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El plebeyo del que me enamore. por Kou_bibe

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Notas del fanfic:

Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Notas del capitulo:

Bienvenidos sean a esta historia que comencé a idear una tarde mientras estaba tomando notas en una junta del trabajo (?), como sea espero que disfruten la lectura, debo aclarar que la narración será del tipo omnisciente, ¿por qué? porque es la que más me gusta, si decido cambiarla al tipo aquiescente o algún otro les avisaré en las notas del capítulo, recuerden que al ser el primer capítulo es solamente aintroductorio, o algo así. Sin más espero que les guste, actualizaré según vea la actividad del fan fic, no es la primera vez que escribo pero sí la primera que me animo a publicar desde que me gradué de la preparatoria (hace muchos años ~), sin más pasen a leer.

I

 

*toc, toc*

 

— Buenos día Joven amo, son las 06:30 am., es hora de que se preparé para ir al instituto —. Un hombre de traje elegante y guantes blancos entro a su habitación; su trabajo era simple, o tal vez no tanto, era el mayordomo personal de aquel chico que aún permanecía en la cama, como todas las mañanas iba a despertarle y esa era la parte que menos le gustaba del día pues su Joven amo no solía tener la mejor de las mejores actitudes al despertar.

— Dame 5 minutos más —.

— Joven amo, su hermano ya le espera en el comedor —.

— ... —.

— Le esperaré abajo —.

 

Así el afortunado mayordomo salió de la habitación a salvo y bajo para preparar el desayuno, 30 minutos después el Joven amo se hizo presente en el comedor vistiendo su uniforme, pulcro e impecable, ciertamente de diseñador, hecho a la medida, pantalón de vestir negro, camisa blanca de seda, saco de un sutil tono capuccino con el logo de la escuela bordado del lado izquierdo y una corbata desalineada en color rojo quemado más unos zapatos negros resplandecientes, lucía tan perfecto y atractivo; tomo asiento junto a la derecha de su hermano mayor mientras una sirvienta le servía el desayuno.

 

— Buenos días, tardaste demasiado, iba a irme sin ti —.

— Lo hubieras hecho —.

— Mínimo saluda, idiota —.

 

Sí, así comenzaban sus mañanas antes de ir a la escuela, no es que se odiaran, simplemente detestaba las mañanas, no hablaron más y continuaron su desayuno; el mayor fue el primero en irse y fue seguido por su hermano menor, cada uno en su respectiva limosina pues sus destinos eran distintos. No tardaron en llegar al instituto, más que instituto era casi otra ciudad, no parecía que estuviesen en Tokio. La entrada principal era enorme y las distintas limosinas hacían una contralada fila para que los respectivos pasajeros bajaran sin problema; el mayordomo quien siempre acompañaba a su Joven amo bajo y abrió la puerta correspondiente para que este bajara, le entrego un costoso maletín negro de piel y se despidió deseándole un buen día y prometiendo volver más tarde. El Joven amo tomo con desgano el maletín y camino hacia el interior de aquel edificio que odiaba, ¿por qué le obligaban a ir todos los días? Todos le parecían unos idiotas, al menos la mayoría, al ser una escuela exclusiva de familias adineradas nadie iba a prender realmente. Estaba comenzando su segundo año y todo parecía indicar que sería igual de aburrido al anterior, siguió su camino hasta su aula pues ya estaba más que consiente de esa información, en el camino a las chicas y donceles que babeaban por él, era muy atractivo y eso es decir poco, además su padre era el director y dueño del instituto y no solo eso, su familia ara actualmente las más rica y poderosa de Japón y por qué no, del continente asiático; llego al aula y se acomodó en su escritorio de madera fina levanto suspiros de sus compañeros de clase.

 

— Kiba —.

— Ahh, ¿qué pasa? —.

 

El chico detrás de él despertaba de a poco, él era su compañero de clase, se conocían desde pequeños pues sus familias hacían negocios juntos.

 

— Oh, "Joven amo", ¿en qué puede servirle este humilde sirviente? —. Sí, Kiba era sarcástico, después de todo, aunque frente a todos se llevarán pésimo, eran buenos amigos.

— Kiba, no empieces tú también —.

— Ey, a mí también me incómoda que todos te llamen "Joven amo", que lo haga Neji es una cosa, es tu mayordomo, pero de la nada todos lo hacen, si continúa ya no hablaré contigo —.

