Disclaimer: VK, no me pertenece, yo solo tomo los personajes prestados de Hino Matsuri-sensei, para la escritura de este fic.
Notas de la autora: ya había avanzado más en este fic, pero en algún punto me perdí del rumbo iniciar y lo estoy reeditando, lamento la tardanza pero es más difícil reeditar y acomodar nuevas ideas que antes se me pasaron por alto. Agradezco el apoyo de las personas que leen esta historia.
Advertencias: Yaoi, amor lento, OoC (espero no caer mucho en eso pero quiero darle más énfasis a los personajes), Mpreg a futuro, alguno que otro Spoiler del manga, a lo mejor Ooc, lenguaje SOEZ.
Como siempre mi título spoiler, espero que no se haya ido ningún dedazo, pero puede haber.
Tiempo de actualización: indefinido.
Capítulo IV: CULPABLES
Kaname Kuran se encontraba sentado en la cabecera de la mesa, algunas veces se preguntó por qué motivo continuaba con esta farsa. La asamblea con el consejo se había tornado tediosa y larga, su cabeza estaba comenzando a palpitar asegurándole que pronto tendría una migraña. Los demás vampiros en su entorno no notaron el malestar de su líder, Kuran solo pudo desear estar en cualquier lugar menos atrapado en medio de este aburrido parloteo.
Su pasado, más claro se remontaba al nombre que le otorgo esa vampira, era una lástima que debido a que permaneció durmiendo durante mucho tiempo y con su cuerpo en un estado decadente tuvo que asimilar la forma de un bebé, tal vez por ello no recordaba mucho de sus orígenes. Si alguna vez tuvo lazos familiares su mente estaba totalmente en blanco. Vagamente recordaba cuando era un adulto y el siendo el señor de algún pueblo, tenía sirvientes y aparentemente se preocupaba por el bienestar de los habitantes del lugar negándose a beber sangre directamente de ellos. Cuando los humanos notaron este peculiar habito por parte de su señor, se pusieron de inmediato en su contra no importando si él era una buena persona o no. Despojándolo de sus tierras solo se dedicó a vagar hasta que sus pies ya no pudieron seguir sosteniéndolo y se derrumbó. El desierto era un paisaje muy habitual en sus recuerdos, aun cuando caminaba algunas veces tenía el sentimiento de sus pies undiendose sobre terreno arenoso.
Fue entonces cuando la conoció a ella, una mujer de su misma especie y aunque desafortunadamente aun no podía darle un rostro o nombre ella marco el inicio de su vida al otorgarle el nombre de Kaname. Ella le hablo acerca de su plan de buscar a otros seres como ellos, sin embargo él no le dijo nada y ella se marchó diciéndole que no le importaba si olvidaba el nombre, ella había sido capaz de ver que él no tenía ningún motivo para seguir viviendo.
Nunca creyó que la volvería a ver pero algún tiempo después ambos se volvieron a encontrar. Algo en él se comenzó a despertar y de alguna forma termino viviendo con ella, era una lástima que él no pudiera recordar ni su nombre ni su apariencia, pero sabía que ella había sido un ser totalmente radiante. Conforme el tiempo pasaba, ambos notaron como los humanos empezaron a morir, y también como los vampiros estaban comenzando un plan que involucraba convertir a todos los humanos en esclavos. Él nunca había vuelto a tomar sangre de algún humano, incluso ella lo había regañado por negarse a tomar donadores de sangre voluntarios.
— Si yo me alimento de ellos, se convertirán en algo como nosotros—. Respondió Kaname.
— Ellos saben las consecuencias de que nosotros nos alimentemos de ellos, no les estamos mintiendo Kaname—.
—Aun así…
— Eres desesperante. Sabes que no es normal que gente como nosotros se desmaye, incluso si no quieres beber de ellos directamente puedes solo extraerles sangre como cuando vivías como el amo de tu antiguo pueblo. Colapsaste… me preocupo por ti—dijo ella mientras dejaba su cuello al descubierto. El vampiro hundió sus colmillos en ella. —Me debes un favor por esto.
Así era su yo anterior, no se preocupaba por sí mismo, pero en el momento en el que ella se preocupó por él lo supo, no quería ver la expresión afligida en el rostro de ella.
