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Colectivo por xXKikuriXx

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Notas del fanfic:

Notas: COLECTIVO*: Para quién no sepa, el colectivo es a lo que en otros países le llaman como: Bus o Camión. Básicamente es el transporte público que la mayoría ha viajado, aunque sea una vez. Este fanfic es la mejora del primer fanfic con dicho nombre publicado en ésta cuenta. Sin más aclaraciones, espero y lo disfruten.

 

Notas del capitulo:

¿Se acuerdan de Kikuri? ¡Regresó! ¡Y en forma de fichas! Bueno mis flans, (seh, flans) más que nada pido una disculpas por haber estado muertiada por como… ¿2… años, capaz? Estuve pasando por grabes problemas del autoestima y con complicaciones tanto familiares como personales. Ya sea en el sentido amoroso como de amistad, una mierda total lo pasé ¿Pero eso a quién le importa? ¡Ya pasó muchísimo tiempo después de eso! (Ya ando de 100!) Mi estilo al narrar y demás cambió completamente, no sé si esto le agradará a mis antiguas lectoras, (espero que sí) en caso de no ser así, me disculpo. Como dije, pasó muchísimo tiempo de la última vez que leyeron algo mío y colectivo fue uno de mis primeros “proyectos”. Actualmente escribo libros que serán publicados en mi país (vamos manaos) y nada, eso. Por lo tanto espero y acepten este CACHO de cambio… xD Las narraciones son un poco más serias y complejas, pero no se preocupen, esa comedia que le daba vida a mi estupidez y al fanfic en sí, ¡NO se perderá!

Pd: Espero y no les fastidie mi excesivo “vamos manaos” entre otras cosas de mi país(?)

¡Y sin más! A leer.

Mi nombre es Matt, soy un pelirrojo, anti-social, subnormal, amante de los videojuegos, para nada madrugador, sin conocimiento de las matemáticas o cualquier otra tonta materia, infantil, llorón, malcriado, mimado, ¡Y por sobre todo: otaku! Me levantaba como cualquier otro día, vivo solo, así que mis despertares eran aburridos y solitarios. Como siempre me levanté en un horario completamente aleatorio, puesto que sieeeeempre me quedo hasta MUY tarde jugando videojuegos sin parar (Más mi hermoso LOL) A decir verdad no tengo amigos, como mencioné anteriormente soy un anti-social completamente, soy el tipo de persona que rechaza a las fiestas y si va se queda a un costadito donde haya sombra mirando su PSP o cualquier otro aparato para evitar socializar con el resto de personas. Cuando me pongo nervioso, naturalmente, saco mi celular y miro la pantalla de bloqueo hasta por horas, ¡Realmente me aterroriza socializar con otros! Pienso cosas absurdas, que nadie me comprendería si hablo de animé o videojuegos, ese tipo de cosas ¡Pero qué más da, no estamos para hablar de mí, sino de lo que me pasó el día de hoy!:

