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Sweet starlight / chansoo por LYhobbit

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Notas del fanfic:

Minific que es secuela de Starlight [Drabble; Planetary], (importante que lean el drabble Starlight ~ChanSoo~) así que aquí les presento mi primer mini-fic ChanSoo que espero les vaya a gustar (>v<).

Extra:  Wattpad.

*

¡¡¡Gracias por leer!!!

Notas del capitulo:

¡¡¡Gracias por entrar y leer!!!

Cute Star

 

Las campanas dan el último repique en la clase final: Astronomía. Justo la hora de la salida y el retorno a clases.

 

ChanYeol odia esa clase, la odia desde que se enteró que aquella ciencia se relaciona con las estrellas…

 

—ChanYeol, ¿sabías que las estrellas son las almas de las personas que ya han muerto?

 

Su madre le preguntó, y él se atemorizó, porque desde niño odiaba los cuentos de fantasmas y todas esas cosas paranormales que tienen que ver con lo inexplicable. Sin saber cómo y por qué, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

 

—Algún día entenderás que aquellas estrellas brillan de acuerdo a su luminiscencia en vida

 

Cuando su madre murió, él se enteró que las estrellas eran bolas de luz que ardían en fuego a miles de millones de kilómetros fuera de la Tierra… ChanYeol prefería vivir en la utopía de lo que para él era la verdad.

 

Por eso odia las ciencias, porque siempre deben apagar todo las ilusiones que se conectan con la esperanza…

 

—…ChanYeol, ChanYeol, despierta—.KyungSoo mueve con su mano, los hombros del adolescente que duerme escondiendo su adormilado rostro entre sus brazos —. Despierta…

 

Lo vuelven a mover, pero el nombrado pareciera estar en absoluto descanso. KyungSoo permanece en su lugar cuando todos los alumnos se han marchado ya. A su mente ingresa secretamente la curiosidad de ver el rostro dormido de ChanYeol. Con sus manos temblando, acaricia los castaños cabellos, y pocos segundos después, las yemas de sus dedos empiezan a recorrer un camino directo hacia los pómulos sonrojados. “Tiene las orejas muy grandes” ríe sin dejar de contemplar los simpáticos rasgos.

 

—Ya es de mañana…—el chico que debía despertar, lo hace apaciblemente, y se remueve incómodo de la tiesa silla en la que estuvo descansando.

 

Los toques rociados desaparecen al instante en que la siesta fue interrumpida encadenada por débiles palabras. Sólo una cálida sonrisa es la que KyungSoo puede regalar, ChanYeol se frota los ojos y estira sus brazos dando a entender que descansó de lo más plácidamente.

 

— ¿Y los demás? —entrecierra los ojos y gira analizando todo su alrededor encontrándose únicamente con el rostro de su nuevo amigo— ¿No me digas que…?

 

—Sí, las clases ya terminaron—le confirman sin dejar de observarlo.

 

— ¿Hace cuánto terminaron? — responde con un poco de líquido viscoso a cada lado de sus comisuras.

 

Una carcajada hace eco en el salón, y un par de ojos aterrizan en los de KyungSoo, poniéndolo en la deriva del nerviosismo. —C-creo que hace como u-una hora.

 

Oh… KyungSoo, ¿por qué tan nervioso? —Las pícaras sonrisas de ChanYeol ponen al más bajo de una manera inestable, y éste desvía rápidamente su mirada, encontrando algo lo suficientemente insignificante para ocultar sus rosadas mejillas: los cristales siendo tocados por plumas rosadas son el mejor truco para despistar lo que no quiere evidenciar. — ¿No te habrás aprovechado de mí mientras dormía o sí…?

 

— ¡¿Qué?! , no-no e-so no; yo…

 

Ruidos estruendosos chocan contra las paredes, unas manos grandes ocultan líneas que yacen sobre alegría. —Sólo bromeaba — replica sin dejar de emitir sonidos que alteran más los salones al no poder dejar de salir unas muy audibles carcajadas.

 

El par de alumnos sale del salón recorriendo las miles de puertas, KyungSoo ya está cansado; está tan  agotado que sus mejillas parecen resplandecer junto a la luz de un ocaso basto de aquella cascada carmín. Su mirada baja cada vez que ChanYeol le platica sus miles de anécdotas, ocultando el fulgor rosáceo en el que su cara se ha hundido. La vida de aquel muchacho parece no tener fin, no es aburrida, más bien la compararía con una irradiante estrella, tan grande como el sol, tan brillante como su luz, parece que su vida no tiene fin, y jamás descansa, ni siquiera cuando duerme.

