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Cupido me hace bullying por Princesa de los Saiyajin

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Notas del capitulo:

¿Me extrañaron?

Bueno, aquí está el capítulo que tanto querían leer, sabrán cual es ese "vergonzoso" secreto de Vegeta.

¡Disfruten!

 

(Editado 22/12/2018)

3

Ese primer beso tan especial…

 

El pequeño y “vergonzoso” secreto de Vegeta era que nunca había dado un beso. Si bien no tenía nada de malo, el de cabellera en forma de flama tenía un pequeño complejo en cuanto a este asunto. Lo que más maldecía era que ese idiota con cabeza de palmera lo supiera.

     Cuando le dijo la razón, Vegeta volteó avergonzado hacia el otro lado, dándole la espalda. Con la cara en un tono carmesí, decidió preguntar algo.

     —¿Tú ya has besado a alguien?—preguntó en un tono indiferente. En realidad quería saber si hasta cupido, quien no debe enamorarse, tenía más suerte que él en ese aspecto.

     —Pues... no—respondió riendo nerviosamente, rascando su cabeza—. Pero si quieres te puedo ayudar en ese problemita, quizás así ya te animes a la próxima—sugirió como si fuera la mejor idea del universo, sin ningún tipo de vergüenza por la extraña propuesta que le estaba haciendo.

     Vegeta dudaba. Si lo besaba ya no tendría por qué preocuparse de que su primer beso fue con alguien desagradable o con una odiosa persona. ¡Besaría a cupido! ¡Se darían mutuamente su primer beso! Eso no es algo de todos los días, incluso la lógica decía que era casi imposible. Volteó a verlo y se puso frente a él con porte serio.

     —Sólo para salir del hoyo—aclaró sonando indiferente, pero dentro de él tenía creciendo una gran ansiedad.

     Colocó sus manos en los hombros del más alto, y cupido lo tomó de la cintura. Poco a poco fueron acercando sus rostros, y luego unieron sus labios mientras cerraban sus ojos. Suave y torpemente masajeaban sus labios contra los del otro. Después se separaron. Goku, al ser un dios que debe hacer sentir amor, jamás lo había experimentado, y creía imposible eso; por ello, al terminar ese beso se sintió casi igual. Vegeta, por el contrario, tenía un sonrojo en sus mejillas.

     —Lárgate de mi casa—ordenó viendo al suelo.

     —Bien... ¡Nos vemos mañana! —se despidió feliz mientras salía por la ventana.

     Ese chico de cabellos en forma de flama era bipolar, o al menos eso pensaba el de cabellos alborotados. Es decir, a pesar de esa dulce mirada de ángel que tenía en su rostro sonrojado, lo había corrido de una forma tan despectiva.

     ¿Por qué siento como un cosquilleo en los labios? ¿Será por el beso que nos dimos Vegeta y yo? Además, ¿qué es esto que siento en mi pecho? Se siente como una calidez que viene desde adentro. Creo que... creo que alguien no cree en mí... ¡Sí, eso debe ser!—pensaba alegre y a la vez confundido por aquella sensación que nunca antes había experimentado.

     Luego de un largo viaje llegó a su hogar, pero primero fue a visitar a su padre para hablar con los querubines acerca de la situación de Vegeta, a quien estaba empezando a considerar como un amigo a pesar de los malos tratos que recibía por parte de él.

     —Kakarotto. Estás haciendo un buen trabajo, aunque aún falta mucho—dijo al verlo entrar al cuartel, felicitándolo por su avance.

     —¿De verdad?—cuestionó incrédulo, principalmente porque no había hecho nada aparte de hacer enfadar a Vegeta.

     —El color guindo ha cambiado un poco, se ha vuelto una tonalidad más claro aunque casi imperceptible—dijo su padre y después lo tomó del hombro, para verlo a los ojos—. Estás haciendo un gran trabajo, haces que me sienta orgulloso de ti.

     El de cabellos alborotados se dirigió a su habitación luego de sonreírle a su padre. Estaba tan confundido por aquello que pasó ese día.

     —Seguro que Vegeta está comenzando a sentir amor por ese chico llamado Vegetto—pensaba convencido.

     Pero en su boca aún estaba ese leve hormigueo que se produjo después de besar al de cabellera en forma de flama. Una calidez interior lo envolvía y no era incómoda, al contrario, lo hacía sentirse muy bien. Una sonrisa se dibujó en su rostro al pensar en ese contacto de labios, y no sabía por qué pero le causaba mucha felicidad. Poco después sintió cómo una gota se deslizaba por su mejilla, era una lágrima.

     Entre las criaturas de amor se murmuraba acerca de una leyenda que aplicaba en todas las especies del universo. Dicha leyenda decía que cuando a alguien, de la nada, le salían lágrimas, es porque su alma gemela estaba llorando.

     Sólo los querubines y los antecesores de cupido, además de él, sabían que esa historia era real, ya que habían trabajado en personas que así les pasaba.

     Pero, si eso era verdad, ¿cupido tenía un alma gemela con la cual debía estar? Y si era así, ¿quién era su alma gemela? Pero sobre todo, ¿por qué lloraba? Entendía que tarde o temprano terminaría compartiendo la vida con alguien, así como su padre lo hizo con su madre Gine. Pero nunca se esperó darse cuenta de que tenía un alma gemela que sufría, y que él al no conocerla no podría cuidar de esa persona.

     Goku sintió repentinamente un dolor en el pecho, algo le dolía y era nada más ni nada menos que el corazón.

     Esa persona, con la que estaba destinada a estar, ahora sufría.

 

Notas finales:

¿Quién es el alma gemela de cupido? ¿Por qué lloraba y sufría? Lo sabremos en el próximo capítulo.

Disculpen por no haber actualizado antes, mi excusa: tarea T.T

Cualquier comentario o sugerencia son muy bien aceptados, al igual que las críticas.

Sin más para molestarlos, me despido criaturitas de amor (^·^)

~~~Insectos~~~


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