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"Invierno" [ChunJoe - Teen Top] por Grraw

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Notas del fanfic:

Es un one-shot por lo que no habra más capitulos.

Personajes: L. Joe y ChungJi de TEEN TOP.

Narración en primera persona por L. Joe.

¿Cómo había llego a eso? ¿Acaso podía sentirme más nervioso? Le había escrito algunas cartas, decenas de canciones, había soñado con él cada día desde que me di cuenta que me había enamorado. Al principio tuve miedo. Miedo de que no me correspondiese, de que se riera en mi cara pensando que bromeaba, pero la noche que le dije lo que sentía…. Aquella noche siempre quedara como uno de los recuerdos más importantes para mí.

 

-¿Vas a seguir durmiendo o vas a ayudarme a ordenar el departamento? –La voz de ChanHee retumbaba por la habitación haciéndome despertar de mal humor. Me fui moviendo despacio buscando que mis pies llegaran al borde de la cama logrando tocar el suelo al poco tiempo. Podía verse como una forma bastante perezosa para levantarme, pero luego de pasarme la noche escribiendo algunos pensamientos en papeles sueltos que terminaron en el cesto de la basura no podía tener otro humor. Siempre era así, escribía algo y luego lo desechaba como si fuera una evidencia que quería perder de vista.
Camine arrastrando los pies hacia el armario de la habitación, ignorando aquella mirada que tanto me hacia estremecer por las noches si pensaba en eso. 
Tome la ropa que había preparado con anterioridad y me cambie frente a él como lo hacia cada mañana acostumbrado a que luego de unos segundos sus mejillas tomaran un bonito tono carmesí. La puerta se cerraba una vez este se marchaba avergonzado y yo seguía con lo mío hasta estar listo para un día nuevo.

-¿Por donde empezamos?-Inquirí sin mucha paciencia por el mal humor que aun tenia ante el despertar tan temprano con lo poco que había descansado. El resto aun dormía plácidamente aprovechando las horas que le quedaban mientras que a nosotros como cada cierta cantidad de semanas nos tocaba la limpieza del departamento.
-Comienza por la cocina y yo me encargare de la sala.-Me indico mirándome con esa sonrisa que hacia que se me cerrara el estomago, a veces me ponía de peor humor cuando me sonreía así, me molestaba el hecho que con una simple mirada, con una simple sonrisa y con ese tono de voz me dijera las cosas. Debía controlarme, debía pensar en otras cosas y no en sus labios, no en como se sentiría el apoderarme de ellos en un choque lleno de necesidad por probarlos.
-Está bien…-A veces se quejaba por el hecho de que no le insistía mucho. Generalmente le decía que sí a todo mientras que no se aprovechara. No había día en que no terminara discutiendo con él cuando me pedía que hiciera las tareas que le tocaban. Nunca había sido muy paciente, pero con los años uno se acostumbraba a convivir con cinco personas más de distintas edades. Cuando tenia la oportunidad me gustaba acostarme en la cama y escuchar música o a leer uno que otro libro, me gustaba tener mi espacio personal, esos momentos para pensar con tranquilidad, aunque luego se quejaran de que me la pasaba solo.

La mañana transcurrió larga y aburrida además de agotadora por tener que limpiar todo nosotros solos. Al medio día la camioneta que nos llevaba a los lugares indicados en nuestra agenda nos esperaba en la entrada para llevarnos a otra sesión de fotos. 
Una vez más mi cabello cambiaba de color. ChanHee me observaba demasiado y simplemente solté un bufido molesto mientras me cruzaba de brazos. 
- ¿Puedes dejar de mirarme? Se que te gusto.-Lo moleste apresurándome para ir con el camarógrafo que espesaba un tanto impaciente para terminar con aquello y volver a su hogar. 
El invierno había comenzado hace unas semanas y aquel día no dejaba de nevar. Generalmente nos cuidaban como bebés en los días así, tardábamos el doble en regresar a casa porque nuestro chófer manejaba con excesiva precaución. 
Una vez llegamos lo único que hice fue quitarme el calzado e ir a darme una ducha. Mi cuerpo estaba helado y el agua parecía quemar mi piel. Me puse rápidamente la ropa de dormir y me fui derecho a la cama sin siquiera esperar a la cena.

•••••

¿Qué hora era? Las pesadillas esa noche se habían apoderado de mi tranquilo sueño. Mi respiración era algo agitada mientras que miraba el techo en la oscuridad aun tratando de tranquilizarse. 
Mire a todos lados notando que la oscuridad era completa entendiendo que se había cortado la luz quien sabe cuándo.
Torpemente me levante, no era que quisiera hacerlo, más bien lo necesitaba. Mi pulso seguía acelerándose. Relamí mis labios tratando de no chocarme con nada y a los pocos pasos llegue a su cama. En silencio aunque con la respiración un tanto agitada me acosté a su lado. El sentir la calidez que desprendía su cuerpo llegaba a tranquilizarme un poco. Con cuidado me acomode entre sus brazos sintiendo como se despertaba y sus manos rodeaban mi cintura. ¿Cómo era posible qué lograse hacerme enojar, pero en momentos así me daba la paz que necesitaba? 
Oculte mi rostro contra su cuello mientras que con mi diestra acariciaba su mejilla. Era tan suave… Me sentía protegido a su lado y por un momento sentía que esto era un sueño más.
-Estarás bien, la luz se corto unos momentos luego de que te acostaras…-Contuve el aliento por un momento sin contestar nada al respecto, pero aun así mis labios se separaron y unas suaves palabras escaparon por mis labios.
-Te amo…-¿Cuántos años habíamos convivido juntos? ¿Cuántas noches me había despertado a causa de pesadillas y me había terminado refugiando junto a él? Nunca hablábamos sobre eso. Era algo nuestro, que no era necesario tocar el tema. No había muchas palabras de por medio esas noches, a veces ni las había.
-Esperaba que dijeras eso… Era inevitable que te enamores de mi.-Su respuesta hizo que mi rostro se pusiera realmente caliente no queriendo imaginarme el tono que tendría. Mi ceño se frunció y suspire molesto.
-Idiota…-Su risa retumbo en la habitación para luego volver a estar en un silencio total, el cual se interrumpió al volverlo a escuchar.
-Este idiota también te ama.-

•••••

No era el mejor para expresar mis sentimientos. Quizás él tampoco… Pero aun así, aquella noche pude volver a dormirme sabiendo que esta vez al despertar ya no serian palabras en papeles, ni pensamientos que me daban dolores de cabeza. Sabía que ya no soñaría con él porque no lo necesitaba. No necesitaba volver a callar lo que sentía.

~FIN~


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