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Siempre has sido tú por Reiga

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Notas del fanfic:

Espero les agrade, los personajes no me pertenecen. u.u 

(se pego una escapadita de sus horizontes XD)

Lo miraba de lejos, después de que todo había pasado, no encontraba el momento propicio para poder hablar con él. Al menos no como quería.


Lo notaba más callado más silencioso. No dejaba de preguntarse ¿qué era lo que había pasado?, estaban en un lugar seguro. Llevaban más de dos meses en un lugar fuera de infección después de que fueran a rescatarlo. Motivo suficiente para que estuvieran bien y felices. Sin el peligro de morir en cualquier momento o corriendo por su vida a cada segundo.


Thomas estaba distante, callado, prácticamente parecía que era solo su cuerpo el presente y su alma vagaba por otras partes. Minho quería hablarle, pero sentía que ese distanciamiento era más con el que con otro. Por ese motivo no se atrevía a preguntarle y seguía viéndolo a distancia, cuidándolo y como desde que lo conoció… velando por su seguridad.


Thomas estaba a unos metros lejos de él sentado en una especie de mini acantilado con la mirada perdida en el atardecer, mientras el asiático como vil acosador estaba detrás de un árbol viendo en detalle ese rostro resplandeciente  para el pero con la mirada vacía, se preguntaba una y otra vez ¿en que estaría pensando?


Se iba a atrever ir donde él y  sentarse a su lado por ultimo en silencio cuando, la chica de cabello largo se le adelanto y se sentó a su lado. Sus pies se quedaron tallados al suelo ante la impresión y de manera autómata retrocedieron silenciosamente, para situarse de nuevo detrás de su fiel acompañante de madera.


La chica sonrió alegremente mientras lo saludaba, pero las expresiones de Thomas seguían siendo duras y frías, aun así la saludo con cortesía para luego caer en un sepulcral silencio.


Minho miraba con dolor  y rabia aquella escena, para nadie era un secreto el amor que Thomas anteriormente le profesaba a la chica, así como tampoco era un secreto lo mucho que le había dolido su traición, a él más que a nadie.


—¿Aun espiando? — Dijo silenciosamente el rubio, con una risita —amigo deberías atreverte a hablarte de una vez. Ante de que otra te lo gane, teresa anda al asecho y al parecer Brenda también. Aunque ella comprende cómo se siente Thomas y no lo molesta — dijo Newt refiriéndose a teresa con molestia.


Minho sonrió al rubio, quien ya conocía los sentimientos del moreno por el amigo de ambos.


—No es tán fácil.


—Pues yo lo veo bien fácil. Nadie arriesga tanto como lo hizo Thomas por ti, ¿aún no lo entiendes?


—No lo es Newt el aun la ama, no puedo competir contra eso — los dos hablaban en susurros mientras observaban a la pareja desde lejos.


Newt suspiro queriendo agarrar al asiático por las mechas.


—Minho… tú no lo viste, pero… — dudo un poco ya que Thomas le había pedido que no dijera nada de su más fiel secreto. Y bueno no lo diría pero si podía ayudarlos un poco. — Cuando te llevaron, su reacción fue impresionante, quería ir por ti, sus gritos de dolor y desesperación se taladraron en nuestros oídos.


Era verdad, el rubio en ese momento  se dio cuenta. Y es que había sido imposible no notar que lo que Thomas sentía por el asiático iba mucho más allá  de una simple amistad.


—Además que jamás menciono a teresa, cuando estuvimos dentro te buscaba con desesperación, el que la  encontráramos primero a ella fue solo una coincidencia,  teresa lo abrazo y le dio las gracias por ir a rescatarla, pero él le dijo que no había ido por ella y la aparto, no así cuando te encontró a ti — rio al recordar aquello. — enserio amigo si no te has dado cuenta aun, pues eres una idiota.


Minho rio, mientras la confianza volvía a su pecho, algo le decía que era posible. No sabía si era él el que quería creerlo pero se las jugaría.


—Tú deberías seguir tus mismos concejos ¿no?   


—¿Qué quieres decir? —dijo haciéndose el tonto y Minho rio moviéndose su cabeza.


—Te gusta Aris y no te atrevas a negármelo.


—No lo are — contesto con pesar.


—¿Por qué no se lo dices? — dijo como si fuera lo más fácil del mundo.


—Creo que le gusta Sonia, no quiero asustarlo — Minho movió la cabeza en negación ante lo equivocado que estaba y luego rio.


—Al parecer ambos nos damos cuenta de los sentimientos de la pareja del otro pero no del que nos interesa.