Había comenzado a buscar una cura, ellos no eran humanos y en ese entonces no se sabía mucho de las personas como ellos a los que posteriormente se les conocería como vampiros. Quería librarse de la sed, simplemente ser un humano y vivir como cualquiera una vida que en algún momento terminaría. Pero lo que descubrió no fue una cura, encontró la manera de dar muerte a su especie. Se lo dijo a ella. Y juntos idearon un plan para detener a los demás. Sin embargo ella siempre tuvo la última palabra y ella asumió su carga, al convertirse en el metal madre. Por el deseo de ella, el continuo vivo, ayudando a pelear a la primera generación de cazadores, al ver el nacimiento de Bloody Rose y Artemis, lo supo, ella ya no estaba y solo quedo su voluntad de proteger a los humanos.
Aun así él había fracasado tan estrepitosamente en cumplir con su promesa. Tuvo compasión de los vampiros, quienes le juraron lealtad. Quedaron nueve familias de vampiros los cuales pasaron a ser los ancestros de los actuales vampiros sangre pura. El termino con una corona que él no deseaba, y entonces el número nueve formo parte de su apellido al ser llamado Kaname Kuran*1. Entonces cuando sus descendientes fueron lo suficientemente capaces de seguir cuidando la paz que existía él se fue a dormir con la esperanza de nunca volver a abrir los ojos.
Cuando despertó, vio su crimen había asesinado a un bebé, Rido Kuran tuvo la idea de alimentarse de él, ofreciéndole como sacrificio al infante con quien compartía nombre. Su sed en ese momento era incontrolable, incluso a pesar de ser solo un esqueleto en ese tiempo su fuerza se estaba desbordando, Rido incluso rio de forma cínica y le sugirió que se alimentara de sus hermanos quienes estaban en el piso de arriba, pero él lo supo, no solo se alimentaria de sus descendientes su hambre era tal que no sabría a quienes lastimaría y por ello regreso a la forma de un recién nacido. Olvidando su pasado como Kaname Kuran el ancestro, empezó a vivir como el hijo de Haruka y Juuri. Al ir creciendo comenzó a tener la sensación de haber experimentado un déjà vu.
— Yo lo he recordado. Yo no soy su hijo—, dijo un niño no mayor a tres años. El rostro de los adultos de repente se puso melancólico.
— Abuelo— fue la única palabra que alcanzo a salir de los labios de Haruka Kuran.
— Debieron haberme eliminado—.
— No fue tu culpa, lo que paso no fue tu culpa. Fue nuestro error al haber confiado el Rido—. Manifestó Juuri mientras las lágrimas caían de sus ojos.
— Es como dice Juuri, tú eres nuestro hijo, Kaname—. Sentencio Haruka.
Pero por muy fuerte que el fuera, aun así no era omnipotente. Kaname se levantó de su asiento dejando de lado sus recuerdos, los demás vampiros siguieron su ejemplo.
— Bien caballeros —hablo Kaname—. Es todo por hoy, proseguiremos con los temas faltantes en la próxima reunión.
Kuran salió del lugar tan rápido, su cabeza le zumbaba. Camino a pasos largos hasta que salió del lugar, Nagamichi Aidou ya lo esperaba en la entrada.
— Gracias por su duro trabajo, Kaname-sama —comentó el hombre rubio mientras hacía una leve reverencia.
— Igualmente, Nagamichi —respondió el sangre pura ante de que subiera al auto.
El automóvil de color negro comenzó su camino. Kaname recargo su cabeza a un lado de la ventana. A veces se preguntaba si hacía lo correcto, el camino que había empezado hace tanto tiempo.
El auto se detuvo y entonces la puerta fue abierta por el chofer, sacándolo de sus reflexiones.
— Kaname-sama, ya hemos llegado —llamó el hombre vestido de traje negro.
— Gracias por tu trabajo —agradeció el sangre pura mientras comenzaba a dirigirse a la entrada de la mansión.
Se detuvo antes de entrar a su hogar, miró la amplia casa de color blanco. Recientemente el lugar había estado en remodelaciones. Miro la araña que estaba en la telaraña. Sonrió, Sara-sama aún era muy ingenua si pensaba que en su hogar iba a comenzar a mostrar señales de sus verdaderos planes. En cuanto abrió la puerta vio que estaban en el recibidor Yuuki y Hanabusa.
— ¡Bienvenido onii-sama! —fue el recibimiento de la menor.
Kaname observó a Yuuki. Era la misma mirada que tenía cuando era más pequeña. Debido a lo ocurrido con Rido, Haruka y Juuri decidieron mantener en secreto la existencia de Yuuki. Ella y su pequeña mano sosteniendo su dedo mientras sonreía, ese pequeño gesto marcó el segundo atisbo de luz en su vida.
