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Dulce Venganza por DarkGothic

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Notas del fanfic:

Hola, antes que nada me gustaría aclarar que hace como cien siglos que no publico nada en el mundo de los fics, así que este es mi primer fic que publico a partir de ahora (Ya tengo publicados otros por ahí y aquí) Así que espero les guste este one shot como mi gran regreso. La universidad era algo que me mantuvo auscente de todo contacto con los fics.

Notas del capitulo:

Purple Guy basado en los diseños del dibujito todo morado, con su cabello en coleta y barba.

 

Nota aclaratorioa: los ojos de purple guy los alterno a veces en verdes u otras veces en púrpuras. En este fic son verdes.

No supo cómo, solo sabía que debía seguir corriendo, esconderse donde fuera. Cerró la puerta para evitar que los espíritus de esos mocosos al fin libres de los cuerpos animatrónics, le vieran. Miró a su alrededor en aquella sala y para su sorpresa, había vislumbrado un traje dorado. Sonrió. Era un perfecto disfraz y escondite. Dio algunos pasos pero… tropezó con algo, o más bien, ese algo causó su caída a propósito.


Cuando sintió su cuerpo golpear el suelo duro, su mente quedó aturdido por algunos segundos, hasta que se dio la vuelta y fijó su vista en la causa de su caída. Sus ojos se ampliaron, no lo podía creer. Estaba seguro que todos los espíritus habían abandonado los cuerpos metálicos, pero no. Justo frente a él, se encontraba uno en especial, de pelaje rojo y garfio en vez de mano y un parche levantado que le permitía apreciar los ojos dorados del animal robótico.


-¿Qué demonios? Creí que todos ustedes estaban fuera de los animatrónics.


El zorro pirata lo observó.


-Pues ya ves que no. Aquí estoy y no permitiré que escapes sin recibir tu castigo.


Sus ojos verdes le miraron furiosos. Foxy lo haló de una pierna hasta él y volteando su cuerpo para que quedara de espaldas al suelo. Sus doradas orbes observaron los del asesino.


-Llegó la hora de la venganza, Vincent.


El chico de cabello púrpura intentó quitarse por todos los medios al zorro de metal, pero no podía. Obviamente el animal pelirrojo era más fuerte y por lo tanto, Vincent, el conocido asesino, el hombre de morado, no podría escapar de su captor.


El zorro contempló el rostro de su asesino, detallando las curvas del rostro y el afilado de esos ojos sin compasión. Sabía que matarlo no era lo que quería, eso sería demasiado piadoso y lo que más deseaba el zorro, era hacerlo sufrir. Que implorara y se arrepintiera de sus actos del pasado, que llorara y sufriera. Quería escucharlo agonizar en vida.


Foxy tuvo una brillante idea. Qué mejor manera de hacer sufrir a alguien como Vincent, qué mejor manera que la que se le estaba ocurriendo en ese mismo instante. Sonrió con anticipación y por un momento se preguntó si el inmenso placer que estaba sintiendo en ese momento era similar al que sentía el psicópata bajo su cuerpo cuando lo asesinó a él y a los otros niños. Se olvidó de eso y se concentró en su nuevo trabajo.


Con su garfio, fue recorriendo la mejilla de Vincent, deslizándolo por el cuello hasta el pecho y viajando al vientre hasta llegar a la orilla del pantalón. El peli-púrpura se preguntaba lo que ese animal estaba pensando en hacer. ¿Quería matarlo lenta y dolorosamente? ¿Quería arrancarle las entrañas de su cuerpo, rajarle la yugular? ¿Qué? La incertidumbre le estaba haciendo desesperar y al mismo tiempo tenía miedo. Había pocas veces en que el miedo invadía su ser. Como el ser descubierto por la policía, que esos niños quisieran venganza por medio de esos animatrónics, y justo ahora.


Su respiración era entre cortada, su corazón latía aceleradamente. Sentir ese garfio viajando por su anatomía le ponía nervioso y le causaba escalofríos. Entonces sintió cómo se detuvo en sus pantalones y como parecía querer desabrochar el cinturón con ellos. Eso lo espantó e inmediatamente reaccionó para detenerlo.


-¡No!