— Hump, como si eso fuera posible, ¿dónde están los demás? —.

— Chouji llegara a la hora del almuerzo y Shikamaru fue a la sala del consejo estudiantil —.

— Mhh... —.

— Por cierto, ¿ya te enteraste? Hay carne fresca —.

— ¿Eso qué significa? —.

— ¿Acaso tu padre no te lo dijo? En verdad, ¿qué estará pensando? Admitiendo a alguien así en la escuela, tal vez sea su forma de decir: diviértanse, ¡ja, ja! este año será fantástico, supe está en la clase de Gaara y Sasori, no puedo esperar a verlo, ¿cómo será?, ¿qué comen? jamás he visto a uno y... —.

—Kiba, cállate, no entiendo lo que hablas, explícate —.

— Plebeyo —.

— ¡Eres un maldito! date por... —. Kiba no saldría vivo, ¿cómo se atrevía a llamarle plebeyo?

— Espera, no hablaba de ti —. Alcanzo a detener el puño del Joven amo antes que diera de lleno en su cara, su amigo no se preocupaba mucho por los demás, era guapo y adinerado, lo tenía todo y por tanto no sentía respeto por otros, él hacia lo que quería, cuando quería, donde quería y con quien quería, así era su vida y así sería siempre. — Me refiero al nuevo, tu padre admitió a un plebeyo en nuestra escuela, parece que abrió una beca y un chico la consiguió, un ratón de biblioteca seguramente, lo asignaron al 1-B junto a Gaara y Sasori, ya sabes —.

— Sí, ése par de sádicos, y bien ¿cómo se llama? —.

— Oh, su nombre es... —.

— Silencio clase, vamos a comenzar —.

 

El profesor llego interrumpiendo a todos y cada quien se ubicó en su sitio asignado, la clase transcurrió normal, si bien los profesores eran de alto nivel más que capacitados, los estudiantes solo lo eran de nombre, al ser hijos de grandes familias adineradas e influyentes solo iban a hacer amistad con otros, eso era lo que importaba, crear conexiones y asegurar posición y negocios, la vida de la clase alta. Después de 2 clases, 2 horas seguidas de estar sentado el Joven amo se levantó de su sitio.

 

— Kiba, acompáñame —.

— Sí ~ —.   

 

Ambos salieron recién había comenzado la tercera clase, el profesor no dijo nada, lo que hubiera dado por reprender a ambos, pero no podía, el Joven amo era intocable y a su vez su amiguito Kiba, por ese simple hecho, era su amigo. Caminaron hasta llegar a uno de los supuestos patios de la escuela, en realidad aquello podía ser un bosque, se adentraron un poco deteniéndose bajo un árbol en específico.

 

— ¡Oe! ¡Shikamaru! —. Grito Kiba mirando hacia la copa del frondoso árbol. — ¡Shikamaru! Deja de holgazanear y vámonos —. Las hojas comenzaron a moverse y un chico salto de entre ellas.

— Ahh... —. Bostezo. — No grites tan fuerte Kiba, ¿qué sucede? —.

— "¿Qué sucede?" No fuiste a clase, ¿qué pretendes saltándote las clases? —.

— No sé, lo mismo que ustedes —.

— Cállense los dos, Shikamaru, hay que ir al Host Club© —.

— ¿Sai? —.

— Sí —. 

 

Ahora nuestros chicos iban camino a uno de los tantos clubs del instituto, Kiba y Shikamaru discutiendo cualquier cosa, aunque siempre andaban juntos no había mucha paz entre ellos, el Joven amo se limitaba a caminar; al ser un lugar enorme se detenían de vez en vez , también se encontraban con grupos de chicas, donceles y varones que les detenían, después de todo si se encontraban con tan importante persona había que saludar y presentar sus respetos, además era una buena oportunidad para acercársele, como sea eso no le importaba, a todos los trataba con superioridad, a todos les despreciaba y extrañamente no era suficiente para que le dejasen en paz; después de mucho llegaron a su destino y el Joven amo entro solo, siempre que iban allí lo hacían entre clases y Kiba, Shikamaru y Chouji esperaban afuera (aunque ahora Chouji no se encontraba con ellos), después de mucho esperar salió.

 

— Ya es hora del almuerzo, vamos por Chouji y a comer algo —.

— Bien, aunque preferiría ir a la cafetería de aquí y no hasta el comedor principal, que pesadez —. Sin más se dirigieron al comedor principal del instituto, al entrar fueron al mostrador para ordenar.

