-Niño despierta, ya casi es medio día- Ed intentaba despertar a Owen, ese chico tenía el sueño muy pesado, comenzó a abrir los ojos lentamente y se sentó en la cama tallando sus ojos. –Vamos Owen, seguro que tus padres estarán preocupados, comerás algo y te llevare a casa.
-Está bien, mamá salió por su trabajo, así que nadie me espera en casa- El albino se levanto y se estiro un poco, había dormido bastante. –Aun así deberías avisarle donde estas, el desayuno está en la mesa, come y luego te llevare a casa- Owen noto que Ed ya estaba arreglado. – ¿Tienes trabajo los sábados?
-Sí, el turno de la tarde, aun tengo una hora para llegar, tu come- Owen se dio cuenta que lo estaba retrasando así que se apresuro a comer, se lavo la cara y arreglo un poco el cabello, Ed le entrego su suéter limpio y salieron del departamento. –Por cierto, ¿Dónde vives?- Pregunto Ed a lo que Owen respondió. –A unas calles de tu trabajo, no tienes que llevarme a casa tu apresúrate o llegaras tarde.
-No te preocupes, Rose me cubre si llego tarde, pero si no quieres que te acompañe a casa lo entiendo.
-¡NO! Digo, no es eso, solo no quiero causar más problemas- Owen se sentía apenado por lo que paso la noche anterior, Ed había sido bastante amable con él al llevarlo a su casa y curar sus heridas, no quería fastidiarlo ya que le agradaba bastante.
-No causas problemas, vamos ¿Qué no somos amigos ahora?- En ese momento los ojos de Owen se abrieron y miro a Ed con sorpresa, estaba a punto de decir algo cuando. -¡ED! ¡Espera!- Era Helen que apareció detrás de ellos corriendo para alcanzar a Ed. -¿Helen? ¿Qué es lo que quieres?- La voz de Ed se puso seria, Owen noto de inmediato que las cosas se tensaban.
-Quiero hablar contigo de lo que paso anoche, no sé que les dijiste a todos para que me trataran así, pero no es justo, dijiste que seriamos amigos después de todo- Ed estaba molesto, no solo debía aguantar el que Helen lo dejara y que su nuevo novio fuera un tonto, ahora lo culpaba por lo que había pasado.
-¿Amigos? ¿Crees que puedo ser realmente tu amigo después de que me dejaste por otro? Intente ser lo más amable posible contigo, yo no quería herirte ni atarte, ¿Por qué la que se queja eres tú?- Owen sintió que sobraba allí así que se encogió de hombros y comenzó a irse. –Ed, se que estas enojado pero piensa en mí, después de la fiesta todos comenzaron a hablar.
-Ese no es mi problema Helen, yo no dije nada de más ni hable mal de ti, al contrario evite decir por qué me dejaste, así que no me culpes por esto, se acabo, por favor no me busques más- Ed dejo a Helen y continúo avanzando rápidamente, al poco rato sintió que algo le faltaba. -¿Owen?- Miro alrededor pero nada, lo había asustado, bueno era lógico, a nadie le gusta estar en medio de discusiones ajenas. Supuso que fue a casa así que el continuo su trayecto para ir a trabajar.
Rose noto de inmediato que Ed tenía algo, esta vez no estaba distraído, pero si muy callado y serio. –Ed, sigues molesto por lo que hice anoche ¿verdad? Lo siento en serio, es que no soporte ver a Helen hiriéndote así frente a todos y… -Esta bien Rose, no es eso.
-¿Entonces qué?- Ed tomo fuerzas y le conto todo a Rose, incluso menciono a Owen sin darse cuenta.
-¿Quién es Owen?- Rose estaba curiosa. –Es ese chico del cabello blanco y tímido que vino a la tienda hace tiempo, el de la librería.
-¡Ah! El niño que escapo de ti dos veces, ¿Pero que hacía el contigo?
-Lo llevaba a su casa, durmió en mi departamento anoche así que… -¿Cómo que durmió contigo?- Rose se sorprendió, parecía que malinterpreto la situación. -¿Qué? ¡No Rose, no fue eso! Yo lo encontré anoche en un callejón, estaba herido así que- En ese momento Rose entendió, parecía un poco desilusionada pero de inmediato lo bombardeo con preguntas.
-¿Qué más paso? ¿Cómo es que no se asusto contigo? ¿Y cómo es él?- La actitud de Rose animo un poco a Ed. –Haha, tranquila Rose, solo eso paso, no se asusto porque ya habíamos hablado tiempo atrás y ¿Qué cómo es?- Ed se quedo pensando en esa última pregunta, no sabía que decir, bueno era un chico lindo y tierno, además de tener un cuerpo…. En ese momento Ed se sonrojo, de nuevo pensando en el de esa forma, en serio que estaba confundido. Rose solo rio un poco. –Y bueno supongo que ahora tienes un nuevo amigo, deberías presentármelo luego, se ve que es buen chico.
