


• ¿Les gustó la escena JongKey?


• ¿Ustedes habían oído lo de la pestaña? ¿Qué otras situaciones para pedir deseos conocen?


• ¿Extrañaban a Joon? ¿Creen que Onew pueda perdonarlo? ¿Creen que Joon vuelva a salir?


• ¿Quién pensaban que estaba ensayando?


• ¿Les gustó la entrada de Tae Min?


• ¿Creen que haya perdonado a Min Ho?


• ¿Cuál creen que sea el álbum en el que están trabajando?


 


Gracias por leer, comentar y esperar, espero que les haya gustado y continúen leyendo ;)♥


Besos y abrazos psicológicos,


Att. Hacchi♥!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).