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BEHIND BLUE EYES DRAGON por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Título: BEHIND BLUE EYES DRAGON

 

Disclaimer: Yugi-oh, no es de mi propiedad como habrán imaginado, yo solo tomo prestados a los personajes de Kazuki Takahashi-sensei para escribir este fic.

 

Paring: SetoxJoey

 

Advertencias: Yaoi, lenguaje Soez, mundo alterno, espero no caer mucho en el OoC (solo un poco). Mpreg a futuro, amor lento. uno que otro error de dedo, espero que no haya muchos.

 

Notas de la autora: Inicio de semana, es momento de empezar con las actualizaciones. O al menos esas eran mis intenciones, pero no he tenido tanto tiempo libre como me hubiera gustado, y sumandole a que me puse a leer el “Último millonario virgen”, ahora siento que el Lunes es lunes y los días antes de viernes, son cuatro jueves, hasta que llega el viernes, mejor dejo de divagar y comienzo a teclear.

 

Agradecimientos: “Gracias a desire nemesis, Niigata, hinata, HolasoyYaoista por sus bellos review, también gracias a  Silent Miut, albi, aleandra, fercita1997, HolasoyYaoista, mar snape y a mary17 por añadirme a favoritos.

 

Tiempo de actualización: De una a tres semanas. (Todo depende de Inspiración-san).

 

 

Título: BEHIND BLUE EYES DRAGON


 


Disclaimer: Yugi-oh!, no es de mi propiedad como habrán imaginado, yo solo tomo prestados a los personajes de Kazuki Takahashi-sensei para escribir este fic.


 


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Capítulo 5. Oferta


 


Wheeler regreso a buscar a Mokuba, sin embargo solo se encontró con Valentine.


 


– Hora y media en el baño –bufo Valentine mientras suspiraba.


– Eh, no es eso… ¿dónde está Mokuba?


– Vino uno de los empleados de Noah a buscarlo –informo Valentine–. Ahora que lo pienso tenemos una conversación pendiente, Wheeler.


 


Joey tembló internamente, Mai solo lo llamaba por su apellido cuando en verdad estaba furiosa.


 


– ¿cómo te enteraste? –pregunto el rubio, aunque internamente sabía que la pregunta en si era tonta y estúpida.


– ¿Cómo? –Exclamó Mai mientras regulaba su tono de voz–. Tu beso con ese dragón fue primera plana.


– Yo.


– Aja, empieza a hablar.


– Pues, ni yo sé porque demonios lo hizo. Estaba investigando sus antecedentes. Un día me llegó una invitación para cenar.


– Entonces, resultó que te cito su sujeto de investigación y te beso –comentó sarcástica.


– Pues, en resumidas cuentas eso es lo que pasó.


– Joey –su tono se volvió calculador–. La pregunta es… ¿porque?, debiste estar a punto de llegar a su talón de Aquiles –dedujo hábilmente Valentine.


– No lo sé, he repasado sus datos haciéndome la misma pregunta, pero no pienso volverlo una obsesión.


 


Wheeler lo medito en la media hora que le toco regresar a la oficina de Mai. Aun así no quería verse envuelto en un círculo vicioso girando enteramente alrededor de Seto Kaiba.


 


– Tal vez sea lo mejor, no involucrarse más en temas de la mafia japonesa –le espetó Valentine–. Ahora, ¿cómo fue que terminaste conociendo a los hermanos Kaiba?


– A Mokuba, lo conocí cuando estaba comprando en una tienda. Lo viste Mai, es un niño, no podía simplemente dejarlo en la calle.


– Joey, sabes. Te pudieron acusar de secuestro –respiro Mai intentando recuperar el aliento–. Por cierto, uno de los empleados de Noah dejo esto.


 


Valentine extendió un sobre, Wheeler miro con terror la carta (recordando la carta que hundió su reputación).


 


– Una carta –comento el rubio.


–Un empleado me pidió que te la entregara.


