w21; La estrellas estaban tapizando de apoco el cielo que se tornaba en un manto oscuro, casi tan oscuro como su alma, los cristales de sus lentes estaban ensuciándose con el polvo levantado por la brisa nocturna.
Estaba recostado a la orilla de una barca, parecía muerto, en parte lo estaba, los recuerdos revoloteaban en su mente, con las manos guardadas en los bolsillos de su gabardina levantaba la cabeza con la mirada muerta, tenía al planeta en sus manos, si quería podía salvarlo y si no…también.
Sus labios estaban contorneados de un tono de rosa bastante curioso, y entre estas dos delicadas pieles un cigallo encendido, a pesar de que ya tenía las nalgas entumidas no tenía intenciones de levantarse de aquel lugar
-ya está tardando…
Dijo para sí mismo, llevaba ya dos horas de espera y hasta ese punto era la quinta vez que decía eso sin sacar a relucir impaciencia, disgusto o algo parecido. Conocía bien a la “persona” por la cual estaba esperando tan placido en ese lugar
Libero una de sus manos de aquella cálida parte para pasarla por encima de su cabellera
- Estoy aquí, mueve el culo…
Esa voz, esa desesperante voz, chillona, tan reconocible… Levanto la vista encontrándose con un par de orbes violetas, que daba a entender que acaba de despertar, con esa piel verduzca que después de ya 6 años no había querido camuflar.
- Dib-cosa te estoy hablando….
- Si ya te escuche
A pesar del tiempo le había dado un buen cambio a Dib, mientas que a Zim apenas y había crecido, aun así estaba por debajo de Dib por una cabeza.
El humano con fachada de anémico tomo la mano del contrario que se encontraba protegía por ese guante, esto ya no era de extrañes, ellos estaban juntos desde aquella vez que por culpa de Jeff, Zim tropezó y accidentalmente beso a Dib en plena clase de biología, se pudiese recordar, era casi como… si hubiese pasado hace apenas 6 años atrás…y así era, claro está.
- Ese lugar a que ustedes larvas humanas llaman cementerio, ¿está muy lejos?
- No tanto, puedo cargarte si es lo que quieres…
- ¡Zim no necesita que lo traten como una fémina!
- Está bien, está bien…
Ya se había acostumbrado a los constantes disparates y berrinches por parte del más bajo, Gir por su puesto estaba con ellos, solo que en el camino se había hartado de tacos hasta quedarse dormido en la capucha de la sudadera del alíen.
Era más fácil controlar la situación si tener al aparataje comelón activo, que comía cualquier cosa, sin discriminar de ser comestible o no. Una vez se comió la caja con el colgante de medio corazón que ambos chicos tenían uno, uno con la mitad que faltaba, esa ve tuvieron que esperar a que Gir saliese del sótano para poder sacarle el regalo
Ambas figuras se adentraban a un escenario lúgubre, la lapidas estaban enfiladas tan perfectamente que pareciese que una maquina lo hubiese hecho…bueno la verdad es que esas lapidas realmente las había puesto una máquina.
Caminaron hasta una sección que estaba apartada de las demás, donde solo grandes personas podían ser sepultadas en ese lugar
Sr. Membrana…
Decía una lápida decorada con rosas químicamente cambias a un azul turquesa, Zim reconoció el apellido en cuestión de segundos, ¿Qué hacia frente a la tumba de su “suegro”?
- Hola papa…
El más alto enuncio despacio asía la tumba aun observando esas rosas
- Papa… ¿te acuerdas de Zim? , ¿el chico con el que siempre peleaba… que me sacaba de quicio y era una de las muchas razones por las que me llamaban loco?
Zim escuchaba las palabras, que de antemano sabía lo que significaban, pero no estaba seguro, el humano era impredecible.
- ¿Te acuerdas de esa vez que llegue a casa llorando?, me encerré en el baño y Gaz me golpeo por eso…
- D-dib…
- Pues ese chico… en verdad es un alíen… , como muchas veces te dije… me llamaste loco… pues … te diré algo… que debí de haberte dicho antes de aquella noche del accidente …
Dib tomo nuevamente la mano abandonada del alíen y la alzo colocándola en su pecho, zim por reflejo solo se tensó medianamente
- Ese chico… me invadió…
- Dib-mono deja de-
- Padre… yo elijo a este chico…
- Humano…
- Papa…me cazare con Zim
Los orbes de susodicho se expandieron como un par de esferas navideñas que colgó con dib hace un par de semanas atrás.
- Dib…
Susurro el de piel verde mientas su cara se tornaba de un azul marino
Dib se había arrodillado frente a sus ojos, este estaba a punto de gritarle que dejase de hacer esas cursilerías terrestres pero…por alguna razón no lo hizo.
- Zim…sé que quizá quieras partirme el culo porque sé que no te gustan estas cosas…pero …
De su bolsillo izquierdo saco una caja negra con detalles plateados
- Zim… ¿quisieras?…perdón… ¿me harías el honor de ser mi pareja… por lo que resta de esta vida?
