Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La semana de Jirou por AliceNya

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Muchos me habían pedido volver a escribir algo de ellos, y yo más que feliz de escribir sobre esta adorable pareja♥. Espero que les guste y espero también sus comentarios/reviews. Ojo, PoT no es mío, ¡pero ya quisiera!

Notas del capitulo:

He aquí el primer capítulo, es relativamente largo así que espero y sea entretenido para ustedes; lo he hecho con todo mi amor :3


Capítulo 1: Un buen comienzo

Todo Hyotei se había tomado una semana de descanso luego de que terminara el torneo de Kanto, por lo que muchos de los estudiantes, especialmente los del club de tenis, no sabían qué hacer para divertirse. Otros, claro, ya habían planeado estratégicamente qué hacer y con quién.


¡Ring, Ring!


- Habla Atobe.


- ¿Atobe? ¡Waaaaaa! Oye, he visto que han llegado cosas muy divertidas al almacén local, vamos, ¿sí?


- Jirou, es lunes. ¿No puedes ir con Ootori o Gakuto?


- Pero…  –Atobe ya se veía venir un torrente de lágrimas por parte del dormilón– ¡YO QUIERO IR CONTIGO!  


- Argh. Error, eran pucheros. Son las 5 de la mañana, Jirou. ¿No crees que es muy temprano? Ore-sama tiene que dormir sus 8 horas. No como otros que se la pasan todo el día durmiendo…


- Jijiji te veo a las 10, pasa por mi casa –cortó.


- Este chico me va a sacar de quicio con tantos caprichos –se dijo mientras también colgaba la llamada.


Atobe por fin tenía tiempo para descansar, y justo le sale Jirou con que quiere ir a los almacenes. A ver juguetes o comida, una de dos. Últimamente se le había pegado mucho, y aunque no le molestaba que lo hiciera, no veía que el interés de Jirou fuera otra cosa más que sobre el tenis. Uh, después del plantón que me hizo con Fuji… Ni recordarlo o me salen arrugas.


----------------------------------------------


FLASHBACK


- Atobe, ¿me compras un helado de fresa? –puso ojitos brillosos.


- ¿Eh? ¿Crees que Ore-sama es tu billetera? –alzó una ceja.


- No, pero el hecho de que me lo compres tú es bonito, ¿no crees? –añadió con una sonrisa enorme que mostraba la blancura de sus dientes.


- Está bien –iba donde estaba el puesto de helados– uno de fresa. Y que sea el más grande que tenga, por favor. Que después no diga que no soy considerado.


- Aquí tiene.


- Gracias –se alejó y empezó a caminar donde supuestamente se encontraba el castaño– Jirou, aquí tengo tu… ¿Jirou?


El castaño se había ido corriendo donde estaba Fuji con Tezuka, y al parecer, le estaba pidiendo a Fuji que si podía jugar un partido con él dentro de unos días. AHHHHHHHHHHHHHHHH. Me largo. Tiró el envase con el helado en un bote de basura y se marchó con la frente en alto, propia de la realeza estoica, aunque claro, por dentro estaba hirviendo.


FIN DEL FLASHBACK


----------------------------------------------


La duda existencial de Atobe era clara: ¿qué se ponía uno para ir a los almacenes? Y ahí va la segunda duda: ¿en qué podría ir a recogerlo? Decidió resolver ambas yéndose por lo más simple, por lo que se puso una camisa blanca y unos jeans con zapatos elegantes. Para no perder tanto el estilo. La verdad era que raras veces había ido a los almacenes; si había algo que necesitara, alguien más iba por él a conseguirlo. Decidió no llevar el Jaguar que había adquirido últimamente, por lo que prefirió tomar la moto y pasar por el castaño en ella. Además, a él le gusta pasear así. Se puso el casco, y se dispuso a recoger a su compañero.


- Son las 9:50, me pregunto si ya estará listo… –tocó el timbre una vez y rápidamente salió el castaño–. Me aterra preguntar desde qué hora estás listo.


- Desde que te llamé –dijo sonriendo, posó su vista luego en la moto– ¡OH! ¡TRAJISTE TU MOTO! ¿Me puedo subir ya?


- Seguro, pero no vas a conducir, ¿me oíste?


- Está bien, pero igual me puedo sujetar de ti –dijo como si nada. Atobe parpadeó en respuesta a tal comentario ya que lo agarró de sorpresa.


Se subieron ambos a la moto, y aunque Jirou parecía lleno de energía, no pudo evitar quedarse dormido abrazando a Atobe mientras éste conducía a los almacenes. Keigo sonrió de tanta inocencia que tenía el muchacho. Parece todavía un niño pequeño. Lo despertó con cuidado, como siempre lo hacía, para avisarle que ya habían llegado.


- ¡WOW! –exclamó Jirou. Vio que habían puesto más tiendas y muchas de ellas eran de comida, ropa y juguetes. Tomó del brazo a Atobe y lo llevó a recorrer las primeras tiendas que estaban a su alrededor– ¡Ven, Kei-chan!