— Oe, quiero ir primero —.

— ¡¿HA?! Será mejor que… ah, Joven amo, adelante, puede ir primero, lo siento —. El chico se hizo a un lado y le cedió su lugar en la fila al Joven amo y sus acompañantes, ciertamente un privilegio que aprovechaba sin dudar, odiaba esperar o hacer fila igual que los demás, él no era cualquiera y eso todos lo sabían, sin más hicieron su pedido.

— Menú A, cambie la ensalada por la del menú C, el filete de atún con poca salsa —.

— ¡Yo quiero el menú B con doble costilla! —.

— El menú B, con zanahoria extra, mi madre me obliga a comer más vegetales aunque los odio, que pesadez —.

— Enseguida —. Alrededor de 3 minutos después les entregaron sus órdenes en unas elegantes charolas de plata y vajilla blanca, la comida se antojaba, tan atractiva y con aroma delicioso, un sencillo almuerzo preparado al momento por chefs ganadores de al menos 2 estrellas Michelin, sí, algo sencillo para almorzar; con sus charolas en mano buscaron con la vista a su compañero Chouji, no fue difícil encontrar la mesa, solo había que ir a la que tuviera platos apilados.

 

— Ah… el Joven amo vino al comedor —.

— Es tan guapo —.

— Él es perfecto, lo tiene todo —.

— Quisiera que me notara —.

— Ojala fuera mi prometido —. Una sarta de comentarios sin sentido iniciaron al momento que llegaron y no se detendrían, el Joven amo junto a Kiba y Shikamaru se sentaron en la mesa donde Chouji comía con frenesí.

— Hey Chouji, deberías de comenzar a venir al instituto más temprano —.

— ¿Joven amo? ¿Aún te llaman así? —. Le pregunto el gor… el último de ellos al escuchar algunos comentarios de los demás estudiantes. — Hola Kiba, Shikamaru, ¡Wah! Sus almuerzos lucen deliciosos, podría probar… —.

— Detente Chouji, no te dejaré tocar mi carne —.

— Kiba tacaño —.

— Kiba, ¿el plebeyo está aquí? —.

— No, no le veo, después de comer podemos ir a preguntar a su salón —. Contesto mientras protegía su amada carne del tenedor amenazante de Chouji.

— Sí, vi su expediente en la sala del Consejo Estudiantil, será sencillo —. Agrego Shikamaru.

 

Después de planear su visita al área de primer año comenzaron a comer, muy animados por cierto, aunque pareciera imposible a la hora del almuerzo sentían cierta privacidad, el Joven amo hizo incluso algunas bromas sarcásticas a sus amigos, le agradaba su compañía aunque faltara una chica en su grupo, esta estaba de viaje, no importaba ahora, sus amigos, a los que sí podía llamar amigos les apreciaba, aunque fuese cruel con ellos de vez en cuando estos nunca se quejaban, ya después se vengarían. Terminaron su almuerzo entre bromas y salieron del comedor que parecía más un evento de alguna empresa importante; caminaron con dirección al edificio de los recién ingresados, en el camino, como era costumbre ya, molestaban a los más jóvenes, al Joven amo le gustaba aprovecharse y nadie se atrevía a reprocharle nada, eso lo hacía más fácil, todos se esforzaban por complacerle, otros y asustaban temblando frente a él y algunos más intentaban llamar su atención. Llego al fin al edificio de primer año y en uno de los pasillos vio ciertas cabecillas rojas molestando a un chico.

 

— Será mejor que hagas lo que digo si no quieres causar problemas a tu familia —.

— Ey, chico, nada te cuesta, solo hazlo y ya —.

— Pero… —.

— ¿Pero? He ~ Gaara, ¿has escuchado eso? Este pequeño se está atreviendo a reprochar —.

— Termina ya Sasori, me estoy cansando —.

— Hola chicos —.

 

Una voz interrumpió a Sasori que prácticamente ahorcaba al muchacho de tan fuerte que le sujetaba de la camisa, le soltó aventándole contra la pared y giro para ver a quien se había atrevido a molestar, cuando lo vio cambio su expresión; el Joven amo y su sequito (como el pelirrojo llamaba a Chouji, Kiba y Shikamaru) estaban detrás suyo.

 

— ¡Hey! No creí que te vería desde el primer día, ¿qué hacen por acá? —.

— Debiste buscarme Sasori —.