– Por cierto, ¿Cómo sabias que Mokuba es hermano de Noah?–preguntó Wheeler con un toque de astucia en su voz.


– Debes estar bromeando –hablo Valentine.


– No, por eso te pregunto –aseguro.


– Joey a veces me pregunto qué diablos ves en la televisión, porque seguro noticias, no. Pero en resumidas cuentas cuando Noah Kaiba asumió la presidencia de la Kaiba Corporation. Claro que fue un gran evento puesto que cuando él asumió la presidencia cambio en nombre de la compañía a solo K. Corporation., dejó muy en claro que odiaba que asumirán que aquel yakuza alias "el dragón" fuera relacionado tanto a su compañía como a su familia por el apellido, por ello pidió que simplemente lo llamarán por su nombre, Noah–relató la rubia.


– Bueno, ya somos dos –añadió Joey.


– Solo intenta mantenerte alejados de los problemas.


– Je, que puedo decir…


–¿Vas a abrir el sobre?–Preguntó Valentine–. Tengo bastante curiosidad.


– Mientras no sea una demanda –bromeo Wheeler, aunque en el fondo esperaba que no estuviera demandado.


 


El rubio procedió a abrir la carta, miró durante unos segundos el contenido en compañía de Mai.


 


– Es una invitación a comer –pronunció Joey–. Creo que pasó –aseguró Joey al recordar la última cena antes de que su carrera se fuera al diablo.


– Estará interesado en ti–comentó Valentine–. La comida es en su casa añadió Valentine al leer la dirección.


– Creo que paso, últimamente no me van esa clase de invitaciones.


– Deberías ir –lo animó Valentine–. No puede irte peor.


–Jajá, recuerda lo que pasó en mi última cena. Mi reputación cayó en picada.


– Ya no puede caer aún más, además es una comida.


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Joey camino hacia su apartamento, afortunadamente su charla con Mai no se había extendido más de tres horas, esperaba que la rubia lo regañara y lo reprendiera, pero esta vez Mai estaba en plan conciliador. Camino. No estaba de ánimos para ir a comer, de pronto escuchó que su celular empezó a sonar.


 


Suspiro mientras sacaba el aparato. Le llamo la atención que era un "contacto desconocido". Dudó un par de segundos en contestar, seguramente era una de esas odiosas compañías telefónicas. Pero la llamada era insistente, sin mucho pulso la tecla para aceptar la llamada.


 


– Por un momento, pensé que no ibas a contestar.


 


Joey escuchaba atentamente la voz, era la voz de Noah.


 


– ¿Cómo es que tienes mi número? –pregunto de inmediato el rubio.


– No fue muy difícil, tengo mis contactos.


– Eh, bueno. Sobre la comida, agradezco tu oferta, pero no tengo la intención de ir.


– ¿Por qué?


– Eh, bueno…


– Solo quería disculparme, a pesar de que ayudaste a Mokuba, te amenace, por eso pensé en que una comida remediar mi mal comportamiento.


 


Joey escuchaba las palabras de Noah, en definitiva sentía que el de cabellos verdes era una persona sumamente engañosa.


 


– Mokuba, espera que nos acompañes –habló Noah.


– De acuerdo.


– Excelente, mañana a las tres de la tarde en mí casa.


–Sí vi la dirección… –Wheeler estuvo tentado a preguntarle que estación de metro quedaba por la zona en que vivía.


– No te preocupes enviaré a alguien por ti. Bueno, nos vemos mañana.


– Sí, adiós.


 


Joey suspiro, solo esperaba no meterse en un lío


 


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Al día siguiente


 


Joey vestía ropa de forma casual, esperaba que no fuera un evento de etiqueta, no pasó mucho cuando llamaron a su puerta. Ahí estaba un hombre de traje negro.


 


– Buenas tardes, Wheeler-sama, Noah-sama me ha instruido para que lo lleve a su casa.


