Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sabes... por Amok Scarlet

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, aquí dando vuelta.

Dejandoles este Fic, que creo es raro.

Ustedes dirán

Los personajes de Naruto son de Masashi Kishimoto

Espero les guste

— Sabes… — preguntó sentándose en la cama de su amigo


— No, no sé — contestó cortante. El otro lo ignoró


— Sabes — volvió a iniciar — cuando llueve y el cielo esta gris pienso en ti


El otro chico de cabellos azabaches se quedó callado escuchando el alegato que decía su mejor amigo


El rubio miraba por la ventana que quedaba lejos de la cama, pero dejaba ver el cielo y la lluvia que caía


— Siempre que estoy solo — continuaba su discurso — me preguntó qué estarás haciendo — el azabache se sentó al pie de la cama mirando por la ventana


El rubio, su amigo siempre le decía cosas así. Se preguntaba como una persona como él a veces podía hablar de esa forma tan sublime y tan íntima.


— Cuando las gotas de lluvia van cayendo por mi ventana, imagino que estarás viéndolas y me siento conectado a ti.


Esos momentos en que su amigo hablaba sobre lo que sentía sobre él, se sentía nervioso, ansioso, temeroso.


Siempre se cuestionaba si Naruto se sentía atraído por él físicamente. Su amigo era rubio, ojos azules, tez bronceada, tenía tres marcas en sus mejillas. Su cuerpo era perfecto (eso pensaba él), sus brazos, espalda, piernas eran fuertes. Era un tipo muy activo. Siempre andaba de aquí para allá.


Riéndose parecía tan hermoso. Su amigo era el sol. Tan altivo, orgulloso y testarudo como él. Nunca se dejaba vencer. Eran rivales desde que se conocieron.


Al principio él lo ignoraba, sin embargo el rubio siempre estaba encima de él. Compitiendo sin acordarlo. Hasta que de alguna forma se convirtieron en amigos. Salían a “jugar”, más bien era arrastrado a donde fuera el dobe de su amigo.


Y terminaban en casa de alguno de los dos.


— El viento que sopla se lleva mis palabras y temó que no puedan llegar a ti — esas cosas que pronunciaba con tal pasión lo hacían dudar — siempre le pido que lleve mi mensaje, más cuando termina de llover y el viento cesa… es tan difícil saber si logró llegar hasta tu ventana


El azabache se preguntaba si su amigo sabía lo que provocaba en su persona. Desde que Naruto empezó a confesar sus emociones, algo cambio en los momentos que compartían cuando estaban solos.


Sasuke al principio estaba sorprendido, y al principio lo molestaba con ello. Más Naruto lo ignoraba. Siempre terminaba su diatriba y él callaba.


Se sentaban y escuchaban el sonido de las palabras dichas por el rubio.


Sabía que Naruto estaba de alguna forma enamorado de él. Pero nunca decía esas palabras. Nunca eran manifestadas.


O Naruto lo amaba de una forma abstracta o simplemente ni él entendía lo que decía.


Lo dudaba, lo dudaba por el simple hecho de que Naruto parecía desvivirse en esas palabras. Palabras que le llegaban muy dentro.


Ya hasta había tenido sueños donde Naruto al terminar su homilía le confesaba su amor por él. Sí, eso soñaba y lo anhelaba.


Él, Sasuke Uchiha enamorado de su mejor amigo. Cómo en todas novelas románticas se enamoró de su mejor amigo. Después de todo de la convivencia nace el amor.


Sasuke se preguntaba si Naruto estaba enamorado de él o de su imagen.


Sasuke de cabellos negros y ojos del mismo color. Piel blanca como las piedras de las fuentes, lisas y suaves al tacto. ¿Cómo esas piedras eran suaves? No lo sabía, pero comparaba su propia piel con esa textura y esa blancura. Su complexión era delgada, bien torneada y formada de músculos trabajados a conciencia.


