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OJOS DE NEBULOSA por Alphonse Zero

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Notas del capitulo:

Aquí la cosa se pone complicada 

ya sabran por que...

“Desde ese día estuvieron juntos, cada noche ella lo visitaba en la proa, el tocaba la ocarina para la chica que solo le escuchaba con los ojos cerrados mientras sentía la brisa del espacio. No necesitaban de palabras para saber que se amaban, basto con aquella mirada en la que los ojos de ambos reflejaron las luces lejanas que adornaban el cielo. –Volveré mañana- Decía ella con una sonrisa y el con una reverencia le respondía. –Te estaré esperando.” Esta era la segunda vez que leía el comic, si antes la parte del romance no le hacía bien ahora no podía dejar de suspirar como tonto. Se levanto del sofá y miro por la ventana, el cielo se había despejado y dejaba ver a las estrellas con mucha claridad, pensando en que seguro Owen estaría feliz viendo el firmamento nocturno.

 

Estuvo toda la tarde ansioso, el tiempo le pasaba tan lento, Rose noto que esta vez no le dio un sorbo si no que se termino su café por completo. –Cálmate que me pones nerviosa a mí también–Rose acomodaba algunas cosas que los clientes habían dejado fuera de su lugar mientras Ed estaba sentado en la caja moviendo el pie y chasqueándose los dedos sin parar. –No puedo evitarlo, el día pasó muy lento.

-Lo asustaras si lo recibes así, solo relájate, ¿No dijiste que aun no te le confesarías? No veo por qué ponerte nervioso tan rápido- Rose tenía razón, debía calmarse, respiro hondo, se levanto y estiro, no faltaba casi nada. –Bien, todo listo te dejo las llaves- Rose se preparo para irse, justo antes de salir le susurro algo al oído. –“Pásalo bien”- su tono de voz hizo que Ed solo se pusiera más nervioso. Se había quedado solo, termino por dar vueltas por toda la tienda, eran las 7:50 PM, a Ed le parecía tarde pero para su buena suerte pronto escucho a alguien llegar.

-Lo siento, se me hizo tarde- Owen había corrido para estar allí a tiempo, estaba un poco agitado. Ed fue a recibirlo despeinando su cabello. –Tranquilo llegaste justo a tiempo, déjame cierro y nos vamos.       – ¡Espera!- Saco un pequeño sobre de su bolsillo. –Yo… ya tengo el dinero, ¿Crees que puedas venderme el suéter ahora?- Ed le sonrió y tomo el sobre. –Sígueme- Luego le cobro y le entrego el suéter en una bolsa. –Aquí tiene, vuelva pronto- Le dijo bromista a lo que Owen solo rio bajo. –Gracias, no quiero molestar pero, ¿Puedo ponérmelo?

-Es tuyo, no tienes que pedirme permiso- Owen se rio nervioso. –Lo sé, bueno, ¿Puedo cambiarme en el vestidor?- Ed asintió y lo acompaño. Espero a que el pequeño saliera con su nuevo suéter, se sentía más nervioso que antes, solo por saber que el niño se vestía allá dentro. Al poco rato la puerta se abrió lentamente. –Listo… ¿Nos vamos?- Ed lo miro atento, como ya sabía el suéter no era de su talla y le quedaba grande, pero aun así él pensaba que le quedaba de maravilla. –Espera, dejaste la etiqueta- Ed entro al vestidor y se la quito, pero algo en el hizo que se quedara congelado. -¿Ed? ¿Está todo…. ¡AHH!

Ed había cerrado la puerta y lo tomo rápido en brazos para besarlo, primero lo hizo lentamente, Owen parecía no poner mucha resistencia, solo lo empujaba despacio pero eso no haría que Ed lo soltase. Lo tomo de la nuca y mordió su labio para que abriera su boca y meter su lengua, el más joven se asusto ante la intromisión de Ed. “Dulce” Así es como sabía Owen para él, lo tomo de la cintura sentándose en la pequeña banquita del vestidor y obligando a Owen a sentarse sobre sus piernas, se separo de sus labios solo para dirigirse a su cuello el cual besaba lentamente de arriba abajo. –N-no, Ed….ah~. Ed no lo escuchaba, continúo  poniendo una mano en su cintura y metiendo la otra bajo su suéter y su camisa acariciando lentamente su piel, cada parte de él lo volvía loco, tanto que no pensaba en las consecuencias. Con su mano alcanzo uno de sus pezones  y lo acaricio lentamente haciendo que Owen se estremeciera y soltara gemidos los cuales intentaba callar cubriendo su boca, luego mordió con fuerza su cuello a lo que el albino soltó un quejido fuerte. – ¡Ahhh!-  Volvió a besar sus labios sin dejar de tocarlo, el beso se volvía intenso, no quería detenerse, hasta sentir algo que empapaba las mejillas de Owen.