Pero fue detenido por la fuerte mano del zorro y lo estampó de nuevo al suelo, provocando un ardiente dolor en su espalda. Soltó un grito debido a la sorpresa y el dolor del golpe. Trató de quitarse de encima al animatrónic, pero sus intentos era en vano. Foxy logró retirar el cinturón y así mismo, quitar los pantalones y bajar la ropa interior.


El miedo se convirtió en frustración y pánico en Vincent. Ya sabía lo que ese sucio zorro le haría y para nada que le agradaba la idea, no se lo permitiría. Foxy contempló el miedo y la desesperación en el rostro del chico. Sonrió en satisfacción y procedió a hacer su siguiente movimiento. Sin preparación alguna, entró en Vincent, provocándole al chico de cabellos púrpuras un agudo e insoportable dolor, lágrimas traicioneras escaparon de sus ojos y su voz quedó ahogada en su garganta. Su vista se nubló por segundos, su cuerpo se paralizó y tensó al sentir “aquello” entrar en sus entrañas.


Foxy no podía creer la calidez y suavidad de aquella zona, era increíble y por segundos contempló la idea de permanecer así por siempre, conservar al chico por siempre para sentir aquello, pero sus planes eran distintos y no involucraban al muchacho en ellos a futuro. Solo lo destrozaría.


La tortura duró así por varios minutos que para el pobre chico de morado, parecieron infinitas y horribles horas. El dolor punzante, la humillación, todo… era una tortura. Sus lágrimas escurrían a mares y podía escucharse a sí mismo, gritando, gimiendo de dolor y podía escuchar a ese zorro, gimiendo de gusto y soltando carcajadas de vez en cuando. Sentir aquella cosa dentro, moviéndose, era doloroso y le causaba una sensación de asco y horror. Pronto, la tortura se intensificó debido a las constantes y más duras embestidas por parte del zorro, hasta que sintió cómo su parte baja sangraba y luego, mezclarse con otro fluido ajeno a él. Sintió asco. Pero la tortura no acabó ahí.


No contento con lo que le había hecho, Foxy reanudó su acto, y la pobre carne lastimada, volvía a abrir sus heridas sangrantes. Vincente ya no l soportó más y su mente se perdió en un mundo aparte. Quería olvidarse de todo, de sus actos, de quién era, de su vida por entero… quería olvidar sobre todo aquel momento que estaba pasando. Quería olvidar las sensaciones, el dolor, las caricias, ese garfio recorrerle el cuerpo, aquellos ojos dorados fijos en su persona… quería olvidarlo todo.


Después de lo que parecieron horas, Foxy terminó y salió del cuerpo magullado del chico. Lo contempló y observó aquellos ojos ahora carentes de cordura. Estaban vacíos, sin alma, sin deseos de seguir avanzando. Ahora era un simple cuerpo vacío, lleno del recuerdo de sus pecados, del dolor y la humillación que el zorro había infligido en su persona.


Salió del lugar, dejando al pobre Vincent tirado, ahora hecho bolita como un gatito con frio y asustado, perdido en sus delirios, en su trauma, abrazándose a sí mismo, temblando.


Cuando las autoridades llegaron horas más tardes, lo único que encontraron fue a un muchacho desnudo de la cintura hacia abajo, temblando, sangrando y delirando. Se le encontró completamente fuera de su cordura y fue enviado a un psiquiátrico para tratamientos. Aunque en apariencia, pues sus médicos, tenían otros planes para con aquel pobre e indefenso loco que ahora era como un niño mansito y temeroso, tan calladito y quieto. Siempre obediente, siempre temeroso del contacto con otros, siempre temeroso de algo.


Por compasión, su celda fue habituada como la de un niño, pues deseaban que su pequeño conejillo estuviera a gusto, para hacer con él lo que quisieran.


Foxy logró su venganza, pero… nunca se pudo quitar de la cabeza los recuerdos del chico de morado…


Fin…. O no?


 


 

Notas finales:

Espero que les haya gustado este one shot de Foxy/Vincent y como pueden ver, habrá continuación, solo que ahora en vez de one shot será un fic largo. Si les gustó, por favor comenten y recomienden el fic a sus amigos.


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