Él cielo estaba despejado, había pequeñas brisas en el aire que eran sentidas revoloteando de vez en vez, el inmenso océano amenazaba con no dejar ver tierra y las provisiones comenzaban a acabarse, cada integrante de esta tripulación, se encontraba trabajando cada uno en sus cosas, Ussop trabajaba en algunas nuevas armas, Zoro levantaba aquellas toneladas con sus brazos mientras murmuraba algunos números que solo el comprendía, nami y robin leían una, una revista y otra un libro sobre alguna interesante cosa mientras comían un aperitivo y bebían jugo preparado por sanji, broock tocaba algunas melodiosas notas para las chicas del barco haciendo que su estadía se volviera mucho más agradable, Franky trabajaba en nueva implementación para el barco, arreglos y demases, chopper con la lengua afuera y sudando demasiado se encontraba recostado sobre el pasto, él era un reno de nieves no de soles y por último se encontraba el capitán de esta tripulación quien con una soga en la mano intentaba sacar a algún desafortunado pececillo que fuera a picar sin siquiera tener una carnada.
-¡Oye! ¡Nami! –Llamaba el capitán a su navegante en un grito de felicidad pronunciándolo desde donde se encontraba sentado -¡Veo la siguiente isla!
Se permitió alzar la voz, pues al escuchar aquello los ojos de sus compañeros se iluminaron y rápidamente se acercaron a la orilla a mirar aquella isla que había sido la primera luego de meses navegando.
-¡Vamos! ¡A toda velocidad hacia la carne! –Gritaba su orden el capitán completamente emocionado, pues era una nueva isla, ¿Qué aventura le esperaría? -¡Que emoción! –alzo ambos brazos luego de pronunciar aquellas palabras emocionadas, mostrando una de aquellas amplias sonrisas que suele mostrar luffy.
Rápidamente el barco tomaba rumbo hacía aquella nueva isla que conocerían, desde su asiento se escuchó la voz de la morena, quien en ese momento notaba algo extraño en el rumbo que tomaban.
-Es extraño, en el mapa no está dibujada esta isla –hablo la morena mirando a la navegante -¿lo habías notado?, nami-san.
-Pero, todo indica que nuestro rumbo es hacía esa isla, no puede ser posible que no esté en el mapa –reía con nerviosismo la navegante.
-¿Qué quieres decir con que no está en el mapa, robin-chan? –se acercaba con curiosidad el cocinero luego de escuchar aquellas palabras.
-Bueno, aquí mencionan una misteriosa isla que suele aparecer una vez cada 5 años, al parecer el año en que fueron dibujados estos mapas la isla no había aparecido –alzo su mirada a la isla robin con curiosidad –aunque no hay demasiada información sobre ella, mencionan algo así como una isla misteriosa donde habitan extrañas personas.
-¿Isla misteriosa? –Repitió ussop al cual ya le temblaban las piernas –si no saben nada de ella, no sería mejor cambiar de rumbo, puede haber cualquier tipo de cosa o monstruo en ella.
-Sí, es una isla misteriosa, pero, también hay rumores que dicen que es una isla muy rica, que todos sus habitantes son millonarios –sonrió la morena sincera, en los ojos de nami aquel signo del dinero se dibujaba y rápidamente todos se vieron trabajando para llegar a aquella isla lo más rápido posible.
-¿Isla misteriosa? –Repitió esta vez el capitán con un brillo de emoción que hiso temblar a ussop -¡Vamos! Iremos a esa isla misteriosa.
Zoro por su parte se encontraba apoyado en una de las barandas del barco, observaba aquella isla con cierto recelo, de brazos cruzados y ceño fruncido fue sorprendido cuando sanji se acercaba para ponerse a su lado.
-Al fin una isla –encendió un cigarrillo y de reojo miro al espadachín para apartar luego su vista hacia aquel punto de tierra que parecía tan cercano, al igual que zoro, sanji tenía un presentimiento sobre aquella isla, cuando el barco tocara orilla decidiría si era un buen o mal presentimiento.
