Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Escape por Daggett

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Si te ha gustado esta historía, te invito a leer el fuego en mi.

Escape

Diego estaba esperando en uno de los jardines del amplio colegio, el internado era muy grande, la habitación de Lyle quedaba muy lejos., pero Diego comenzaba a desesperarse. El viento movía las ramitas de los arbustos y hacían un ruido que a cualquiera podría asustar, pero no a Diego…él era diferente.

Lyle y Diego se conocieron cuando ambos ingresaron al colegio, pertenecían a familias distinguidas. Ambos chicos de 16 años. Al principio fueron compañeros, luego grandes amigos y terminó en amor, asi de simple. Diego había tenido experiencias con algunas chicas pero nunca llegó a sentir algo tan profundo como ahora, tanto que…dejaría todo atrás para huir con Lyle.

Diego se sentó en el pasto del suelo, estaba un poco frío y húmedo pero no le importó, el viento volvió a mover las ramas del arbusto que tenía en frente y entonces estiró su mano y la movió hacia la derecha sin tocar el arbusto y este se movió… salió una figura conocida, Diego se levantó enfadado y miró al chico que sonreía de forma divertida.

-todo este tiempo me estuviste observando

-si-. Sin dejar de sonreír

-me alegra que te diviertas

Lyle se acercó al molesto chico y le abrazó por el cuello.

-vamos, tú me enseñaste a ser divertido ¿recuerdas como era yo hace un año?

-un amargado, insufrible, presumido…

-ya, ya…con solo un adjetivo bastaba.

Diego tomó de la cintura a su novio y le besó, ambos se entregaron al silencio de la noche y se perdieron en ese beso, lenguas que se entregaban, labios que raspaban y que amortiguaban gemidos.

Pero, Diego sabía que esta noche en particular no se habían citado para eso…lentamente y de forma lastimera separó sus labios del otro chico, ganándose un gruñido en reproche.

-Lyle, mis padres vienen por mi este fin de semana

-lo sé

-les dije que me dejaran, que me había enamorado y…

-también lo sé, no te tomaron en serio, eres muy joven y a donde vamos seguro habrá chicas lindas y podrás enamorarte de nuevo.

-¿acaso colocaste un micrófono en mi ropa?.

Lyle rió de forma triste, realmente no sabía el motivo de la cita…es decir, sabía que los padres de Diego se iban por negocios muy lejos y tal vez nunca regresarían. Sabía que el chico no quería dejarlo y sabía que ayer mismo hablaría con sus padres para que lo dejaran en el colegio, al menos…ambos tenían el plan que saliendo de ahí y cumpliendo la mayoría de edad, vivirían juntos, estudiarían la universidad, todo juntos, nunca se separarían, pero ahora…Diego le había citado de forma repentina, dándole el recado en una bolita de papel que gracias a Dios el maestro de turno no vio, salvo uno que otro alumno indiscreto.

-bien, Diego…dime que lo sea.

-nos iremos juntos….

-¿Qué?

-mañana tu y yo a esta misma hora nos vamos.

-Diego…yo…es que, mis padres se morirían de pena.

-yo estoy dispuesto a dejar a los míos, huir sin todas las comodidades a las que estoy acostumbrado…lo hago por ti, por que no quiero estar lejos de ti.

Lyle abrazó al otro chico que estaba apunto de derrumbarse ante la presión… ahí estaba su amor proponiéndole dejar todo para escapar juntos. Nunca dudó del amor de él, pero no imaginaba que fuera tanto, a veces pensaba que Diego le amaba menos o tal vez no tanto como lo hacía él mismo, pero ahora comprobaba cuan grande era el amor que el chico le profesaba.

Y asi abrazados, siguieron hablando.

-debemos estar locos

-Lyle…

-escucha…me dolerá dejar a mamá y papá, pero no quiero que te alejes de mi

-nunca quise hacerte escoger y no lo hago ahora

-lo sé, pero si te vas nunca volveré a verte

-yo podría regresar por ti, ya sabes…cuando sea mayor de edad

-no quiero que te vayas ahora ni nunca

-yo tampoco quiero irme, por eso, vuelvo a preguntarte… ¿nos escapamos?

Lyle suspiró profundamente para después responder…

-esta bien, nos iremos mañana en la noche

Diego retiró suavemente del abrazo al otro chico y le tomó de los hombros, tenía que estar seguro…

-no será fácil, tenemos que ganarnos la vida, tenemos que seguir estudiando en otro colegio, lejos muy lejos, no quiero que seamos unos mediocres.

-ya sé todo eso, Diego…no tengo miedo.

