Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor entre mundos diferentes, pero pasados parecidos por GaaNasu17

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero les agrade mi primer capítulo, las dejo leer♥.

Las lámparas empezaban a encenderse, hacía frío, todo estaba muy solo, yo caminaba lo más rápido que podía. Aun no me acostumbraba a este lugar, bueno… no es como si hubiese estado mucho tiempo aquí. Apenas si llevo tres días y es la primera vez que salgo.

Tengo muchos problemas con mi tío porque él siempre habla pestes de mis padres. Es cierto que cometieron el error de irse a otra ciudad a trabajar y no regresar por años, pero sabía que era para podernos dar una vida estable. Nos mandaban el dinero necesario y teníamos la vida como queríamos.

Hoy había peleado con mi tío porque mis padres iban a venir a un viaje de negocios aquí, en Japón. Pero mi tío no quiso que nos encontraran porque dice que no son dignos de vernos. Estaba enfadado porque piensa que mis padres sólo vienen cuando es por negocios, porque si no fuera así jamás vendrían ni en fechas importantes.

Bueno… la verdad es que yo también pensaba en el fondo que era cierto, mis padres sólo venían por negocios y ni siquiera nos prestaban atención, se recostaban en su cama y dormían para relajarse, su vida era su trabajo y nada más.

Mi hermano Deidara tampoco había salido, él era completamente diferente a mí. Se la pasaba tranquilamente dibujando todo el día, leyendo, pintando, creando e innovando siempre. Le encantaba todo lo que fuese arte y no le preocupaba el mundo exterior.

Yo alguna vez lo intenté. Sí, fue un fracaso. Me desesperé porque no podía sacarme un dibujo y empecé a romper la hoja, el lápiz y cuando iba por el cuadernillo mi hermano y tomó del mentón para que lo viese. Estaba con un rostro indiferente, como era típico de él.

Recuerdo sus palabras tranquilas e indiferentes: “Naruto, lo tuyo no es la calma, tú no eres una persona introvertida, eres una persona extrovertida, así que deja a un lado esto y sal a la vida, esas emociones fuertes fueron hechas para personas como tú”, suspiré y desde ese momento dejé el arte para otro momento, él tenía razón, así que me metí a baloncesto y sí que era bueno.

Tenía muchos amigos en el instituto al que iba, era uno de paga y era enorme, lujoso y carísimo. Mis padres pagaban y no les preocupaba el precio, así que para nosotros no era algo preocupante la escuela, teníamos todo lo que queríamos.

Sin embargo, con el cambio tan drástico que mi tío y nosotros tuvimos al mudarnos de casa a un vecindario de mala muerte, tuve que meterme a la única escuela que había aquí, una escuela que parecía cárcel, estaba rayoneada por todos lados, las sillas estaban a punto de caerse y sólo contaban con tres maestros, uno para primer año, otro para segundo y el último para tercero. Así que cada grupo iba en diferentes horarios, a mí me tocó en la mañana con el grupo de tercero, según ellos era el mejor que había. Tenían como profesor a un señor llamado Iruka y parecía muy amable.

Ya estaba a punto de llegar a mi casa, salí a caminar demasiado noche y ya era muy tarde como para estar en la calle, además, mañana era mi primer día de clases. Esperaba tener amigos y no ser excluido.

Mi hermano también entraría a la preparatoria al día siguiente, él entraría para segundo año y la verdad él no estaba nervioso, nadie le podría hacer nada. Mi tío nos metió a clases de artes marciales y éramos muy buenos en ese aspecto, Deidara porque lo veía como un arte y yo, porque lo veía como algo para poder sacar todas mis energías y no ser un chico tan inquieto. Pero también lo había tenido que dejar con este cambio tan espontáneo.

Ya estaba a dos calles de la casa donde vivíamos, la más lujosa… para los de aquí, porque yo la veía muy chica y un poco desagradable. No es como si yo fuera un príncipe, pero estaba acostumbrado a tener una casa amplia. Ésta tenía dos pisos, era blanca con decorados carmesí por fuera y por dentro, no mentía en que se veía muy linda y llamativa, pero no era tan grande como mi mansión y no tenía un jardín muy grande que digamos. Tenía cochera, cocina, baño, cuarto de lavado, cinco recamaras, sala, comedor, entre otras habitaciones.

