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Shaman Figth! por Yakumo

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Notas del capitulo: Dedicado a mi gatita querida que le estoy usando a su Alistar XD
Título: Shaman Fight!

 

Serie: Shaman King

 

Autora: Yakumo Kaiba Eiri

 

Categoría: Yaoi, Romántico, Angustia, Acción,

 

Advertencias: Shonen Ai, Yaoi, no diré a que edad va dirigido, pero por favor, simplemente tómenselo como una distracción ^_^

 

Universo: Normal (el de la serie), aunque con algunos hechos cambiados.

 

Parejas: Horo-HoroXLen, varias más creo, pero aún no se me ocurren n.nUU
Nota: Bueno, los personajes de Shaman King no me pertenecen... solo los utilizo como forma de entretención para mi y para las personas que leerán esto (alguien lo leerá, cierto? ,o_o,)... solo me pertenece la trama y los personajes originales, exceptuando a algunos que son tomados de otros fic de otras autoras (no se preocupen chicas, se los devolveré sanos, salvos y vírgenes, aunque no aseguro lo de vírgenes XD).

 

Campaña: Yaku-chan se une a la Campaña liderada por Katrinna Le Fay: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Muchas gracias Katrinna por prestar tus palabras y seamos muchos los que las gritemos. Ahora, sin más preámbulo, el capítulo...
Shaman Fight!
Yakumo Kaiba Eiri
Prólogo

 

09 de marzo
Escribiré esto por si en un futuro no puedo contarlo o para dejarlo como un respaldo a mi memoria

“”


Viví mis tres primeros años de vida en Kozue, al norte de Japón, de donde me marché junto con mi madre, mi padre y mi hermana luego de algunos problemas que tuvimos con “El Mil Ochenta” (*).


Mi padre y mi madre eran sacerdotes del Templo de la Montaña Ozue, un poco más al norte de Kozue; mi hermana podía adivinar el futuro y todos podíamos ver a los espíritus, cosa no muy normal entre los humanos por lo que mis padre enviaron a mi hermana a la edad de 5 años al templo de los Asakura donde se entrenó como Shaman.


Había una antigua profecía que dictaminaba que si yo llegaba a ser un Shaman sería víctima de múltiples desgracias por lo que los Asakura se negaron a entrenarme.


Los Asakura solo tenían un descendiente, Yoh, hijo de un Shaman extranjero y la hija de una sacerdotisa y un Asakura, el mismo Asakura que entrenó a mi hermana.


Mi hermana y yo tenemos 7 años de diferencia, eso quiere decir que cuando yo cumplí tres años ella tenía 10 y su entrenamiento continuaba.


Cuando llegamos a Izumo conocí a Anna, la prometida de Yoh y aspirante a sacerdotisa. Ella era una chica muy mandona y con mucho carácter y me cayó bien desde el comienzo. Ella disfrutaba peinar mi cabello que llevaba largo al contrario de ella que lo mantenía poco más arriba de sus hombros. Nos hicimos muy amigos y yo por mi carácter curioso también conocí a Yoh y me hice su amigo.


Mi deseo más profundo siempre fue poder ser un Shaman... a Yoh le entrenaban todos los días, pero a mi no me lo permitían... ¡Oh! Cuántas veces le supliqué, le rogué, le pedí al abuelo de Yoh que me entrenara, pero él nunca me lo permitió...


Tan decepcionado estaba que me dirigí a mi hermana y ella siendo aún inocente me comenzó a enseñar el arte de la Adivinación, nada más, y un poco de la forma de poder hacer la fusión de espíritus, diciendo que con saber eso no se me podía considerar un Shaman... ¡Cuán equivocada estaba!
Yoh siempre fue muy alegre y simple, recuerdo una vez que yo estaba arriba de un árbol observando como el abuelo retaba a Yoh.

 


- ¡Yoh! ¿Es que no tienes aspiraciones? ¡Debes entrenar!- le decía.

