Eran aproximadamente las doce de la noche. Hacía un frio horrible, y el clima parecía avisar que pronto caería una tormenta. Hace casi una hora que vigilaba en la azotea de un edificio la llegada del vehículo con mi victima adentro. Aún no había señales del magnate, de aproximadamente 37 años, cabello negro, ojos cafés y estatura media, según las descripciones que me había dado el día anterior mi hermano mayor. Como siempre, sin siquiera preguntarme, me habían ordenado que fuera asesinar a quienes los clientes que nos contrataban indicaban. A veces violadores, otros estafadores, a veces asesinos o ladrones, también caía el caso, en el cual solo me enviaban a matar personas que eran inocentes de haber cometido de algún tipo de crimen, y que por el solo hecho de existir eran odiadas. Sin embargo, nada de eso me interesaba, no me importaba la naturaleza de a quienes asesinaba, simplemente estaba harto de hacer siempre lo que mi familia quería. Me importaba una mierda que me creyeran el talento de la familia, éramos en total cinco hermanos, podían enviar a cualquiera. Sin embargo, todo el peso de mantener el estatus y renombre de la famosa familia de asesinos, los Zoldyck , recaía en mí. Desde que tenía memoria siempre era así. Diecisiete años de mi vida haciendo caso a los demás. En fin. No me quedaba de otra que esperar al maldito de Ging Freecs. Esperaba asesinarlo rápido para poder ir a alguna otra parte.
_ Que aburrido…_ dije suspirando, mientras quitaba los binoculares de mis ojos._ ¿A qué hora piensa llegar ese maldito? Según lo que he estado investigando, todos los viernes viene al Royal Palace Hotel. Debió de haber llegado hace veinte minutos. _ en ese momento llegó el esperado automóvil. Era una especie de limosina negra. Atrás en la patente se divisaba el apellido Freecs. Por fin, pensé para mis adentros. Ahora solo debía esperar a que bajaran los guardaespaldas, y luego atacaría. Cuando me estaba preparando para saltar desde el edifico en cualquiera momento, del auto bajo un chico a toda prisa, y comenzó a correr. ¿Un Chico?, esto no estaba en mis investigaciones, ¿acaso era guardaespaldas?, claro que no, no tendría por qué correr así del vehículo. Cabello negro un poco alborotado en puntas, ojos cafés, aproximadamente de mi estatura, y, diría que también aproximadamente de mi edad, vestía un elegante traje negro. El chico era perseguido por cinco guardaespaldas, quienes perdían su tiempo, pues este era mucho más rápido que ellos. De hecho, su velocidad me sorprendió. Cuando el chico se les escapaba, por el otro lado de la calle, aparecieron otros cinco hombres de traje negro. ¿Eran guardaespaldas también? ¿Por qué perseguían al Chico?, estaba demasiado concentrado en la persecución al chico, que me había olvidado por completo de mi objetivo, pero, ¿Qué relación tenían?, ¿Por qué había bajado así del vehículo?, ¿lo habían secuestrado? De Pronto, el chico gritó.
_¡Si no me dejan en paz, voy a tener que golpearlos!
_¡ inténtalo si puedes!_ grito uno de los guardaespaldas en tono burlón. Los diez hombres lo rodearon, ya no tenía escapatoria. Sin embargo, el chico comenzó a pelear con ellos. No era malo combatiendo. Se notaba que tenía fuerza, aunque su técnica no era muy buena. Se las estaba arreglando bien con esos diez pelmazos, yo, sin embargo, hubiera acabo con ellos en menos de un minuto. Cuando el chico estaba a punto golpear a uno con una patada en la cara, otro hombre con traje negro que salía del auto les hizo una seña para que volvieran al auto. Entonces el chico comenzó a correr de nuevo en dirección opuesta al auto. Lo observe unos instantes.
_Mierda…_ dije cuando note que el auto se ponía en marcha, al parecer, ya sin interés en el muchacho ese. Estaba dispuesto a saltar más que rápido para ir tras ellos, cuando sentí como una pistola apuntaba a mi cabeza_ al parecer, tu jefe sabía que vine a asesinarlo_ dije mientras me ponía de pie. Me voltee lentamente para mirar al dueño del revolver a la cara, entonces sonreí_ idiotas…_ dije, y rápidamente, me deshice de los cuatro hombres que me apuntaban con sus revólveres _ ¿creen que pueden detenerme con solo cuatro hombres?, ilusos. _Cuando observe la calle, el auto ya no estaba.
