Nosotros toda la vida hemos estado juntos, toda la vida compartimos momentos juntos, reímos y jugamos juntos; siempre fue así desde que tengo memoria... pero un día eso terminó debido a tus estudios en Inglaterra.
-Alfred -escuchó la voz de una mujer llamándolo- baja por favor
-Enseguida voy madre
Bajo a toda prisa preguntándose que le pediría su madre esta vez
-Si, madre
-Como ya sabes tu primo Arthur estudia en el extranjero
-Si ¿Y qué hay de nuevo en eso?
-Pues viene a pasar las vacaciones aquí, así que espero que le des la bienvenida correctamente ¿entendido?
-Si madre
-Arthur... Arthur -decía su nombre tumbado en su cama- teníamos tanto de no vernos, desde que era un niño y jugabas conmigo. ¿Me pregunto como estarás?
-Alfred, ¿tienes los apuntes de historia? -preguntó Gilbert-
-No, iba a preguntarle a Kiku si me los prestaba
-Por cierto ¿te enteraste? -dijo a forma de susurro-
-¿De qué cosa?
-Que Ludwig y Feliciano están saliendo ¿Es raro no crees?
-Umm pues no le veo nada de malo -dijo indiferente, después de todo no era asunto suyo-
-Vamos, los dos son hombres; me sorprende como Ludwig con ese carácter lo acepta tan abiertamente
-Como si tu no tuvieras algo con Roderich
-... -se quedo sin palabras con un sonrojo- e-eso
-No es diferente
Realmente le molestaba ese tipo de comentarios "ambos son hombres" "no es correcto" "es raro"; realmente le molestaban esos comentarios ya que el estaba enamorado de un hombre también, y sentía envidia de Ludwing y Felciano, ellos podían ser felices juntos.
Hace años había descubierto el amor que sentía hacia su amable primo Arthur, su forma de cuidar de él la mayor parte del tiempo, lo juguetes que él mismo le construía aun a pesar de los muchos martillazos que se daba en los dedos, lo mucho que le enseño pero sobre todo... el cariño que le había brindado como un hermano mayor.
Pero no supo en que momento dejó de sentir aquel amor fraternal, solo sabía que lo amaba.
-Buenas tardes -saludó a su padre quien estaba leyendo el periódico-
-Buenas tardes -dijo el señor alzando la vista- ¿qué tal la escuela?
-Oh, todo normal
-¿Seguro? porque me enteré que hay dos homo que están saliendo en tu escuela
-Padre...
-Sabes lo que pienso, Dios creó al hombre y la mujer, no a hombre y hombre; eso no es normal
"Normal" ya estaba harto de la palabra "normal" después de todo, ¿Qué en este jodido mundo era normal? nada. Es estúpido, como decir que él también era anormal por haberse enamorado de su madre cuando ella tenía 14 y él 19.
-¿Dónde esta mamá? -trató de sonar lo más sereno posible-
-Organizando la habitación de los recuerdos
-Iré a ayudarla
-Ah... ok
-Hola madre -dijo dándole un abrazo- ¿Puedo ayudarte?
-Cariño gracias, toma lleva estas cajas al ático por favor; y no te ensucies, Arthur está por llegar
Una vez en el ático se puso a revisar que había dentro de la caja, donde estaban fotos de él con Arthur jugando, sonrió melancólicamente y siguió pasandolas, la otra era donde estaba llorando y Arthur lo consolaba, se sonrojo al pensar en lo llorón que era.
-¡Alfred... baja!
Lleno de desepero bajó imaginándose que su primo finalmente había llegado, se preguntaba si había cambiado, si era más alto. Finalmente lo vio en el umbral de la puerta con sus maletas. Aquellas cejotas gruesas y su dulce sonrisa era la misma.
-Alfred, tanto sin verte
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