A él no le gustaba ser un luchador de lucha libre. Por algo trabajaba en fuerza no en músculos. Naruto tenía más que él. Pero le gustaba


— Y el sol sale y me hace feliz al imaginar tu rostro bañado por su luz, tus cabellos destilando colores negros y azules — el rubio había estirado la mano donde estaba Sasuke a espaldas de él y no podía ver lo que hacía


Naruto siempre veía su figura, delgada y fuerte. Hermosa y poderosa. Siempre le atraía, siempre…


Pensaba que si le decía a Sasuke todo lo que pensaba sobre él, algún día podría dejar de amarlo. Pero se equivocaba, mientras más pasaban los días más se sumergía en su amor. Un amor que era tan intangible como la luna.


Sasuke siempre había representado la luna ante los ojos de todos, pero para él, para él era su sol. Sasuke brillaba ante sus ojos y le regalaba la luz para seguir otro día.


Por eso Naruto era la luna, como él sol regala su luz al astro nocturno para iluminar las noches. Sasuke lo alimentaba con su resplandor.


Al principio no eran más que enemigos en el mismo territorio. Con él tiempo llegó a entender a Sasuke y su persona.


Un hombre no ama a otro por su atractivo físico. Ama por lo que es.


Sasuke era hermoso, sus cabellos negros azulados como las panteras, su tez de rosas blancas, sus ojos negros como el barro. Su figura de tallado.


Sasuke era la persona más hermosa sobre la tierra. Sí había alguien más hermoso que él, no lo conocía y no le importaba. Solo era Sasuke, su bello y hermoso Sasuke.


Era lamentable no poder tocarlo. Cuanto lo ansiaba, todas las noches pensando en él. Todo el día soñando con él. Todo el tiempo suspirando su nombre.


— Pero cuando la lluvia cae de noche imagino tu rostro durmiente, imagino que viajas a lugares inhóspitos y tiemblo al pesar verte perdido en tierras extrañas


Naruto había tomado una decisión ese día, era ahora… o nunca.


Si era nunca, se arrepentiría el resto de su vida. Lo sabía y era egoísta, pero si no lo hacía se derrumbaría en el lodo y no querría salir de ahí. Al menos al hacerlo, lo daría por perdido y continuaría con su vida… sin Sasuke.


— Sabes… — tomó aire, profundo y escandaloso. Sasuke escuchó y sintió el movimiento de la cama, aun así siguió viendo al frente — ya no puedo… — pasó sus brazos por el cuello del azabache y recargo su cabeza en la ajena


Sasuke se tensó, abrió los ojos en sorpresa por el acto. Estaba seguro que pasaría… y le comía los nervios


— No puedo Sasuke, no puedo vivir sin ti — Deseaba hablar, responderle. No lo hacía, quería escuchar más, más de esa voz que lo hacía volar lejos y querer aterrizar en él — es gracioso, yo estoy perdido. Perdido en ti y no quiero salir nunca del laberinto que eres. Te amo Sasuke, te amo tanto que si te vas… — sintió el agarre más fuerte, en su cuello caían esas lágrimas saladas que corrían por su espalda y se apagaban al ser cautivas de su ropa y su piel.


Levanto sus brazos hasta encontrar las manos del rubio


— Naruto — lo llamó. El rubio tembló. ¿Había sido su imaginación o Sasuke lo llamó con ternura? — Naruto — había girado su cabeza, y logró ver esos ojos azules. Lucían cristalinos con el llanto, tristes y miedosos. Sorprendidos


Giró su cuerpo y se sostuvo en sus rodillas, tomó el rostro del rubio y el rubio tomó sus manos. Se acercó a él cerrando sus ojos y sintió los labios húmedos por las lágrimas.


El rubio tomó su cintura y lo acercó más a su cuerpo, el azabache se fue subiendo a la cama. Sus labios empezaron a bailar a un son lento.


Sus manos se alejaron de las del moreno y comenzaron un viaje por distintos rumbos, una acariciaba la mejilla del moreno y la otra acariciaba de arriba abajo la espalda.


El moreno pasó una de las suyas al cuello del rubio y la otra acariciaba su hombro


Los labios seguían su danza, y el rubio se aventuró más, abrió su boca y exploró los labios ajenos, delineaba con su lengua lo que pensó nunca probar. El moreno entreabrió sus labios cediéndole el paso a la exploradora y dejó que se encontrara con su sabor.


