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DESTINADOS por Drak_Sakuma_sama

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Notas del capitulo: Pues intente tomar el trama surrealista de utena, ysa saben..aparecen yd esaparecen cosas. ....Como siempre las palabras son mi mejor expresión, es todo lo que puedod ecir y k les guste.

 

 

Touga y Saionji

 

Amigos de infancia, duelistas rivales, miembros del consejo estudiantil...sin un futuro exacto ó un corazón destinado.

¿o no?

 

Una vez Tenjou Utena se fue…el pasado o parte de él lo hizo, o tal vez solo fueron los dueños de ese pasado quienes se obligaron a si mismos a borrar esos recuerdos.

 

Aunque borres el recuerdo, no es igual de fácil de hacer con el sentimiento unido a ese recuerdo. Touga nunca mintió con respecto a sus sentimientos hacía la joven espadachín; el amor y admiración a algo que no podía ser….un autentico príncipe.

Sin embargo hizo lo que había en sus manos para salvarla y aún así…

 

-Touga-el nombrado estaba en el dojo de kendo en otra regresión al pasado.

-disculpa Saionji-dijo el pelirrojo sonriéndole despreocupadamente como siempre que quería ocultar algo intimo; luego notó que el chico traía en sus manos dos cubetas y varios artículos de limpieza.

-si vas a pulir el piso yo te ayudo-acercó una de sus manos al peliverde, pero este dio un paso en dirección opuesta para evitarlo.

-no es necesario-contestó Saionji orgulloso y con sarcasmo mientras se hincaba en el suelo para preparar el jabón-no podría permitir al gran Kiryuu Touga limpiar el suelo como otro lacayo más-sin poder disfrutar de su comentario sintió repentinamente las manos de Touga tomar sus cabellos, acariciándolos y acercando el rostro hasta su oído.

 

-podrías obligarme-sugirió con voz suave y tibia mientras jugueteaba con las ondas rebeldes de su amigo.

El cuerpo de Saionji se paralizaba al aumento de tacto entre ambos cuerpos; podía sentir perfectamente el pecho cálido sobre su espalda, los muslos en fricción con lo suyos…piel con piel y como se sentía terriblemente indefenso al ser sumergido en un latir frenético.

-has dejado de moverte-susurró Touga con sonrisa en sus labios. Con cuidado aparto la cascada de cabellos esmeraldas, dejando la nuca completamente desprotegida y a su merced; lento acerco sus labios para acariciar su nuca como suave caricia.

 

-Touga-soltó arduo el peliverde y sin previo aviso sus muñecas fueron tomadas por las de el pelirrojo que usando el peso de su cuerpo lo llevo boca abajo al suelo.

-¡déjame!-ordenó de sorpresa, de cierto miedo obsceno y tratando de girarse. De nuevo aquella boca se acerco a su oído acompañada de una risa y con la pregunta: “¿Deberíamos hacerlo aquí y ahora?”

-¡¿QUÉ?!-gritó Saionji ya molestó por la situación tan embarazosa en que estaba. Bajo el poder de Touga, débil y…

 

El pelirrojo le soltó del agarre riendo-solo bromeaba buen amigo-contestó no sin antes darle un pequeño beso en la cabeza y retirándose-cierto, limpiar pisos no es para mí-dicho esto último salí del lugar tranquilamente.

-idiota-murmuró Saionji viéndolo irse y claramente molesto, pero más que con el otro era consigo mismo por la situación tan embarazosa, bajo el poder de Touga, débil y… sabiendo que algo profundamente dentro deseaba eso.

 

**

 

El consejo seguía en funcionamiento, pero siempre con el aire de que algo faltaba.

A veces todo era una cansada monotonía, pero…¿por qué se seguían reuniendo? ¿Necesidad?.....¿de qué?....¿De sentirse acompañados?

 

-¿de sentirse acompañados?-preguntó Jury al leer del cuaderno de Miki, el joven peliazul.

-¡Jury-senpai!-el chico sobresaltado abrazó su cuaderno contra su pecho sonrojado-no es bueno leer los pensamientos de otros-reclamó.