Escuché unas risas de algunas personas detrás de mí y volteé a ver que era y, para mi mala suerte, eran una banda de los típicos chicos malos de la ciudad, aunque sólo vivían en un reducido pueblito donde nadie de la ciudad se acercaba, ¡ah, sí!, mi familia lo había hecho.

Me empezaron a gritar muchas cosas, les ignoré y me puse mis auriculares para no oír tantas tonterías y piropos que lanzaban hacia mi persona. Seguí con mi paso normal y tenía el celular en la mano, Sakura me había contactado y le expliqué la situación, así que ella, como mi mejor amiga, dijo que iba a venir a visitarme seguido.

Estaba recordando los viejos tiempos cuando yo la pretendía, era una chica muy linda, era peli-rosa, tenía el cabello corto, una marca violeta en su frente y unos ojos verdes hermosos. Tenía la misma vitalidad que yo y siempre me regañaba, es un encanto de chica. Estoy seguro de que si me diera la oportunidad yo estaría encantado de poder ser su novio, pero ella me dejó muy en claro que no quería una relación conmigo más allá de la amistas, así que fui una víctima más de la dichosa friend zone.

Sentí como alguien me daba un pequeño empujón con sus dos manos por la espalda y al instante otro tipo se paró frente de mí para darme un puñetazo en la cara por el cual me caí al suelo muy, muy enfadado, esos ineptos no sabían lo que les esperaba.

-          Vamos, crío. Miren, chicos, este de un solo golpe se ha quedado sin fuerzas –Dijo un chico de test morena, con unas marquitas rojas en su rostro, ojos de color negro, abrigo en forma de león y una sonrisa muy grande-.

-          Creo que tenemos nuevo juguete, chicos –Dijo un chico que a mi parecer era un caso, tenía un corte tipo hongo de color negro, ojos del mismo color que su cabello, era delgado y no muy alto, pero lo peor era su forma de vestir, era un verde fuerte que combinaba con sus cejas poblanas-.

-          Felicidades, siempre consiguen a nuevos juguetes –Dijo un azabache negro, test blanca, ojos negros penetrantes, una sonrisa de lado macabra y vestido con un pantalón negro y una camisa medio abierta, por lo que se le podía ver el pecho, vaya chico, sí que era valiente para desafiar el frío que hacía-.

-          Disculpen, pero yo no soy un juguete. Mi nombre es Naruto Uzumaki, un gusto –Dije levantándome y sonriendo-.

-          Cállate, basura. Aquí eres nuestro juguete y fin –Dijo ese chico enojado-.

-          Sasuke, tranquilízate –Dijo una chica rubia de ojos azules, me dieron ganas de llorar, recordé un poco de mi sombrío pasado al ver su parecido con mi hermana-.

-           Cállate, Mizaki –Dijo Sasuke enojado-.

-          ¡Ya te he dicho que mi nombre no es Mizaki! –Dijo la chica enojada-.

-          ¿Entonces cuál es? Que yo sepa no tienes ninguno, eres una huérfana –Dijo el azabache tomando del brazo a la chica y aventándola al suelo, eso me colmó la paciencia-.

-          ¡Maldito! ¿Quién te crees que eres para tocar a una dama? –Le dije mientras me abalanzaba sobre él, lo tiré al piso y lo comencé a golpear hasta más no poder mientras él trataba de quitarme, pero no podía, así que sólo se cubrió el rostro-.

-          ¿No deberían de dejar de hacer tanto ruido? ¡Choji, sepáralos! –Dijo enojado un azabache de coleta un poco larga y con mirada indiferente, el otro chico obedeció, era un chico robusto, cabello castaño y largo-.

-          Maldito dobe, me das risa. Por hoy te dejaré con vida, pero te quiero fuera de mi barrio para mañana ¿entendiste? –Me dijo con una mirada amenazadora mientras se limpiaba la sangre-.

-          Sasuke, déjate de amenazas y vámonos, madre se enojará si llegamos tarde a clases –Dijo un chico muy sonriente, más delgado que Sasuke, de test muy pálida y ojos negros igual que su cabello-.