— Vamos, Gaara y yo íbamos a visitarte más tarde en tu casa —.

— Te dije que fuéramos pero nunca tienes suficiente “diversión” —.

— No molestes Gaara, también disfrutas de torturar a la gente —.

— ¡Ejem! —. El Joven amo comenzaba a sentirse ignorado.

— Oh, lo siento —.

— Sasori, ¿qué sabes del plebeyo? —.

— Uy, cuanto tacto para dirigirte a otros, Kiba —.

— Bah —.

— Esperen, ¿vinieron por él? Debería cobrar a los que vienen a verlo, ¡ja, ja! Vengan —. Miro al chico que estaba molestando. — ya me arreglare contigo, lárgate —. El pobre chico corrió despavorido, aunque Sasori tenía una apariencia un tanto tierna su personalidad era aplastante, Gaara  por otro lado, bueno, Gaara daba miedo, y mucho, lo mejor era correr y vivir otro día.

— Por lo que dices ya han venido varios a verlo —.

— Así es Shikamaru, casi todos aquí —. Dijo Sasori mientras con un gesto de la barbilla señalaba  al resto de los estudiantes que se encontraban en el pasillo.

— Pero nadie se atreve a acercarse más al salón —.

— ¿Y eso por qué, Gaara? —. Cuestiono Kiba.

— Porque no les permitimos pasar —.

— Uy, ¿acaso le están cuidando? —.

— Simplemente queremos divertirnos con él, aunque es algo difícil acercársele —.

— ¡¿Muerde?! —.

— No seas idiota Kiba —. El Joven amo le dio un codazo en las costillas. — Mejor cállense y llévenme con el plebeyo; ¡ja, ja! Será interesante ver qué clase de persona es —. Sonrió maliciosamente, ciertamente no planeaba nada bueno y esos sus amigos y el par de pelirrojos lo notaron, suspiraron, ya nada podían hacer, si el plebeyo ese se convertía en su juguete nadie en todo el instituto tenía la autoridad o el valor de ayudarle, ese chico estaba perdido. Se adentraron en el pasillo y se detuvieron frente a la puerta del 1-B, Gaara abrió la puerta y junto a Sasori entro seguidos por los otros chicos, al escuchar el ruido los pocos estudiantes que se encontraban dentro se levantaron e hicieron una reverencia para el Joven amo mostrando respeto, este solo hizo un movimiento con la izquierda para que volvieran a lo suyo.

— ¡Hey! Plebeyo-kun, deja de leer y mira quien vino a visitarte —.  Sasori podía ser algo impertinente y con el tono serio que tenía solo conseguía que le huyeran, peo aquel chico no hizo movimiento alguno. Ese era el plebeyo, un chico, el Joven amo le miro detenidamente y se paró frente a su escritorio, este seguía en su misma posición, usaba unos pantalones holgados color café, camisa blanca, suéter gris de cuello redondo que le quedaba grande, bien podían usarlo dos personas al mismo tiempo, zapatos negros y el cabello un poco desordenado más unos horribles y enormes lentes que cubrían casi todo su rostro, se mantenía sentado sosteniendo un libro con ambas manos sin prestarle la mínima atención, nuestro atractivo Joven amo arrugo la nariz, ¿Cómo se atrevía este ser inferior a ignorarle? Chouji, Gaara, Kiba, Sasori y Shikamaru le miraban atentos al igual que los otros estudiantes del salón, no era buena idea ignorarle así, si quería llevar una vida tranquila debía disculparse de inmediato, aunque tal vez ya era tarde.

— Plebeyo, ¿no tienes modales? —.

— ¡Shh! Kiba, le harás enojar —. Le susurro Shikamaru, esta situación comenzaba a cansarle, el plebeyo hablo al fin pero sin moverse.

— Estas bloqueando la luz, muévete —.

 

Silencio… todos en absoluto silencio, ¿escucharon bien? ¿Ese plebeyo se había atrevido a hablarle así al Joven amo? ¿Qué se creía? Sabía quién era, ¿cierto? Los plebeyos ven tevé y debería conocer al chico que tenía frente a él, o era muy estúpido o muy estúpido, tal vez estúpido, sí, ese plebeyo era estúpido y su vida en el instituto había acabado el mismo día que comenzó.

 

— Tsk —.