 

Cuando cada uno está a punto de llegar a su hogar, Kyungsoo siente tristeza, y oculta su mirada llevándola hacia un punto fijo, el cual no tiene, absolutamente, nada de interesante. Está a punto de llegar a la manzana de árboles y bellos pastizales que fulguran en el ocaso del cielo—Manzana tonta… —susurra.

 

— ¿Manzana tonta? ¿En qué estás pensando?

 

KyungSoo da un respingo hundiéndose más en esa cascada carmín, sus ojos reflejan nerviosismo y vergüenza por lo que su mente acaba de decir. “Tonto”, se dice al no saber controlar sus patéticas cuerdas bucales. — ¿Dije algo? —se rasca la nuca intentando confundir a su acompañante —. Lo  siento, es que…

 

Una y otra vez es observado por su alto amigo quien le devuelve un aire de calidez. — ¿Quieres una manzana de caramelo? —ChanYeol señala con su índice la feria que está próxima a irse—, me leíste la mente, yo también quería una manzana desde ayer, sólo que no quería ir porque estaría solo, y como mi amigo siempre está ocupado en sus estudios no te podía invitar…

 

— ¿Eh? ¿Yo-yo? —tartamudea, y el matiz de su rostro lo comienza a evadir.

 

— ¡Oh! Supongo que no tienes tiempo —. Resignación.

 

—Si-si quieres podemos ir mañana a la feria—. Corrientes de pena inundan a KyungSoo, incluso las ganas de aventarse del puente que atraviesan sobre el río, lo están llamando. Su mente juega sobre la negatividad de que probablemente sea rechazado lo está escarneciendo, porque simplemente dijo algo que en su vida hubiera dicho.

 

Las fijas miradas de ChanYeol no cesan, esta vez, el cruce de iris cristalino intuyen el alma del más bajo, incluso por más de diez centímetros. —Vamos, pero ahora comamos una manzana, yo pago.

 

¿Desde cuándo KyungSoo fue invitado a comer una manzana cubierta de azúcar quemada? Nunca, jamás desde que ChanYeol está con él. Porque estaba solo, porque no tenía a nadie, porque para él era mucho más difícil tener un amigo que obtener un diez en los exámenes escolares.

 

Mientras recorren un camino lleno de luces de colores y decenas de fuegos artificiales, cada uno saborea su sabrosa golosina. KyungSoo, con su lengua, degusta del delicioso caramelo, pero en cambio, ChanYeol no espera más y la muerde. KyungSoo puede ver el caramelo alrededor de los rojos labios de quien rompe el dulce cristal, y por un momento desearía lamer el dulce pegado a los límites grana.

 

— ¿Sabes cuál es la tarea para mañana? — cuestiona ChanYeol rompiendo las ganas que KyungSoo tiene de besarlo.

 

—Sí, u-una ma-queta del sistema s-solar…

 

ChanYeol parece notar los balbuceos de KyungSoo. — ¿Y qué más?

 

— ¿Te gusta dormir en clase? Es que siempre que te veo estás durmiendo y…

 

— ¡Espera! ¡Espera! ¿Siempre estás vigilándome?

 

— ¡¿Qué?! Ah… No…yo sólo… —Es sólo cuestión de tiempo para que el cuerpo de KyungSoo se altere y se mezcle con la estación que pinta en escarlata su mundo. —D-debo ir-irme.

 

Podría KyungSoo agradecer a la noche por ocultar cada estremecimiento durante el maravilloso paseo; puede atreverse a venerar las luces artificiales del cielo por apagarse en el momento en que sus ojos parecían más grandes de lo habitual y su cara desprender sudor por su piel por culpa del calor que es lo más parecido al verano, puede también adorar el sonido emitido del viento por ocultar los fuertes latidos de su corazón.

 

Porque por primera vez su corazón intentó saltar hacia alguien más, hacia alguien totalmente prohibido.

 

~*~

 

Puede la amistad desaparecer incluso cuando el amor no existe más.

 

KyungSoo sabe lo que perdería al enamorarse de su primer y único mejor amigo, y es obvio que los miedos de perder esa hermosa amistad le recriminen que su amor es totalmente en vano. En realidad no sabe porque se enamoró de él, pudo haber sido su amabilidad, el instinto de protección que nace naturalmente de él, podría ser la alegría que siempre carga su personalidad, e incluso hasta esa torpeza tan simpática que emana casi a diario.

 

Las estrellas brillan aun cuando no quieren brillar.

 

KyungSoo se pregunta cómo poder detener ese insensato sentimiento y ocultarlo. Pero sabe que no es fácil. Es imposible, es realmente inservible intentar apagarlo con sólo dejar de pensarlo repitiéndose una y otra vez… “Hoy dejarás de amarlo”.