Las manos curiosas siguieron abriendo puertas, ahora viajaban por la piel, suave y sensible a su tacto. Lentamente fueron despojándose de las camisas blancas del uniforme.


El rubio veía con amor al azabache, un amor puro. Había dicho y declarado todo lo que sentía de Sasuke. Lo que veía al despertar, cuando el sol saludaba, cuando la luna cantaba, cuando las flores lloraban. Cuando los niños gritaban, cuando las sombras lo asustaban.


Todo, había contado todo. Pero todo no era todo, siempre había algo más. Más y más.


— Sasuke — susurró su nombre contra sus labios y acariciaba su vientre


— ¿Qué? — preguntaba con dulzura. Naruto lo hacía ponerse así


Querer expresar lo que sentía, con palabras y miradas. Con gestos y caricias.


Naruto le lanzaba sus miradas dulces y él se enternecía, se sentía agradable, apacible. Tranquilo.


— Eres hermoso — se habían recostado. Naruto acariciaba su rostro — tan hermoso como la luz


— ¿La luz? — Naruto no lo dejaba de acariciar Y con una mano intentaba desabotonar sus pantalones


— Tan limpia, blanca, pura — explicaba — deslumbrante, cálida, anhelante


Sasuke se sonrojo. Naruto le había dicho miles de cosas, muchas eran lo que pensaba cuando hacía cierta cosa. Nunca lo que sentía y si lo decía era entre líneas. Líneas que no querían que existieran


— Mnn — gimió bajo al sentir los dedos rozar con la parte sensible de su pelvis


— Déjala salir — pidió mientras retiraba los pantalones y los bóxer blancos — déjame escuchar tu voz


— Dobe — suspiraba. No había sido tocado de esa forma, una forma suave y cuidadosa. Como si temiera que se fuera a esfumar en algún momento. Pero no era miedo, era algo más… con más significado


— Tu voz es como el viento cuando susurra las canciones de los peregrinos — acariciaba sus muslos dejando besos a su paso.


— Déjame quitártelos — estiró sus manos temblorosas a los pantalones del rubio


— Será un honor — sonrió ante el gesto. Atrapó sus labios en el momento que Sasuke se había levantado.


Adoraba los labios del moreno, eran mejor de lo que había imaginado.


El azabache se sentía abrumado por lo que transmitía el rubio. Amor y más amor, ¿se podía amar de esa forma?


Cuando logró quitarle los pantalones sus miembros rozaron y jadearon por la cercanía. Se dejó caer en la cama.


No es lo mismo masturbarse que ser tocado por otro. Se siente más cuando la persona te ama y te toca, sientes tu cuerpo estremecerse por cada pequeño roce, por cada palabra dicha, por cada suspiro, cada mirada, cada emoción transmitida.


Todo es más intenso, más agradable, más doloroso, más divertido, más entretenido. Y más exquisito.


— Tócame — pidió tomando la mano del rubio que lo miraba de pies a cabeza. Admirando cada parte de su cuerpo. Siempre lo mantendría guardado en su cabeza.


— Sasuke — su mano fue guiada por la albina por el vientre y subida por el pecho donde acarició en forma circular rodeando los pezones


— Mnh — subió sus manos al pecho del rubio y delineo el caminito de vellos desde el ombligo hasta la ingle sin llegar más abajo


El rubio cerró los ojos, Sasuke jugaba con sus vellos, los enredaba entre sus dedos y los jalaba. Se inclinó y se lamió su oreja


— Me estas excitando mucho —susurró y mordió el lóbulo. El moreno se estremeció y dejó de jugar, dejando caer su mano y rozando el miembro erecto del rubio que se sorprendió y estremeció


El azabache también se sorprendió y vibró, su mano aun sentía el tacto.