 

En un segundo el Joven amo ya había levantado al plebeyo de su asiento y le inmovilizo tomando sus muñecas por sobre su cabeza y sometiéndole contra la ventana, era muy fuerte y rápido, nadie podía hacer nada, el plebeyo solo hizo una mueca de dolor al golpear su espalda en el vidrio y sus muñecas ser sujetadas con fuerza, le había levantado un poco teniéndolo de puntillas por lo que no podía defenderse ni a patadas.

 

— Parece que los plebeyos no saben de modales, ¿será acaso que debo enseñarte? —. Se acercó un poco a su rostro. — pareciera que no sabes con quien hablas —.

— Con un imbécil —.

— … —.

— ¿O tal vez un tarado? —. Estaba claro que el plebeyo daría pelea de una u otra forma, no se iba a dejar de nadie, el Joven amo al darse cuenta de ello solo atino a reírse un poco como loco.

— ¡Ja, ja, ja! Pareciera que no te importa —.

— No me importa, yo vengo a estudiar, sus juegos de niños ricos no me interesan —.

— Por tu bien deberías permanecer callado y hacer lo que digo —.

— No gracias —. El Joven amo paso su mano libre por la mejilla del plebeyo acercando sus dedos hasta los labios, alcanzo a notar su mirada, desafiante, eso le gusto, solo un poco.

— Si no quieres que haga de tu vida un, ¡auch! —.

— No me interesa —. Aguarden, ¿Qué paso? Todos observaban con los ojos bien abiertos, no lo podían creer, es que eso era casi un tabú, seguro sus ojos les engañaban.

— ¡Lo sabía! ¡Sabía que mordían! —. Grito Kiba con un deje de victoria, como quien gana una apuesta; el Joven amo le soltó y miro extrañado su índice derecho, un poco de sangre comenzó a salir y una extraña sonrisa se dibujó en sus labios.

— He~ parece que los plebeyos son algo… —.

— ¿Estas bien? —. Se le acerco Shikamaru para inspeccionar la herida.

— ¡Sangre! Gaara, esto se pone interesante —.

— Mejor no digas nada o nos meterás en problemas, Sasori —.

— ¿Qué hacemos? —. Se le notaba ansioso, en sus ojos había un poco de malicia y esa sonrisa no se borraba, Kiba esperaba alguna señal para golpear al plebeyo por haber mordido al Joven amo, es decir, le MORDIO, era imposible que no hubiera represalias, era prácticamente chico muerto, Chouji solo comía de una bolsa de frituras, siempre estaba comiendo algo y esta vez no era la excepción, aunque tenía una mirada seria observando la situación al igual que Gaara y Sasori, como esperando que algo pasara, Shikamaru estaba expectante al igual que el resto de los estudiantes, el plebeyo se mantenía frente a la ventana con la mirada clavada en el Joven amo, retándole, mientras con su manga derecha frotaba sus labios, como queriendo limpiar algo. Nadie se atrevía a hablar, solo se miraban y el ambiente ya era tenso, el próximo movimiento era el decisivo y seria el Joven amo quien tomaría esa decisión.

— Nos vamos —.

 

Todos le miraron, ¿era broma, cierto? ¿Acaso iba a dejar libre a ese insignificante plebeyo? Le había mordido ¿y no le haría nada? ¡Imposible!

 

— Dije: nos vamos —. Zafó su mano del agarre de Shikamaru y camino en dirección a la puerta seguido de sus amigos que se miraban sin entender. — Nada de esto paso, ¿entendieron? —. Se dirigió al resto de los estudiantes presentes, con el tono demandante que uso era más una amenaza, si alguien decía algo no lo contarían, estaban advertidos.

— Sí, Joven amo —. Los estudiantes hicieron al mismo tiempo una reverencia a excepción de los pelirrojos.

— Y tú —. Giro la cabeza un poco viendo hacia donde su atacante continuaba de pie, le examino detalladamente con la mirada, como queriendo atravesarlo, sonrió de medio lado y continuo caminando hasta salir del aula; una vez afuera se mantuvo en silencio dirigiéndose al edificio de su salón.

 

— Ey, chicos, ¿qué hacemos? ¿Está molesto, verdad? —.

— ¿Deberíamos dejarlo solo? —.

— Eso lo empeorara Chouji, esta situación no me gusta, que pesadez —.

 

Los chicos susurraban entre ellos; llegaron hasta su clase y tomaron sus portafolios, al ser el primer solo se quedarían hasta la hora del almuerzo y por ello ya eran libres de irse. Caminaron hasta la entrada principal del instituto en silencio y allí ya se encontraba su mayordomo esperándole junto a su limosina.

