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Luna llena por YunaYami

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Ethan se había escapado de casa tras una discusión con su padre. Una de tantas. El joven ya estaba harto de ir a buscarle al bar y llevarlo de vuelta a casa borracho como una cuba. Así que, cuando aquel día se había puesto violento, el joven agarró su chaqueta y salió al bosque que rodeaba la casa. Le gustaba aquel lugar para alejarse de todo. Era su bálsamo. Había tardado más de lo normal en calmarse y se había desviado de la ruta marcada. Fue entonces cuando la primera señal de peligro lo sobresaltó. Vio una enorme pataza negra y se echó a correr sin pensarlo. Igual que una gacela intenta escapar del león. 
Miró atrás viendo las hojas moverse y oyendo los crujidos de aquellas enormes patas. Intentó correr más rápido, aterrado. No podía creer que estuviera luchando por su vida por causa de un enorme animal que se suponía que ni siquiera existía ya en aquellos bosques. Se le erizó el vello de la nuca. Casi podía sentir el aliento de la bestia tras él. Volvió la vista atrás un instante,pero fue suficiente para ver al enorme animal y que el pie se le enganchara en una sobresaliente raíz. Se golpeó la cabeza contra el suelo. Estaba perdido. Ya estaba muerto. Cerró los ojos perdiendo el conocimiento segundos despues.

***

Sintió el tacto de la roca al despertarse sobre la mejilla. El fuego chisporroteaba frente a él animándole a despertar y acercarse más. Se arrastró hacia la hoguera mientras el dolor de cabeza iba acentuándose. Sentía el cuerpo entumecido así que empezó a estirarse hasta que sus ojos castaños se cruzaron con los amarillos de aquella bestia que se ocultaba entre las sombras de la cueva. El lobo se acercó al fuego despacio, como si no quisiera hacer ningún movimiento brusco para asustarle más de lo que ya estaba. Ethan se parapetó tras el fuego. No creía que aquel bicho fuera tan tonto como para cruzar por allí. Un momento ¿no era más pequeño? Observó al animal encoger poco a poco mientras sus patas se alargaban y tomaban forma de manos y pies. Cuando la transformación se completó el pelaje desapareció. Frente a él, un hombre al que no podría colocarle otro apelativo que perfecto se puso en pie mostrando ante el fuego todo el esplendor de su desnuda anatomía. Mediría alrededor de dos metros de altura, de rasgos viriles y marcados. Nariz perfectamente recta, cabello negro como las alas de los cuervos, musculatura desarrollada en la justa medida, piel aceitunada y muy bien dotado. Sus ojos amarillos se clavaron en el joven mientras él no podía dejar de mirar,boquiabierto, aquel cuerpo de pecado. 
_¿Te duele la cabeza?
El tono de su voz lo dejó más aturdido de lo que ya estaba. Grave,melosa,atractiva... Un estremecimiento lo invadió cuando él volvió a formular la pregunta.
_Sí - pudo contestar a duras penas.
¿Qué se suponía que estaba ocurriendo? A él no le gustaban los hombres. Y menos los que se transformaban en lobos y secuestraban gente perdida en el bosque. Pero su cuerpo no mentía. Y lo cierto era que acababa de tener una erección solo por oírle hablar. El hombre se acercó a él, situándose a su lado y le rozó la mejilla, raspando con suavidad la sangre seca de su rostro. De repente fue como si con aquel simple contacto hubiera desaparecido todo su miedo.
_¿Cómo te llamas..?
_E-Ethan
_Yo me llamo Kenai.
Sintió su nariz rozando su oreja con levedad mientras Kenai comenzaba a olisquearle el cabello. Lo echó en el suelo, lamiendo su cuello mientras tiraba con brusquedad de la camisa de Ethan. El joven le echó una mano para ayudarle a desnudarle sin que le rompiera la ropa más de lo debido. Se preguntó muchas veces a lo largo del proceso que estaba haciendo. Que aquel hombre acababa de transformarse, que era un lobo gigante, que él no era homosexual. Pero cuando sus labios se unieron a los suyos la sensación de pertenencia a aquel ser fue totalmente real. Le rodeó el cuello con los brazos, prolongando el beso hasta que debió separarse para respirar. Kenai subió las manos por su espalda, deslizándolas hacia el pecho y pellizcó amorosamente sus pezones antes de lamerlos con avidez,mordisqueándolos entre caricia y caricia de su lengua. Ethan echó bruscamente la cabeza hacia atrás dando un gemido. El miembro de su extraño amante se clavaba en su abdomen mientras el joven sentía que su cuerpo solo rogaba por tenerlo dentro. Kenai curvó con suavidad los labios en una media sonrisa como si supiera lo que estaba pensando y lo volteó con brusquedad, elevándole las caderas. Ethan aguantó la respiración al notar la punta de aquel enorme pene deslizarse lentamente en su interior. Apretó los dedos aguantando el doloroso placer que comenzaba a sentir mientras el hombre se tomaba su tiempo en entrar en él. Sintió como su interior se contraía sobre el intruso, adaptándose a su tamaño.
_Ethan, tu me perteneces. Y yo te pertenezco ahora. Te lo juro por la luna.
Comenzó a embestirlo , pasando sus brazos bajo los suyos y lo sujetó de los hombros. El joven se corrió a los pocos segundos. Pero no se sentía aliviado. Necesitaba más. Más rápido,más fuerte, más profundo. A cada hondo gemido que se abría paso por la garganta de Ethan, Kenai reaccionaba de una forma u otra como si le leyera el pensamiento. 
***

