Ed tomaba su mano con firmeza, no quería perderlo entre la multitud, por su parte Owen miraba todo como nuevo, estaba algo emocionado y asustado a la vez. – ¡HOLA ED!- Dijo John agitando sus manos a la distancia para que lo encontrara entre el montón de gente. –Como siempre eres el último en llegar- John miro a Owen y se le acerco rodeándolo. – ¿El es tu nueva pareja?
-Así es, amm chicos, les presento a Owen- incluso Ed estaba algo nervioso pero no como Owen que no sabía ni que decir en ese momento, la mirada curiosa de John y la seria de Mark lo hacían sentir incomodo. –Mucho gusto, mi nombre es Mark y este tonto de aquí es John- Mark se levanto a saludarlo y estrecho su mano amablemente. – ¿A quién llamaste tonto? -Bueno chicos basta, asustaran al niño- Interrumpió Rose quién tomo a ambos de las orejas y tiro de ellas. –Es verdad, pero si es un chico, ¿Qué edad tienes?- John no dejaba de mirar a Owen, el tipo era algo molesto pero también era un buen amigo y todos soportan sus tontas bromas y su personalidad fastidiosa.
-No lo interrogues así, ¿Quieres sentarte Owen? También puedo traer algo de beber- Owen asintió con la cabeza. –Yo iré por bebidas no tardo- John se fue rápidamente de allí. El albino se sentó al lado de Ed y de Mark. –Dime, ¿Cómo conociste a Ed?- Pregunto Mark para hacer platica y que el chico se sintiera más tranquilo. –En la tienda- Respondió tímidamente. –Tiene sentido, bueno es genial que estén juntos, cuídalo mucho, parece un tipo rudo pero es muy sentimental- Ed solo miro a Mark alzando una ceja. –Claro que lo cuidare- Contesto con una sonrisa tímida.
- ¡Aquí tienen chicos!- John llego con varios vasos con cerveza, le repartió a todos y en cuanto le iba a dar a Owen el suyo Ed lo detuvo. -¿Estás loco? No le darás alcohol a un menor de edad. –Tranquilo, no sabía que te enojarías- John se sentó y se bebió ambos vasos él solo, a Owen le trajeron algo de soda después. Las cosas estaban saliendo bien, escuchaban música, charlaban, Owen se sentía feliz porque los amigos de Ed lo aceptaron fácilmente, por su lado el castaño estaba más tranquilo, pero bajo la guardia demasiado.
-Voy a traerte otra soda, quédate con los chicos ¿Ok?- Owen asintió con la cabeza, ese momento fue suficiente. Cuando volvió lo primero que noto fue la ausencia del albino. -¿Dónde está Owen?- El único que estaba allí era John, para la mala suerte de Ed. –Unos amigos vinieron por él, dijeron que querían charlar un rato- Ed no tenía idea de que amigos hablaba pero sintió el peligro de inmediato, corrió y lo busco por toda la planta baja de la casa, no estaba por ningún lado. Subió las escaleras y reviso en los cuartos.
-Suéltenme, ya déjenme en paz- Los compañeros de Owen lo tenían en un cuarto sosteniéndolo para que no escapara. –Sujétalo con fuerza, no queremos que se valla sin jugar un rato- Dijo mientras se acercaba a su rostro, lo observo detenidamente con una sonrisa sínica. –Pero sí que eres lindo como una chica, ¿No será que en verdad eres una?- Owen le escupió en la cara lo que hizo que este se molestara en serio. –Muy bien, te lo has ganado- Lo golpeo en la boca del estomago y luego en el rostro provocándole mucho dolor, lo tomo bruscamente del rostro y lo miro con una sonrisa que asusto al albino. –Vamos a ver si aun te queda valor después de esto- Mientras el otro lo sujetaba con fuerza de los brazos el primero se puso sobre de él y comenzó a tocarlo bajo la ropa. -¿Qué haces? ¡Detente! Esto es asqueroso. –Pero si esto es lo que te gusta ¿No? que los hombres te lo hagan como a una niña- Estaba a punto de besarlo a la fuerza cuando Ed entro y vio la escena, se hizo un silencio en toda la habitación, los tipos soltaron a Owen pero eso no les ayudo, Ed se les lanzo y comenzaron a pelear, aunque eran dos contra uno Ed les llevaba ventaja, tanto así que intentaron escapar, solo uno de ellos lo logro, alcanzo a atrapar a quien estaba tocando a su novio. Lo arrojo al suelo y lo golpeo con fuerza en el rostro, luego lo tomo del cabello y le estrello la cabeza contra el suelo repetidas veces, había mucha sangre.