Newt se quedó pensando hasta que comprendió lo dicho por su amigo, sonrió con esperanza antes de volver afijar la vista en la pareja, notando con asombro como ambos hablaban fluidamente, ella parecía desesperada y el ni se inmutaba, se levantó seguido de ella.


El par de metiches se acercó silenciosamente y casi gateando ya que no escuchaban muy bien.


Teresa se acercó a Thomas tomándolo del rostro e intento besarlo pero este agarro sus manos y  la aparto bruscamente.


—¡Basta! — le grito enojado.


—Thomas… ¿porque? éramos novios… nos amábamos — el rubio y el asiático se quedaron perplejos ante la declaración.


—Tu misma lo dijiste, “nos” yo ya no siento nada por ti, al entrar al laberinto no te recordaba y mis sentimientos se fueron en otra dirección — contestaba con cierto pesar — sin embargo cuanto te volví a ver me confundí, estaba tan confundido que no sabía qué hacer, lo amaba a él, pero los pocos recuerdos contigo seguían atormentándome.


—¿Él? — dijo asombrada.


—si — contestó con firmeza.


—¿Quién es?   


—Eso no importa, lo que sea que me quedaba de cariño hacia a ti murió el día que decidiste traicionarme poniendo en peligro a todos mis amigos, si estoy aquí hablando contigo ahora, es únicamente por que el esta bien y nuevamente conmigo. Si algo le hubiera pasado jamás te lo habría perdonado— al  oír eso todos los oyentes comprendieron a  quien se refería.


—Pero Thomas nosotros… — el pelinegro suspiro cansado.


—Teresa… eso ya no es existe, para mí son solo recuerdos fragmentados que tengo y que ya no tienen relevancia, no quiero volver hablar de algo que no exis…— sintió que la respiración le faltaba, sus vista se volvió borrosa mientras sentía que las fuerzas de sus piernas ya no lo mantenían.


Minho vio esto y se apresuró a llegar hasta él y detenerlo antes de que diera contra el suelo, miro su rostro plácidamente dormido y  vio con tranquilidad como se había desvanecido por el cansancio. Puso una mano debajo de sus rodillas mientras la otra reposaba en su espalda y lo levanto pegándolo a su pecho.


La chica quedo asombrada.


—Teresa… les di su espacio porque pensé que él aun podía sentir algo hacia ti,  pero ya veo que no, de hoy en adelante no te quiero volver a ver cerca de el ¿te queda claro? — dijo serio y verdaderamente enojado


—No puedes hacer eso.


—Si puedo y  hablo muy enserio, aléjate de él. — sin más se alejó de ahí llevándose consigo al hombre que lo atormentaba este último tiempo. Pero ya no más.


Newt sonrió con felicidad mientras mirabas a Minho llevarse a Thomas.


—Bueno supongo que Minho fue muy claro — hablo dirigiéndose a la chica que los miraba con impotencia, mientras apretaba sus puños — pero supongo que una advertencia mía no está demás, teresa si alguna vez llegaste a tener algo de apego hacia nosotros déjanos en paz, te hemos aguantado hasta ahora por él, pero ya no más.


Se dio vuelta y sin mirar atrás siguió su camino. Le tenían cierto aprecio a la chica pero su obsesión, ya no era sana, ni para Thomas ni para ella misma, si comprendía pronto su situación todo sería más fácil.


El rubio caminaba tranquilamente por el bosque sonriendo y esperando que las cosas con sus amigos se arreglarán, tan distraído iba que no se percató del chico con el que choco.  


—Lo siento… — dijo antes de darse cuenta de que era el niño rubio de ojos luminosos, tés blanca, labios increíblemente invitantes y esas característicos perlas blancas que adornaban su boca.


—No te preocupes Newt — sonrió alegremente, contagiando al rubio más alto, como amaba a su niño. Quizá ya era hora de seguir sus propios concejos.


—¿Vamos a dar una vuelta? — le preguntó emprendiendo la caminata, esperando que lo siguiera y a así fue. Sin siquiera dudarlo Aris lo siguió. Y lo haría donde sea que fuera.


~*~


Minho llego a su habitación y recostó a Thomas en su cama. Toco su frente y para su sorpresa tenía un poco de fiebre. ¿Cómo no se percató de su estado?, se sentó a su lado mientras le retiraba la chaqueta y los zapatos. Iba a levantarse pro fue detenido, por una mano en su muñeca.


—Ey… ¿cómo estás? — le pregunto al percatarse de que paulatinamente abría sus ojos, se volvió a sentar mientras despejaba su frente y acomodaba sus cabellos hacia un lado.


—Bien, solo estoy cansado, no he dormido bien últimamente— confeso, sonriendo para luego ponerse serio —Minho… —  quería decirle ya no aguantaba más, pero su mayor miedo a perderlo incluso como amigo lo aterraba. El miedo era más grande, cerró sus ojos resignado. —Nada solo quiero dormir — dijo finalmente cerrando sus ojos he intentado hacer lo que últimamente no podía.