Volvieron a abrazare y darse el beso de despedida, por esta noche…

-ya debo volver, Diego…yo no tengo tus dones y el conserje puede atraparme…

Diego no respondió, en cambio levantó su mano y la dejó a tres centímetros del rostro de Lyle, este sentía como le acariciaban los labios, podía sentir que no eran dedos, no eran labios…era otra cosa lo que sentía. A seis meses de conocerlo, Diego le reveló esos extraños dones que tenía, mover cosas a su antojo y tocarlo, justo como ahora, ser tocado por Diego sin que siquiera este, le tocara de verdad.

Lyle le gustaba cuando Diego le hacia eso, sobre todo cuando estaban juntos de forma intima, descubrieron que era una forma muy erótica de comenzar los jugueteos sexuales que terminaban en la entrega de ambos chicos.

Diego relajó su brazo y suavemente beso los labios de Lyle.

-esta bien, mañana a esta hora…ah me olvidaba, por algo tenemos que empezar. Lyle tu tienes la tarjeta que tus padres te dieron para emergencias, yo tengo la mía. El problema es que una vez que desaparezcamos las van a cancelar, tráela mañana por la noche y lo primero que haremos al salir de aquí es sacar de un cajero todo el dinero que podamos, luego de eso buscaremos un lugar y conseguiremos trabajo.

-esta bien, no te preocupes, Diego… todo estará bien…

Volvieron a tomarse en brazos y luego Lyle giró sobre sus pasos, brincó el arbusto y se fue…Diego al hacer lo mismo en la dirección contraría no pudo evitar mirar hacia el portón de la salida del colegio, al instante que clavó sus vista en ese lugar, un automóvil de color rojo emprendió la marcha, parecía que estuvo parado ahí un rato, pero en cuando el chico se había percatado de su presencia, el auto se fue.- deben ser paranoias mías- pensó , ahora se dirigía a su habitación .

********************

La mañana pasó muy rápido para ambos chicos, durante las clases se dirigían miradas de complicidad, Diego no había dormido, la noche la ocupó en dejar preparada su mochila con la ropa que se llevaría, luego comenzó a escribir una carta para sus padres.

Lyle durmió muy poco, hizo lo propio con su mochila, también había pensado dejar una carta, pero luego pensó que una llamada telefónica serviría mejor, una vez que ambos estuvieran lejos.

Ninguno avisó a sus compañeros, era lo mejor, no tenían que dejar testigos que informaran donde buscar.

Llegada la madrugada, Diego llevó su mochila al hombro y salió muy despacio para no despertar a sus compañeros de cuarto. Atravesó los pasillos de forma sigilosa hasta salir y correr por los jardines, cuando de pronto se dio de tope en la cara con otro chico.

-vaya, vaya… ¿escapando, Diego?

-vamos, Daniel…has como que no me has visto

-mmmm, bueno, pero todo tiene un precio.

-justo ahora, es dinero lo que me hace falta a mi.

-jajaja no me vengas con eso…sabemos que eso no es cierto. Pero bueno…no es eso lo que quiero.

Daniel miraba de forma lasciva al chico, siempre había querido esta oportunidad que tan amablemente se le presentó

-si no es dinero lo que quieres, entonces…

-ya sabes que me gustas, vamos a buscar un lugar y…

-tampoco tengo tiempo para eso

-oh vamos, ¿quieres que me ponga a gritar y que todo mundo salga?

Daniel se acercó y acorraló a Diego en la pared, apoyó su rodilla para rozar su entrepierna y comenzó a besarle el cuello.

-espera, Daniel

-mmmm NO

Diego lo tomó de los hombros, Daniel sonrió de forma victoriosa y entonces…

-Daniel, siempre…siempre quise hacerte esto

-mmm ¿si?, lo disimulabas muy bien

Daniel abrió los ojos para encontrar la mirada de Diego, pero lo que encontró le horrorizó, los dulces ojos de Diego ya no estaban, ahora era un mar negro en la que ni siquiera su reflejo era posible.

-¡¡¡OH Dios, que…que cosa eres!!!!

Daniel salió disparado por los aires y cayó boca arriba varios metros lejos de Diego…este se relajó y sus ojos volvieron a la normalidad, se acercó al desmayado chico, comprobó que estaba bien. – claro, Daniel….siempre quise hacerte volar por los aires.

Diego recogió su mochila y volvió a correr en busca de Lyle

Lyle ya lo estaba esperando, apenas se vieron y se sonrieron nerviosos

-¿listo?

-listo

-¿seguro?

-seguro

Ambos se dieron un rápido beso y corrieron hasta el portón tomados de las manos. Una vez que llegaron ahí, se dieron cuenta que era muy alto, los barrotes eran muy angostos y no podía cruzarlos, tampoco escalar por ellos, no había punto de apoyo, nadie en circunstancias normales podía salir de ahí…

-bien, Gambit… has tú parte

Diego sonrió, acostumbrado al adjetivo que su novio le daba, levanto ambos brazos como si fuera a tomarlo de los hombros, pero no lo hizo, apenas y lo rozó.