-vamos, no seas aburrido-dijo la chica, pero contrario a sus palabras le dejo en paz, aburrida tomó el paquete de cartas que había en la mesita que siempre tenían y propuso un juego.

-seré yo-pronunció Touga ante el silencio de sus demás compañeros. Así comenzó uno de tantos juegos especiales.

 

-¿cómo es de nuevo ser la capitana?-preguntó sacando la carta del Loco.

-sin comentarios-el as de palos-¿pero tú qué dices?-la misma carta, pero invertida-¿alguna nueva chica tonta?-

-he pensado en cambiar-la carta de la Torre.

-¿te refieres a cambiar las chicas por los chicos?-la carta de la rueda de la fortuna. Preguntó sorprendido Miki y también para unirse a la conversación.

-¿acaso me estás sugiriendo algo?-preguntó con insinuación Touga mirándolo de lado.

-no…no me refiero a eso-murmuró apenado el peliazul.

-pero es una propuesta interesante-añadió el pelirrojo.

-entonces-Jury sacó la carta de los enamorados-¿algún chico en mente?-preguntó con la falsa indiferencia que la caracterizaba.

-nadie-tiró la última carta de sus manos la cual estaba completamente en negro; sus ojos azules buscaron las manos de su compañera las cuales ya estaban vacías.

-vacías-repitió Jury-estoy cansada, me retiro-

-yo también-dijo Miki haciendo una reverencia en despedida y siguiendo a su senpai- Touga comenzó a recoger las cartas regadas.

-¿tú que dices?-preguntó hacía donde se encontraba Saionji silencioso y escondido entre las rejas del balcón.

-no se de que me hablas-fue su respuesta vacía al retirarse.

 

Solo; Touga tomó la última carta que tiró, la cual ya no estaba en negro si no que ahora mostraba el rostro de Saionji.

-vaya-dijo.

 

**

 

Como en casi todos los entrenamientos que tenían juntos; el lugar estaba rodeado de una multitud considerable de chicas y claro, de una hermana celosa tratando de controlarlas.

 

Los gritos aumentaban al ritmo del choque de las espadas de madera.

-¡Touga-sama!-

-¡Saionji-senpai, eres el mejor!-más gritos, más choque.

-¡mi príncipe!-ante la mención de esta palabra ambos espadachines no pudieron predeterminar el destino de sus golpes, lo cual dio por resultado a que la mano de Saionji saliera lastimada.

 

-¡Saionji!-el pelirrojo de inmediato dejo su espada y fue al auxilio de su amigo que sostenía su propia mano.

-no es nada-repuso el peliverde intentando poner mala cara en cuanto vio al otro sacar un pañuelo muy familiar, pero aún así Touga le sonrío.

-no seas terco-dijo y le vendó la mano con el cuidado del antaño perdido; llevándolos a ambos a una escena similar de su infancia. Fue entonces que ambos jóvenes se detuvieron a  verse fijamente mientras a sus oídos llegaban las voces infantiles de ambos. Algo tristemente cálido que hizo la mirada de Saionji se suavizara levemente.

 

-¿uh?-

-¿qué sucede?-las preguntas de sus espectadoras regresaron al peliverde a la realidad donde descubrió que en su pequeña escapatoria al pasado sus manos estaban enlazadas a las de Touga que sin protesta le sonreía complacido.

 

**

 

En cuanto la noche cayó se fue directamente a la gran cama de su habitación, sin cambiarse, solo guardando el aroma del pasado en su mano.

-tu siempre detrás de mí-dijo contemplando su mano frente a sí.

La habitación seguía a oscuras.

-yo siempre pensando en ti-dijo contemplando su mano frente a sí.

La habitación seguía a oscuras.

Arrugó el ceño en duda y preguntó-¿qué rayos es lo que nos une?-cerró los ojos con fuerza cuando de repente sintió una mano sobre la suya la cual removieron de su pecho; otra mano, le acarició los cabellos hasta llegar a su rostro todavía a sus labios lo cual le obligo a abrir los ojos y encontrarse con la luz encendida y a Touga sobre sí.

 

-el destino-respondió el pelirrojo-el destino nos une, no importa que hagamos-dijo trazando un camino hasta su cuello.

