Es tan... Extraño.
Lo sentía tan cerca como lejos, tenía una actitud incomprensible para mí lo que no hacía más que provocarme confusión sobre que pensar... Sobre que sentir respecto a él.
Sumado a eso, estaba el hecho de que no sabía prácticamente nada sobre él. A duras penas tenía una forma de llamarle en los escasos momentos en que estábamos juntos... muy raros realmente.
Él había llegado a mi vida de una forma sumamente extraña, gracias a un artículo egipcio de aparentemente 5.000 años, luego estaba que siempre salía en mi rescate y el de mis amigos ante situaciones peligrosas, si tuviera que describirlo brevemente lo definiría como...
Un misterioso héroe.
Sip, eso sonaba bastante bien.
Aun así persistía el deseo de conocerlo mejor, pero él no me daba pie para eso, y mis mínimos y apenados intentos no ayudaban mucho.
Lo sentía tan cercano y a la misma vez tan inalcanzable.
Cuando estábamos juntos me parecía tan normal como cualquier otra persona pero al mismo tiempo sabía que era un ser completamente diferente y maravilloso.
Era físicamente algo similar a mí mismo, pero él era tan único, con una imponente presencia, ojos carmín tan exóticos como llamativos, un cuerpo tan bien formado y marcado... que mejor no seguía para que mis mejillas no se colorearan vergonzosamente.
Aun así me parecía... Tan solitario que deseaba ardorosamente alcanzarlo. Demostrarle que deseaba ser tan cercano a él como me lo permitiera.
Algo muy particular en él era su peculiar gusto de permanecer despierto largo rato en las noche -aunque a veces me preguntó si en realidad duerme- se sienta en la silla de mi escritorio, justo bajo el tragaluz que hace de ventana en mi habitación, y se queda ahí... solo observando...
Me mira a mí, mira también por la ventana a la luna y a las estrellas, a la inmensidad del basto cielo nocturno... Hay noches donde simplemente se queda allí, con la elegante postura de un rey en su trono, cruzado de piernas y brazos, con sus bellos ojos rojos mirándome, acompañándome hasta que me duermo... y entonces vigila mis sueños.
Eh tratado de que se acerque, le he dicho que puede dormir conmigo, después de todo yo soy bastante pequeño y en mi cama hay suficiente espacio para ambos... Pero él se niega y me dice suavemente, que vaya a dormir.
A veces, le siento tan... solo. Que quiero abrazarlo y decirle que es importante para mí y que quiero tenerlo siempre en mi vida, pero me preocupa saber cómo va a reaccionar, no quiero que se moleste conmigo o algo así y se aparte de mi… no, eso no lo soportaría.
Una vez soñé algo como eso, que él se iba y me dejaba solo… entonces él se acercó a mi cama, me llamó y movió suavemente para despertarme, me apenaba pensar que le hubiera estado llamando entre sueños. Con lágrimas en los ojos me disculpé avergonzado.
Él me abrazó y me dijo ─estoy contigo.