_ Así que usaste a estos inútiles como señuelos…._ susurré. Ese Ging no era tan tonto_ no tendrás tanta suerte después_ fije mí vista en el chico de cabello negro que se veía desde el edificio, había dejado de correr. Sin quitar la vista en él, tome mi celular, y marque el número de mi hermano.
_ ¿Qué sucede Kil?_ me preguntó la voz en el celular.
_ Odio que me llames así, Illumi_ respondí, mientras salté del edificio para comenzar a seguir a aquel chico.
_ tampoco me gusta que me digas Illumi, Aniki suena más cariñoso_ dijo mi hermano.
_ olvídalo. En fin, el objetivo escapo, al parecer sabía que habían enviado a un asesino para él, así que, asumo que no se quedó hoy en el hotel previsto porque sospechaba que atacaría ahí, además, tenía hombres vigilando. Fue un error mío de todos modos, me distraje un poco. Tengo una semana para matarlo, así que descuida, lo haré esta misma noche, o mañana.
_ has lo que quieras, solo debes matarlo. El método no importa, y la ocasión tampoco. Confío en ti Kil_ diciendo esto cortó.
Estaba siguiendo al chico de pelo negro. No sé muy bien porque. Talvez había llamado mi atención, y quería averiguar qué relación tenía con Ging Freecs, si tenía suerte, pudiese saber a dónde se dirigían ahora. Aunque, tal vez…solo sentí la intención de conocerlo o hablar con él.
Avanzaba a pasos bruscos, se veía molesto. Molesto y con prisa. Se quitó la chaqueta negra que tenía encima, y con rabia, la lanzó a un charco en el suelo. Hizo lo mismo con la corbata que traía puesta. Y comenzó a desabrochar el cuello de su camisa.
_ Si te sigues desvistiendo en la calle, van a llamar a la policía por atentar contra la moral y la buenas costumbres_ dije en voz alta para captar su atención. Este enseguida se giró para mirarme.
_ no es de tu incumbencia lo que haga _ me dijo irritado, al parecer no había tenido un buen día. Sonreí, y me acerque más a él.
_ Tranquilo, no te enfades. ¿Qué haces a estas horas en la calle?_ pregunté. Él se detuvo a observarme.
_ ¿y tú quién demonios eres? _ preguntó.
_ me llamo Killua, Killua Zoldyck_ el pareció pensar unos segundos.
_ nunca había escuchado ese nombre_ dijo en un tono de voz seco_ ¿quieres algo?_ me preguntó, al parecer no entendía porque lo seguía. Era lógico.
_ Primero, dime tu nombre.
_ ¿por qué le daría mi nombre a un extraño?
_porque yo te dije el mío_ me miro nuevamente de pies a cabeza.
_ ¿eres un asaltante?_ no pude evitar reír ante ese comentario.
_ no, descuida. Es solo que tengo un poco de interés en ti_ me miró confundido_ No todos los días uno ve a un adolescente salir de la limosina de Ging Freecs y golpear a cerca de diez guardaespaldas, para después echarse a correr, y luego desvestirse en la calle. Es curioso, ¿no crees?_ dije mientras ponía mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Él sonrió un poco.
_ Me llamo Gon_ dijo aun dudoso. Lo observe unos instantes. Era aproximadamente tres centímetros más bajo que yo, y se notaba, por su físico, que escapar y pelear no eran cosas nuevas para él. Sin embargo, su rostro representaba cierta inocencia. _ ahora, si no te molesta, tengo algo que hacer_ dijo, y se giró para ponerse en marcha. Rápidamente me moví para quedar delante de él. Pareció sorprenderse cuando me pare frente a él, pues se sobresaltó un poco.
_ eres muy rápido…_ dijo. Y me observo cauteloso.
_un poco_ le dije, y me acerque más a él_ ¿estas apurado?
_ si, bastante_ intentaba avanzar, pero yo le obstruía el paso._ ¿podrías quitarte?
_ claro que puedo, pero no quiero_ me miro irritado_ te propongo un trato. Te dejare pasar, si me respondes tres preguntas, y además de eso, si tus respuestas me agradan, te acompañaré a donde tengas que ir.
_ ¿Qué te hace pensar que necesito que me acompañes?_ intentó avanzar, pero lo tome del brazo.
_no te pongas difícil_ dije en un tono más serio_ ambos sabemos que puedo matarte en cualquier momento, o me vas a decir que no te percataste que estaba observándolos desde la azotea de ese edificio._ dije apuntando en dirección al Royal Palace Hotel.