 


Antes había olvidado mencionar que a Yoh no le gustaba entrenar.

 


- ¡Claro que tengo!- le respondió aquella vez el castaño.


- A ver, muéstramelas...- le respondió el anciano.


- Quiero escuchar mi música favorita todos los días y vivir tranquilamente para siempre....-

 


No escribiré aquí lo que respondió el abuelo luego de esa confesión, pero no fue muy alegre, jeje...


Pasaron 4 años desde que nos fuimos de Kozue y comenzó la profecía.


Era una mañana común y corriente. Nos encontrábamos tomando desayuno cuando tocaron la puerta. Le dije a mi familia que yo abriría y corrí con aquella sonrisa que siempre portaba en mi rostro.


Cuando abrí la puerta vi a un chico muy parecido a Yoh, pero no igual.... le pregunté que qué necesitaba y él me pidió que llamara a mis padres y a mi hermana así que le dije que me esperase y corrí a buscar a mis padres.


Cuando volví con ellos sus rostros se oscurecieron... el extraño se presentó con el nombre de Hao y le pidió a mi hermana que se uniera a él y a mis padres que le ayudaran con el torneo de los Shamanes que sería dentro de 5 años...


Mis padres le dieron un rotundo NO, cosa que no pareció agradarle mucho al extranjero, pero miró a mi hermana de la cual no obtuvo respuesta diferente.


Recuerdo que Hao se enfureció y dijo:

 


- Si no serán mis aliados, tampoco serán mis enemigos-
Mientras, llamó a un gran espíritu hecho de fuego que con sus llamas incendió la casa.

 


Mi hermana me abrazó y se tiró al suelo conmigo mientras mis padres intentaban detener a Hao, pero en un abrir y cerrar de ojos...... los mató......


Luego siguió mi hermana, una llamarada y mi hermana me dio su último adiós.


Por entre las llamas pude oírle a Hao un “Qué débiles son” y con una carcajada desapareció.


Yo podía sentir como la muerte me llamaba, pero solo una cosa me hizo resistir... el odio, el odio hacia Hao y mi deseo de venganza.... mis ojos verdes estaban empañados mientras me aferraba con fuerza al cuerpo inerte de mi hermana mayor la cual mantenía una leve sonrisa opaca.


Entre las llamas vi dos sombras que gritaban, no podía oírles, pero las veía... tuve fuerzas para pedir ayuda, pensando que eran mis padres, pero cuando tomaron a mi hermana muerta vi que era el padre y el abuelo de Yoh.


El abuelo me tomó entre sus brazos mientras el padre de Yoh sacaba a mi hermana y padres......


Lo único que recuerdo de esos dolorosos instantes es que los 3 llorábamos y entre mis sollozos y los del abuelo pude oír claramente el nombre de “Hao”.


No recuerdo con claridad los siguientes dos días, solo sé que al día siguiente de la llegada de Hao y del incendio incineramos los restos de mis familiares y luego me dirigí corriendo al lago Kazu que estaba a unos 500 metros de mi casa destruida.


Me puse a llorar y a pedir explicaciones al viento, pero él lo único que hacia era jugar con mi cabello castaño y murmurar cosas sin sentido en mis oídos....


Después del anochecer me decidí y corriendo me dirigí al Templo Asakura.


Cuando entré, el padre y el abuelo de Yoh me estaban esperando y entonces, cegado de furia exigí que me dijeran quien era Hao, puesto que estaba seguro que lo sabían.

Ambos me miraron de una forma extraña (por lo menos el abuelo, puesto que el señor Mikigisa tenía una máscara) ¿Sería pena o sorpresa? No lo sé...