Como mencioné anteriormente, mis despertares eran solitarios y aburridos, así que no valía realmente la pena levantarse, pero qué sé yo, el hambre te ataca por las mañanas y el dolor de estómago se estaba volviendo tedioso, así que meh, me levanté dispuesto a comer algo de por ahí. Abrí las cortinas de mi casa dispuesto a empezar un nuevo día, pero apenas el sol me dio en el rostro no dudé en pegar un grito cual vampiro agonizando. Me empecé a retorcer en el suelo como subnormal, dormí por horas probablemente. Luego de mi exageración me dirigí a mi celular y vi la hora ¿¡3:30!? ¡A la mierda! ¡Dormí demasiado! – Me fui al carajo, igual ayer me quedé rankeando hasta las 6 de la madrugada así que… bueno, estoy re duro- Me reí por la acotación, naturalmente pienso en voz alta sin notarlo a veces, pero da igual si lo hacía o no en ese instante, vivo solo, pls – A veces pienso que vivir solo es aburrido pero… ¡NO, MIERDA, NO! –Grité mientras con excitación agarraba varias cajas de videojuegos y me los pasaba por el pecho- ¡VAMOS MANAOS, MIRÁ LO QUE SON ESTOS JUEGOS PAPAAAAAAAÁ! –Decía con emoción, me la pasaba comprando excesiva cantidad de videojuegos con el dinero que mis padres me daban para pagar el profesor personal que no tengo!!- Cada vez que los veo me excito, guapos –Le hablaba estúpidamente a los juegos, cualquier persona normal me encajaría una piña y me llamaría subnormal… ¡OJO EH! Que a veces me lo hago a mí mismo- ¡Ay, qué hambre! –Acoté apretando mi estómago, el hambre era tremendo. Opté por ir por comida, la necesitaba para vivir. Soy el tipo de persona que es aleatoria con todo, rara vez logro hasta deducir qué es lo que yo quiero, hoy te puedo decir negro y mañana acotar que me gusta el amarillo, yo qué sé. Un día te digo odio a Annie y al otro día la maineo, andá a saber, estoy re duro siempre. Pero el punto acá es que ayer dije “Tengo ganas de pan con queso” y hoy pienso en las ganas de comerme un copito de Jorgito tremendas.

Bajé las escaleras con paso lento (como todos los días ¡JÁ!), la posta es que a la mañana no tengo ni ganas de vivir, las ojeras son tan oscuras que parecen una piña en cada ojo. En un momento me tropecé con el ante-último escalón y me di bien de lleno toda la cara contra el piso, era una señal de que era una mañana preciosa y probablemente nada saldría mal para mí hoy. Lo sé, lo sabía, todos lo sabían, se olía en el ambiente. Respiré profundo para oler mejor el ambiente… -Hay… un olor asqueroso…- Automáticamente puse cara de asco, ¡¿Pero qué carajo?! Cuando miré a mi alrededor no vi absolutamente nada fuera de lugar, por lo tanto, ¿De dónde venía ese olor? – Dios qué asco… -Me aproximé a la cocina y abrí la heladera, ¡MADRE MÍA EL OLOR ERA INTENSO! Había un churrasco podrido, toda la sangre caía por la heladera, nunca me dieron tantas ganas de vomitar- ¡No lo puedo creer! ¡Mi comida desperdiciada! –Suspiré, olvidé comprar comida la última vez que fui al supermercado… ¿Y ahora qué? No tenía ni el más mínimo deseo de salir a la calle. Revisé en la puerta de la heladera por si había algún chocolate, pero ni eso- Parece que el mundo me grita que vaya a comprar… -suspiré nuevamente, tenía el pelo completamente desaliñado, la ropa pegajosa y la cara pegoteada- Anoche hizo mucho calor… y además tuve pesadillas, mejor… me baño. –Limpié la heladera de la forma más rápida posible para luego subir nuevamente las escaleras y bañarme.