_ sí, me di cuenta, pero lo que tu hagas a mí no me interesa, así como tampoco debería interesarte lo que haga yo._ hice más fuerte mi agarré, Gon no forcejeó demasiado, pues se percató de que yo era mucho más fuerte que él. Lo lleve hasta un callejón_ suéltame_ dijo demandante. Lo mire, y luego lo empuje hacia la muralla y apoye mis brazos a ambos lados de su cabeza.
_si sabes lo que te conviene, no intentaras escapar_ dije, acercando un poco mi rostro a dé el. Era guapo en definitiva. Pensé._ ahora, debes responder, y consideraré el no asesinarte.
_ está bien…
_ Perfecto, primera pregunta, ¿Por qué esos hombres te perseguían?
_Me secuestraron. En contra de mi voluntad me querían llevar no sé a dónde. Por eso, cuando se despistaron me escape. _ lo mire un momento, parecía decir la verdad.
_ Segunda pregunta, ¿sabes a donde se dirigen ahora esos hombres?
_ Probablemente a algún hotel lujoso, o a un prostíbulo de ricos, tal vez a su mansión. La verdad no tengo idea.
_ Tercera pregunta, ¿Qué relación tienes con Ging Freecs?_ su mirada pareció volverse sombría. Durante unos segundos no respondió._ ¿y bien?_ insistí.
_Él no…no tengo nada que ver con el_ contesto sin decir más. Sabía que no me había dicho la verdad tras en la última pregunte. No quería decirlo o no podía decirlo. A mi juicio, era la primera.
_ ¿Qué edad tienes?_ Pregunté.
_ dijiste que eran solo tres preguntas_ reprochó.
_ lo sé, pero no estás en posición de reprochar._ acerque mi rostro más al de él. _ responde.
_Diecisiete.
_ Que coincidencia, también yo.
_ ¿puedo hacerte una pregunta?_ Preguntó mientras me miraba. Sus ojos eran penetrantes, me hacía sentir un tanto incomodo cuando me miraba a los ojos.
_ está bien, ya que me agradas.
_ ¿querías asesinar a Ging Freecs?_ su pregunta me sorprendió un poco.
_ No, no tengo interés en el_ mentí_ tengo la orden de matar a uno de sus guardaespaldas.
_ ya veo…ahora, ¿puedo irme?
_claro_ dije, y quite ambos brazos_ vamos._ me observo unos instantes._ dije que si respondías iría contigo._ pareció pensarlo unos instantes.
_ está bien, pero debo llegar rápido, así que debes seguirme el paso.
_ No hay problema_ sonreí y comenzó a correr. El cielo se tornó más oscuro. En cualquiera momento se pondría a llover. No traía más que una sudadera azul, sin embargo, Gon encima solo tenía puesta la camisa a medio abrochar. Era bastante rápido. Nunca antes había conocido a alguien que fuese tan rápido como yo. De pronto rompió el silencio.
_ lamento haber sido tan arisco contigo en un principio. No he tenido un buen día_ dijo mientras corría.
_ descuida, pude percatarme de eso, pero, ¿siempre estas así de tranquilo cuando corres junto a un asesino?_ pregunté.
_ ¿quieres asesinarme?_ preguntó el.
_ Claro que no.
_ Entonces, no hay problema.
_pero, pude haberlo hecho antes.
_ Sin embargo, no lo hiciste_ sonrió. Lo imite. Gon me agradaba de alguna u otra forma, además, me podía ser de ayuda.
_y bien, ¿A dónde vamos?_ pregunté curioso luego de unos minutos.
_ no estoy seguro_ dijo. Lo miré dudoso.
_ Así que, ¿corres sin saber a dónde?_ se detuvo en seco, hice lo mismo, y me miró.
_ ¡que tonto soy!_ dijo, y saco de su bolsillo un papel.
_ ¿Qué sucede?_ lo mire curioso.
_ puede haberte preguntado antes, ¿Dónde queda esta dirección?_ dijo, acercando el papel a mi cara. Quede un tanto estupefacto ante tal ridícula escena. Él sonreía, al parecer ya había olvidado el incidente con los diez pelmazos, y que hace uno minutos atrás lo había amenazado de muerte, su mayor preocupación ahora era saber dónde quedaba esa dirección. Y pensar que corrí junto a él sin rumbo alguno…Tomé el arrugado papel, y lo miré.
_sé dónde queda_ le dije.
_ ¿¡de verdad?!_ me preguntó emocionado. Al parecer le urgía ir ahí.
_ Pero…¿para qué quieres ir a un…prostíbulo?_ le pregunté. Sentía demasiada curiosidad por ese tipo.