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Problemas
Forcejeó inútilmente, intentaba liberarse de esas cadenas que lo ataban de manos y pies. Pero en cada intento una corriente de energía negativa recorría su columna vertebral, causándole un fuerte dolor interno.
¿Cuánto tiempo llevaba en ese lugar? No sabía. El transcurso del tiempo parecía ajeno a él, no era consciente si eran sólo días, o si ya habían pasado varias semanas desde que lo capturaron y lo encerraron en esa habitación. Aquel día en que todo parecía perfecto, y luego ese incidente de "Dábura" lo hizo tener que cambiar sus planes y salir en busca de él...
^^^Flash Back^^^
Goku había volado en dirección desconocida. Su padre le había enviado unas coordenadas diez minutos luego de que saliera de la habitación de su pareja, Vegeta; al parecer eran del lugar en donde se encontraba Dábura.
Estaba decidido a ir a luchar contra él, acabar de una buena vez por todas con esa maldita guerra que había perdurado por milenios, generación tras generación, todo era lo mismo cada siglo. Por eso quería acabarlo para siempre.
Durante su vuelo se adentró en un bosque profundo, de grandes árboles secos; una espesa neblina llenaba su interior, provocando que, por momentos, no pudiera observar más allá de unos cuántos centímetros frente a su rostro.
Pero eso no impedía que quisiera cumplir su objetivo principal. Sí, era peligroso, estaba consciente de ello desde que era un pequeño niño, su padre siempre le había comentado acerca de ello; así como también le había relatado historias de las múltiples batallas que se realizaron en los últimos quinientos años, pero que incluso mucho antes se llevaron a cabo otras.
Pero era su responsabilidad, él debía hacerse cargo de ese problema por más arriesgado que fuera. Claro que teniendo mucho cuidado; hace tan sólo unos meses él hubiera salido dispuesto a dar todo en la batalla incluso si la vida le iba en ello.
Pero ahora que conoció a Vegeta, todo fue completamente distinto para él. No quería dejarlo, sentía un fuerte amor hacia él. Así que regresaría sano y salvo, para poder volver a estar a su lado.
Un cuerpo apareciendo frente a él lo hizo sobresaltarse. Era un sujeto de piel levemente verdosa, así como su cabello también era del mismo color sólo que una tonalidad más oscura. Su cuerpo era fornido y su mirada expresaba odio puro.
El sujeto de piel verdosa le dio un puñetazo en el rostro, el cual no pudo esquivar. El de cabellera alborotada salió volando, pero lejos de impactarse contra un árbol, chocó contra otro sujeto, sin embargo este era rosado y gordo, con varios picos en distintas áreas del cuerpo.
Lo sujetó de los brazos con fuerza, evitando que se fuera. El de piel verde voló hacia ellos y lo golpeó fuertemente en el abdomen, provocando que Goku escupiera.
Lo agarró del cuello y acercó su mano derecha a su rostro, para obligarlo a inhalar un polvo amarillento que llevaba en su puño. El azabache al principio se resistía, pero luego de unos segundos no pudo soportar más y tuvo que tomar aire, aspirando aquel polvillo, quedando a los pocos segundos inconsciente.
Despertó y lo único que observó era un alrededor sombrío, una habitación con paredes oscuras y manchadas de moho, acompañadas del sonido de gotas de agua cayendo y creando aquel compás que terminaba de volver más siniestro ese espacio.
Intentó moverse, pero se dio cuenta de que en sus muñecas había cadenas, al igual que en sus tobillos. Forcejeó, pero una corriente atravesó su cuerpo, debilitándolo y lastimándolo.
Mientras colgaba, comenzó a pensar en cómo escapar de ese lugar. Observó alrededor, encontrándose con una única puerta. Empezó a idear en un plan para librarse y llegar a ella.
^^^Fin del Flash Back^^^
Por más que lo había pensado, simplemente no había encontrado nada. Lo único que había hecho era forcejear, queriendo que en uno de sus movimientos una de sus extremidades fuera liberada.
Pero sus energías ya estaban casi agotadas. Su pecho le dolía y su cuerpo estaba muy lastimado.
De no ser porque sabía cómo pedir energía prestada al universo, en esos momentos ya estaría muerto por no haber comido en tanto tiempo ni haber bebido un sólo líquido.
La puerta se abrió por primera vez en toda su estadía ahí. Una figura alta entró, tenía piel de un tono rojizo claro, y vestía un conjunto azul, con botas blancas, y un cinturón con una "M" al centro.
Ese sujeto se acercó a Goku, tomó su mentón con fuerza y sonrió sádicamente. Inevitablemente rio al verlo tan cansado sólo por intentar escapar.