Lo único que sé es que el abuelo de Yoh tomó aliento y me contó la historia de Hao:


Cada 500 años el mundo es atrapado por las desgracias y cada aquel periodo se elige un salvador que regirá el mundo durante esta difícil situación, este salvador es llamado el Shaman King que se elige mediante una competencia llamada el Torneo de los Shamanes, eso es lo esencial para entender la vida de Hao. Él fue un Shaman que vivió hace 500 años, él era un Shaman del tipo Sagrado puesto que logró dominar los cuatro elementos y se dice que hasta los demonios le obedecían. Hao era muy poderoso y su meta era crear un mundo donde solo existieran los Shamanes, eso quiere decir, eliminar a los humanos”.

 


- Por suerte, falló, y el mundo se salvó. Hao era un Asakura....- dijo el señor Mikijisa haciéndome dar un respingo.


-Por eso, los Asakura debíamos acabar lo que empezamos, pero Hao, que ya controlaba los 4 elementos, era obvio que controlase su propia vida... hace 500 años Hao murió realmente, pero no para siempre.... Hao reencarnó en este tiempo... ¡cómo hermano de Yoh!-concluyó el abuelo.
Yo quedé conmocionado... no era posible... Hao, el asesino de mis padres, de mi hermana y de mi vida... Hao...

 

¿¡Hermano de Yoh!? ¡No era posible simplemente!
Miré fijamente al abuelo, pero fue el señor Mikijisa el que continuó.

 


- Cuando me casé con la madre de Yoh conocía la historia de Hao, pero nunca pensé que renacería en mi hijo... pero sabía que si ese niño nacía el mundo estaría lleno de desgracias, así que yo y mi esposa estábamos dispuestos a destruir los mellizos que venían en camino al no saber cual de los dos era Hao.- El señor Mikijisa apretó los puños mientras yo pensaba en como se debe haber sentido al tomar aquella decisión-... pero al nacer el primer niño apareció el Espíritu del Fuego que habló por Hao y nos dijo que cuidásemos al otro niño, pues era su otra mitad y que algún día volverá a buscarlo... me quemó la cara al escapar y esa es la razón por la que uso esta máscara- terminó explicando.

 


El abuelo tosió.

 


-Pero eso no viene al caso... esa es la historia de Hao y sabemos que está buscando aliados para el torneo que se llevará a cabo dentro de 5 años y suponemos que quería la ayuda de tus padres y se enfadó mucho cuando ellos y su hermana se negaron, ¿me equivocó?- yo negué con la cabeza y ellos me miraron con tristeza.    

 


Recuerdo haberme ido a la cama después y que a media noche tomé las pocas cosas que no teníamos en casa o que se habían salvado y me dirigí a la cocina del Templo Asakura.
Cuando entré encontré en el mesón una nota del abuelo de Yoh. Me dejaba un poco de dinero, una bolsa de comida, este cuaderno y me decía que buscase mi camino.


No pude evitar que lágrimas mojaran la nota y escribí en ella “Adiós y gracias


Tomando todo, salí del Templo y me alejé del lugar donde había sido tan feliz.


Caminé por días y días... en verdad no sé si fueron días, semanas o meses... pero comía frutos silvestres y agua de un río que encontré y que seguí. Recuerdo que vi una vez a un campesino, pero tenía tanto miedo que huí.


Siempre le tuve miedo a la oscuridad... mucho miedo...
Una noche estaba caminando por un bosque cerrado, no había podido encontrar un claro y ahora estaba muerto de miedo apegado a un árbol sin poder pegar los ojos...


Recuerdo que sentí como una rama se rompía y que cuando levantaba mi vista me encontré lo que nunca hubiera imaginado.


Grité como nunca y del puro terror me quedé inmóvil.


Arriba había un extraño chico vestido con ropas negras y un poco desgarradas. Tenía el cabello rojo como el fuego con plumas negras enredadas en él y unos grandes ojos grises. Me hizo una mueca cuando grité y saltó de la rama donde estaba sentado.


En ese momento creí que había sido mi imaginación, pero el chico cayó lentamente y con suavidad.

 


-Hola pequeño...- me dijo mientras se ponía de cuclillas y me miraba con una sonrisa.- ¿me puedes ver, cierto?-.