Sin pensarlo lo tomó con su mano y acarició de arriba abajo. Estaba duro y se hacía más grande


— Ah — suspiró contra su cuello — sigue — su voz estaba ronca y un deje de pasión escapaba de su voz


Mordió el cuello, se sostuvo con su mano fuerte y con la otra buscó el miembro del azabache. Cuando sintió sus vellos sabía que estaba cerca y sus dedos llegaron a su objetivo. Rozándolo con las yemas y luego aprisionándolo con los dedos. Presionando en el glande y jalando el pellejo del prepucio. Y luego tentando en el escroto.


El azabache trataba de mantener su cabeza en el mundo real. Naruto movía sus dedos con destreza. Se asombraba del auto control del rubio por mantenerse arriba de él sin aplastarlo. Y no era solo eso. El rubio besaba su cuello con tal deseo que sentía que ardería en fuego.


— Para, para — suplicó dejando su labor manual


— ¿No te gusta? — se sentía perturbado por ello. Él no se masturbaba, trataba de mantener su cabeza fría y no pensar cuando la “situación” llegaba


— Me voy a venir si sigues — Naruto se lo había dicho directo a los ojos y con voz gruesa


— Oh — no sabía que más decir


— Quiero que disfrutes más — otro beso. Con cada beso expresaba cuanto lo deseaba, cuanto lo necesitaba, cuanto le encantaba.


Dejó sus labios y paso a su cuello una vez más, mordiéndolo, un poco más abajo y tomó sus tetillas. Una con la mano y la otra con su boca. Cambio de lugar tomando la contraria.


El azabache buscaba más contacto y envolvió una de sus manos en el cabello rubio y la otra en la cadera hasta donde lograba alcanzar.


El rubio dejó su pecho y viajo a su vientre. Dio besos en su cadera, en el ombligo y bajó a un más. No le molestaban los vellos negros del azabache, rizados y más gruesos que los cabellos negros. Eran parte del moreno y también adoro esa parte de él.


Los acarició y repartió otro par de besos por el lugar, el pene de Sasuke estaba erecto, creciendo por la excitación que le provocaba, eso le agradaba. Sentir que Sasuke disfrutaba por él.


Lo acarició con su mano


— Tu cuerpo es maravilloso — dijo antes de besar la punta y lamerla.


— n… no… — se sorprendió cuando el rubio empezó a besar su miembro, acariciaba el escroto y besaba toda la extensión, la lamía y mordía — ahh… Na… Naru… to — su mente se fue lejos. Donde solo existía el placer y el amor que le daba el rubio


Los suspiros y jadeos del azabache lo enloquecían. Su voz era tan hermosa, y cuando dijo su nombre vio el cielo despejado.


Metió el miembro en su boca tratando de morderlo — ahh… ahh… — subía y bajaba, tratando de llevarlo más profundo, de saborear cada centímetro. Y guardando cada sonido emitido de los labios del azabache


— Naru… to… me… me… — no podía ni articular una palabra completa. El rubio lo sabía, sentía los temblores que venían antes de la erupción. No se detuvo, continuo en su propósito, probar la esencia del moreno — ¡Ahh…! ¡Naruto…! ¡Ahh…! — y salió


Sintió como viajaba por su garganta, pero lo que él deseaba era probarla. Subió un poco y logró obtener un poco de ella. Un sabor amargo y salado. Subió hasta los labios del moreno que aun temblaba por lo recién experimentado.


Lo besó. El moreno sintió el extraño sabor de la boca del rubio.


— Sabes delicioso — tomaba sus mejillas — saladito y amargosito como tú — le sonrió de una forma que ni siquiera se podía enojar con él


El moreno se levantó y se inclinó para tomar el miembro de Naruto como antes lo había hecho él, pero él no lo dejó. Lo separó y lo recostó


— Quiero hacerlo — le debatió


— Pero no ahora — acarició sus muslos mientras le flexionaba las piernas — quiero que disfrutes


Sus glúteos fueron delineados por las manos morenas y el cosquilleo y la alerta subió a su cabeza.


— Es… espera — sentía nervios. ¿Él haría el papel de mujer?


