EXTRA:
Si pudiera cambiar algo de mi pasado, elegiría no amarte…
Observar cada sonrisa, cada una de las facciones de ese rostro tan masculino y firme. Observar esos labios sensuales y atrayentes sin poder evitar quedar perdido en el mundo tan fantástico y diferente que era él.
Llevarlo a perder la vida y sentir recuperarla tan solo por un roce entre sus manos o sus cuerpos.
¿Es amor conocer aquellos gestos peculiares y tan propios de él? Saber que la persona que tanto observaba se encontraba triste, cuando la alegría se apoderaba de él, el estrés o la preocupación lo atormentaban ¿puede considerarse amor?
No, no lo es.
Hoon Min había escogido a Soo Hyun, al bastardo ese.
¡Lo eligió! ¿Por qué? ¿Porque no podía ser él?
¡Qué es lo que tenía de especial Shin! ¿Que lo hacía especial? Se preguntó. ¿Porque Hoon Min no podía escogerlo a él en lugar del hombre que lo hizo llorar miles de veces mientras suplicaba por que no le dejara? ¿Por qué escoger a un bastardo que ni amor siente por sí mismo? ¿Era acaso más importante para Hoon Min un ‘amor’ tortuoso que lo llevaba a perder la razón a un amor sincero como el suyo?
¡Porque tenía que amarlo! Porque no mejor fijarse en una guapa coreana sin ningún linaje familiar en común, con buenos modales y sonrisa perfecta, alguien que lo ayude a olvidar por completo el inquietante y doloroso sentimiento no correspondido que tiene por su hermano menor. Solo pedía eso, una persona que lo librase de las cadenas del pecado y la humillación. Cualquiera.
¿El amor era siempre así de complicado o es que la vida se empecinaba en hacerle mierda la existencia?
Todo debería ser sencillo. Los prejuicios no deberían existir, la corrupción, el odio y la miseria tampoco… y una idea se aferro a su corazón, ¿Qué sería del mundo sin él? sintió algo parecido a un alivio, el peso de lo prohibido disminuyendo y las heridas de su pecho cerrando ¿Es así como se sentía estar acabado?
Hoon Bi comprendió entonces que la tentación de dar fin a este tormento era mayor a sus pensamientos y por fin dio rienda suelta al placer que lo sedujo. Soñó despierto lo magnifico que sería cumplir con sus fantasías, el deleite de tener a su hermano entre sus brazos, gimiendo, disfrutando del encanto de ser amado, se imagino besando esos perfectos labios, acariciando esas piernas cuna de anhelos, penetrándolo, marcándolo como suyo, como siempre debió ser. ¿Qué encontraría después de la muerte? ¿Un paraíso de flores marchitas y niños perdidos? ¿Un infierno de cabello castaño llamado Hoon Min? ¿Qué encontraría?
Tomo la chaqueta negra de siempre y camino sin rumbo alguno por las calles, Hoon Min no le dirigía la palabra desde hace dos días y esto no hacía más que dolerle horrores al pensar que era lo mejor para ambos, cada tarde en la estadía del departamento del menor lo veía llegar cansado y deprimido intentando cerrarse en su dolor, al parecer Soohyun seguía siendo el mismo canalla de siempre. Sin embargo esta vez no iría a por él, no intentaría abrazarlo y calmar el sufrimiento que por decisión propia cargaba, no lo haría. Nunca más.
Si pudiera cambiar algo de mi pasado, elegiría no amarte…