Ambos despegaron del piso, lentamente cruzaron el portón y asi mismo descendieron.

-¡¡libres al fin!!

Los chicos se abrazaron y comenzaron a besarse, ahora eran libres para amarse, cuidarse y caminar por la vida juntos.

Una luz los cegó, provenía de la desabitada calle, un auto rojo se les cerró violentamente, ambos chicos cayeron sentados en el pavimento, asombrados. De la parte delantera del auto bajaron dos chicos que la misma edad que ellos, uno miraba de forma cínica, la otra los miraba de forma tétrica.

Diego se levantó y ayudó a levantar a su novio…

-que quieren, no tenemos dinero -. Vociferó Diego, estaba realmente molesto con ese par, la chica fue la que respondió…

-nosotros nada- de inmediato se acercó de nuevo al coche y abrió la puerta, una pelirroja de un poco más de edad bajó de el, elegantemente vestida de color rojo, parecía que había salido de un extravagante desfile de modas.- es ella, quien quiere algo de ustedes.

-solo de uno- afirmó la pelirroja…

Diego en un acto protector se puso delante de Lyle, este le tomó de los hombros, junto a su novio siempre se había sentido seguro.

-es indudablemente lindo, dos amantes huyendo en medio de la noche

Diego, harto y molesto por las palabras de la pelirroja tomó de la manos a Lyle y comenzó a caminar, había decidido restarles importancia, él podía defenderse de ese trío.

El chico que venía con la pelirroja trató de cerrarles el camino, pero de inmediato con un moviendo de la manos de Diego, este voló hasta el auto.

La chica de inmediato corrió a auxiliar al chico, en cambio la pelirroja decidió actuar.

-alto ahí, Diego…

El aludido volvió sabré sus pasos ¿Cómo podía aquella mujer saber su nombre?

-ya viste lo que puedo hacer, no fue tu imaginación…¡¡váyanse!! Ya les dije que no traemos dinero

La pelirroja sonrió…

-vamos, Diego… No tengo facha de necesitar dinero, pero veo que no tengo tu atención, veamos que puedo hacer para tenerla…

La mujer apretó el puño al aire, de inmediato sintió que Lyle ya no le tomaba de los hombros, volteó y lo encontró en el suelo…

-aaah, Diego…no…puedo….respirar…aaah

Diego lo comprendió, esa mujer era como él, por primera vez se topaba con alguien como él…rápido bajó y trató de ayudar a su chico, pero era imposible. Entonces imitó a la mujer y apretó su puño al aire para hacerle lo mismo que hacia con Lyle, pero la chica y el otro chico lo sujetaron.

-piensa, Diego…en lo que te liberas de Marina y Dante, tu chico puede morir, solo tienes que estirar tu mano derecha y dejar que te haga un corte con este cristal (la chica sacaba ahora un cristal de color rojo en forma de punta)

-esta bien, esta bien…¡¡has lo que quieras pero ya déjalo!!

La mujer relajó el puño y Diego escuchó que su Lyle resollaba, ya podía respirar…trató de acercarse al suelo para llegar a él, pero sintió que despegaba del piso suavemente, su cuerpo era llevado ante la pelirroja…

-bien, estira tú mano…

Diego obedeció y la mujer le asestó con la punta de cristal, sintió un agudo dolor, luego sintió mucho cansancio, la mujer sonrió satisfactoriamente y suspiraba de forma excitada.

-aaah oohh Diego…tus dones son fantásticos, puedo sentirlos…

Entonces Diego comprendió que aquello raro que sentía ahora, era una señal de que había perdido lo que lo hacía especial.

-tu…tu. Me has quitado…

-si. Eres una simple vaca del ganado, ya no sirves para nada…

Marina y Dante se miraron de forma molesta…

La mujer se volteó a ellos y caminó hasta de nuevo entrar en el auto…Dante y Marina trataron de hacer lo mismo pero la mujer los detuvo…- Marina, ya sabes que hacer-. La chica asintió y Dante se apresuró a entrar, no quería ver lo que seguía…

Diego abrazaba en el suelo a Lyle, este aún no podía hablar- shhh calma, todo estará bien…

La chica se acercó a ellos, levanto un poco su vestido y sacó un arma, ahora les apuntaba con ella

-lo siento, ella siempre dice que no es personal….

Diego abrazó a su chico, el otro solo escondió su cabeza en el cuello de su novio….

Daniel se levantaba aturdido, se llevaba las manos a la cabeza, en serio le dolía…pero ya no pudo pensar más, escuchó dos estruendos muy cerca, de inmediato corrió hasta la salida, del otro lado del portón, descubrió un auto que se alejaba a toda prisa y a la orilla de la calle estaban los cuerpos de Diego y Lyle, abrazados de una forma tierna, juntos, protegiéndose.



FIN


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).