—Entre más intentes liberarte, más de tu energía será absorbida. Además, recibirás correntazos de energía maligna que, al contrastar con tu energía positiva, te provocarán una descarga eléctrica—advirtió.
—¿Qué es lo que intentas, Dábura? —preguntó con una tonalidad de voz amenazante, pero por dentro estaba exhausto.
—¿Así es como saludas...? En fin, no me sorprende. Después de todo, eres igual de insolente que tu hermano—dijo. El menor sintió coraje al escucharlo hablar así de él—. Pero por ello me encargué de él personalmente...
—Así que fuiste tú.... —murmuró—. ¡Tú lo mataste! —acusó molesto.
—Sí, qué genio—dijo sarcásticamente y rodó los ojos. Una sonrisa de pura maldad se divisó en sus labios—. ¿Sabes? Matarte en estos momentos no será divertido, así que me abstendré de hacerlo... Sé que quieres saber mi plan, así que te lo diré... Planeo difundir el odio entre la gente mientras tú no puedes hacer nada para ayudar a esos inservibles humanos... Habrá más guerras, peleas... Un total caos...
—Si esa es tu idea, ¿por qué no me has matado?, ¿qué tengo que ver yo en todo esto?
—No te impacientes, sí te mataré, no te preocupes... —dijo con burla—. Cuando todo eso empiece, tú no harás nada para evitarlo... Y todo ese odio se acumulará en tu interior y te destrozará poco a poco... Tu muerte será lenta y dolorosa...
—No... —murmuró al comprender lo dicho.
Su muerte... Su muerte también condenaba a Vegeta... Si él moría, Vegeta sentiría el dolor en su pecho. Esa es una de las características de amar a alguien, sentiría una desesperación sin causa aparente, y después una sensación de vacío. A él también le afectaría, sobre todo cuando llegara a enterarse.
—El hechizo hubiera sido para Bardock, pero no tendría sentido si él ya no es el encargado... Lo hubiera hecho con Raditz, pero el muy imbécil me dio pelea lejos de aquí, así que no tuve otra opción que matarlo, por ello no lo traje a este lugar. Y como ahora tú eres el que está a cargo, no desaproveché la oportunidad—caminó hacia la salida—. Tu única salvación sería que tuvieras un descendiente con corazón muy puro que lograra transmitir amor a grandes distancias... Pero eso es imposible, sólo tienes quince años, no puedes tener críos todavía... eres demasiado estúpido como para hacerlo... —salió y cerró de un portazo.
Goku se quedó ahí, viendo el suelo con desesperación. Tenía que idear un plan rápido para escapar, debía hacerlo cuanto antes.
Si no, su Vegeta lo pagaría, sintiendo un dolor día con día. Después, toda la raza humana se vería afectada en un caos, guerras, odio puro a sus semejantes. Y, finalmente, él moriría...
No podía permitirlo, debía hacer algo. Debía escapar y acabar con él de una buena vez. Vengar la muerte de su hermano y de todos los que han caído por su culpa...
***
—Tía, ¿cómo que estoy a unos días? —preguntó nervioso—. Las mujeres duran nueve meses y...
—Estás hablando de humanos normales... Tú... eres un varón... Tu cuerpo no está hecho para eso, sin embargo, se está adaptando... Pero es hasta este punto al que pudo llegar... Vegeta, es cuestión de días u horas...
—Pero... —suspiró hondo—. Vendrá mañana, ¿no es así? Pues debo ocultarme... Hace dos semanas encontré una cueva, la cual estaba muy bien, podría juntar leña durante el día y pasar la noche ahí, solamente es necesario que lleve unas mantas...
—Sí, me parece bien... Yo le diré que fuiste a un campamento con unos amigos nuevos que hiciste aquí y no tuve oportunidad de contactar contigo, por eso te ausentaste...
—Bien... Pero, cuando se hayan ido, ve y búscame... O al menos que Gotenks vaya...
—Vegeta, dime, ¿acaso has hablado con él de esto? —dijo preocupada.
—No, pero le tengo gran confianza... Si sucede algo, pídele a él que vaya a buscarme, ya sabes, cualquier cosa importante que debas decirme. Si tú vas, él querrá acompañarte para cuidarte o cosas así, corriendo el riesgo de que me descubra. De ese modo, tú distraes a mi padre mientras Gotenks me ayuda…
—S-sí, está bien... —dijo.
—Y... sólo deseo que este bebé nazca bien... —sonrió y posó sus manos sobre su abdomen—. Mi pequeño Kakarotto...