-Touga-Saionji estaba sorprendido, y más con las suaves caricias que recibía, pero solo pudo negarse interiormente todo..con temor-no es cierto-

-no te das cuenta, pero he vivido para ti Saionji-insistió besando sus mejillas.

-no es cierto-

-hay algo que nunca nos hemos dicho-el pelirrojo se separó a un definido espacio y lo tomó de la barbilla pesé que el otro siguiera con los ojos cerrados.

-no es cierto-contestó con más énfasis que demostraba quería huir.

 

Continuo-hay algo que nunca nos hemos dicho, pero que hemos sentido arde al mirarnos…dímelo-

-….no…no…..¡no!-todo callo y para cuando abrió los ojos estaba solo en la habitación que seguía en penumbras…y sus tristes penumbras.

 

**

 

A la mañana siguiente en le descanso otro juego de cartas inicio.

 

-¿has peleado con Saionji-senapi?-la carta de los enamorados; preguntó Miki concentrado en sus tiradas.

-me ha estado evitando-el ermitaño invertido-pero él siempre ha sido así conmigo-la reina de copas invertida-alguien terco-el paje de espadas.

 

-estas herido, ¿verdad?-el loco invertido

-no, solo busco sea sincero conmigo-

-pero senpai..¿tu has sido sincero con él?-el emperador.

El peliazul sonrió bondadosamente con esa voz tan suya-ambos desean ser sinceros con el otro, por lo que sienten, por miedo a perderse el uno al otro…por el posible resultado de su declaración. El amor siempre pasa esa clase de pruebas-Touga lo miró con ligera admiración.

-te has vuelto muy maduro-le dijo

-¿eh?...yo hablaba de la carta de los enamorados-dijo mostrándosela en al mesa.

-oh-

-¿de quién creía que hablaba?-

-de nadie-se miraron.

-se acabaron las cartas-dijeron al unísono

 

**

 

El pelirrojo llegó hasta el único lugar donde sabía encontraría a su amigo. Al llegar escuchó como entrenaba…siempre practicando hasta alcanzar su meta y el lo admiraba por su determinación, como siempre había echo.

 

 

 

 

 

-tengamos un  duelo-Saionji se giró y se topo con Touga que empuñaba una espada de madera.

-¿con qué objetivo?-preguntó molesto.

-con ninguno-

Se posicionaron frente a frente, mirándose y encontrando de nuevo aquello que ardía al verse. Amistad, rivalidad, unión y el último de sus sentimientos que siempre oculto con el tiempo buscaba salir.

…..No cabe falta decir que el resultado fue el mismo.

 

-¿por qué?-preguntó en voz baja sumergido en su humillación personal-¿por qué he de perder contra ti?-el pelirrojo le observaba mientras unas lágrimas ya cansadas de ser retenidas escaparon de los ojos violáceos de Saionji-¡¿POR QUÉ TOUGA?!-de inmediato se avanzó contra el cuello de la vestimenta de el otro, reprimiendo un sin fin de emociones diversas en sus manos.

 

-por que estamos destinados-respondió sin asustarse o asombrarse.

-¡¿por qué tengo que seguir viéndote?!-las lágrimas ahora escurrieron de sus mejillas a sus labios.

-por que estamos destinados-repitió.

-¡¿por qué tienes que atormentarme con esto?!-las manos le temblaban mientras a su mente llegaban cada uno de los recuerdos que habían compartido.

-por que estamos destinados-

-¡¿por qué tengo que pensar en ti de esta forma?!-con cada pregunta se desataban los sentimientos.

-por que estamos destinados-

-¡¿por qué provocas esto?!-por más que lo negara…-¡¿por qué tienes que estar a mi lado?!-por más que lo negara a su corazón-Dios mío Touga…-el peso era demasiado.

Por más que lo negara a su corazón el sabía que…

-Touga….yo-poco a poco su agarre se aflojo. El pelirrojo sintió una inmensa ternura, pena, tristeza por el dolor que él causaba y solo lo abrazó por la espalda para atraerlo en la protección y perdón de su pecho.