-Si, lo es- Ed se acordó de él de nuevo, no entendía como podía estar en su mente a cada rato, sin darse cuenta se perdió en sus pensamientos. –Tierra a Ed, Ed despierta- Rose movía una mano frente a él para llamar su atención. -¿Qué? Lo siento, hay que ponernos a trabajar- Rose sabía que su amigo tenía algo y ya se imaginaba perfectamente que o quien estaba en su mente en ese momento.
Los días pasaron tranquilos para Ed, nada nuevo había sucedido, no se había topado con Helen, mucho menos charlado con ella de lo del otro día. Al inicio le dolía pero al poco tiempo sentía como su corazón sanaba lentamente, ya no pensaba tanto en ella, de hecho no podía decir que aun la quisiera como antes, algo en ella cambio y en cierta forma también en el, comprendió que ya no eran el uno para el otro y que la vida continua.
Rose noto el cambio en su amigo, ya no estaba ni triste o enojado, más que eso estaba enérgico y algo ansioso, todos los días miraba la puerta de entrada de la tienda como esperando a alguien. -¿Aun no ha venido?- pregunto Rose.
-Aun no- Dijo Ed inconscientemente mientras soltaba un suspiro. –Espera ¿De qué hablas Rose? Yo no espero a nadie.
-No lo niegues, has estado así por dos semanas, es más que obvio que esperas a alguien– Ed no pudo negarlo, la verdad es que le preocupaba que Owen no hubiera ido a la tienda en tanto tiempo. –Tranquilo Ed, estoy segura que pronto vendrá el niño a verte.
-Puede que este molesto, o lo asuste cuando peleaba con Helen, ha pasado mucho y se supone que vendría por su suéter pronto. Rose, no sé qué me pasa, ¿Por qué me preocupa tanto esto?- Rose había esperado bastante según ella, si el castaño no lo entendía ella le daría la respuesta. –Es más que obvio Ed- Hizo una pausa mientras lo tomaba del hombro y lo miraba directo a esos ojos miel. –Estas enamorado.
-qu… ¡¿QUÉ?! ¿Enamorado de Owen? Rose no bromees conmigo, el es un chico, más específicamente un chico menor de edad, es seis años menor que yo, apenas y lo conozco- Ed estaba muy a la defensiva, Rose ya se esperaba que el actuara así. -¿Y todo eso qué? No lo niegues, el te gusta, desde la última vez que lo viste no dejas de suspirar y mirar con ansias la puerta de entrada, ¡admítelo! Te mueres de ganas de verlo.
– ¡Dije que no…!- En ese momento vieron que llego un cliente, más específicamente cierto albino que todos conocemos. –Hola Ed- Saludo tímidamente, Ed apenas podía disimular la felicidad que sintió al verlo, un escalofrió recorrió todo su cuerpo, su mente se quedo en blanco y solo se concentro en Owen, por poco corría a abrazarlo pero debía evitar hacer que Rose demostrara su punto.
-Hola, tú debes ser el amigo de Ed, ya tenía ganas de conocerte, mi nombre es Rose- La peli-rosa se presento y lo saludo cariñosamente. –Es un gusto, yo soy Owen- El chico se intimido un poco ante la personalidad alegre de Rose quien por cierto miraba de reojo a Ed con una sonrisa burlona. –Sí que eres tan lindo como dijo Ed- El comentario de Rose hizo que el albino se sonrojara. -¿El dijo eso?
-¡NO! Digo……le dije que, eras, buena persona- Ed comenzó a ponerse nervioso, Rose solo se burlaba por dentro. –Bueno ustedes dos no se ven hace mucho y tu Ed te mereces un descanso ¿Por qué no te vas temprano hoy y salen un rato? no falta mucho después de todo, yo te cubro- Ed sabía lo que planeaba su amiga, iba a negarse pero la verdad es que si quería charlar con Owen así que no tuvo remedio. –Gracias Rose, te lo pagare luego.
-Sí que lo harás- Cuando la chica dijo esto lo hizo en un tono de voz que solo Ed pudo descifrar “Eres perversa” pensó Ed. –No es necesario- Dijo Owen tímidamente a lo que Rose respondió de inmediato. –Por supuesto que lo es, anden antes de que me arrepienta- Al final ambos aceptaron la propuesta, se despidieron de Rose y fueron a caminar a la plaza. Owen no decía nada, se notaba nervioso, en cuanto a Ed las palabras de Rose no dejaban de girar en su cabeza. “Estas enamorado”