-D-detente, por favor…..- Owen estaba llorando, fue allí cuando reacciono y lo soltó rápidamente. -¡Lo siento! ¡Owen…yo no quería!- No lo dejo terminar, en cuanto lo soltó salió corriendo del lugar sin mirar atrás, Ed pensó en seguirlo pero supo que empeoraría las cosas, había estropeado todo, se supone que no quería asustarlo e hizo todo lo contrario. Ahora Owen seguro lo odiaba, se sintió como un completo idiota, ¿Cómo se le confesaría después de eso? En eso momento sintió que había perdido su oportunidad.

Más tarde en otro lugar, Rose compraba cosas para la cena de esa noche cuando su teléfono sonó. –Hola.   –Por favor, ven a mi casa- Rose supo de inmediato que algo malo había pasado, el tono de su amigo se lo dijo, no dudo más y se apresuro a llegar a casa de Ed. Al entrar la puerta estaba un poco abierta. -¿Ed, que fue lo que….?- Lo primero que se encontró fue a Ed con la cabeza sobre la mesita de la sala y llena de latas de cerveza.

-Veo que si metiste la pata muy feo- se sentó junto a él y acaricio su espalda. –Lo arruine Rose, soy el idiota más grande del mundo, deberían encerrarme para que ya no haga estupideces- Rose suspiro y tiro de la camisa de su amigo para verlo de frente. -¿Qué fue lo que hiciste? No puede ser tan malo viniendo de ti.

-Yo… lo, y luego… y después…- No podía ni decir lo que había hecho, sentía mucha vergüenza de sí mismo, aun así Rose entendió perfectamente lo que paso. -¿Entonces se enojo contigo? –No lo sé, hubiera preferido eso, pero estaba llorando, debiste ver su cara de miedo. Soy horrible- Rose entendió la situación mejor.

-Bien, para empezar deja de beber que eso no te ayudara en nada, segundo no creo que este enojado pero si muy asustado, aun es joven y seguro era la primera vez que estaba en una situación así y tercera, estoy segura de que sabrás como solucionar las cosas. Eres un buen tipo y Owen lo sabe, solo dale tiempo para pensar las cosas.

Ed solo asintió, estaba de acuerdo con Rose, no se daría por vencido, no sabía cómo pero haría que Owen lo perdonara. Rose lo abrazo y le dio palmaditas en la espalda para hacerlo sentir mejor, luego le ayudo a limpiar el desastre y cuando se fue se llevo todo el alcohol de casa para que no bebiera más.

Por su parte Ed no se sacaba de la cabeza lo que había pasado en el vestidor, es decir, no se arrepentía en sí de lo que hizo, más bien de haberlo hecho sin permiso. Debía hablar con Owen, pero no sabía donde vivía, lo único que tenía era su viejo suéter que se olvido cuando huyo de allí. Lo tomo y olfateo lentamente, tenía impregnado su aroma, ese dulce y hechizante aroma. –Owen- decía en un susurro mientras se recostaba en su cama pensando en el. –Lo siento, te prometo que no volveré a hacerte llorar- Y así se quedo profundamente dormido con el aroma de su chico.

En ese momento pero en otro lugar Owen estaba recostado con las cobijas hasta la cabeza, no podía creer lo que paso, ¿Cómo Ed le hizo todo eso? Fue raro y le dio mucho miedo, nunca pensó que él sería capaz de hacerle esa clase de cosas en un vestidor público, pero aun así, “Le gusto” no quería admitirlo pero se sintió muy bien lo que hizo, la forma en que lo beso y acaricio. Aun así eso no quitaba que había sido forzado, no sabía que pasaría ahora pero era más que obvio que las cosas no serian como antes de esa noche. –Aun me duele- Dijo mientras tocaba la parte donde Ed lo mordió, se había visto en el espejo hace rato, tenía una marca entre rojo y morado en el cuello. Pensó que sería vergonzoso salir con eso, debía ocultarla hasta que se desvaneciera pero en cierta forma sabia que se quedaría allí por siempre. 

Notas finales:

Pobre Owen......levante la mano quien cre que se lo busco

(-.-)/

Nos leeremos luego.


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