- No…
- …
- Me casare contigo… pero no morirás…porque tu estrás conmigo…aunque tenga que inyectarte algo para que mueras tan de prisa ¿has entendido Dib-cosa?
La cara del humano dibujo una sonrisa, de esas que pocas veces zim tenía el lujo de disfrutar
- Dib-cosa…
- ¿Si?
- …tienes el gran honor de ser amado por el grandioso Zim
Esa frase esa la manera de Zim para decir un “te amo”, Dib sabía que detrás de ese pequeño pero con gran ego se encontraba un alma tan atormentada como la suya, igual de rota, igual de rechazada por su propia raza, igual de ridiculizado, igual de “inútil para sus parecidos”, en busca de una aprobación que hasta este punto mandaron a la mierda.
Después de enterarse que toda su misión no fue más que una farsa, pudo abrirse al mundo humano.
E inevitablemente encontró a la mitad de su alma, en quien menos lo espero, un ser inferior, para el ese ser… era todo el mundo que quería conquistar de por vida
El humano fue llamado muchas veces estúpido, asqueroso, entre otras cosas por parte de la boca de su hermana, ella quien ahora estaba en Inglaterra estudiando programación de videojuegos.
Estaba feliz, vivía con el amor de su vida, tenía una especie de hijo (Gir) y ahora estrían juntos… oficialmente juntos…
Como debió de ser desde un principio…
Lo eligió a él…
Empezó a llover, Dib al sentir las primeras gotas se sacó de unas sola la gabardina de enzima para cubrir a su pareja, este con un poco de desespero la tomo y se cubrió como si fuese un bebe con frio
- Odio la asquerosa y corrosiva lluvia…
- Lo sé , mejor vallamos a casa , no quiero exponerte tanto
- No es que necesite de tu ayuda Dib-mono…pero mis piernas me duelen…
- Pero tú dijiste que no querías ni necesitabas mi ayuda…
- ¡MENTIRAS! ¡LEVANTAS FALSOS TESTIMONIOS CONTRA ZIM! ¡YO SOY ZIM!
- Vale vale no te alteres cosa espacial
- ¡Yo no soy ninguna cosa!
Pese a los gritos de Zim ,Dib se inclinó pasado su brazo por debajo de las piernas de Zim , que si solo se enfocaran en ellas realmente parecerían piernas de una mujer, claro, no faltaron los quejidos constantes del alíen ,por ser tratado como una mujer terrestre , tales como
¿! Por qué me tratas como una mujer!? O también ¡no soy una débil humana! Acompañados de pequeños golpes que solo hacia a Dib verle de una forma divertida.
Simplemente lo amaba era eso lo que lo hacía ser tan feliz
Ambos chicos se encaminaron hacia na casa de dos pisos, en tonalidades de grises, cuando el padre de Dib murió este le heredo la casa y todos sus bienes, el viejo tenía más de lo que él y su hermana esperaron ya que Gaz había quedado con 3 cuentas bancarias y así ella podía hacer sola su vida
Dib no se negó a al ida de Gaz, sabía que no era necesario que permanecieran juntos, ella no tenía mínima intención de tratar con Zim y a Zim le importaba más una mierda.
El menor de altura jugueteaba con la caja entre sus manos
- ¿Por qué se dan cajas?
- ¿cajas?
- Sí , me parece bonita pero no entiendo
El humano observo divertido al confundido alíen, aún había cosas que para el eran tan nuevas, amaba esa “inocencia”
- No, la caja no es el regalo
- ¿Entonces?
Dib tomo el pequeño objeto entre sus manos y lo abrió delicadamente frente a su amante, dentro del estuche se encontraba anidado un anillo de color violeta metalizado con una piedra azul marino con detalles verdes
- Te quería dar algo lindo , así que pedí este anillo por internet
- ¿la tierra a escala en mi dedo? ¡eso es fascinante!
- No es la tierra de verdad, chico espacial…
- Igual… me gusta … eres muy gracioso Dib-mono
- No lo resistí…
En el gravado del anillo decía “i love earth” en letras cursivas
El humano se acercó al menor atacando sus mejillas que aún seguían con ese tono de azul, las quejas se hicieron presentes.
- D-dib… ¡BASTA LARVA! ¡H-ha!
Las cosas se habían empezado a calentar en la sala con sillones de terciopelo negro, los empujes y esos movimientos empezaron a crear roces bastante interesantes entre ese par de individuos. Las caderas de Zim estaban aprisionadas por las piernas de Dib, el antes mencionado tenía la cabeza en el cuello, chupando y lamiendo esa zona que resultaba ser un punto que enloquecía al de piel verdusca. Pronto se empezaba a notar que los gemidos de este estaban haciendo efecto en el que estaba sobre suyo, pues este podía sentir el bulto que se había formado tan rápidamente en sus pantalones.
- D-dib…
- Dime…
- ¿Quieres llegar más lejos esta vez?....
El humano sonrió levemente, mientras depositaba besos a lo largo de su cuello.
Así eran esas tarde de ahora en adelante, ambos discutían como cuando niños, pero ahora lo hacen algo importante, era un destino fin
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