Capítulo 1. La Memoria Que Es Perdida.
Un pequeño niño se asomó por la puerta de la habitación de su prometido, la oscura habitación era iluminada por la luna que brillaba en lo alto y que iluminaban sus hermosos ojos, su frágil cuerpo temblaba e intentaba caminar hacia la gran cama blanca con paso firme, se subió y sacudió el cuerpo que yacía recostado ahí. Escuchó un leve quejido...
- ¿Qué sucede...? - preguntó adormilado, abrió sus ojos y se asustó al ver el estado en el que se encontraba-. ¡¿Qué te pasó?!
Lo sacudió esperando su respuesta pero, los ojos del rubio se mostraban perdidos, su rostro tenía manchas de sangre y su ropa estaba empapada de ella.
- ¡¿Naruto, qué sucedió?!
- Papá y mamá... ellos están... fueron asesinados por... Madara-sama...
Sasuke tomó entre sus brazos a Naruto que lloraba lo más bajo que podía, el de cabellos negros trataba de asimilar lo que su prometido de seis años le había dicho, Naruto se levantó a la vez que tomaba la mano de Sasuke.
- ¡¡Debemos irnos o él vendrá...!!
La puerta se abrió dando paso a la persona que había causado todo aquello, Sasuke colocó a Naruto tras su espalda para protegerlo, agarró su espada que se encontraba en una pequeña mesa, con ella señaló a Madara que sonrió aún más. Naruto unió sus manos formando un pequeño remolino de viento que dirigió hacia él, lo que no se esperaba era que éste lo tomara en su mano y lo destruyera. Sasuke se armó de valor y corrió hacia él empuñando su espada que se rodeaba de flamas negras, Madara lo tomó por el cuello y apuntó con su propia espada a Sasuke, Naruto dio un paso hacia delante, Madara acercó más la espada al cuello de Sasuke que tragó en seco por las llamas que quemaban un poco su piel.
- Mi querido sobrino, Naruto... eres tan tonto - el rubio retrocedió-. ¿Quieres que lo mate?
Naruto negó rapidamente, Madara sonrió satisfecho.
- Tengo una propuesta. Desaparece de la vida de Sasuke, lo dejaré vivir, no obstante, si vuelves a verlo lo mataré junto con todas las personas que viven en tu reino. Si lo haces, te enviaré a otro reino en donde serás tratado como a un dios.
- ¡¡No aceptes!! ¡Deja que me mate! ¡¡Naruto!!
- Sasuke, lo siento...
- ¡¡No...!!
- Acepto, Madara-sama...
- Llévenselo.
Dos hombres con máscaras de zorro tomaron a Naruto de los brazos y lo sacaron de la habitación. Lo último que Sasuke logró ver fue como Naruto le sonreía aunque sus ojos mostraban tristeza, pues él lo conocía mejor que nadie. Madara le agarró el mentón y lo miró fijamente, lo que le hizo abrir los ojos de par en par al descubrir sus intenciones.
- No me interesa que tengas recuerdos de ese niño...
Dijo borrando todos los recuerdos que tenía con su prometido, borrándolos con solo mostrarle sus ojos que habían cambiado de color para dar paso a unos rojos, Sasuke cayó en el suelo con la boca abierta de la que caía saliva, sus ojos estaban oscuros y su cuerpo temblaba. Madara lo observó detenidamente y en ese momento entró uno de sus fieles ayudantes.
- Namikaze-sama, Namizake Minato y Uzumaki Kushina, sus cuerpos ya han sido incinerados... Naruto-sama ha salido de este reino y será llevado al reino más apartado, permanecerá encerrado y solo saldrá en las celebraciones que se realicen en su honor.
- Buen trabajo, Sai, lleva a Sasuke a su cama, no despertará en una semana hasta que sus recuerdos sean borrados definitivamente.
Continuará...