Después de bañarme y secar mi cabello, cepillé mis dientes, me peiné y vestí rápidamente. Me asomé por la ventana de mi habitación, grande fue mi sorpresa al ver que el sol había desaparecido - ¿Es joda?- El clima estaba horrible, pura humedad y encima nublado, una asco total. Me puse mis anteojos, agarré mi billetera junto con mi *SUBE y bajé las escaleras en dirección a la entrada de la casa. Agarré mis llaves y las puse en mi bolsillo izquierdo del pantalón junto a la billetera, acto seguido salí de la casa cerrando la puerta detrás de mí. Mientras caminaba en dirección a la parada jugaba hundido en mi mundo con la PSP, me había comprado el disco del Dantes Inferno y era la primera vez que lo jugaba, tenía ya de por si muy buena pinta – “En el año 1191, los caballeros europeos de la Tercera Cruzada tomaron la ciudad de Acre, a 45 kilómetros de Jerusalén.” – Comencé a leer en voz alta los textos a inicios del juego- “Bajo las órdenes del Rey Ricardo, aproximadamente 3000 prisioneros civiles fueron capturados y utilizados como rescate de una reliquia sagrada robada por Saladino, el protector kurdo de la Tierra Santa. A medida que transcurría el sofocante verano, Saladino se atrincheraba cada vez más y se negaba a negociar. La frustración de Ricardo era cada vez mayor y permanecía indeciso ante la idea de atacar Jerusalén. El destino de los prisioneros inocentes pendía de un hilo...” WOW –Me emocioné, la trama se ponía interesante. Comenzaba la primer cinemática y estaba tan hundido en ella que olvidé de a dónde iba, sin darme cuenta pasé completamente de la parada- Dios esto está mortal… -Hice una pequeña mueca de dolor al ver al hombre que intentaba descocerse aquella cruz en su pecho, pero entonces una bocina me sacó de mis pensamientos- ¡OH DIOS! –Pegué un brinco del susto y un hombre me gritó que tenga más cuidado, entonces noté que crucé la calle cuando el semáforo no me permitía. Guardé en mi bolsillo el PSP al ver que el colectivo pasaba por delante de mis ojos- ¡Ay, no!- Comencé a correr atrás de él, quizá y con un poco de suerte alguien lo paraba en la próxima parada y lograba alcanzarlo. Me di cuenta que no hacer ejercicio nunca es realmente un problema, ¡No hacía más que correr un poquito y agitarme, eso que ni siquiera iba a toda velocidad! -¡A LA MIERDA! –Grité molesto, pero una abuelita la cual lo paró me hizo correr más rápido. Por suerte llegué a alcanzarlo y le agradecí a dicha señora. Subí al colectivo y hablé- 3.25 –Me cobró, pasé mi tarjeta y me senté en un asiento individual. Me coloqué mis auriculares mientras seguía con el Dantes Inferno.

Las paradas pasaron y por fin llegué a donde debería de bajar. Bajé y comencé a caminar en dirección al super. Por suerte el supermercado no está tan lejos de la parada, así que para la ida y vuelta me ahorro muchísimo tiempo de caminata. Suspiré al recordar que no me hice una lista con lo que probablemente necesitaría comprar. Aunque siempre tengo dinero de sobra, no me fijé si necesitaba algo más que comida y un par de dulces, realmente tengo un lio en la cabeza a pesar de que admito que me ahogo en un vaso de agua. Me crie en una familia completamente adinerada, el dinero siempre nos sobró y eso era algo que a cualquiera le gustaría tener. Tenía todo lo que quería, al igual que los mimos y apoyo de mis padres. Pero eso me volvió un tanto… inútil. Hay muchas cosas que no sé hacer y termino requiriendo al extremo de pagarle a alguien para que lo haga, mis padres no me enseñaron a hacer diversas cosas por el simple hecho de que tenía ya a alguien que lo haga por mí. Me estaba dando cuenta que estaba yendo por un camino que era cómodo pero me quitaba la posibilidad de conocer más, entonces fue ahí cuando le pedí a mi madre que me permitiera el emanciparme. Pero bueno, aun así sigo siendo un mantenido por mis padres ya que al ser menor de edad no puedo trabajar de algo aún. Sólo me restaría trabajar en Mc Donalds, aunque la verdad es que con mi poco carisma y energía no me atrevo ni a hacer un Paty para mí y menos lo voy a hacer para otros.

Ingresé en el supermercado chino, como siempre me quedé anonado con lo increíblemente atractivos que son los dueños de la tienda. Las chinas al igual que los chinos visten con ropa de increíble lujo, sus cabellos son lacios y brillosos, parecen salido de algún tipo de anime o algo. – Bien, bien… ¿bien? bien. –No tenía ni el más mínimo de sentido mi acotación, pero da igual, andaba pensando qué estaba por comprar y realmente como soy indeciso probablemente me compre toda la tienda ¡Y dicho y hecho! Así fue. Me compré de jabones hasta todo tipo de shampoos, sin olvidar chocolates, caramelos, pastas, cajas de tomates, etc, etc. Tenía pero vamos, como 10 bolsas repletas de comida, cheetos, dulces y cosas para baño pero fija. Al final cuando llevé esto a la caja la gente se quedó estupefacta al ver lo que estaba ante sus ojos ¡Y no nos olvidemos del cajero, él también estaba atónito! Eché una pequeña risita y comenzó a pasar todo mientras iba subiendo y subiendo el precio- ¿Va a pagar con tarjeta, señor? –Preguntó tímidamente, ¿Acaso era nuevo? Muchas veces vine a esta tienda y los dueños están acostumbrados a que sea uno de sus “mayores” clientes. Reí y saqué un fajo de billetes, se lo entregué y quedó en shock- Pero… acá hay más de lo que debe de pagarme…