-          Pensaba que los niños como tú no tenían casa, pero veo que hasta vas a la escuela, Sasuke ¿no? Nos vemos mañana –Le dije sonriendo y yéndome mientras a él lo detenía su hermano, creo-.

No solía portarme como un rico que menospreciaba a los de clase baja, pero ese tipo de chicos me ponían de malas. Llegué a mi casa y vi fuera de ella a cinco patrullas y una ambulancia, me alarmé y corrí asustado hasta mi puerta.

Un policía me dijo que no entrara peor yo le dije que vivía ahí y le pregunté qué había pasado. Él no contestó y sacó una libreta y un lapicero para después preguntar mi nombre, se lo di y él me miró sorprendido.

-          ¡Lo encontré! –Dijo tomando mi brazo y metiéndome a la casa, ¡ay! No podía ser posible, unos cuantos minutos y mi tío ya pensaba que estaba muerto-.

-          ¡Naruto, creí que te había perdido! –Dijo mi tío Nagato casi muerto del susto, así era siempre, peleábamos y después éramos los familiares más unidos-.

-          Tío, no es para tanto –decía mientras mi tío me abrazaba muy fuerte-.

-          Hoy te desapareciste más tiempo que las otras veces, te fuiste 40 minutos, no conoces bien el lugar, hay mucha gente mala, yo… -Me dijo mientras lloraba, le entendía, ellos no querían volver a perderme-.

-          Tío, disculpa, he sido un tonto. No volveré a irme, ahora pide a estos policías que se retiren, en sus hogares los han de estar esperando –Le dije sonriendo pero él no paraba de llorar-.

-          No te preocupes, yo lo haré –Dijo mi hermano mientras se acercaba al jefe de ellos, un chico de cabello un poco largo, negro, ojos de igual color y muy guapo con dos marquitas que partían del principio de sus ojos-. Gracias por su ayuda, pero como ya ven, mi tío ha… exagerado un poco las cosas.

-          Entendemos, no se preocupes. Son nuevos en la comunidad, así que aquí estaremos para todo –Dijo serio el azabache y se marchó con todos los demás-.

-          Hijo, tanto tiempo que has pasado en el frío y sin comer, ven, rápido. Hoy hice ramen –Me dijo jalando mi cuerpo hasta la cocina donde todos cenamos juntos-.

-          Deidara… -Dije ya comiendo- ¿no estás nerviosos por entrar mañana a la escuela?

-          No, no tengo motivos.

-          ¿Y si no hacemos amigos?

-          Entonces tú me tienes a mí y yo te tengo a ti, sólo es una nueva escuela, Naru. Además, no será por mucho tiempo, ¿qué te pasa, eh? Siempre has sido muy seguro de ti mismo –Me dijo sonriendo-.

-          Sí, pero… ¿qué les diré cuándo me pregunten el porqué de mi mudanza?

-          Entonces les dirás la verdad, que tienes un tío muy mono que decidió traernos aquí para alejarnos de todo el estrés.

-          ¿Papás son estrés? –Dije desviando la mirada-.

-          No, pero tampoco son tranquilidad –Me dijo tomando mi mano que estaba recargada sobre la madera de la mesa-.

-          ¿Crees que algún día vengan a Japón para vernos a nosotros y no a su trabajo?

-          Sí, lo harán.

-          ¿Y cuándo pasará eso?

-          Cuando se den cuenta de que tienen unos hijos preciosos que los necesitan –Dijo mi tío sonriendo-.

-          Tío… disculpa, tío Nagato. Tú haces esto por apoyarnos y sé que estás enfadado con mis padres por su mal comportamiento y yo… -Dije rompiendo en llanto por la culpa-.

-          Y tú ya tienes que cenar para dormir y mostrar mañana tu hermosa sonrisa en la escuela. No tienes que disculparte, no hiciste nada malo –Me dijo sonriendo y yo le devolví la sonrisa-.

-          Vamos, Naruto. Come o me comeré tu ramen –Me dijo mi hermano poniendo sus palillos cerca de mi plato y me alarmé, así que comencé a comer mi ramen lo más rápido que pude lo que hizo que todos riéramos en la mesa, era un ambiente tan… cálido-.

Notas finales:

¡Gracias por leer! Espero y sí les haya gustado♥.

 

¡Nos vemos el jueves! ^-^/♥.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).