 


Yo tenía la lengua trabada y solo asentí mientras sentía que me iba a desmayar... aunque ya no tenía tanto miedo, la mirada de aquel fantasma era muy dulce.

 


- ¿Qué haces por estas horas tan solo y en un lugar como este? Este no es lugar para un niño bonito y pequeño como tú...- sonrió más haciéndome ruborizar.


-Yoo...


- ¡Ah! Ya sé... escapaste de tu casa, ¿no? lo digo por tu bolso...- apuntó mi bolso negro, aquel que alguna vez perteneció a mi hermana.


-¡No! yo no escapé de mi casa... por que... por que yo no tengo casa...- hablé mientras sentía que me iba a poner a llorar en cualquier momento.

 


El chico sonrió con tristeza y se sentó a mi lado... ya no le tenía miedo... para nada...

 


-Ya, no te pongas triste, pequeño...- me sonrió tratando de consolarme mientras se quitaba una de sus plumas negras y la enredaba en mi cabello castaño...

 


Era una pluma muy bonita... negra, pero como transparente, como incorpórea... cuando la dejó en mi cabello esta se materializó y la pude tocar.

 


-Es... muy bonita...-murmuré tratando de sonreír.


-Si, lo es...- dijo el chico pelirrojo.- ¿Cómo te llamas?-.


- ¿Y-yo? A-Anecuze Aeló....- le dije mientras abrazaba mis piernas con mis brazos- ¿y tú?-.


-Oh! a mi me llamaban Alistar Yohanes antes de que... muriera...- dijo mientras hacia un puchero. Me sonrojé levemente y bajé la mirada.


-Discúlpame...


- ¿Perdón?


-Por hacerte recordar...


-Oh, no hay problema peque...

 


Nos quedamos en silencio ambos... ahora que le miraba con atención podría decir que debía tener aproximadamente la edad de mi hermana... como 15 años...


Él mantenía su mirada perdida en el horizonte y yo miraba mis manos, no tenía frío puesto que traía un abrigo que había pertenecido a mi padre. De pronto él me miró seriamente.

 


- ¿De verdad no tienes casa?- yo asentí tristemente y él sonrió-... ¿estás solo?- yo volví a asentir-... igual que yo...- murmuró.

 


Yo pude sentir como mis mejillas se volvían a colorear, no sabía me pasaba con ese fantasma, me ponía nervioso, pero no de una mala manera.

 


- ¿Quieres saber como morí?- me preguntó mientras clavaba sus ojos grises en mis verdes. Yo lo dudé pero finalmente asentí-... ¡Oh, es algo trágico! Yo soy el hermano de al medio de tres... los tres éramos huérfanos puesto que mis padres murieron hace tiempo en un accidente...- comenzó a contar-... éramos los tres shamanes, ¿sabes lo que es un shaman?- yo asentí- que bueno, bien, los tres éramos shamanes y magos, podíamos controlar la magia negra y mi hermana un poco de la blanca. Bueno, un día hace dos años llegó un muchacho a nuestra casa nos pidió que nos uniéramos a él para luchar en el Torneo de Shamanes... su nombre era Hao...


- ¿¡Hao!?


- Si, Hao... mi hermana se negó diciendo que nosotros no nos uniríamos a nadie y menos a un asesino como él, yo no comprendí, pero...- Alistar guardó silencio-... luego si... él mató de un golpe a mi hermano pequeño...- sus ojos se llenaron de lágrimas-... yo cegado de la furia comencé a atacarle con magia negra mientras mi hermana sacaba su arco con flechas espirituales, pero..... Hao la mató...
Alistar movió la cabeza en un gesto negativo y yo traté de decirle que no continuara, pero lo hizo igual...


- Yo seguí atacando pero... pero él... él se rió y... y no sé más... creo que me mató...- Alistar sacó la lengua en un gesto de inocencia y sonrió con la sonrisa más triste que yo hubiera visto en mi vida.


- Alistar...- yo le miré con mis ojos bañados en lágrimas y él me sonrió.