- ¡DETENTE! No lo hagas, tú no eres como ellos- Owen lo detuvo tomando su brazo con fuerza, le suplicaba con lagrimas en los ojos, estaba asustado, Ed pudo sentirlo, ¿Pero como dejar a esa rata irse así nada más? Había lastimado a Owen, y sabía muy bien que no era la primera vez. -¿Cómo entraron? ¿Quién les dijo que estábamos aquí?- El tipo miraba con rabia a Ed, no quería decir nada pero si quería que lo soltara. –Ella dijo que pagaría si le dábamos una lección- Los ojos miel de Ed se congelaron, fue Helen, ella hizo todo esto ¿Cómo pudo caer tan bajo? -Mándale un mensaje entonces, dile que no le funciono y que esto tendrá consecuencias- Soltó al tipo que salió corriendo de allí, después de todo esos dos solo eran unos cobardes. Se giro a ver a Owen, tenía la mejilla roja y la esquina del labio inferior hinchada, tenía sangre en ella y se sostenía el estomago como si le doliera mucho. No podía perdonárselo, si hubiera llegado antes. –Ed, perdóname se que debí decírtelo- Ed lo miro con duda. –Ellos fueron quienes me golpearon antes, por ellos deje la escuela, si no fuera tan débil yo… - ¿Qué demonios te pasa? ¿Y porque viniste con ellos aquí? ¿Por qué no gritaste?- Le regaño con un tono de voz y un volumen que jamás le había escuchado, el niño de ojos azules se echo a llorar, pensaba que Ed estaba molesto. –Perdón, no sabía qué hacer, solo me congele cuando los vi.
Ed se percato de que fue algo duro con él, lo abrazo con fuerza siendo correspondido, las lágrimas de su novio le empapaban la ropa. –Yo lo siento, no debí dejarte solo- En eso la puerta se abrió, Víctor entro mirándolos a ellos y la sangre en el suelo. -¿Qué paso aquí? ¿Qué tiene Owen?- Se acerco a ellos, Ed le miro serio, Víctor lo tomo del hombro y le miro de forma que supiera que no jugaba esta vez. –Unos chicos que no conozco salieron corriendo de la fiesta hace un momento, ¿Tienen que ver en esto verdad?- Ed solo asintió con la cabeza. –Los llevare a su casa en mi coche, vengan.
Ed quiso cargar a Owen pero este no se dejo, caminaba con los ojos llorosos ocultándolos tras las mangas se su suéter con las que secaba sus lagrimas. Subieron al auto de Víctor y los llevo al departamento de Ed, Owen se fue a acostar sin decir nada mientras el rubio y el castaño se sentaron en el sofá de la sala. –Hay una cámara fuera de la casa, podemos buscar a los tipos en la grabación si quieres y poner una denuncia. –Gracias. No entiendo por qué Helen hace todo esto. – ¿Ella que tiene que ver?- Pregunto confundido. –Ella los mando, y no es solo eso, esos tipos ya molestaba a Owen antes de que lo conociera, pero no me dijo nada ¿Por qué no confía en mí?- Ed estaba tan molesto y triste a la vez, no entendía a Helen, y tampoco entendía a Owen.
-No es que no confié en ti, tenia vergüenza, no es fácil decirle a tu novio que eres acosado por alguien- Aun así el sentía que había fallado, definitivamente no volvería a pasar. –Gracias Víctor y perdón por sacarte de la fiesta. –Tranquilo, volveré para terminarla, cuida del chico- Le dio una palmada en la espalda y se fue. El castaño se levanto y busco un botiquín de primeros auxilios y algo de hielo, entro al cuarto y prendió la luz, Owen no estaba en la cama. -¿Owen? ¿Dónde te…?