¿Kei-chan? ¿Y desde cuando soy Kei-chan? Bah, no importa… Si él está feliz, pues lo dejaré así…


Lo llevó primero a una tienda de disfraces, donde Jirou obligó a Atobe a vestirse como diferentes personalidades: primero como el Mago Oscuro de Yu-Gi-Oh!, luego como Soma Cruz de Castlevania, después como… ¿El profesor Oak?


- Jirou, me veo estúpido… ¡DEJA DE REÍRTE! –el castaño lo había hecho a propósito, y le divertía lo condescendiente que podía llegar a ser el buchou.


- ¡Lo-lo siento A-Atobe! Hahaha… ¡HAHA!


- Muy gracioso… Ahora es mi turno de vestirte –lo dijo con tanta seriedad, que por un momento el dormilón tuvo miedo de las ideas de Atobe.


Y no se equivocaba: aunque Jirou le decía que se veía sexy como Soma, Atobe no fue nada piadoso con las elecciones de disfraces para el castaño. Empezó con Hinaichigo, de Rozen Maiden. Esto va por el helado de fresa, te ves igual a la chibichigo muajaja. Luego, le puso el traje de Usagi Tsukino; aunque lo había hecho por pura diversión, estaba que se le iban los ojos hacia las piernas del castaño con esas botas puestas.


- ¡Waaaa Atobe, me veo como una niña!


- No te quejes, Jirou. Todavía falta uno más –dijo sonriendo con malicia–, ven, vamos a los vestidores.


Jirou no estaba seguro de qué iba a tramar Atobe, pero estaba seguro que ya nada bueno a estas alturas. Sin embargo, la curiosidad pudo más con él así que fueron a los vestidores juntos.


- Bueno, ¿cuál es?


- No seas impaciente, yo te lo voy a poner… –le mostró el traje y Jirou casi grita de la sorpresa. ¡Era un traje de Maid!


- ¡NO, NO! ¡NI CREAS QUE ME LO PONDRÉ! –empezó a protestar.


- Bueno, es ése o el traje de Skitty de Pokemon. Tú decides. Con cualquiera de los dos me conformo, así tal vez lo acaricie cual minino.


Jirou decidió que primero muerto usaría el traje de maid, por lo que escogió el de Skitty. Le puso la capucha rosada con las orejas, las garras y hasta la cola. Atobe no pudo evitar soltar una carcajada.


- Ya no te volveré a molestar –dijo el pobre castaño con la cabeza gacha.


- Mírame –levantó el rostro del muchacho–, hasta te ves adorable.


- ¿De-de veras? –se sonrojó mucho.


- Ore-sama no tiene necesidad de mentir –acercó más el mentón de Jirou hacia su rostro y tocó sus labios con los suyos, siendo sólo un pequeño roce.


- ¡Kei-chan!


- Será mejor que te cambies, ¿o quieres que te lo compre?


- ¡NO! –gritó rápidamente– Ya… Ya me cambio…


No tardó mucho en cambiarse y salir de la tienda, la verdad era que se habían divertido bastante y Jirou no dejaba de mirar con una sonrisa un poco estúpida a su buchou. Esto, claro, no pasó desapercibido por el propio Atobe, quien por dentro ya hacía alardes de sus dotes de seductor. El único problema era que no se había dado cuenta de que él también estaba cayendo bajo los efectos de Afrodita.


- ¿Me invitas un helado? –dijo Jirou mientras seguían paseando.


- ¿Te irás y me dejarás con el helado derritiéndose una vez más?


- ¿Ah?


- Jirou, la última vez que me pediste un helado… –pensó un poco–, me dejaste solo y te largaste para ver a Fuji.


- Yo no pensé que te ibas a molestar tanto. Gomen, Kei-chan –se acurrucó en el brazo de Atobe mientras caminaban.


- Bueno, lo quieres de fresa, ¿verdad?


- Hai –asintió con una enorme sonrisa.


Tiene una hermosa sonrisa, ese chiquillo. Podría soñar con ella mil veces y no aburrirme… ¿Pero qué estoy pensando???


El vendedor le tendió el helado y Atobe se lo pasó a Jirou, quien lo devoró en un par de minutos ya que era su sabor favorito.


- ¡Arigatou gozaimasuuuuu! –dijo relamiéndose.


- No hay de qué –respondió sonriendo–. Oye Jirou, ¿no quieres ir a jugar un rato?


- ¿EN SERIO? ¡VAMOS!


Y yo que pensé que era difícil hacer que se emocionara… Ya quiero verlo después.


- Atobe, éstas no son las canchas de tenis –dijo un poco confundido.


- Ya lo sé, no soy ciego, Jirou.


- ¿Y qué vamos a hacer aquí, Kei-chan?


- Jugar, por supuesto –dijo sonriendo.

Notas finales:

No, todavía no hay lemon hahaha pero no desesperen que sí va a haber :) En fin, espero sus comentarios, actualizaré en 3 días más o menos, ya que quiero seguir escribiendo a ver cómo avanza la historia.


Capítulo siguiente: Las reglas del juego


¡Nos vemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).