 

Para que una estrella se extinga, la única respuesta es…Disipar su luz en partículas que sean lo más parecido a la nada.

 

Pero KyungSoo no quiere ser nada para ChanYeol, y conformarse con ser sólo su amigo lo hará sentirse feliz, pero al mismo tiempo doloroso. Pero se conforma, porque en la vida a veces es bueno ser un conformista sin atreverse a pensar en lo que podría estar del otro lado del muro. Porque es mucho más fácil estar “bien” cuando las trizas de pacificad no dejan ver que se vive en una falsa felicidad.

 

~*~

 

Pisadas llevan mucha prisa. Es difícil no dejar de correr cuando no quieres mirar hacia atrás, temiendo que sólo veas nubes a punto de estallar en una tormenta de lágrimas.

 

— ¡Buen día! Así que los inteligentes también tienen sus días de levantarse muy tarde. ¿Las cobijas se te pegaron?

 

Zapatos lustrados, uniforme bien planchado, y cabellos bien arreglados es lo que ChanYeol encuentra a primera hora del alba. Su nariz puede oler una suave fragancia que más que varonil es astutamente tierna y embriagante.

 

—Yo…—titubeos brincan a los oídos de ChanYeol.

 

—Estás muy bien arreglado, eres opuesto a mí… ¿Tienes una cita con alguien más? —inquiere con cierto interés fingido con poca importancia.

 

KyungSoo sabía perfectamente que no recibiría un halago, no de parte de su amigo, tal vez sólo de su madre. —No, siempre vengo así, se supone que  los estudiantes deben venir al colegio de manera limpia y ordenada.

 

Fuerza para no llorar.

 

—Creí que habías cancelado nuestra cita…

 

— ¡¿Cita?! —exclama KyungSoo con asombro sin neutralidad.

 

—Ya sabes, la feria. Creí que… No, nada. Vamos al salón…

 

Las pisadas se han vuelto lentas y pareciera que no quieren llegar a su destino. Son dudosas y se pierden en la confusión de querer llegar, porque ahora el empedrado camino no es ameno y está absuelto de una lívida tranquilidad.

 

~*~

 

KyungSoo puede afirmar con total seguridad que las clases son efímeras y sus ratos libres lo son todavía más. Su vista no puede desprenderse de la silueta que una vez lo llevó entre sus brazos, de hecho no olvida absolutamente nada desde el primer encuentro. Pero el mirar de reojo a su mejor amigo está entre otro de sus más enternecedores secretos, y trabaja arduamente para que no sean descubiertos.

 

¡Shh! KyungSoo ¿Cuánto le pondrías a mi maqueta?

 

El aludido quiere reventar la risa que se ha quedado atorada a su garganta. —Pues…

 

—Dime la verdad.

 

Le piden algo que KyungSoo quiere guardar, pero viendo el trabajo no podrá ocultar lo que ChanYeol quiere saber. —Pues le faltó color, y los planetas están mal, recuerda el orden de los planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón… ¡Ah! Creo que Plutón ya no porque ahora es considerado un planeta enano…

 

—Pero sigue siendo un planeta…—riñe ChanYeol, porque seguramente los muchos detalles que olvidó poner, ahora le bajarán puntos y muy probablemente tendrá un cinco, tal vez menos. — ¡No puede ser! ¡Otra vez reprobaré!, por eso odio esta materia.

 

—Si-si quieres inter-cambiamos nuestros tra-trabajos

 

— ¡Qué! ¡Claro que no!

 

KyungSoo se siente mal y su tristeza pronto es notada por ChanYeol. Querer ayudar a un amigo en realidad no es malo para él. Sin embargo, su compañero de al lado sabe que no debe aprovecharse de aquella dulce amistad, y aunque intentó no sonar cruel, lastimó a alguien que intentó sólo querer ayudarlo.

 

Los minutos caminan a paso lánguido, y ChanYeol siente culpa porque no soporta que KyungSoo no lo voltee a ver; no le preste ni la más mínima atención. Pero por sobre todo, no aguanta ver como la sonrisa de KyungSoo no se ha aparecido, ni si quiera por un segundo, porque la bajas miradas tienen significado de algo que no implica orgullo.

 

—KyungSoo… Soo… ¿Cuánto le pondrías a mi trabajo? ¿Un seis? ¿Más, o… menos?

 

Y eso que anheló mirar reaparece junto con una finita voz —Yo-yo te pondría siete.