— No eres mujer — le recalcó al saber lo que pensaría — eres hombre como yo. Disfrutarás más que yo, te haré ver el universo — y otro beso. No sabía por qué aceptaba sólo se dejaba llevar por las palabras y los sentimientos


Naruto se llevó tres de sus dedos a su boca y con su otra mano acariciaba el interior de los muslos del moreno que lo miraba atento. Los lamió dándole una visión placentera logrando que el moreno se pusiera duro una vez más.


Su mano libre separaba más las piernas y acariciaba el perineo, viajando del escroto al ano. Sasuke no pudo ver más cuando Naruto se inclinó al sacar sus dedos de su boca y perderse entre sus rodillas.


Naruto lo besó mientras acariciaba la parte exterior del ano, entrando poco después


— Ahm — escapó una queja entre los labios


Metía y sacaba el dedo, dando círculos. Entró uno más y se sentó en sus piernas. Tomó el miembro de Sasuke para acariciarlo. Y un dedo más se atrevió a entrar.


Naruto se inclinó un poco y beso su vientre. Cuanto amaba a Sasuke, cuanto había soñado con ese momento. Momento que se le hacía lejano e imposible.


Ahora lo tenía ahí, diciendo su nombre. Pero faltaba algo. Sólo esas palabras y estaría completo, no satisfecho.


— Naruto — había tomado la cabellera rubia y sentía los dedos entrar y salir, expandirse lo que podían dentro, se sentía raro…


— Sasuke — lo besó fugaz y dejándolo pidiendo por más. Tomó una almohada de la cama, levantó la pelvis del moreno y la colocó debajo. Sujeto sus piernas y se acomodó entre ellas. Con cuidado se situó en la entrada del moreno, empujando la punta para adentrarse en esa  cavidad


— ¡Ahh! — cerró los ojos con fuerza, tensándose. El rubio masajeó el miembro del moreno mientras se sumergía en el interior del azabache — ¡Mng! — unas lagrimitas escapaban de sus ojos


— Ya casi — el interior de Sasuke era caliente y apretado. De alguna forma se sentía en casa. Con quien debería estar desde el principio.


— Ahh — suspiro cuando se detuvo — espera


Había dejado de masajear el miembro de Sasuke al sentirse el límite de sus cuerpos. Estaban unidos.


— Sasuke — el moreno empezaba a moverse, su cuerpo pedía más contacto. Quería tocarlo más, sentirlo más — aquí


Pasó los brazos del azabache a su cuello


— Eres tan sensual que no podría beber de otra bebida


— Naruto, muévete — pidió mientras movía las caderas


Salió un poco y entro de nuevo. Lento para no lastimarlo, una, dos, tres veces. Acariciaba sus costados.


— Más… fuerte… — sentía como su cuerpo se acostumbraba al intruso y como lo esperaba con ansias


— Estas… ah… — las embestidas se volvieron más fuertes, siguiendo un ritmo más rápido


— Nar… ahh… sí… así… — se sentía bien, se sentía muy bien. Su cuerpo disfrutaba del movimiento que producía Naruto en él, era… nuevo. Pero tan confortante


— Te amo… te amo… — repetía una y otra vez entre embestida y beso que lograba darle al azabache — te amo…


— Naru… to… te… ¡ahh! — se aferró a la espalda del rubio.


Había encontrado el punto, el punto que lo volvería loco, el punto que le daría el placer que deseaba darle.


Lo tomó de la espalda y se impulsó sentándolo encima de él, mientras el quedaba recostado de espaldas


— ¡Ahh! — se sentía más profundo, más adentro. Más cerca de él.


— Muévete — la imagen de Sasuke encima era demoledora. Su rostro sonrojado, los ojos entrecerrados, su cuerpo bañado en sudor. Su mano en su vientre, la otra en su rodilla.


Sasuke lo había obedecido, subía y bajaba. Naruto empezó a masturbarlo una vez más se apoyó en su codo y mordió uno de los pezones del moreno que gimió alto.