— Gracias por venir a recibirme, Yuuki, Hanabusa —comentó el castaño.
Esta vez él terminara, lo que inicio hace diez mil años.
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Cuando era pequeño constantemente su familia se mudaba por temor a ser atrapados por vampiros. Era el karma. Si estabas listo para matar, no debería sorprenderte que algún día te convirtieras en la presa en lugar del cazador. Este lugar era la casa de sus antepasados, y raramente los Kiryuu Vivian en este lugar debido a los peligros que asechaban su vida.
La casa había cambiado, parecía deshabitada y bastante descuidada al notar como la maleza crecía en el césped.
Este era el único lugar al que solo podían ingresar los cazadores de la familia Kiryuu.
Abrió la puerta y miró el lugar cubierto de polvo, pero todo seguía igual que la última vez que había estado ahí. Al parecer no había sido el único que había visitado aquel lugar. Miro que sobre la mesa estaba un sobre blanco, parecía como si la carta hubiera esperado su visita.
No había sellos y por supuesto no aparecía el nombre del destinatario. Pero siendo el último descendiente de la familia Kiryuu, solo él podía ser el destinatario y el emisor no podría ser otro más que el mismísimo Ichiru. Abrió el sobre.
Zero:
Posiblemente pensamos lo mismo al venir a este lugar. No sé cuánto tiempo habrá pasado desde que escribí esta carta, pero sin ninguna duda algún día la leerás. Seguro ya no estaré en el mundo de los vivos.
Yo te odiaba, pero también te amaba.
Odiaba a nuestros padres que siempre me miraban con una expresión de tristeza y decepción grabada en sus rostros. Pero a ti te veían con alegría. Temía que al dormir simplemente no despertara y desaparecería, después de todo no era alguien importante para ellos. Simplemente quedaría olvidado. Por ello cuando conocimos a Shizuka-sama lo entendí. El odio y el amor son sentimientos similares.
No pude evitar visitarla, ese día salí de nuestra casa y me reuní con ella, su rostro estaba bañado en lágrimas mientras estaba sentada a la sombra del árbol de cerezos. Nuestros padres mataron a su amante, era un sirviente del que su ama se había enamorado. También me dijo esto: “Él era un buen vampiro, nunca se había alimentado de nadie más, porque ella le brindaba su sangre. No obstante fue eliminado”.
Ella creyó en ese momento que había sido Rido Kuran quien ordeno la ejecución de su ser amado. Pero en ese momento ella no tenía la fuerza suficiente para eliminar a su prometido, el hombre que la encerró en aquella jaula. Por eso en cuanto vio que eramos gemelos, se le ocurrió un plan. Convertir al gemelo más fuerte en vampiro, con ello crearía un vampiro caballero, alguien a quien podría controlar. Incluso si tú la odiabas y la matabas, eventualmente tu eliminarías a los demás sangre pura.
Al pasar el tiempo huyendo Shizuka-sama se dio cuenta de que había caído en una trampa. Alguien quería muerto a Rido Kuran y ella sin darse cuenta en ese momento debido a la tristeza sirvió como peón, nuestro nacimiento había sido un milagro, y fue escasamente revelado el secreto de que habíamos nacido.
Había muchas cosas sospechosas sobre Rido Kuran quien parecía ser el más culpable en ese momento. Rido no tenía ningún motivo para interferir con la vida de Shizuka-sama, después de todo era un secreto a voces que él estaba obsesionado con su hermana Juuri. En ese momento nuestros padres solo fueron la bola de nieve que fue arrojada y se convirtió en una avalancha. Ella los odiaba al igual que yo, también le dije que tú eras su orgullo, ódiame Zero porque es la única forma de grabar mi existencia en ti para siempre. Le pedí que te mordiera frente a nuestros progenitores antes de que murieran ellos, solo tú viste que yo era un espectador.
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Kiryuu detuvo de forma abrupta su lectura. Ciertamente él no se había puesto a repasar en la muerte de sus padres, eran cazadores y por ende, siempre existía el peligro de ser asesinados, aun así ellos siempre exterminaron a vampiros que rompían las reglas, y si lo que Ichiru profesaba era cierto. Sintió de repente un malestar en el estómago, como si fuera a vomitar y un sudor frio se extendió por su frente.