 

Al final le habló con el mayor cuidado que había en él-por que estamos destinados sin importar que hagamos-lo abrazó con más fuerza mientras Saionji se perdía en el silencio de sus palabras, dejando las escasas lágrimas contar los segundos de su destino enlazado.

 

**

-por más que lo niegue mi corazón sabes siento algo por ti-dijo al fin en la oscuridad de la habitación y de la noche.

Llevo sus manos a sus ojos y reconociendo que todo lo que hizo fue un inútil intento de enamorarse de alguien más, de su miedo a la realidad, de aceptar estaban destinados el uno al otro y que siempre…era Kiryuu Touga.

 

Alguien le tomo la mano entre las sombras-me necesitas-era la voz y la mano de Touga que le sonreía al lado de la cama-lo que sentimos siempre ha estado ahí; cubierto de diferentes rostros-Saionji abrió sus ojos y volteo a verlo.

-no importa que hagamos-inició el peliverde sincerando su voz. Acerco su mano torpemente al rostro del otro notando que por fin veía esos ojos azules que siempre estuvieron ahí para él.

-tu y yo estamos destinados-y admiró la verdadera inocencia de los ojos violáceos de Saionji tal como en antaño, tomó la mano que acariciaba su rostro y la beso con delicia provocando el otro se sonrojara-siempre me has pertenecido como yo a ti-llevó los dedos uno a uno a su boca saboreándolos en una sensualidad propia de él.

-…siempre-recitó acariciando con su otra mano libre el contorno del cuerpo del pelirrojo, enredándose con los cabellos rojo ardiente.

Cerró los ojos dejándose llevar, dejándose llevar por él al despojo de sus ropas con lentitud, con reconocimiento de pieles y caricias.

 

-Touga-lo atrajo por el cuello para besarlo, para dejar libre lo que en él ardía por su amigo desde la infancia y sabía al mirar, cuando él lo tocaba que ambos sentían lo mismo.

-oh, Saionji-la boca de Touga era gentil  al humedecer su piel, desde su pecho hasta abajo en su intimidad donde dejaron escapar gemidos placenteros.

Sus ojos cristalizados en deseo, sus cabellos brillaron con más intensidad para enredarse en todo el panorama de sus cuerpos.

Tanto él como Touga buscaron sus manos cuando se vistieron en el sudor del otro, cuando sus bocas se llamaban desde las sombras hasta los rayos de la luna de esa noche.

Más profundo, más intenso….más unido.

 

-hasta el final estamos destinados-repitieron unidos más que antes con el sincero te amo.

**

 

En el consejo estudiantil…

-no han venido-mencionó Miki escribiendo en su cuaderno.

-no, no han venido-le contestó Jury, luego se fijo en las cartas que habían usado anteriormente; mirándolas sin sobresalto-Miki-llamó.

-¿qué sucede?-

-si no son cartas de pocker, ¿por qué las usamos?-

 

El Sol amaneció ese día tomando el lugar de su amante la Luna.

-bueno…-comenzó el peliazul-por que están destinadas a que las usemos-bromeo provocando una ligera sonrisa en su senpai.

 

**

 

Abrió los ojos sintiendo las sabanas sobre su piel; giró un poco su cuerpo hacia atrás y se encontró con Touga que igual solo cubierto de un manto blanco le sonreía.

El pelirrojo lo acerco hasta su pecho con cuidado mientras las sabanas delineaban sus figuras.

-oye-dijo acariciando su cabeza-¿sabías que te amo?-le dijo. Ambos se miraron entre el color azul y violáceo.

-tonto-sonrió Saionji volviendo a cerrar sus ojos y en voz profundamente baja dijo-yo también te amo-

 

“Estamos destinados a la eternidad hagamos lo que hagamos”

 

 

Touga y Saionji…..Amigos de infancia, duelistas rivales, miembros del consejo……lazos que siempre podrán romperse, pero…..amantes destinados, el lazo que se había trazado desde el comienzo.

 

 ***************

 

EL AMOR NO ES SENCILLO, PASA PRUEBAS...MILES......Y A VECES ES MAL INTERPRETADO POR LSO DE AFUERA.....


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