 

Los dulces susurros de una entendible compasión le recuerdan por qué justo ahora conversa con el alumno que un día fue el que más molestaron en el pasado; y sin embargo le es difícil entender, pues sabe que ese chico es una de las mejores personas que pueden pisar el mundo, KyungSoo es demasiado amable, y defendería a morir a su gran… ¿amigo?

 

Un amigo es una persona leal y fiel, asociada a la amistad; pero será verdad que ChanYeol quiere la amistad de KyungSoo o… ¿Es algo más? Algo igual de abstracto e igual difícil de poder manejar. Porque las dudas alteran más su cabeza cuando no quiere ser eso que nunca deseó sentir. Amar a su leal y gentil amigo, Do KyungSoo.

 

Las mañanas pueden ser alegres y amenas, piensan los dos. Las tardes se vuelven divertidas con llanas bromas cargadas de una ligera comicidad, y por las noches ambos son inseparables con “un honesto” buenas noches. Porque ellos siempre están juntos, riendo, platicando, almorzando… Y aun así, el vaho de su espíritu naufraga en un mar de aflicciones.

 

Dicen que estar en la vanguardia de la seguridad promete un vasto destino con felicidad, aun cuando nada de lo que quisiste tengas.

 

—KyungSoo, es hora de ir, ¿quieres que cargue tu mochila?

 

— ¿Por qué? —Parece un insulto, tal vez. Negar con asombro no es grato, debería decir: ¡Claro! Espero no ser una molestia, pero aquella contestación contrasta indeleblemente con desconfianza y miedo en la amistad. Eso es lo que piensa.

 

—Eres mi amigo, y hoy me ayudaste en el examen de español, es justo que tengas algo de mí.

 

La amistad es…Intercambio esto por eso, o es… reciprocidad, ¡no! Es sólo un instinto de ayudar sin esperar nada a cambio. Porque sin que ellos lo sepan, su amistad es extraña y los sumerge en aquellas frígidas venialidades.

 

—No te preocupes, yo la cargo, no es pesada—. KyungSoo aleja la mano de ChanYeol de su mochila, pero él interfiere interponiéndose frente a frente.

 

Soslayo insistente…

 

—Entonces yo cargo la tuya y tú la mía, ya verás cual de verdad no es pesada.

 

Intercambio sin turbios. Eso es lo que dan. KyungSoo está maravillado, suponía que las mochilas de los estudiantes deberían de ser pesadas como la de él ¿acaso se equivocó? —Qué tanto llevas dentro —cuestiona con curiosidad.

 

—No lo sé, procuro que la fortuna me sonría.

 

—Por eso siempre olvidas traer tus cuadernos, libros y libretas.

 

—Es que creo que lo mío no es el estudio, prefiero escuchar música, tocar algún instrumento musical, leer canciones…

 

—Debiste decirle a tus padres que no querías ir a la secundaria; cuando entres a la preparatoria, vámonos a un lugar donde la música sea la materia a aprender.

 

No hubo gritos ni reproches, y eso ha dejado a ChanYeol pasmado. No encuentra ni siquiera una posible respuesta que sirva para agradecer tan grandioso comentario. — ¿A ti también te gusta la música?

 

—Siempre que estudio la escucho. Enciendo la radio donde la variedad de los sonidos entran a mis oídos, y eso me hace feliz…

 

—Por eso siempre cantas cuando estás trabajando… Tal vez sea mi imaginación, pero tienes una bonita voz.

 

Cuando KyungSoo no esperaba halagos hacia su persona, recibió uno de los más hermosos elogios que en su vida haya recibido, y eso es lo que agradece. Agradece que se haya tomado la molestia de escucharlo cantar sólo una o dos estrofas, y hasta un momentáneo coro. —G-gracias…— Es lo más cercano a un agradecimiento, pero no llega ni a la mitad de lo que su cuerpo quiere hacer: saltar y abrazarlo. Sí, eso es lo que quiere.

 

Pasan por los nuevos y colorido fuegos artificiales, los sonidos que emiten del cielo bajan hasta sus oídos, y ellos asombrados miran un cromático edén de muchos colores. —Subamos a la montaña rusa— invita ChanYeol terminándose su helado.

 

— Creí que te daban miedo las alturas —le contestan sin dejar de disfrutar los muchos colores que se apagan cada tres segundos, probablemente un poco más.

 

—Soy alto, así que no tengo miedo, que ironía—bromea mientras extiende su mano que es lo más parecido a una escena romántica, de esas que nadie espera, de esas que poco a poco se extinguen —. Vamos.