-No llores...- me dijo mientras me pasaba una de sus plumas por el borde de los ojos para limpiarme las lágrimas, consiguiéndolo.

 


Yo me aferré a mis piernas y le conté mi propia historia.

 


- ¿¡Hao asesinó a tus padres y a tu hermana!?- me preguntó con los ojos desorbitados cuando acabé. Yo asentí. El pelirrojo bajó su mirada-... que pequeño es el mundo...-


- O qué maldito asesino es Hao...- murmuré mientras apretaba mis puños y mis ojos titilaban de furia.

 


Alistar me miró con sorpresa pero luego bajó su vista y la volvió a levantar.

 


- Déjame ir contigo...


- ¡¿Qué?!


-Que me dejes ir contigo... yo te enseñaré a ser un shaman y seré tu espíritu acompañante, entraremos al Torneo de Shamanes, encontraremos a Hao y lo venceremos, para que no pueda seguir haciendo daño ni llegue a ser el Rey Shaman...


- Y de paso vengarnos, nee?


- Nee...

 


De esta manera me uní a Alistar... ese ya han pasaron muchos años. Alistar me enseñó a ser un Shaman... plumas se convirtieron en mis armas mientras que fusionaba mi alma con la de Alistar.


En esos momentos me sentía (y me siento) realmente completo, no era como tener un alma extra... era como... era como... tener el trozo faltante de mi corazón.


Recuerdo que cuando llegábamos a pueblos o ciudades ganaba dinero adivinando la suerte y así subsistía, ganaba lo suficiente, y más, por lo que comencé a ahorrar.


Me compré ropa, la mayoría negra, Alistar me pegaba sus mañas, jeje.


Así pasó el tiempo, conociendo gente y lugares diferentes hasta que hace una semana que llegamos a Tokio y decidí comenzar a escribir en este cuaderno que guardé desde que me fui de Izumo... hoy es 16 de marzo, acabo de llegar al presente escribiendo...


Me encuentro en los bosques del contorno de Tokio. Me compré una tienda de campaña por insistencia de Alistar y ya casi podría decir que es una casa con lo estrictamente necesario... adoro a Alistar, con su sentimiento de hermano mayor... aunque siempre que se pone demasiado sentimental no puedo evitar sonrojarme con su presencia... no sé si lo nota... pero le quiero mucho...


Oh! aquí viene, mejor termino por hoy...


Continuará...

 

Nota de Yakumo: Bueno, esto es algo que escribí hace realmente muchísimo tiempo... es como un diario de vida de Anecuze... se cuenta toda la historia de Shaman King original desde que se van a EEUU puesto que allí es cuando Ane se une a Yoh y a los demás n_n...
Kurama: ¬¬ esto es viejísimo, es de cuando Yaku-chan no sabía lo que era el Yaoi O.O...
Yakumo: De verdad n_ñUU  esta un poco viejo, yo lo tenía escrito en un cuaderno, aunque obviamente con la redacción de una niña de séptimo básico (12-13 años) y, ejém, conmigo como la protagonista XD...
Anecuze: ¬¬ pero en el fic me puso a mi...
Yakumo: ** y a Alistar como tu espíritu, no manches...
Kurama: Y Yakumo se murió al tiro XD...
Yakumo: XD, cierto... Luna y Antul igual XDD
Anecuze: TT.TT ¿Pero Antul va a aparecer luego?
Yakumo: Mmm no lo sé... ya veremos... bueno, el (*) es para explicar que ¡No tengo la menor idea de que problemas pudieron tener!! o.ó... pero en fin, espero que les guste... como es solo pasar (y transformar) lo que tengo en este vieeeejo cuaderno yo creo que se me va a hacer fácil y solo me tienen que presionar para que actualice XD...
Kurama: ¬¬ si es que les gusta...
Yakumo: TToTT... bueno, nos vemos pronto! Bye-Bye Nanoda! ¡Dejen reviews!! XD        

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