Se terminó sentando y tomó la cadera del moreno. Lo movía en círculos, de adelante a atrás mientras lo subía y bajaba. Y apretaba sus glúteos


— Ahm… mhn… — Sasuke se aferraba a sus hombros y buscaba su boca, Naruto mordía sus pezones o su cuello — Naru… t… yo…


Se sentía llegar, el calor recorriendo su cuerpo. La corriente y la opresión en su vientre. El miembro de Naruto había crecido durante las embestidas y lo sentía palpitar


— Ahh… Sasuke… — gruñía. Sasuke lo estaba apretando cada vez más, parecía querer asfixiarlo


— Yo… ¡ahh…! ¡Naruto…! ¡TE AMO! — se aferró a él cuando los espasmos comenzaron y explotaron entre los vientres de ambos


— ¡Sasuke! —estalló dentro del moreno


Se recargaron uno en el otro, normalizando sus respiraciones.


— Eso fue… — empezó Sasuke que por fin su mente podía estar centrada


— Fantástico — concluyó


— Sí — sonrió y besó la boca aun jadeante del rubio


— Te amo — lo estrechó y cayeron recostados en la cama


— También te amo — Naruto se sintió tan feliz, había creído que durante el acto Sasuke se emocionó y lo gritó. Un momento de pasión se dijo. Pero ahora que lo repetía se sintió completo


— Sabes… — inició con voz más alegre su retahíla


— No, no sé — se abrazó al cuerpo desnudo de Naruto


— Sabes… — siguió con su letanía — ha dejado de llover


El azabache se giró a la ventana y efectivamente ya no estaba lloviendo. Y se dio cuenta de algo más… la ventana estaba abierta, se escondió en el pecho del rubio y agradeció que estuvieran lo suficientemente alto para que los vieran


— El sol salió y le siguió brindando su brillo a la luna — ahora no sabía de qué hablaba Naruto. Era apenas el atardecer


— Me pregunto si sabes lo que dices — volvió a abrazar el cuerpo del otro


— Claro que lo sé — respondió, mientras jalaba las cobijas de la cama para tapar su desnudez — Tú eres mi veneno y mi antídoto, mi droga y mi medicina. Mi alimento y mi sed


— Dobe — el rubio lo besó en la frente y revolvió sus cabellos


— Yo solo sé que soy tu amante y deseo que me dejes amarte por el resto de mi vida


— ¿Eso es una proposición? — el azabache se levantó y subió la mitad de su cuerpo en el rubio


— ¿Tu qué crees?


— ¿Planeas enfrentarte a mi familia? — preguntó serio


— Si es por ti iría hasta al infierno


— Sabes cómo es Itachi


— Poco importa si es por ti — volvió a recostarlo y acariciaba su espalda


— Eres un dobe — le contestó — y me dijiste que me harías ver el universo. Yo no lo vi


— ¿Me estas retando? — lo miró con las cejas alzadas


— ¿Tu qué crees? — No se dejaría llevar


— Esta vez no — acercó más a Sasuke a su cuerpo


— ¿Ah? — eso era raro, definitivamente algo había cambiado cuando estaban solos


— Tenemos que dormir antes de que llegue el demonio de tu hermano y me corra


— Por eso hay que aprovechar — no se creía lo que estaba diciendo, ¡pero qué importaba!


— No, fue tu primera vez y no quiero lastimarte


— ¡Qué no soy…! — lo calló con un beso


— Lo sé, pero el cuerpo no está acostumbrado —  Sasuke se sonrojo — Debes dejarlo descansar. Además si tu hermano te ve en ese estado me mata


— De acuerdo, pero tienes que cumplir tu palabra — le pico


— Te haré ver más que el universo — sonrió


— Hmp


Y con eso ambos se dejaron llevar al mundo de los sueños. Donde ahora no había lugares inhóspitos, ahora eran ilusiones y días nuevos.

Notas finales:

¿Qué tal?

¿Les gusto?

Espero que sí. Y espero me lo digan

Saben... cuándo ustedes me dejan su opinión yo me alegro y doy saltitos por la casa, y hay veces que hasta grito.

¿Y saben qué más?

Me dan unas ganas tremendas de ir dónde sea que vivan y darles un abrazo y darles las gracias en persona.

(Si tuviera dinero lo haría, no lo duden)

Bueno, eso es todo

Muchas Gracias por leer

Bye bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).