 

Él toma la mano, y con pisadas golpeando el suelo, el entrelazamiento de amistad no es disipado. Ambos sienten una liviana calidez de algo más que sólo amistad, pero no lo quieren pensar, tienen miedo, y lo tendrán más cuando estén sentados, uno al lado del otro.

 

ChanYeol junto a KyungSoo.

 

Subidas y bajadas hacen que el corazón de KyungSoo se quiera salir.

 

Los gritos de ChanYeol intentan ocultar los muchos latidos que de su corazón emergen.

 

Tienen miedo de lo que uno de ellos pueda descubrir.

 

Ninguno lo sabía. Ninguno se lo preguntó. ¿Qué eran esos extraños movimientos y ruidos de su corazón? Creían que era por miedo, porque creyeron que caer hasta el fondo de lo que no querían conocer, podía ser peligroso.

 

Ellos escucharon anómalos rumores, y esos rumores son dueños de lo que no quieren admitir; dicen que, si te enamoras de tú amigo, ten por seguro que la amistad se terminará, y aunque intenten revertir cada momento en que fueron pareja, ya nada funcionará.

 

KyungSoo quisiera ser más que un amigo, y traspasar las barreras de sólo pláticas amenas y divertidas, y que secretamente se atreva a romper esa frontera de la amistad con ligeros desvíos hacia ChanYeol. Su maniática sonrisa que insiste en atraparlo todos los días. KyungSoo desearía por una vez, que sus fantasías se volvieran realidad para que un beso de sus labios, le fueran robados, y quién se lo robara fuera la única persona que su corazón aguarda; ChanYeol.

 

ChanYeol, cada vez que tiene un poco de tiempo, aterriza su mirada sobre el diminuto cuerpo de KyungSoo. La personalidad que posee su amigo es adorablemente adictiva, una timidez encerrada en seriedad se queda atrapada en unos labios singulares, y no quiere despegarse de él. Desea sólo por una vez, rosar con sus labios, esa enigmática sonrisa de corazón, una que casi no se deja ver. Por eso, todos los días se propone algo, hacerlo reír y cuando eso pasa, él se sueña tocando esos singulares labios con los suyos. Él tiene una razón para siempre sonreír: KyungSoo.

 

Uno de sea ser besado y otro desea besar. Cada anhelo es un absoluto cruce de anhelos bajo una ilusoria realidad.

 

Cuando el juego se ha detenido, ambos bajan sonriendo e intercambiando íntimos secretos. KyungSoo le afirma que se sintió muy feliz al haber visitado la feria con él, y que subir en compañía de ChanYeol es lo mejor que le ha pasado.

 

ChanYeol en cambio, le comunica que no es la primera vez que va a la feria, pero declara ante los celebrativos ojos del más bajo, que quisiera ir otra vez con él. Cuando regresen otra vez, comerán un helado, algodón de azúcar, una rebanada pizza, y mucho refresco de manzana.

 

Eso es lo que lo que ambos conversan.

 

Cuando las luces de la feria dejan de iluminar el lugar, ellos deben regresar a sus hogares.

 

—Nos vemos—se despide KyungSoo.

 

ChanYeol asiente con una tenue mirada de nostalgia, púes desea despedirse de otra manera, y que mejor que con un delicado beso. Labios con labios. Pero nada ocurre. Y KyungSoo lo sabe, lo sabía. Él gira a la derecha y ChanYeol lo hace a la izquierda.

 

Justo en sigilosos pasos de pesadez, KyungSoo siente que no se quiere despedir de manera fría de su amable compañero; regresa entre la oscuridad de un parque. Y cuando una luz se enciende, él puede ver la figura de ChanYeol junto a una silueta de mujer.

 

— ¿ChanYeol? — se cuestiona sin dejar de observar la escena de aquel par.

 

Un tiempo indefinido pasa si ser percibido.

 

Se siente feliz cuando no hay caricia alguna, pero puede distinguir el rostro de su amigo irradiando furia y enojo. Algo que KyungSoo nota tan perspicazmente en el corazón de ChanYeol es que, seguramente, una vez fue destruido.

 

Y él puede distinguir esa mirada de tibieza que cae sobre la chica, esa mirada que no baña a KyungSoo, es una muy diferente a la que carga la amistad.

 

Y eso,  le duele.

 

Duele mucho.

Notas finales:

Espero que les haya gustado >///<. Pueden dejar sus bellos comentarios, todo es bienvenido -hasta overchanclazos y tomatazos ;.;-, ¡¡nos leemos!!!

Annyo!!!

Extra: En estos días actualizaré mis fics : Walnut Tree| Painting Flowers|Little Clown´s Smile|Planetary| Six Feet Under The Stars. ♥

 

 


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