Minho pudo ver como al cerrar sus ojos, por la línea de estos caía una mísera gotita. Una lagrima de dolor que representaba todos los sentimientos reprimidos de Thomas.


Sonrió, confiaría en lo que había escuchado y en lo que creía. Lentamente se incoó en la cama y apoyo silenciosamente una mano en la cama muy cerca del rostro de Thomas. Aguantó la respiración lo que le pareció fue una eternidad y se aventuró a besar esos labios que desde hace mucho deseaba.


Thomas sintió una calidez externa sobre él y sus labios, abrió sus ojos y  por segundos creyó que estaba en uno más de sus sueños. El beso casto duro poco, minho se separó un poco y miro esperando alguna reacción.


—Que… — dijo atónito no pudiéndolo creer… “minho lo estaba besando” no, lo había besado.


El moreno se levantó y sentó a su lado mirando hacia otra parte, mientras Thomas se acomodaba en la cama y esperaba que el dijera algo. Las ideas se aglomeraban en su cabeza, mientras la esperanza de que ese beso significara algo, se alojaban en su pecho.


—Me gustas… no solo eso, te amo Thomas — se atrevió a decir sin tapujos, ya no había vuelta atrás.


Thomas sonrió mientras se llevaba una mano a su pecho, sonrió con verdadera alegría al ver a su ahora asiático, sonrosado y con algo de vergüenza.


—Minho mírame — sus ojos chocaron y minho al ver una sonrisa en su rostro se sintió reconfortado —yo… yo también — se quiso golpear por tartamudear como una chica, pero se sintió más tranquilo al ver que minho se reía. Para luego ponerse serio.


—¿y teresa? — pregunto, ella era su mayor inseguridad. Se acercó a su pelinegro y tomo sus manos.


—¿Qué pasa con ella?


—Si alguna vez llegas a recor… — sus palabras fueron detenidas por un sorpresivo beso. Thomas se alejó nuevamente poniendo sus manos en el rostro del moreno y mirándolo directamente a los ojos.


—Cuando llegué al área unas de las cosas que me dijeron fue de que ahí empezaba mi nueva vida, la que vivo ahora y en la que desde un principio has estado tú.


Minho sonrió de alegría y llevo una mano a la mejilla de Thomas acariciándola con delicadeza y ternura.


—Y si te deja más tranquilo… — sonrió  — he recordado lo de teresa —minho abrió sus ojos con asombro ante la declaración — solo te diré eso, ya no quiero seguir hablando de ella ¿sí?


—Estoy de acuerdo— sonrió, sus ojos volvieron a conectarse. Minho quería besarlo, con toda la regla, pero le avergonzaba no poder hacerlo bien, y es que jamás había besado a alguien, al menos que recordara.


Thomas parecía percibir su preocupación, se volvió acercar acariciando su cuello mientras sus dedos se perdían en los cabellos contrarios, ambos perdiéndose en la mirada del otro, en las facciones de sus rostros. Sonrió antes de tomar por asalto los labios de su asiático, notando su nerviosismo y la inexperiencia. Sonriendo en medio del torpe beso.


—No te burles — le dijo mientras mordía el labio inferior de Thomas.


—¡ah! ya, ya no me burlo — rio con aun más ganas por ese arrebato mientras sus ojos se llenaban de lágrimas producto del fuerte apretón.


Minho no conforme con eso se lanzó sobre el recostándolo en la cama y posicionándose con todo su cuerpo encima de él, mientras literalmente violaba su boca, al diablo con el miedo y la inseguridad. Se dejaría llevar por su instinto.


Abrió sus labios y obligo a los contarios a cooperar, su lengua entro sin aviso buscando la contraria, encontrándola y saboreándola con exquisitez. El beso se hiso extenso y cada vez más pasional. Las manos de minho recorrían desde sus costados hasta el cuello y cabeza de Thomas, mientras este se entregaba totalmente al demandante beso y sus manos viajaban de arriba hacia abajo por esa ancha y protectora espalda.


Después de aquel demostrativo beso, Minho encontró prudente que descansaran. Ahora ambos yacían reposando en la cama, Thomas dormía cómodamente después de mucho tiempo en los brazos de su ahora pareja, Minho vigilaba su sueño, en ocasiones acariciando su rostro.


—Este será un nuevo inicio para nosotros — le susurro — y será para siempre — le dijo besando su frente antes de acompañarlo en el sueño.


 


Fin. 

Notas finales:

Espero les haya gustado!! <3

saludos!!


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