Disclaimer: Yugi-oh, no es de mi propiedad como habrán imaginado, yo solo tomo prestados a los personajes de Kazuki Takahashi-sensei para escribir este fic.
Notas de la autora: hace mucho quería escribir algo de este fandom, pero hoy nació la idea que más me gusto. Soy pésima para los títulos pero hay veremos qué pasa.
Paring: Seto&Joey
Advertencias: Yaoi, lenguaje Soez, mundo alterno, espero no caer mucho en el OoC (solo un poco). Mpreg a futuro, amor lento. Uno que otro error de dedo, espero que no haya muchos.
Aclaraciones: tomaré los nombres de la traducción al español que hicieron, porque de repente se me hace raro llamar a Joey, Jonouchi Katsuya. (Que puedo decir, crecí con el doblaje hecho por Nickelodeon).
Tiempo de actualización: INDEFINIDO (Todo depende de Inspiración-san).
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Capítulo 3. Antes de la tormenta
Sus ojos azules se quedaron mirando fijamente su la pantalla de la computadora. Había estado trabajando hasta la madrugada, en realidad no le importaba mucho no era una persona que durmiera en exceso. De pronto escuchó que su teléfono sonó, alzó el aparato y se lo colocó en el oído derecho.
– Señor, encontramos a Mokuba –mencionó el hombre desde el otro lado de la línea.
–¿Y dónde diablos se supone que esta? –pregunto de forma impaciente.
– Bueno, es que no sé cómo decírselo.
– Habla de una maldita vez –gruño.
– Al parecer se quedó a dormir el día de ayer en la casa de Joseph Wheeler.
La expresión del rostro Seto Kaiba era épica, aun así no se permitió perder la cordura, de inmediato recuperó su rostro serio y frio de siempre.
–¿Que movimientos ha hecho Wheeler?
– En la mañana salieron a repartir el periódico, estaban desayunando cuando llegó Noah. Pero al parecer salió de urgencia, dejando al más joven bajo el cuidado de Wheeler. En este momento salieron del apartamento, me dispongo a seguirlos de forma sigilosa.
–Síguelos, pero si notas algo sospechoso en Wheeler. Elimínalo–ordenó antes de colgar el teléfono.
Kaiba se recargo en el respaldo de la silla, tenía que ser una clase de broma de mal gusto. Miro el techo de su despacho durante algunos segundos. –¿Acaso había subestimado al abogaducho?–. Medito, ese sujeto lo estuvo investigando, casi llegaba a descubrir el nexo que existía entre Noah, Mokuba y él mismo. Se levantó del lugar tomó su portafolio. Cuando llegó al perchero tomó una gabardina de color blanca.
– Si quieres que algo salga bien, tienes que hacerlo tú mismo –murmuró para sí.
Llego al estacionamiento, se veía un auto de color rojo deportivo. Colocó el portafolio en el asiento del copiloto, antes de arrancar el vehículo se colocó el auricular en su oreja izquierda. El headsets*1 era de negro con azul.
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K. Corp. Sala de juntas…
Estaban discutiendo algunos de los proyectos futuros de la compañía, hasta que Noah escucho como su celular sonaba de forma insistente, por un par de segundos pensó en no tomar la llamada, pero la insistencia lo hizo levantarse de su asiento.
– Disculpen, tomemos un receso de quince minutos –ordenó el Ceo.
El de cabellos verdes salió de la sala de juntas y se dirigió a un cubículo vacío. En cuanto observó el número, sospecho de inmediato el motivo de la llamada de Seto –Mokuba–.
– Seto–contesto el Ceo.
– Hasta que te dignas a contestar –respondió con la voz irritada–; ¡¿en qué carajos pensaste al dejar a Mokuba en la casa de ese sujeto?!
– Te estas alterando Seto. Además no creo que Wheeler sepa algo –admitió el de cabellos verdes–. No lo deje con él por equivocación –admitió Noah–. Es solo que hubieras escuchado a Mokuba, estaba riendo como antes.
– Oh, sí –el sarcasmo en la voz del castaño se hizo presente–. ¿Cuál es tu gran plan?, ¡contratar a Wheeler de niñera!
– Podría ser, gracias por la excelente idea Seto –le espetó Noah–. Además debido a cierta persona sin escrúpulos, le hace falta un trabajo. Seto, en verdad no mides tus acciones. Debiste intentar hablar con Wheeler en primera instancia.
– NO –aseguro Kaiba–. No me voy a arriesgar a que un perfecto mediocre, bueno para nada arruine todo.
– SETO –gruño Noah–. No puedes esperar que todas las personas hagan tu santa voluntad. Además solo se un presentimiento. Mokuba salió a buscarte, deberíamos hablar con él.
– Nunca –amenazó.
– Él no es tonto, y eso me lo recordó Wheeler. No podemos encerrarlo en una caja de cristal y esperar que ni la brisa del viento lo toque.
Pero por más que intentara darle su opinión al castaño, este último no consideraba nada que no fuera expresamente decidido por él, opto por colgar la llamada y regresar a la sala de juntas.
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Kaiba solo escucho como sonaba la línea colgada. Estaba fastidiado. Piso el acelerador.
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Ajenos a la situación, Joey y Mokuba caminaban.
– ¿Que tan confiable es tu amiga? –inquirió Mokuba.
– Estoy seguro que Mai tendrá alguna idea.
– Si tú lo dices –respondió Mokuba.
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Aclaraciones:
- Headsets: o auriculares inalámbricos, tienen la misma funcionalidad que los "Handsfree" (manos libres) de un celular, aunque también los headsets, son utilizados para jugar juegos multijugador en línea.