No importa, quédate con el resto –Sonreí y me llevé mis bolsas con suma dificultad ¡Tuve que poner algunas dentro de otras bolsas para que no se rompieran del peso que tenía! La gente se susurraba cosas inentendibles, pero la verdad me valía verga. Mientras caminaba fuera del local en dirección a la parada, me preguntaba cómo iba a hacer para subir todas estas bolsas. Eran exactamente 6 llenas bolsas, 3 en cada mano- Ahora que lo pienso… no compré frutas… -Suspiré, compré verduras, pero no frutas. Parece que soy un gordito granoso que se la pasa en casa jugando videojuegos, pero en cierta forma tengo un buen físico. Como sin parar, pero no logro engordar. Mi cara siempre fue lisa, sin importar cuánta comida chatarra comiera, mi cutis se mantenía tal cual. A decir verdad los juegos como el Just Dance entre otros me mantienen con un buen físico, vamos, ¡A mover esas caderitas!- Oh… no… -Miré hacia el cielo y una gota cayó en mi frente, ¡Madre mía, no me jodas que iba a llover!- Ya sabía que con ese cielo me debía de traer un paraguas… -Me agrada la lluvia, es más, soy el típico que tiene capucha y no la usa con tal de mojarse. El problema de esto es que soy muy débil y me enfermo rápidamente, probablemente ande engripado a la mañana siguiente, no me extrañaría. Puesto que comenzó a llover fuerte y no tenía el deseo de enfermarme, opté por tomarme el primer colectivo que viniera. Para mi desgracia el primero en llegar estaba LLENISIMO!- ¡Mierdaaaa! ¿Por qué tiene que venir tan lleno? Aunque tiene sentido, puesto que muchas personas probablemente hayan tenido el mismo pensamiento que yo y por lo tanto se lo han tomado tal cual venia…-Encima para mejorar mi suerte mi panza gruñía hasta más no poder, no había desayunado nada y ahora me retorcía del hambre. A decir verdad la remiceria más cercana quedaría mínimo unas… 10-15 cuadras y la verdad no tengo el más mínimo deseo de caminar- Parece que el mundo me obliga…- Subí al colectivo, pasé mi tarjeta y como era de esperarse tampoco tenía asientos disponibles, tampoco parecía que alguien me lo fuera a ceder, sin más me aproximé a dirigirme al fondo. Por desgracia di un paso en falso y una de las bolsas se me zafó y caí de cara al suelo- ¿Dónde viví esto antes…? – Eché una risita al recordar mi caída de esta mañana. Intenté acomodarme y de la bolsa se me cayó un alfajor, el cual fue rodando hasta ser detenido por la mano de un desconocido- ¿? No, esperen, esto no me pasó esta mañana, ¡NO ENTRABA EN EL TRATO!