Finalmente el barco se encontraba en la orilla, los puestos fueron decididos, ussop, franky y brook cuidarían de la nave mientras los demás exploraban el lugar, había grandes bosques con árboles muy altos por todo el lugar, parecía un lugar desierto y solitario por el cual quizá jamás haya pasado alguien.
-¡Chicos! –les llamaba chopper -¡Encontré una gran puerta!
Todos se encaminaron hacia donde chopper les llamaba encontrándose con aquella gran puerta de color rosa con muchos detalles de flores y terminaciones de oro con incrustaciones de piedras preciosas y por todo su borde se podía apreciar una gran enredadera con rosas rojas, robin observaba con detalles aquella obra.
-Es muy bella, ¿No lo creen? –sonrió la morena, al notar los rostros de admiración de sus compañeros.
Fue zoro quien se atrevió a tocarla, pero al primer roce esta se abrió de a la par dejando a primera vista demasiada luz que enceguecía la mirada para luego dar paso a un gran jardín y en la entrada un grupo de adolescentes que les recibían dándole las bienvenidas.
-¡Bienvenidos! –hablaron todos al unísono creando una buena melodía de bienvenidas.
Los rostros de los piratas se descolocaron un poco al encontrar a aquellas personas allí.
-¡Ho! –Pronuncio un chico rubio acercándose a paso rápido hacia las chicas – ¡Doncellas! –Exclamó principesco, acercándose a nami y robin tomo la mano de cada una e inclinándose hablo nuevamente ignorando por completo a aquel cocinero que cada vez elevaba más su temperatura –¡Sean todos bienvenidos a nuestra isla! ¡La isla Ouran! –exclamo con fuerza para luego sonreír rodeado por unas misteriosas flores que aparecían cada vez que este chico sonreía –Ho~, pero que invitados más reconfortantes tenemos hoy!, que mal educado soy, discúlpenme mi nombre es Suou Tamaki –se inclinó extendiendo una fina rosa hacia sus nuevos invitados- ¿Están aquí por algo en especial?, seguro vinieron para poder apreciar toda las bellezas que se encuentran en esta isla.
Zoro le observaba mientras el rubio tamaki no paraba de hablar, le parecía irritante y le recordaba demasiado a cierto cocinero del barco, suspiro aliviado, solo era una isla llena de niños ricos.
-me voy –interrumpió zoro aquel tan elegante discurso dejando a tamaki en un rincón deprimido al ser ignorado tan abiertamente por sus nuevos invitados.
-¡Zoro! –le llamo nami frunciendo el ceño -¡No puedes ir a ningún lado!, ¿Quién cargara todas esas pesadas compras que are? –brillaban sus ojos al observar todo el paisaje que era entregado por una isla de chicos millonarios.
-¡Señor!-se podía escuchar al unísono la voz de dos gemelos que miraban con desconfianza a los recién llegados –no sabemos quiénes son, podrían intentar cualquier cosa.
-¡Hikaru!, ¡Kaoru! ¡No podemos menospreciar a ningún invitado nuestro!-pronunciaba volviendo a brillar lleno de flores.
-Que molesto –zoro se dio la media vuelta y haciendo un ademan de mano estaba a punto de salir cuando las puertas se cerraron justo frente a sus ojos -¿Qué? –Exclamó -¿Qué significa esto? –se volteo para mirar encontrarse con un chico de lentes quien con una aura macabra pronuncio las siguientes palabras.
-No podrán irse, ¿el viene con ustedes no?, alguien debe pagar por lo que el chico se comió –hablo acomodando sus lentes para luego apuntar a un luffy quien era observado por todos a su alrededor, había devorado todo lo que había en el banquete.
-¡Luffy! Maldición –pronunciaron zoro y sanji al tiempo que miraban a luffy con horror quien satisfecho por la comida daba las gracias.
Y de un momento a otro se vieron ambos acorralados por un grupo de adolescentes con auras malvadas pronunciando cosas como.
“hemos encontrado a nuestras nuevas mascotas” o “no saldrán vivos de aquí”.
No son un peligro, ¡Son una maldición! Con aquel pensamiento zoro fue arrastrado junto con el cocinero hacia una gran casona ubicada en el medio de la isla.