Se acurrucó contra su cuerpo, jugueteando con las orejas de lobo del hombre.¿Quizá durante el sexo no podía controlar del todo su transformación? Sus ojos de depredador se clavaron en los castaños de él. 
_Ethan...
_¿Sí,Kenai?
_Perdóname. Causé que te hicieras daño. Sabía que me tenías miedo pero no paré, porque si lo hacía te escaparías y yo no tendría la oportunidad de consumar nuestra unión.
_¿Unión..?
Él se limitó a asentir.
_Los seres como yo pueden tener sexo con otros, pero solo con nuestra pareja destinada ese acto será pleno. Su olor nos dirá cuando está lista para recibirnos.
_¿Mi olor..? ¿Cómo es eso?
_Olías a frambuesas. Jamás había detectado a alguien que oliera de esa forma antes. Se me hizo la boca agua y me lancé a por ti. 
_En cuanto te oí hablar me puse duro.
_Lo olí también. No estoy seguro, pero creo que las reacciones en los humanos son incontrolables la primera vez que lo hacen con uno de nuestra especie. Los machos soléis ser más susceptibles también. 
_Kenai ¿puedo preguntarte algo?
_Sí. Puedes
_¿Me dejarás volver a casa?
_¿A casa...?
_Sí. Mi padre estará preocupado. Bueno, eso creo. Al menos cuando se le pase la borrachera y... ¿Kenai?
El hombre se levantó del suelo y se transformó a medio camino de la entrada en el enorme lobo negro. Ethan intentó incorporarse, pero lo único que consiguió fue que las piernas le fallaran y le hicieran caer al suelo de nuevo. Jadeó, pretendiendo soportar la leve ola de dolor que le invadía el cuerpo.
_No...casa -gruñó el animal antes de salir de la cueva.

***
Ignoraba los días que había pasado allí alimentándose de frutas y agua. Ethan se había negado rotundamente a compartir una de las muchas capturas de Kenai cuando supo que debía comerse crudo al conejo. Por ello, él cazaba y luego iba a por algo que su exquisita pareja quisiera comer. El joven le observó arrancar la musculada carne del hueso con los dientes. Incluso en su forma humana se alimentaba como un animal.
_Kenai
El hombre dio un gruñido ante la interrupción. Farfulló una respuesta entre bocado y bocado.
_Me voy a ir a casa
Eso hizo que dejara de comer automáticamente y lo mirara entre temeroso y desafiante.
_No
_Sí.
_¿Por qué?
_Porque si vuelvo a ver que comes así otro día más vomitaré. Iré a por algunos utensilios a mi casa. Además, también quiero coger algo de ropa.
_¿Ropa? ¿Por qué?
_Pues para vestirme, obviamente. Ignoro cuanto tiempo llevo con esta pero huele mal y aunque vayamos a la laguna a bañarnos cada día al ponerme de nuevo la ropa es como si no hiciera nada.
_Pues no la lleves. Ir así no tiene nada de malo.
_Lo siento. Pero yo no estoy acostumbrado a llevar mis partes al aire,
_Pues deberías. Es más cómodo que llevar esos pantalones.
_Lo será para ti. 
_Te acompaño a tu casa
_Claro que no ¿cómo esperas pasar desapercibido en el pueblo?
_Iré así. En forma de persona.
_Desnudo,claro ...
_Sí
_¿¡Cómo que si?! Irás en tu forma de lobo y te quedarás esperándome en la parte trasera de la casa mientras yo me encargo de recoger lo que necesito.
Kenai sonrió,asintiendo con la cabeza.