Deja que te ayude… -Sonrió, era un rubio que lucía la ropa de todo niño malo. Agarró 3 de las bolsas que tenía y yo me quedé con las otras. Observé su mano libre y guardó en su bolsillo derecho el alfajor- Pero como agradecimiento me quedaré con esto- Echó una risita- ¿En dónde bajas? Te ayudo hasta tu casa –Puse mala cara, no soy de confiar fácilmente en cualquiera, tampoco es que él tuviera malas intenciones o tuviera una opción mejor para elegir, pero la verdad no sabía qué responder- No te preocupes, no soy ni un violador ni mato gente, así que no te preocupes, sólo te ayudo con tus cosas y sigo con mi recorrido –Reí por el comentario, lo dijo un poco ofendido, era de notarse- ¿Bajas en esta? –Me preguntó mientras se aproximaba al botón-

No, todavía no. Por cierto, me llamo Matt… ¿Y tú?- Se quedó unos segundos en silencio, por mientras una cuestión pasó por mi cabeza- ¿Por qué le digo mi nombre a un completo extraño? La verdad no tengo la menor idea, aun así no lo volveré a ver, supongo. No creo que sea de suma relevancia.-Reí por mis pensamientos- Me siento como en el típico juego otome donde cada decisión absurda te lleva a un resultado. ¡VAMOS DIOS! ¿CON QUIÉN ES MI RUTA ROMÁNTICA? –Observé que por la ventaba estaba cerca de mi casa… mejor dicho… ¡MUY CERCA!- ¡CARAJO! –Me acerqué más al botón y lo apreté, ¿Cuánto tiempo pasamos en acomodar las bolsas? No fueron ni 5 minutos. El colectivero frenó, abrió la puerta y bajamos. Me acompañó en silencio hasta la puerta de mi casa y dejó las bolsas allí. La lluvia había disminuido por suerte, aun así le ofrecí un paraguas, el cual rechazó- Por favor, como agradecimiento…-Fui interrumpido por las palabras inmediatas del rubio-

Como agradecimiento dame uno de esos -Señaló mis chocolates, en especial un Milka legger con almendra que se lucía a la perfección, uno de mis favoritos. Suspiré y se lo entregué con algo de dificultad, era el último que se encontraba y sinceramente es uno de los que más mezquino.-

Te gustan mucho los chocolates, eh… -Echó una risa mientras abría el paquete y degustaba el sabor del chocolate- Por suerte tengo otros dos de ese, es mi favorito –Mentí, en el fondo me salían las lágrimas del dolor puro que sentía al no tener mi favorito.

El mío también… Oh… -Miró su celular para ver la hora- Ya es tarde y tengo muchas cosas que hacer, será mejor que me vaya yendo –Me guiñó el ojo mientras que se colocaba el chocolate en la boca- ¡Por cierto! –Se frenó y se lo sacó de la boca para hablar- ¡Me llamo Mello, un gusto! –Dicho esto salió corriendo, desapareciendo de mi vista.

Que día más raro el de hoy… -Solté al aire mientras me alborotaba el cabello, nada tenía sentido.

Notas finales:

*SUBE: Es un servicio para abonar con una sola tarjeta viajes en colectivos, subtes, trenes y autopistas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Al utilizar SUBE evita el uso de monedas y tiene mayor comodidad porque se lleva menos efectivo.

Bueno gente, hay una pequeña aclaración que veo más que necesaria hacer. Para aquellas personas que siguieron colectivo desde los inicios y no entiendan lo que está ocurriendo, paso explicarles: Colectivo fue mi primer fanfic, creado a mis… 11-12 años quizá. Actualmente, como CREO que habrán más que notado, tengo un estilo completamente diferente de narrar. Antes no era más que una mocosa OTACO que no hacía más que decir “H-hai” y “Kawaii” de forma irritante en mis textos. Realmente sentí repulsión al leer colectivo y sin importar cómo lo intentara, no pude continuarlo. Me resultaba algo horrible el leer semejante estupidez y pensé que lo mejor sería comenzarlo nuevamente de 0. Y aquí los resultados, espero y lo apoyen. Los resultados y contenidos en cada capítulo a continuación son LO MISMO que en el primer fanfic, la diferencia es la narración y en la forma en la que se desarrollen los resultados. Por ejemplo en el anterior finalizaba en que iban al parque de diversiones, quizá y en el actual termine de una forma completamente diferente. Espero y se queden para ver los resultados, ¡Gracias de antemano! Besos.


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