Escucho ruido en el closet, lo abrió y vio al chico rompiendo el conejo de peluche que Ed había comprado para Helen con furia, lo dejo hacerlo sin detenerlo ni decirle nada. Solo cuando volvió a estallar en llanto lo tomo de la mano y se lo llevo a la cama, curo sus heridas sin decirle nada, solo lo veía llorar pero no era por el dolor físico, estaba molesto consigo mismo, se culpaba por ser débil, pero más que nada por lo que Ed vio, se sentía sucio aunque no había paso nada grave.
-¿Por qué aun guardas esa cosa? ¿Por qué no la tiraste?- Pregunto Owen rompiendo el silencio. -¿Acaso aun la quieres?- Esa pregunta lo lastimo, ¿Por qué desconfiaba de él? -Tú sabes que no, no tengo problemas en tirarlo si te molesta, también estoy enojado con ella, lo que hizo fue terrible, tú no te mereces esto- Los ojos de Ed se pusieron llorosos, estaba a punto de romperse pero se esforzó por no soltar una sola lagrima, Owen necesitaba que él fuera fuerte por ambos. –Escúchame bien, te amo y voy a protegerte de todo y de todos, sin importa lo que pase, pero necesito que seas sincero conmigo, cuéntame todo lo que me has ocultado.
Owen agacho la mirada, ya no podía ocultarlo más. –iban en mi clase, ellos decían que era un enano y que parecía una chica, comenzaron a fastidiarme, al inicio no le di importancia pero con el tiempo se volvió una tortura, no me dejaban en paz en ningún lugar, hasta que me fui de la escuela. Luego me tope con ellos en la calle, dijeron que el blanco me hacía ver más femenino y cuando los ignore se molestaron más. No quería decirte por qué me verías como un tipo débil y frágil, no quiero eso, quisiera ser fuerte como tú, quisiera no llorar nunca.
-No soy tan fuerte como piensas, también puedo quebrarme a veces, no es malo llorar Owen, puedes hacerlo sin sentirte mal jamás me burlare y sobre todo entiende que no me importa lo que los otros digan, para mí lo eres todo, quiero verte feliz- Owen se conmovió por sus palabras, lo abrazo y se acurruco en sus brazos. –Te juro que esto no se quedara así, ya veras, las cosas van a mejorar- Se quedaron así largo rato.
“El tiempo se acercaba, lentamente el barco llegaba al muelle lunar. Ninguno de los dos quería decirse adiós, se tomaron de las manos y se vieron fijamente a los ojos que reflejaban nebulosa y estrellas, sonrieron antes de saltar a un bote salvavidas, escaparían esa noche, olvidarían el mundo que conocieron antes y se adentrarían en los confines del universo juntos. No sabían que les esperaba pero sea lo que sea estaban dispuestos a enfrentarlo juntos”
Owen leía en voz alta el comic mientras ambos lo miraban, no podían dormir, el insomnio los había tomado esa noche, Ed olfateaba despacio el cabello de su chico, su esencia lo volvía loco. –Deja de olfatearme como un perro, es incomodo- Owen se había dado cuenta de ello. –Vamos, se que te gusta, si lo hago más cerca te estremeces- y así fue, lo olfateo más cerca y el albino se estremeció. - ¿Quieres dejarme terminar la historia? -Pero si eso es el final ¿No?- Owen reviso el comic, era verdad, eso era todo. –Seguro habrá segunda parte o algo. –Nop, allí dice que es un solo número. –Eso no es posible, no puede terminar solo así ¿Qué se supone que paso al final?- no quería que acabara solo allí. –Bueno la historia te deja esa incógnita, ni modo, tendrás que imaginarlo tú mismo- Owen inflo las mejillas y miro algo decepcionado el comic, no le gustaban los finales inconclusos. –No te pongas así, mejor piensa que ellos serán tan felices como nosotros dos- Beso su nuca mientras el niño de ojos profundos se sonrojaba hasta las orejas. Estaban mejor, más tranquilos y relajados pero aun así Ed no dejaba de pensar en lo que hizo Helen, ya no sería bueno con ella, le daría una lección.