***

Observó el calendario donde solían tachar los días que ya habían pasado. Había estado fuera una semana entera. Le escribió una nota a su padre diciéndole que estaría en la casa de un amigo durante un tiempo. Sabía que a él no le importaría. Se quitó la ropa y puso una lavadora para después subir a su cuarto y comenzar a meter en una bolsa de deporte varias mudas. Se miró al espejo un instante. ¿Estaba en lo correcto al seguir aquella extraña conexión...? Aquella sensación de pertenencia a alguien era demasiado fuerte para ignorarla. A sus diecisiete años, Ethan ya había experimentado la sensación del sexo vacío,el salir con alguien donde el cariño y la necesidad sexual era lo único que existía. Pero aquella noche había cambiado su concepto de todo. Aquella simple noche donde sus cuerpos se habían unido y Ethan había sentido mariposas en el estómago, aturdimiento al oírle pronunciar su nombre. Como con un solo roce de su piel Kenai había logrado que dejara de pensar en todo. Apartó la vista y continuó empaquetando su ropa. Acarició la suave colcha, pensando en llevársela también cuando un ruído en la planta baja le sobresaltó. Bajó las escaleras a toda prisa. Una taza había rodado desde la cocina al pasillo y apretujado entre la isla y los aparadores se encontraba un enorme lobo negro.
_¿No te dije que te quedaras fuera? Transfórmate
_Pero...Ethan...decir...
_Sé lo que dije. Hazlo o lo romperás todo.
Observó atentamente su transformación y tomó una de las toallas que había sobre la mesa, anudándosela a la cintura.
_¿Por qué me pones esto?
_Ven arriba conmigo.
Kenai obedeció, subiendo las escaleras tras Ethan mientras lo observaba todo. Era la primera vez que entraba en una casa. Había muchas cosas de las que desconocía su uso o finalidad. Entró en el cuarto del chico. El sol hacía que su cabello caoba pareciera más claro de lo que era. Observó con atención cada detalle de su cuerpo. Era muy delgado, por ello cuando perdió el conocimiento aquel día pensó que se había roto. Se preguntó si él estaba conforme con quedarse con él. Dormir en la fría roca era la única comodidad que podía ofrecerle. Había seguido sus instintos y había encontrado a su pareja destinada tras años de vagabundear por los bosques. Sabía que le quería. Eso era algo que no podía negarse. 
_Kenai
_¿Sí?
_Yo estoy bien. Por favor, no te preocupes de cosas que no son necesarias.
Lo tomó de la cintura ,abrazándose a su cuerpo. Le gustaba aquella conexión con Ethan. Sin duda alguna. 
***

La cama se partió con un espantoso crujido, haciendo que los dos terminaran en el suelo entre risas.
_Te dije que era mala idea hacerlo aquí,Kenai.
_Estoy seguro de que el suelo no podemos romperlo.
Ethan acarició sus labios antes de unirlos brevemente a los suyos. Era tarde y su padre llegaría en cualquier momento. No entendía porque había accedido a aquello. Solo sabía que si Kenai lo necesitaba en unos pocos segundo en él también se transformaba en una necesidad salvaje. El hombre le ayudó a incorporarse y tomó la bolsa de deporte con su ropa mientras Ethan comenzaba a vestirse.
_Lo dejaré en el bosque. Te espero fuera.
_Sí,está bien.
Pudo oír sus pies descalzos descendiendo por las escaleras y el sonido de la puerta de entrada. La sangre se le heló en las venas al oír la voz de su padre.


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