– Eh, gracias –respondió el rubio lo primero que se le vino ala mente.


 


Joey observó el auto negro, era discreto con los cristales polarizados.


 


El conductor, estuvo manejando alrededor de una hora, cuando Wheeler por fin pudo bajar del auto vio que estaba en el estacionamiento, recordaba vagamente que vio uno zona departamental, pero no pensó que los Kaiba vivieran en un departamento en vez de las acostumbradas mansiones de los ricos.


 


El chofer, guió a Wheeler al ascensor, indicándole que debía bajarse en el último piso.


 


Subió al dichoso ascensor, mientras subía estaba pensando que esta no era una buena idea. Al llegar a su destino tocó la puerta, no tardó mucho en abrir una de las empleadas domésticas; esta mujer lo guió a la sala. Ahí estaba, Noah, vestido con la ropa más sencilla que Wheeler podría imaginar, solo llevaba unos jeans negros, unos converse y una playera negra.


 


– Buenas tarde Wheeler –saludo Noah–. Tendremos que esperar un poco a que Mokuba llegue de la escuela.


– No hay problema –musitó.


– ¿Quieres alguna bebida? –Ofreció el dueño del apartamento–. Tal vez un café.


 


Joey intuía que lo del café lo había dicho con cierto sarcasmo, ya que vio cómo se formó en la comisura de los labios de Noah una ligera sonrisa. Pero sólo debían ser alucinaciones suyas, tal vez estaba un poco nervioso y paranoico por la comida.


 


– Agua estaría bien.


– Como gustes, Kaoru podrías traer un vaso con agua –ordenó el de cabellera verde.


– Como ordene –dijo la mujer antes de salir del lugar, mientras hacía una leve reverencia.


– Me gustaría hablar de una oferta –hablo Noah.


– ¿Eh?...


– Sí, me gustaría contratarte –comentó el de cabellos verdes–. A decir verdad, se podría decir que en este momento uno de mis abogados de confianza se va a jubilar y necesito un candidato –comentó Noah.


– No, gracias –fue la breve respuesta del rubio.


– Deberías pensarlo.


– No me conoces, en todo caso. Seré sincero, tu ofrecimiento me parece sospechoso.


– Me gusta que seas sincero. Pero no es porque no te conozca. Soy bueno juzgando a las personas, eso y el hecho de que le tiraste un café en la cabeza a ese yakuza. Tuve la fortuna de ver eso en primera fila.


 


Joey observó a Noah, debía estar bromeando.


 


– Debí haber pedido un café, tal vez así me harías socio –bromeo Wheeler.


– No bromeó, Solomón se va a jubilar, pero él es demasiado terco, dice que no lo hará si no encuentra antes un digno sucesor. Me pareces la persona idónea, claro que la última palabra la tiene él.


 


Sin previo aviso llegó corriendo Mokuba.


 


– ¡Joey!, es bueno que vinieras –le espetó emocionado el menor.


 


– Mokuba, cuida tus modales –dijo Noah en tono suave–. Le estaba diciendo a Joey, que Solomón se va a retirar y me gustaría que él ocupara la vacante.


– Es en serio, Joey tienes que aceptar… ¡ESPERA ERES ABOGADO! –exclamó sorprendido.


– Eh, sí. Pero le decía a tu hermano que no soy el adecuado para el puesto.


– Joey tienes que aceptar –dijo rápidamente entusiasmado Mokuba.


– Pero.


– Por lo menos inténtalo–ofreció Noah.


– De acuerdo –respondió el rubio, inseguro de su decisión. Pero en ese momento juraría que le pareció ver un par de cuernos en la cabeza de Noah, era como si estuviera haciendo un trato con el diablo.


 


Noah sonrió, sabía claramente que Wheeler rechazaría el empleo, pero él tenía preparada su carta del triunfo, "Mokuba", quien se podía negar a aquellos ojos infantiles llenos de admiración.


 


Continuará...


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