 

— Bienvenido de vuelta Joven amo —.

— Neji, tiempo sin verte —.

— Inozuka-sama, buenas tardes —. Hizo una reverencia y Kiba solo sonrió algo nervioso. — Nara-sama, Akimichi-sama, buenas tardes también —.

— Hola Neji —.

— Neji-kun, hola —.

— Vámonos —. El Joven amo le extendió su portafolio a su mayordomo Neji, subió a la limosina y bajo el vidrio de la ventana mientras Neji daba la vuelta para subir por el lado contrario, los tres se acercaron para escuchar mejor. — Espero que mañana estén temprano, y Shikamaru, quiero que investigues a ese plebeyo —.

— Oh, sí haremos algo, lo sabía, no podía librarse, su suerte se ha terminado, ¿vieron su ropa? Es horrible, y esos lentes, ¿qué le pasa? Le cubrían media cara, son tan viejos que ni los ojos se le veían, ¡es ridículo! —.

— Kiba, hablas demasiado —. Le dijo Chouji con un poco de desaprobación.

— Como sea —. Continuo el Joven amo. — No quiero que dejes un solo detalle fuera, su dirección, a qué se dedican sus padres, tiene hermanos, quiero saberlo todo —.

— Así que me toca el trabajo duro, ahh, que pesadez —.

— Los veré mañana —.

 

Sin más subió el vidrio y la limosina avanzo, los tres se quedaron quietos un momento hasta que comenzaron a hablar cosas sin sentido, una limosina llego llevándose a Kiba y en seguida otra donde Chouji y Shikamaru se fueron a la casa del primero, eran muy buenos amigos, muy cercanos, así que siempre solían estar en casa de alguno de los dos. El primer día había terminado y el instituto comenzaba a vaciarse; sin duda fue un día inusual, si algo odiaba nuestro Joven amo era el instituto, pero tal vez ahora sería algo diferente pues había encontrado algo, mejor dicho, a alguien para divertirse, tanto que iba viendo hacia afuera desde su limosina ignorando lo que su mayordomo Neji le indicaba, de pronto recordó la mirada desafiante que alcanzo a notar en los ojos de aquel chico plebeyo, en toda su vida nadie le había reprendido o llevado la contraria además de su hermano mayor, ni siquiera sus amigos habían llegado a tanto, miro la pequeña cortada en su dedo y el hilito de sangre seca que había quedado y sonrió nuevamente.

 

— ¿Qué tan lejos puedes llegar? —. Se dijo a si mismo recordando la actitud del chico y un extraño hormigueo le recorrió el cuerpo, estaba ansioso por jugar y hacerle sufrir, no había duda, estaba decidido a meterse en la vida de aquel plebeyo insolente y nadie podía evitarlo; este año será divertido.

 

 

 

 

 

 

 

Continuara...

Notas finales:

Hasta aquí, así quedo el primer capítulo, realmente espero que lo hayan disfrutado tanto como yo disfrute escribiendo, eso sí, quisiera que me comentaran en los RW qué les parecio; una cosa más, este es un fan fic de Naruto obviamente, pero la escuela pueden imaginarla como la escuela del anime "Ouran High School Host Club", de ahí también es la dea del "Host Club", por ello puse el ©, aunque la historia no será como la del anime, solo estoy haciendo un poco de uso de esa idea, si gustan pueden ver ese anime, es muy bueno, no es yaoi, aclaro, pero me encanto, yo lo vi cuando inicié la secundaria (hace siglos) pero aún me encanta, en especial Kaoru -babea-, bien, creo que por ahora eso es todo.

 

Se me olvidaba, ¿quien creen que sea el Joven amo y quién el plebeyo? Espero poder sorprenderles.

 

Yo trabajo a diferencia de otros autores que estudian, después de todo ya termine la Universidad, ehh, por ello sí les pido un poco de paciencia para actualizar, les prometo que no dejaré la historia a medias, se los juro ~, por lo que si llego a tardar en actualizar no se alarmen, si continuaré, es solo que a veces tengo tanto trabajo que debo llevar papeleo a casa -llora-, pero de que actualizo el fic, lo actualizo.

 

Creo que ahora sí es todo, nos vemos en el próximo capítulo, que tengan una bonita semana, bye ~ 

 

 


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