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Descarte a nuestro maestro Yagari, también a Kaito. También investigue al presidente de la asociación, pero él estaba coludido con Asato Ichijou, un fiel partidario de Rido Kuran. Debo recalcar que antes de que Shizuka asesinara a nuestros padres ocurrió un gran evento en el mundo de los vampiros, el supuesto suicidio del matrimonio Kuran y la desaparición misteriosa de Rido Kuran. Entonces todo encajaba a la perfección, creí que el presidente le había dicho al jefe de los Ichijou que habíamos nacido. Y con ello en mente se inició un plan para eliminar a Rido, después de todo tenían al infante Kaname Kuran, siendo Asato quien quedo a cargo de su custodia. En teoría sería más fácil controlar a un niño que al adulto Rido.
Shizuka descubrió que Asato Ichijou fue el que ordeno la ejecución de su amante.
Pero solo fuimos unos tontos. El culpable no habia sido Rido, ni Asato.
Shizuka-sama lo supo en cuanto vio a Yuuki. Era un calco exacto de su madre Juuri Kuran. Shizuka-sama se percató de que quien ordeno la muerte de su amante fallecido fue Kaname Kuran, urdió todo un plan solo para que tú protegieras a su hermana. El único desconocido que conocimos fue Kaien Cross. El padre adoptivo de Yuuki.
Sería tonto creer que todo esto solo fue una coincidencia.
La forma más fácil para que un sangre pura gane poder es alimentarse de otro. Por ello tanto Kaname como Shizuka esperaban eliminar al otro. Pero ella murió.
Por ello me reintegre en la asociación de cazadores. Descubrí que Rido estaba gravemente herido y le había tomado cerca de diez años curar sus heridas, su guardián no era otro más que Asato Ichijou.
Shizuka-sama odiaba a los Kuran, cuando murió pensé en conseguir su venganza, en este punto no sé qué habrá pasado soy débil y definitivamente eliminar al hombre que corto las alas de Shizuka y al hombre que robo su felicidad es imposible para mí. De alguna forma lograre que bebas mi sangre, la cual contiene la sangre de tu maestra. Solo puedo anticipar mi muerte y que tú al menos no caerás en la locura. Yo sabía que la sangre de Shizuka-sama me ayudaba a combatir la debilidad de mi cuerpo,con ello espero expiar un poco de mi culpa, pero no deseo tu perdón.
Posiblemente Shizuka te regalo la desesperación, no te pido que nos perdones, es cruel querer pedirte que elimines a los Kuran, por ello cumple con mi último deseo egoísta Zero, es que vivas como quieras porque es tu vida. Vive sin rencores, porque el odio no te dejara nada.
Lo siento. Pero no me arrepiento de mis acciones.
Te quiero Zero.
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Zero releyó la carta nuevamente. Él tampoco era capaz de odiar a Ichiru. Pero eso no evitaba que se sintiera culpable. No había podido salvar a Ichiru. Comenzó a subir las escaleras, recordó que la última vez que había estado en este lugar sus padres aún estaban vivos, e Ichiru y él no tendrían más de siete años. Conocía el lugar a la perfección, miró con cierta nostalgia aquella habitación. Vio las camas infantiles, posiblemente si quisiera dormir en ese lugar no lo lograría ahora era más alto. Aun así se recostó en la pequeña cama que se encontraba en la izquierda, miro el techo. Se sentía relajado. Y entonces tuvo un pensamiento...
— Aquellos días no volverán.
No supo cuánto tiempo pasó en aquella posición, mirando el techo. Es más ni siquiera se percató de que se había dormido hasta que a su vista estaba de nuevo ese lugar desolado.
Simplemente camino, era posible que en algún punto despertara.
Nunca había sido capaz de recordar sus sueños.
— Así que estás aquí de nuevo —comentó una voz.
Zero no necesitaba darse la vuelta para darse cuenta de que era la mujer de la capucha.
— ¿Quién eres?
— Yo, eso no es importante —admitió la mujer—. Pero se podría decir que estás viendo mis recuerdos.
— Espera, porque yo sería capaz de ver tus recuerdos.
La mujer observo a Zero.
— Frunces demasiado el ceño —comentó mientras lo miraba—. Entonces, si llegaste hasta aquí es porque necesitas algo. Tienes la mirada de estar perdido. Pero sobretodo te sientes culpable.
— Yo.
— Acompáñame —pidió la mujer—. Tal vez mi pasado no sea lo más interesante, pero al parecer buscas respuestas.
Continuará...
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Aclaraciones.
- Kuran. El kanji de su apellido es una combinación de la forma antigua de escribir ku, que significa "nueve", y ran , que significa "orquídea": "nueve orquídeas".